viernes, 21 de diciembre de 2012

APARICIONES DE ANIMALES






No es ciertamente fácil determinar lo que representan las apariciones de formas animales en las manifestaciones de encantamiento. A veces, su producción coincide con el hecho de que animales semejantes a los aparecidos han vivido en ese lugar. En estos casos, las formas animales podrán explicarse, bien mediante la hipótesis de la supervivencia de la psiquis animal, bien suponiendo una proyección telepática del pensamiento de un muerto (tanto más que, muchas veces, los animales se manifiestan en combinación con fantasmas de personas fallecidas), o bien por la hipótesis de la reviviscencia psicométrica de acontecimientos que se han producido en el local, en su época. Pero bastantes veces, no solamente no se verifica ninguna coincidencia que permita explicar la aparición animal a través de alguna de estas suposiciones, sino que incluso se puede excluir absolutamente que las formas animales aparecidas en un lugar encantado correspondan, de cualquiera de los modos, a otros animales que han vivido en el lugar.
En este caso, la explicación popular de los acontecimientos es que las apariciones de animales representan a espíritus de muertos que, haciéndose culpables de faltas graves, adoptan, tras la muerte, formas animales correspondientes a la naturaleza de sus faltas.
En mi obra Les Phénomènes de Hantise (Fenómenos de Encantamiento), capítulo III, cité un caso de aparición de un cerdo. La persona que cuenta este caso dice que, habiendo interrogado a algunos pastores al respecto, éstos explicaron que el responsable por los sucesos era Tommy King, un farmacéutico que había vivido cien años antes y que se había ahorcado en una casa situada en los alrededores y, desde entonces, el espíritu del infeliz erraba por aquellos lugares y allí se aparecía bajo la forma de un animal. Sobre el asunto escribí: Es la explicación popular sobre las apariciones de animales en lugares encantados y, aunque sea puramente tradicional y gratuita, no es fácil sustituirla por otra menos gratuita y más científica.
Me limitaré entonces a observar que, en la obra del doctor Justinus Kerner sobre la vidente de Prevorst, se lee que la vidente, en sus fases de sonambulismo, explicaba de la misma manera las apariciones de animales. Así, en el capítulo VI (4º caso), a propósito de un espíritu bajo que se le aparecía, el doctor Kerner escribió: En mi cuarto, la aparición se renovó bajo el aspecto de un oso. Adormecida, dice: Ahora yo veo lo negra que debe ser su alma, puesto que él vuelve bajo formas tan espantosas, pero es preciso que yo vuelva a verlo…

En el 5º caso, la vidente en sonambulismo se dirige a un espíritu y le pregunta si él podría manifestarse bajo forma diferente de la que tenía en vida, y el espíritu respondió: Si yo hubiese vivido como una bestia, yo debería aparecerme a ti como tal. Nosotros no podemos, en cambio, adoptar las formas que queremos y debemos aparecernos tal como éramos en vida. Y en el capítulo N: El disoluto puede aparecerse bajo la forma de un animal al que se asemejase por su manera de vivir… Por el contrario, yo observo que, entre los casos de encantamiento animal que he reunido, hay dos que sugieren una explicación diferente, que, por cierto, no excluiría a la otra. Fueron publicados en el Journal of the S.P.R. (vol. XIII, p 58/62 y vol. XV, p. 249/252).
Se relatan casos de muchas personas que han visto el tipico caso de una gallina con pollitos, proyección mental de un granjero que cuidaba gallinas.
En otras las apariciones de un perro y de una gatita con esta circunstancia notable de que, donde aparecían, habían muerto un perro y una gatita idénticos a los que se manifestaban. En lo que atañe a la gatita, la identificación fue todavía mejor establecida debido a que era coja, tal como la gatita, que en vida había sido lisiada por un perro. Nos encontramos aquí frente a un auténtico caso de identificación, de modo que es posible deducir de ello que, si se llegan a acumular en gran número ejemplos de esta naturaleza, ellos nos llevarán a la demostración de la supervivencia del alma del animal, posibilidad que no debería ciertamente asombrarnos. Debo añadir ahora, a lo que he escrito en la mencionada obra, que he llegado, en efecto, a reunir cierto número de sucesos análogos a los que acabo de relatar, los cuales habré de tratar en la octava categoría.
Ellos contribuyen a hacer probable que se llegue un día a demostrar científicamente la supervivencia de la psiquis animal. Esto ciertamente no significa, en modo alguno, que las otras hipótesis indicadas hace poco no puedan ser legítimas a su vez y que deben, según las circunstancias, ser tenidas en consideración para la explicación de ciertas modalidades de las formas animales. Más aún, todo contribuye para demostrar que las hipótesis expuestas explican algunos de los casos pertenecientes a esta categoría.
Ernesto Bozzano