sábado, 22 de diciembre de 2012

NINGÚN SER QUEDA DESAMPARADO


NINGÚN SER QUEDA DESAMPARADO


Hermanos amados: Sed condescendientes a la hora de juzgar
a vuestro prójimo. Recordad que es muy fácil encontrar las debilidades
de los demás y al mismo tiempo ignorar las propias. Ved en todo ser
que os rodea a vuestro hermano, al hijo de nuestro Padre, y que
tiene, como vosotros, trazado un camino que ha de conducirle a la
evolución, a la paz y al equilibrio.
Tenéis hermanos pequeñitos, son hermanos que han nacido
después que vosotros, seres que empiezan a dar sus primeros pasos,
aún titubeantes, por el largo y difícil camino del progreso. Pero no
olvidéis, ni por un momento, que también tenéis hermanos mayores,
que han vivido antes que vosotros y esto os recordará y os dará la
medida del punto exacto en que os estáis moviendo, además hará
que os sintáis más generosos y más comprensivos con los más
pequeños.
Hermanos, quiero deciros hoy, que nunca ningún ser está solo,
la conexión del mundo espiritual con los que vivís en la Tierra, jamás
se interrumpe. Cuando este enlace se rompe, siempre es por causa
del ser que habita en el mundo físico, que por su propia ignorancia
rechaza esa maravillosa unión, que le envía de continuo Energía,
Vida, Paz, Equilibrio... Todo eso y más, cada uno de vosotros recibís.
Ahora bien, es preciso que los seres que habitáis este planeta, seáis
capaces de recibir todo cuánto se os envíe.
Por tanto, tened siempre esta certeza, andad con firmeza por
vuestro sendero, y tened la seguridad total, de que no será posible
que caigáis, sin que una mano amorosa se os tienda, para que de
nuevo podáis levantaros.
Todas aquellas experiencias vividas, que vosotros creéis que
son negativas, porque os han hecho sufrir, y que por ellas habéis
derramado muchas lágrimas... Hermanos, ¡bendecid esas
experiencias!, de esas nacen seguridad, certeza y fuerza, ya que es
muy difícil aprender de lo experimentado por los demás. Normalmente
todo ser aprende de sus propias acciones.
Y por tanto os digo: Si no estáis solos, ¿de qué tenéis miedo?,
hermanos. La vida del espíritu es una, una única vida, sabéis que
tenéis innumerables existencias que se entrelazan las unas con las
otras, con sus errores muchas veces, con sus debilidades, su gemir...
Cuando el ser siente ansias de renovación, empieza con pasos débiles,29
pero ya con intentos de enderezarse, para finalmente llegar al
equilibrio, la seguridad y la fuerza de voluntad.
Es una fuerza, es cierto, que en gran parte la habéis recibido
de la conexión con el mundo espiritual, pero que sólo la podéis poseer,
cuando realmente la deseáis y seáis capaces de sentirla, aunque lo
más importante es, que será enteramente vuestra, cuando la hayáis
elaborado vosotros mismos. Sólo el propio esfuerzo en el trabajo,
conduce al espíritu a obtener los frutos deseados.
Hermanos amados, tenéis que sentir indudablemente dentro
de vosotros el amor que os transmitimos, por eso gozáis de esa paz
y por cuya razón casi no notáis vuestro cuerpo, experimentáis una
agradable debilidad física, porque por unos momentos, acogemos
con nuestra llamada a vuestros espíritus, y por tanto os desprendéis
de vuestros respectivos cuerpos, para que Espíritus cargados de una
fuerte energía positiva, os comuniquen la fuerza que precisáis para
seguir adelante con un mayor equilibrio físico.
Hermanos, esta paz y equilibrio, deseamos que estén y queden
en vosotros ahora y para siempre.