lunes, 3 de agosto de 2015

REENCARNACIONES EN MASA



Por Marina Silva


En enero de 2007 visité a Buenos Aires por primera vez. Asistía a un curso de español y me acuerdo que, en una de las clases, una compañera comentó que casi no se veían mujeres embarazadas en Buenos Aires. La profesora, muy atenta, nos explicó que la muchacha lo observó bien pues de hecho, en la capital del país la tasa de natalidad era cada día menor.

A partir de ese día, me fijaba por donde andaba y pude comprobar la veracidad de las informaciones. Durante los diez días en que estuve en Buenos Aires vi a un número ínfimo de embarazadas, siendo la mayoría de ellas pertenecientes a las camadas más pobres de la sociedad y en las provincias.

Hoy, pasado cinco años, ya viviendo en dicha ciudad desde hace cuatro, me encuentro con una situación totalmente diferente: Es increíble la cantidad de mujeres embarazadas y la cantidad de bebés que se ven en los más diversos niveles sociales, no solamente en la provincia, sino que también en capital. Incluso entre personas cercanas.

Me atreví a pensar que pasamos por un proceso de reencarnación masiva, pues el hecho me llama demasiado la atención, y la de las personas que también se pusieron a observarlo.

Pensamos que sería un lindo tema para la sección especial de nuestra revista.

Son escasas las fuentes de investigación sobre la relación entre la reencarnación y el crecimiento demográfico mundial, no obstante, si acudimos a los datos oficiales y a las informaciones esporádicas encontradas en la literatura espírita, podemos establecer una línea de razonamiento que nos llevará a algo que siempre estuvo delante de nuestras narices y que nos comprueba que se acelera el paso de la Tierra de su condición de planeta de prueba y expiación al de regeneración.

Comencemos por refutar un argumento que muchos usan para negar la reencarnación. Dicen que si ella fuera real no habría el fenómeno de la explosión demográfica. Un argumento un poco ingenuo si pensamos que Dios jamás descansa y nunca ha dejado de crear. Pero hay más: el Espíritu Emmanuel en el libro “Roteiro”, publicado en 1952 a través de la mediumnidad de Chico Xavier, nos informó que la población de desencarnados conscientes en la fecha era de 20 mil millones de Espíritus, cuando la de encarnados no llegaba a los 3 mil millones. Es decir, la cantidad de desencarnados (conscientes) vinculados a la Tierra era ocho veces mayor que la de los encarnados.

Añadamos a esos datos, un estudio sobre las etapas del crecimiento de la población presentado en la “Enciclopedia Temática de la Mujer” :(1)

“El crecimiento de la población mundial se puede dividir en tres fases. En la primera, desde la aparición del hombre en la tierra hasta 1650, el crecimiento fue muy lento; en la segunda, desde 1650 hasta 1959, la población aumentó de 545 millones a 2.500 millones. La tercera fase, que es la que se está viviendo actualmente, se caracteriza por un crecimiento exagerado de la población que alcanzará 7.000 millones en la primera década del siglo XXI.” (Destaques nuestros)
La población humana ha crecido el doble en solamente 50 años y según Univisión Noticia, alcanzamos la marca de 7 mil millones de habitantes en el mundo en el pasado mes de octubre. (2)

Aún por los números de la citada enciclopedia femenina (y por la matemática), “antes de 1650, la población mundial tardó 35.000 años, o sea, 1.400 generaciones en duplicarse”, y hoy eso es posible en tan sólo 36 años, lo que significa decir que para el año de 2100, seremos más o menos 10 ó 11 mil millones, aunque las mujeres modernas decidan tener cada día menos hijos.

Los números estimados están calculados observando la opción femenina, pero la realidad que se ve en los países nos hace creer que los números pueden ampliarse todavía más:

Mientras investigaba para escribir este artículo, leí muchos comentarios sobre la cantidad de embarazos, en algunos incluso se hablaba de epidemia de embarazos entre personas comunes y además entre famosos.(3)

Un periódico mexicano escribe que en Chile se registra un aumento considerable de embarazos, fenómeno al que nombran “baby boom”. (4)

Algunos países se preocupan por el aumento de embarazos entre adolescentes. En Ecuador, por ejemplo, “se han incrementado en un 74%” en la última década. (5)

Otros países evidencian la elevación de la tasa de nacimientos múltiples. En Galicia se han duplicado en los últimos años (6.1), en España aumentó en un 70% en los últimos diez años (6.2). En Brasil nacen más de 51 mil múltiples cada año (6.3).

Pero ¿quiénes son los Espíritus que reencarnan en masa y por qué tal fenómeno se está dando ahora?

En la Revista Espírita (7) de 1863 dice Kardec que el Espiritismo pasaría por algunos períodos de maduración: el de la “curiosidad”, el de la filosofía, el de las luchas, el religioso, el intermedio y, por último, el de la regeneración social. Podemos suponer que las cuatro primeras fases fueron afrontadas cuando el noble codificador aún estaba encarnado, incluso porque las vemos muy bien definidas. El período religioso hizo mayor ruido en Brasil, en la patria del Evangelio, pero pareciera ser que vivimos el ciclo intermedio.

La Doctrina en un principio, por sus postulados lógicos y bien fundamentados, atrajo a gran cantidad de intelectuales, muchos de los cuales asimilaron solamente su aspecto intelectual, sin dejarse tocar por su matiz consoladora. Más adelante, muchos consideraron meramente su carácter religioso y hoy, luego de pasar entre un extremo y otro, llegamos a un punto intermedio, al equilibrio y comenzamos, tímidamente, a encararla de manera integral, lo que fatalmente nos conducirá al período de regeneración.

El período de regeneración tiene que ver con el proceso de transformación colectiva de la Humanidad terrestre, del Planeta y vivir la fase intermedia hace que tengamos características de ambas fases, la inmediatamente inferior y la inmediatamente posterior.

Si pasamos por una etapa de transición, es natural que Dios, infinitamente justo y misericordioso, nos ofrezca a todos oportunidades de evolucionar, ya que sabemos que para que suceda una transformación del Planeta, debe haber el cambio individual y no todos estamos en el mismo nivel evolutivo.

El Espíritu Manoel Philomeno de Miranda, en el libro “En las Fronteras de la Locura”, lanzado en 1982, afirma:

“Estas son horas muy importantes de la transición moral de la Tierra y de sus habitantes. Las legiones que se detenían en esas fajas aún marcadas por la barbarie, portadoras de los instintos agresivos que afloran, son conducidas a la reencarnación en masa, obteniendo la oportunidad de seleccionar la libertad o el exilio. Al volver, encuentran cuerpos genéticamente sanos con excelentes posibilidades de las que pueden aprovecharse para la gran elección…” (8) 


El instructor espiritual nos explica porqué, pese a que el orbe evolucione, todavía hay tantos hermanos endurecidos y empecinados en el mal. Son aquellos que tienen la última oportunidad para aprender, mejorarse y seguir en la Tierra; o de lo contrario, irse a otro planeta cuyas características vibracionales se les asemejen y sean más adecuados a impulsar su progreso.

No obstante, también hay que considerar que si el Planeta evoluciona, no solamente Espíritus inferiores reencarnan. Hay muchos Espíritus elevados que descienden a la Tierra con la misión de impulsar el progreso colectivo.

En una entrevista publicada en 1998 en la “Revista de Espiritismo”, el médium y orador Divaldo Franco dice que los Espíritus le han dicho que habría muchas reencarnaciones colectivas de Espíritus nobles que actuarían en la ciencia, en la tecnología, en el pensamiento filosófico y en la religión, para promover el desarrollo de la consciencia espiritual para la nueva era. (9)

En otra oportunidad el citado representante espírita afirma que a partir de los 80 y sobre todo del año 2000, comenzarían a suceder reencarnaciones en masa y hasta el 2012 el Planeta estaría envuelto en luminosidad peculiar, que permitiría la venida de niños especiales. (10)

Por lo que podemos deducir, contrariamente a las previsiones pesimistas, la explosión demográfica no es un fenómeno sin control, que puede conducir la Humanidad a una escasez de alimentos, con muchos habitantes desprovistos de las necesidades básicas, lo que aumentaría la miseria y a su consecuencia, la violencia. Hay una dirección superior en el orden de los acontecimientos e incluso hay casos de estudiosos que son más optimistas respecto de tal crecimiento poblacional.

Hernán Zin, escritor, periodista y un estudioso que se dedica a recorrer el mundo y que ha colaborado con importantes representantes de la prensa mundial, dice en su blog “20 minutos.es” que el mundo vive “una extraordinaria transformación”, en la cual muchas personas prosperan socialmente en los países emergentes. “La pobreza desciende rápidamente en América Latina, 6 de los 10 países que más rápidamente crecen están en África” y en este mundo hay nuevas capitales que son “universo en sí” mismas, tal como São Paulo, Nueva Delhi o Ciudad del Cabo.

Respecto del supuesto crecimiento de la violencia, Zin analiza que:

“(…) mientras más bienestar exista, mientras mejor distribuido esté y mientras más gente disfrute de democracia, acceso a la información y oportunidades reales para hacerse escuchar, participar y prosperar, menores serán las posibilidades de guerras y conflictos armados.”
“Más allá de los matices, pocos pueden cuestionar que quien vive en libertad, es escuchado y tiene sus necesidades básicas cubiertas, menos proclive será a empuñar un arma. Y el mundo de los “Siete mil millones” se perfila como un lugar en el que habrá mucha más gente con algo que perder a manos de la violencia.” (11) 

El mundo recibe enorme cantidad de Espíritus que reencarnan, Espíritus de distintos niveles. Algunos vienen por su última oportunidad en el Globo, otros para servirnos de maestros y modelos, promoviendo el desarrollo de nuestras consciencias con ideas iluminadas, enseñándonos como mejor actuar a través del ejemplo.

Esa diversidad de Espíritus permite un intercambio continuo en que Espíritus inferiores, una vez encarnados, encuentran mayores posibilidades de éxitos y aquellos que ya propenden al bien, tienen oportunidades de poner en práctica las teorías cristianas asimiladas, por la paciencia con los hermanos aún en la retaguardia, por la asistencia amorosa hacia ellos…

Caminaremos en un proceso de solidaridad mutua constante y las familias y/o madres que ahora participan activamente de ese proceso de reencarnación en masa, tienen un rol muy importante, son colaboradoras directas de lo que podemos llamar de una gran transformación, pues serán responsables del surgimiento de la nueva generación, cuyas características nos fueron señaladas por Allan Kardec en “La Génesis”.

“La nueva generación marchará, pues, hacia la realización de todos los ideales humanitarios (...)”
“El Espiritismo no crea la renovación social, pues la madurez de la Humanidad hace de esa renovación una necesidad. Por su poder moralizador, por sus tendencias al progreso, por la amplitud de sus miras, por la generalidad de las cuestiones que abarca, el Espiritismo, más que ninguna otra doctrina, es apto para secundar al movimiento regenerador.” (12)
El embarazo es una bendición, una misión que Dios confía a la mujer para que se cumplan las Leyes Divinas. Por esa razón, la mujer debe sentirse afortunada y confiar en la Bondad del Padre Amoroso, aunque muchas veces las condiciones en las que se da dicho embarazo no sean las más deseables.

El hombre también tiene relevante rol en ese acontecimiento tan significativo y debe acompañar la embarazada y la criatura, asistirlas, aunque a veces tampoco las cosas se dan como las hubiera planificado.

La familia es una estructura esencial en la renovación de este Planeta y debe ser repensada y más valorizada, pues como podemos notar, reencarnan Espíritus necesitados de buenos ejemplos, de límites, de orientación y sobre todo de amor. Reencarnan hermanos misioneros que necesitan una familia madura para mejor desempeñar su misión de amor y renovación.

¡Qué Dios nos bendiga en nuestro paso regenerador y a todos los hermanos que llegan en forma colectiva!

RECUERDOS DE OTRAS VIDAS

Recuerdos de otras vidas

La reencarnación es uno de los principios fundamentales del Cristianismo.

(...)

¡Bonita doctrina! Dirán unos; bellas enseñanzas, dirán otros; pero todo eso no pasa de ser palabras, palabras que están bien, pero solamente son palabras; y preguntan: “Si así fuese seguramente nos recordaríamos de nuestra existencia o de nuestras existencias pasadas.”

Responderemos también con una interrogación: ¿quién puede penetrar en las profundidades del subconsciente?

La facultad de la memoria ha sido asunto de estudio de los filósofos y de todos los tiempos y, actualmente, aunque se haya hecho mucha luz sobre esos pliegues oscuros de la conciencia, la facultad de la memoria tiene sus caprichos que sólo después de que hayamos evolucionado podremos descubrir.

Por ejemplo: en esta misma existencia nos hemos alimentado del seno materno y no nos recordamos de este acto practicado por nosotros mismos.

Incluso después de adultos, aprendemos de memoria un discurso, una poesía, que recitamos en una reunión, y en el transcurso de los años nos olvidamos de las palabras, de las frases y hasta del tema sobre el que versó aquella disertación. ¡Hay hechos que ocurren en nuestra vida de los que no tenemos ni el más leve recuerdo!

¿Cómo recordar hechos que pasaron en otras vidas, que tuvimos en otros cuerpos, los cuales, seguramente, eran diferentes en perfección de los que tenemos hoy?

El olvido del pasado es necesario para nuestro bienestar presente y para nuestro progreso; nos permite una acción más libre y nos ayuda a pasar más suavemente por las pruebas a las que nos sometemos.

Si todos conservasen el recuerdo de existencias pasadas, con la nitidez que se desea, ese recuerdo, como es natural, se asociaría al recuerdo de todas las personas con quien vivimos y conoceríamos no sólo nuestra vida anterior, sino la de los que nos rodean, principalmente si los seres con quien convivimos hubiesen convivido con nosotros en la precedente vida.

Y ¿qué resultaría de eso?

No es difícil prever la serie de perturbaciones y contrariedades a las que quedaríamos sometidos.

La vida de todos sería indagada por unos y otros. Herodes o Caifás, por ejemplo, si estuviesen en nuestro medio, tendrían que soportar el desprecio de todos, y quién sabe si no les sería negado el pan y el agua.

Supongamos que se diese el caso de que el lector fuese la reencarnación de Herodes, y se recordase de su existencia en el tiempo de Jesús. ¿No sería una vida de llantos, de humillación, de desesperación que tendría el amigo que pasar, sin necesidad alguna, perjudicando hasta sus quehaceres actuales y su progreso?

El perdón que Dios nos concede, es el olvido de las faltas; si no existiese ese olvido, viviríamos bajo el dolor punitivo de los crímenes practicados, pues es cierto que los practicamos, dada la inferioridad en que todos nos hallamos. ¿No es el remordimiento el que nos hiere de dolor?

He aquí por qué Dios, en sus grandes designios, no permite que nos recordemos de nuestras existencias pasadas.

Entretanto, existen algunos que se acuerdan, no sólo de su pasada existencia, sino de diversas vidas que tuvieron en la Tierra. Hay otros a los que les es revelada la existencia anterior.

Y no son pocos los que se acuerdan de su vida del pasado. Teófilo Gautier, Alexandre Dumas, afirmaron haberse recordado de sus existencias pasadas. Lamartine llegó a describir lugares, ríos, valles y su propia casa en Judea, donde vivió en una vida anterior, sin que en esos lugares hubiese estado en su última existencia.

Juliano, el Apóstata, afirmaba haber sido Alexandre de Macedonia; Pitágoras decía acordarse de varias existencias, citando aquellas en que fue Herneotinio, Euforbio y por fin uno de los argonautas.

No es necesario citar más nombres.

Cada uno de nosotros revela lo que fue; por eso unos nacen con disposición para el bien, otros para el mal. El “pecado original” consiste en los errores y faltas de nuestra pasada encarnación, errores que necesitamos corregir para obtener la felicidad que deseamos. Y Dios nos concede siempre medios y tiempo para ese trabajo de perfeccionamiento. El Señor no apaga, a quien quiera que sea, la lámpara de la esperanza; nuestros trabajos, nuestros dolores y nuestras fatigas nunca son olvidados por el buen Dios.

No cabe en esta obra otras consideraciones aun más persuasivas sobre el estudio de la reencarnación cara a la Ciencia, por ejemplo, el del Espiritismo Experimental. El lector estudioso debe, a ese respecto, consultar los libros de Gabriel Dellane: “Evolución Anímica, El Espiritismo Ante la Ciencia y La Reencarnación; y de León Denis: En lo Invisible y El Problema del Ser, del Destino y del Dolor; y de Rochas: Las Vidas Sucesivas y la Exteriorización de la Motilidad.”


PREMONICIÓN



Por Marina Silva
 

En el libro “Caravana de Amor”, psicografiado por Chico Xavier, encontramos un interesante relato que queremos compartir con los lectores en esta oportunidad.

Se trata de la historia de Marcelo Antônio La Serra, un joven que anunciaba, desde muy pequeño, que no cumpliría 18 años y que, de hecho, desencarnó en un accidente de moto a los 16 años, en la ciudad de Campinas, en São Paulo – Brasil.

Sus padres, por supuesto, no le creyeron hasta que sus premoniciones se cumplieron. Cuando eso pasó, comienzan a analizar el tema:

1. Marcelo siempre decía que moriría antes de los 18 años y lo afirmó cuatro veces en diferentes épocas de su vida: “A los 18 voy a estar muerto y enterrado.”

2. Pocos meses del accidente fatal, retiró todo el dinero de su caja de ahorro para adornar su moto diciendo querer disfrutar del día porque mañana no sabía que pasaría.

3. Al joven le encantaba criar pájaros desde los 7 años, pero poco tiempo antes del accidente que lo mató, dijo que le regalaría a su padre todos sus pájaros.

4. En el festejo de cumpleaños de su prima Karen, un mes antes del accidente, su madre lo retó porque el muchacho tomaba cerveza con su tío Romualdo. Marcelo le dijo a su tío que debían beber ya que se iban a morir. Y lo sorprendente es que Romualdo desencarnó a los dos días de la desencarnación del sobrino, víctima de un ACV.

Además de las palabras del muchacho, también se encontraron dos dibujos hechos por él en su cuaderno escolar, los cuales dibujó poco tiempo antes de que desencarnara. Se trataban de dos urnas funerarias en las cuales se leían los nombres de Marcelo y Romualdo, respectivamente.

Según el análisis presentado en el libro citado, Marcelo fue beneficiado porque recibió la bendición de presentir su desencarnación, lo que ayudó a sus padres, preparándoles el corazón.

Marcelo, más adelante y ya desencarnado, se comunicó con sus padres a través de la mediumnidad de Chico Xavier:

Mamita Enide y estimado papá Udine, no esperen un canto de lamentaciones. Todo pasó naturalmente.
La moto y yo no tuvimos tanta suerte como en otras veces y mi habilidad, al fin, no fue cumplida. Eso fue todo.
Choque en la cabeza, caída, contusiones, excoriaciones y otros contratiempos quedaron en el cuerpo que un día, a fin de cuentas, alcanzaría la propia limitación.
Por supuesto, yo quería vivir, pero eso no se tiene en cuenta (…).

Díganle a Udine Junior que no hay razones para recelos y frustraciones. Estoy vivo, a lo mejor más vivo que ahí. Por ello, no deseo ver a mi hermano y compañero expuesto a crisis de nerviosismo (…).
Má, te pido que nadie culpe a la moto, que siempre hizo lo que quise yo. Es una ingratitud oír a tantos que reprochan un vehículo valioso (…), sin hablar de sus beneficios.
Me vine a la Vida Espiritual como un estudiante que se aleja (…), que regresa a casa.
No estoy muy bien por haber venido sin prepararme, pero tampoco estoy mal porque no me faltan buenos amigos (…).
No quería escribirles una carta de lágrimas (…). Los llantos menores deben ser extinguidos (…), para que la paz nos acompañe en la unión general, que será el mayor suceso en el futuro.
Esperemos lo mejor y hagamos de la vida un cántico a la grandiosidad de Dios (…), que nos concede todo ampliamente; sol (…), lluvia (…), mar (…), ríos (…), árboles (…). Se lo digo para que nadie me hable en crisis.
Dios es bondad perfecta (...) y nos concede lo suficiente para que seamos felices.  (…)
Amados padres, eso es todo. (...) Les deseo mucha salud y felicidad. Un gran abrazo de hijo, hermano, compañero y colega, siempre agradecido,

Marcelo Antônio

En otra oportunidad, Marcelo volvió a comunicarse con sus padres y les explicó sus premoniciones:

Querida madrecita (…) y papá (…),
Quiero decirles que la abuela Maria Dorigon me está asistiendo como lo necesito y ya me he unido al tío Romualdo para que afrontemos juntos el camino que nos aguardaba (…).
Mis dibujos nacían de mis intuiciones, que ni yo las sabía comprender. Sentía que tío Romualdo y yo nos acercábamos a la desencarnación, por ello dibujé lo que estaba en mis cuadernos.


El contenido verídico del libro es muy consolador y nos explica las desencarnaciones prematuras, las cuales muchas veces nos cuesta aceptar.


Es hermoso comprobar que los vínculos espirituales no se deshacen, sino que nos separamos físicamente por un período transitorio y nos reencontramos cuando terminen nuestros compromisos en la Tierra.

NUESTROS HERMANOS MENORES


ARTICULO DE:
MARINA SILVA

Cuando mi hermana y yo éramos niñas nos regalaron un perro, era un cachorro. Le dimos la mamadera cuando se despertaba por la madrugada, lo cuidamos con afecto y atención. Billy creció, fuerte, sano y era muy cariñoso con los miembros de la familia. Me acuerdo que nos levantábamos muy temprano para ir a trabajar y ese amigo fiel nos acompañaba a cada uno hasta la parada del colectivo todos los días.

Pasados algunos años, tuve un sueño muy triste. Soñé que alguien me disparaba con un arma, Billy saltó delante de mí, protegiéndome. El tiro le atravesó el corazón y mi pobre amigo se murió en mis brazos, mientras yo lloraba con desesperación, gritando su nombre y pidiéndole que por favor despertara.

Me desperté gritando y llorando. Sentía mucha angustia y una fuerte presión en el pecho. Me levanté de un salto y fui a ver cómo estaba mi querido Billy. Dormía tranquilo, sin enterarse de mi pánico.

Luego de esa pesadilla me preocupé mucho por mi perrito, pero con el paso del tiempo olvidé el sueño y la vida siguió como siempre.

Después de más o menos tres meses de ese episodio, un día nos levantamos y nuestro compañero fiel ya no nos siguió. Sufrió un paro cardíaco y desencarnó, dejándonos a todos tristes y nostálgicos.

Recordé el sueño y supe que de algún modo trataron de prepararme, de avisarme.

En esa época aún no conocía la Doctrina Espírita y no podía aceptar que mi querido amigo se había ido, que nos había abandonado. Ya no jugaríamos ni compartiríamos momentos felices.

Ya no quise tener mascotas, tampoco hablar del tema.

Pero luego de conocer el Espiritismo volví a recordar mi alegre Billy y comencé a preguntarme qué era de su espíritu, si lo volvería a encontrar, si estaba bien…

La realidad es que cuando tenemos una mascota creamos un vínculo afectivo con ella y cuando llega el momento de la separación por el proceso natural de la muerte, nos angustia ignorar lo que le pasará y si algún día la volveremos a ver.

Durante mucho tiempo dejé mis preguntas en suspenso, pues no hay muchas informaciones confirmadas sobre la vida espiritual de los animales. Hay hipótesis, noticias aisladas, experiencias personales, hechos que todavía necesitan ser estudiados, evaluados, antes de concluirlos como ciertos o equivocados.

Sin embargo, hace poco tiempo, recibimos una persona en nuestra Casa Espírita que nos preguntó sobre el tema, recibimos mails de hermanos de otras naciones que deseaban saber sobre el alma de los animales, si hay un cielo especial para ellos, si la eutanasia en los animales puede ser considerada una práctica lícita, si consumir carne es perjudicial, porqué los animales sufren, cuáles son las consecuencias imputadas a las personas que maltratan a los animales, cómo se da el proceso de desencarnación, reencarnación y evolución de los animales, entre otras preguntas… Así que nos pareció haber llegado el momento de investigar un poco más y compartir el resultado de nuestras investigaciones con otras personas que tienen los mismos cuestionamientos.

Por ser un tema bastante amplio, nos es imposible abordarlo en sus varios matices en un único artículo, así que nos propusimos fragmentarlo, comentar algunos de los puntos y presentar los demás en las próximas ediciones.

Por lo pronto, podemos afirmar que los animales son nuestros hermanos menores, son seres que poseen alma e inteligencia rudimentaria relacionada con la vida material, ya son seres individualizados pero no guardan la consciencia de serlo, evolucionan constantemente, pero no hay expiación para ellos, ya que tampoco tienen el libre albedrío como para elegir y responsabilizarse por las consecuencias de sus elecciones, ni el conocimiento de la vida moral. (1)

En la Revista Espírita de septiembre de 1865, Kardec publica un artículo que explica que primero nos es necesario comprender nuestra propia alma, antes de que tratemos de entender la de los animales. Profundizando el conocimiento el hombre podrá hacer comparaciones, “ensayar teorías”, confirmar o no “nuevas observaciones” y, mediante su propio esfuerzo e inteligencia, logrará alcanzar su objetivo. (1865, 363).

Leemos aún en dicha publicación que los Espíritus no hacen revelaciones que nos corresponde descubrir a través del trabajo y del estudio. Primero aceptamos la idea de que existe “un punto de encuentro entre la animalidad y la Humanidad”, pero las conclusiones finales deben fundamentarse en argumentos que no permiten dudas. (364, 365).

En este primer artículo analizaremos el consumo de carne, ya que si consideramos que los animales son nuestros hermanos menores, el hecho de alimentarnos de carne nos hace reflexionar y quizás volver a elaborar nuestra dieta alimentaria, pues que tal consumo implica en sacrificar la vida de un ser que ya posee individualidad, que siente, que sufre, que ya es capaz de manifestar cierto afecto rudimentario.

Por otro lado, podemos recordar la pregunta 723 de “El Libro de los Espíritus”:

“El comer carne ¿es, en el hombre, contrario a la ley natural?”

“- En vuestra constitución física, la carne nutre a la carne, de lo contrario el hombre se debilita. (…). Por tanto, debe nutrirse según su organismo lo requiere.”
Y en la pregunta que sigue los Espíritus nos dicen que el abstenerse de comer carne sólo es meritorio cuando es serio y útil, sin hipocresía.

Hay personas cuyo organismo necesita consumir carne o se debilita, otras pueden vivir muy bien sin ella y que lo hacen porque ya comprendieron el respeto que se debe tener a nuestros hermanos menores, lo que torna su abstención útil y meritoria.

En la Revista Espírita de diciembre de 1863, el Espíritu Lamennais explica que el olvido de la carne ayuda en la meditación y en la oración, sin embargo “sería necesaria una naturaleza más espiritualizada” que la nuestra como para abstenernos.

De todos modos, el citado Espíritu afirma que podemos ser buenos cristianos y buenos espíritas aunque comamos carne, siempre que observemos el equilibrio. (518, 519).

En “El Consolador”, Emmanuel dice:

“Consolémonos con la visión del porvenir, siendo justo trabajar dedicadamente por el advenimiento de los tiempos nuevos en que los hombres terrestres podrán rechazar alimentarse de los despojos sangrientos de sus hermanos inferiores.” (Preg. 43)
En el capítulo 4 del libro “Misioneros de la Luz”, el Espíritu André Luiz recomienda el no consumo de carne y en el capítulo 11 de la misma obra el autor espiritual describe el terrible ambiente de los mataderos, donde muchos desencarnados infelices “se tiraban sobre los borbotones de sangre viva, como si procurasen beber el líquido con sed devoradora”. El instructor Alexandre le dice que tal escena no es diferente de nuestro desequilibrio alimentario cuando estamos encarnados.

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Los argumentos que defienden la abstención de la dieta carnívora son muy razonables porque a nadie se le ocurre, por ejemplo, alimentarse de su mascota, dado que entre el hombre y su amigo animal existe un vínculo de afecto, lo que nos permite concluir que solamente el amor hacia los animales en general nos convencerá a adoptar una dieta vegetariana. Sin esa conquista, la abstinencia de la carne, exceptuando casos de preferencias y de enfermedades, sería una hipocresía.

Otra conclusión plausible es la evolución del hombre, pues sabemos que a medida que progresamos, la materia de nuestro cuerpo pasa a ser más sutil y por ende, la alimentación también debe ser más leve, rechazando la carne.

§§§

En síntesis, el consumo de carne todavía refleja nuestra condición de Espíritus inferiores y por eso aún es una necesidad de muchos organismos densos. A medida que despertemos nuestra consciencia hacia conocimientos más elevados, ya no sacrificaremos la vida de nuestros hermanos menores, sino que los ayudaremos en su evolución, como maestros amorosos y respetuosos de la Creación Divina.