viernes, 20 de noviembre de 2015

A QUE SE DEDICAN LOS ESPIRITUS EN EL MUNDO ESPIRITUAL??

– Los espíritus en el mundo espiritual siempre tienen ocupaciones,no descansan pues no necesitan de reposo físico,la principal tarea es la de ayudar a los mas débiles, aquellos que están aprendiendo se reúnen en planetas normalmente deshabitados para asistir a charlas,seminarios,conferencias de almas mas evolucionadas,otras preparan las pruebas de la futura encarnación con ayuda de mentores que con su experiencia equilibran la dificultad de las pruebas por que mucho en su afán de querer demostrar su valía para progresar rápidamente se ponen pruebas demasiado exigentes y una vez encarnados sucumben dejándose llevar por las bajas emociones que envuelven el mundo físico.
Otros se encargan de organizar el reino animal,otros de recibir a desencarnados,auxiliarlos y llevarlos al plano vibratorio que les corresponda,también hay médicos que curan los cuerpos periespirituales que llegan de la tierra impregnados de fluidos groseros que se han ido acumulando en el tejido del espíritu ,limpiándolas y tratándolas con fluidos magnéticos.
Existe una jerarquía,pero al contrario de lo que ocurre en la Tierra no mandan aquellos con más dinero o carisma sino los más capacitados para desempeñar las funciones,tratándose de espíritus de las mas altas esferas aquellos que rigen los designios de las almas que moran en el mundo espiritual,las ciudades requieren de servicios igual que en la tierra, pues aquellos que viven en un plano no muy sutil,con los sentidos apegados a las cosas materiales necesitan de lo mismo que dejaron estando encarnados para funcionar como coches,trenes,farolas,colegios,hospitales,edificios,televisión,sillas,puertas etc…
-¿Cómo son las ciudades en el mundo espiritual?
– En cada plano vibratorio encontramos un tipo de población distinta que crea las ciudades a su imagen y semejanza,ciudades formadas por la psique colectiva de sus habitantes,en la escala más baja,allí donde se envían a espíritus de la peor calaña y condición,la escoria del mundo espiritual, criminales, políticos corruptos que robaron dinero al pueblo como ,pederastas,violadores,sensualistas,ladrones drogadictos etc…habitan en poblados de cavernas en una llanura desértica con un cielo gris y tenebroso,en una oscuridad .
La masa fluídica muy densa de esos valles, a semejanza de una pantalla de cine,se materializa con faci­lidad en los cuadros mentales proyectados por sus infelices morado­res, fenómeno que los hace aun más infortunados, los avaros se debaten en crueles sufrimientos porque ven las imágenes alucinadas de su ambición y avaricia. Entonces, esos espíritus torturados se debaten en un estado aproximado a la locura.
Después que pasan esas crisis, sobrevienen atroces desengaños por el espejismo de las cosas materiales y terminan cayen­do en la realidad, aterrados,ven que las monedas,el oro y las joyas que con tanto esmero habían amasado en vida ya no existen.
Una vez el espíritu del vanidoso y egoísta esta listo para habitar en la faja vibratoria que le corresponde después del traumático paso por los niveles inferiores de conciencia,paso imprescindible para depurar parte del cuerpo espiritual, se le lleva a otro lugar donde habitan los espíritus obstinados en el mal,según nos explican encontramos una especie de ciudad semidestruida,la gente harapienta no se saluda mirándose con recelo.
Esto es debido a que la mayoría de espíritus que allí residen hace mucho tiempo que no encarnan y en sus mentes aun guardan el recuerdo de la última vida que pasaron en la tierra y ese es el entorno que crean. Los espíritus que se asocian por afinidad crean más niveles intermedios,hasta llegar a la franja que ocupa la psique terráquea.
Muchas almas ni son buenas ni malas,simplemente pasan por la vida como un placer,nunca se preocuparon por las cosas espirituales,aunque no hicieron daño tampoco hicieron el bien a nadie,a estas almas les llamaría “las colgadas”,se quedan aquí entre nosotros en un estado transitorio,alucinadas al no reconocerse muertas siguen con los quehaceres diarios que abandonaron cuando desencarnaron.
Es difícil de explicar como es posible que no se den cuenta que están muertas si nadie les hace caso,incluso después de contemplar su propio entierro,pero es así,alucinadas se montan su película y la intensidad que le ponen en la negación de su muerte les hace creer seguir vivas,el tiempo que pasan en ese estado es individual “años o siglos” depende de la moral,la voluntad y el ánimo del espíritu en cuestión,es muy positivo para estas almas la oración de sus seres queridos y el trabajo de mediumnidad que se viene haciendo en los centros espíritas para ayudarles a reconocerse muertas entrando en el cuerpo físico del médium.
En el plano vibratorio mas elevado del mundo espiritual encontraríamos ciudades llamadas de reposo,donde los espíritus descansan después del duro paso por el cuerpo físico,el tiempo que permanecemos varia dependiendo las circunstancias personales, pero para hacernos una idea,solemos estar entre 30 a 80 años terrestres. Estas ciudades son modernistas,la decoración de los jardines,plazas,calles,edificaciones están en constante renovación aprovechando los últimos adelantos tecnológicos que luego,con el tiempo acaban llegando al plano físico.
Se utiliza la conocida geometría sagrada,normalmente en el centro de las ciudades se encuentra un gigantesco templo donde parten 7 avenidas hacia el exterior,desde el cielo se contempla un orbe con forma de heptágono.
El movimiento de las hojas de los arboles junto a la brisa del aire crean música celestial,las flores de los gigantescos parques y paseos son como rubíes y esmeraldas y emiten una suave fragancia,los pobladores son personas benevolentes,preocupadas por los familiares y amigos que dejaron en la tierra,los observan desde pantallas en 3d ubicadas en sus casas sencillas y acogedoras,van a institutos de enseñanza para seguir aprendiendo,preparando otro nuevo contacto con las tentaciones materiales del plano físico.

La importancia de la reencarnación para la evolución del espíritu

reecarnarEl alma (Espíritu) después de residir temporalmente en el Espacio, renace en la condición humana, trayendo consigo la herencia, buena o mala, de su pasado; renace como niño, reaparece en la escena terrestre para representar el nuevo acto del drama de su vida, pagar las deudas que contrajo, conquistar nuevas capacidades que le han de facilitar la ascensión y acelerar la marcha hacia delante. La ley de los renacimientos explica y completa el principio de la inmortalidad. La evolución del ser indica un plan y un fin. Ese fin, que es la perfección, no puede realizarse en una sola existencia, por más larga que sea. Debemos ver en la pluralidad de las vidas del alma (reencarnación) la condición necesaria de su educación y de sus progresos. (10)
La doctrina de la reencarnación, es decir, la que consiste en admitir muchas existencias sucesivas para el Espíritu, es la única que corresponde a la idea que formamos de la justicia de Dios para con los hombres que se hallan en condición moral inferior, la única que puede explicar el futuro y firmar nuestras esperanzas, pues nos ofrece los medios de rescatar nuestros errores por nuevas pruebas. La razón nos la indica y los Espíritus la enseñan. (3)
Mientras tanto, no todas las almas tienen la misma edad, ni todas subirán con el mismo paso sus períodos evolutivos. Unas recorren una carrera inmensa y se aproximarán ya del apogeo de los progresos terrestres; otras mal comenzarán su ciclo de evolución en el seno de las humanidades. Estas son las almas jóvenes, emanadas hace menos tiempo del foco Eterno (…) Llegadas a la humanidad, tomarán lugar entre los pueblos salvajes o entre las razas bárbaras que pueblan los continentes atrasados, las regiones desheredadas del Globo. Y, cuando al fin, penetran en nuestras civilizaciones, fácilmente se dejan reconocer por la falta de desembarazo, de aptitud, por su incapacidad para todas las cosas y, principalmente, por sus pasiones violentas. (11) Así, en el encadenamiento de nuestras estaciones terrestres, continúa y se completa la obra grandiosa de nuestra educación, el moroso edificar de nuestra individualidad, de nuestra personalidad moral.
Es por esa razón que el alma tiene que reencarnar sucesivamente en los medios más diversos, en todas las condiciones sociales; tiene que pasar alternadamente por las pruebas de la pobreza y riqueza, aprendiendo a obedecer para después mandar. Precisa de las vidas oscuras, vidas de trabajo, de privaciones para acostumbrarse a renunciar a las vanidades materiales, a despegarse de las cosas frívolas, a tener paciencia, a adquirir la disciplina del Espíritu. Son necesarias las existencias de estudio, las misiones de dedicación, de caridad, por vía de las cuales se ilustra la inteligencia, y el corazón se enriquece con la adquisición de nuevas cualidades; después vendrán las vidas de sacrificio por la familia, por la patria, por la Humanidad. Son necesarias también la prueba cruel, crisol donde se funden el orgullo y el egoísmo, y las situaciones dolorosas, que son el rescate del pasado, la reparación de nuestras faltas. (12)
Las encarnaciones y las reencarnaciones no ocurren sólo en el planeta Tierra: las vivimos en diferentes mundos. Las que aquí pasamos no son las primeras, ni las últimas; son, no obstante, de las más materiales y de las más distantes de la perfección. (3) Para mejor decir, la encarnación carece de límites precisamente trazados, si tuviéramos en vista sólo el envoltorio que constituye el cuerpo del Espíritu, dado que la materialidad de ese envoltorio disminuye en la proporción que el Espíritu se purifica. En ciertos mundos más adelantados que la Tierra, él ya es menos compacto, menos pesado y menos grosero y, por consiguiente, menos sujeto a vicisitudes. En grado más elevado, es diáfano y casi fluídico. Va desmaterializándose de grado en grado y acaba por confundirse con el Espíritu. (1)
2.Evidencias de la reencarnación
Las pruebas (evidencias) de la reencarnación se basan, esencialmente:
a) en la regresión de la memoria, que puede efectuarse por una fuerza de sugestión hipnótica, de relajamiento profundo o de recordación espontánea de existencias anteriores, sin que se identifique, aparentemente, una causa para justificarla. En este último caso, la recordación tanto puede darse en el sueño común como en el estado de vigilia;
b) en los dictados mediúmnicos, en que el médium es capaz de transmitir revelaciones sobre existencias anteriores – propias o de otras personas;
c) en las ideas innatas y en los niños prodigio, que avalan las bases científicas de la hereditariedad.
Mientras tanto, nos vamos a detener en los hechos y, para esto, citaremos a continuación, pruebas encontradas en los anales de las experiencias humanas: Juliano, el Apóstata, se recordaba de haber sido Alexandre de Macedonia. El gran poeta Lamartine declaraba, en su Viaje al Oriente, haber tenido reminiscencias muy claras. He aquí su testimonio:
No tenía en Judea ni Biblia, ni agenda de viajes, ni nadie que me pudiese dar el nombre de los lugares, la denominación antigua de los valles y de las montañas; reconocí, desde luego, el valle de Terebinto y el campo de batalla de Saúl. (…) En Sephora, señalé con el dedo y dije el nombre de una colina, en lo alto de la cual había un castillo en ruinas, como el lugar probable del nacimiento de la Virgen (…) Excepto el valle del Líbano, nunca encontré en Judea un lugar o cualquier cosa que no fuese para mí como un recuerdo. (7)
El escritor francés Méry recordaba haber hecho la guerra de las Gálias y haber combatido en Germania con Germanicus (…) Se llamaba, entonces, Minius. (8) El americano Edgar Cayce, a pesar de ser un devoto y ortodoxo protestante, tenía la facultad de entrar en trance espontáneo, en el cual revelaba conocimientos muy por encima de su nivel habitual en estado de vigilia. (13) Durante el trance él no solamente diagnosticaba males físicos y espirituales, también revelaba hechos de existencias anteriores de las personas que lo buscaban, y de sí mismo. Con relación a las pruebas de la reencarnación por medio de dictados mediúmnicos, Gabriel Delanne, en el libro La Reencarnación, cita algunos ejemplos. Escogemos sólo uno, que es relatado a través de una carta:
Mí querido Dr. Delanne.
Pide el amigo que le sean comunicados los hechos tendentes a probar la reencarnación (…)
En agosto de 1886, hicimos una sesión de evocación, en el curso de la cual se presentó, al principio por la tiptología, y después, a nuestro pedido, por la escritura medianímica, una entidad que mis padres perdieron, aún de poca edad (…) Aseguraba que esperaba, para reencarnar, el nacimiento de mi primer hijo, especificando que sería niño y vendría dentro de 18 meses. No se esperaba un niño. Ahora, en febrero de 1888, nacía nuestro hijo mayor, que recibió el nombre de Allan, en la fecha prevista, con el sexo predicho. E. B. Reyle – 2, Alle du Levrier. Le Vernet, Seine-et-Oise. (9)
Con relación a los niños prodigio o a personas portadoras de ideas innatas, busquemos respuestas en El Libro de los Espíritus. Allan Kardec preguntó a los Espíritus Superiores: ¿Cuál es el origen de las facultades extraordinarias de los individuos que, sin estudio previo, parecen tener la intuición de ciertos conocimientos, o de las lenguas, del cálculo etc.? (4) Los Espíritus dieron la siguiente respuesta: Recuerdo del pasado, progreso anterior del alma, pero que ella no tiene conciencia. ¿De Dónde queréis que vengan tales conocimientos? El cuerpo cambia, el Espíritu, no obstante, no cambia, aunque cambie de ropaje. (4)
En la cita de más arriba, encontramos una evidencia más de la reencarnación: la de las ideas innatas. La historia nos revela innumerables ejemplos de genios, de sabios, de hombres valerosos, cuyos padres, o incluso los hijos, no fueron grandiosos como ellos. Algunos de esos Espíritus fueron niños prodigio que, ofreciendo pruebas de que vivieron otras existencias, en el pasado, consiguieron poner en duda las leyes científicas de la hereditariedad. No se niega la evidencia de la hereditariedad física o genética. La herencia moral o intelectual jamás es transmitida de padres a hijos. Varios sabios nacieron en medios oscuros; es el caso de Comte, Espinosa, Kepler, Kant, Bacon, Young, Claude Bernard etc. (5) Otros tuvieron, en los descendientes, personas comunes o incluso mediocres. Péricles procreó dos tontos (…) Sócrates y Temístoles sólo tuvieron hijos indignos. Entre los romanos se ve lo mismo. Cicerone y su hijo; Germánico y Calígula, Vespasiano y Domiciano; el gran Marco Aurelio tuvo por hijo a un furioso – Cómodo. En la Historia Moderna, el hijo de Enrique IV, como los de Luis XIV, de Cromwell, de Pedro el Grande, como los de La Fontaine, de Crebillón, de Goethe y de Napoleón eran otros ejemplos. (6)
La pluralidad de las existencias, cuyo principio Cristo estableció en el Evangelio, sin todavía definirlo como a muchos otros, es una de las más importantes leyes reveladas por el Espiritismo, pues le demuestra la realidad y la necesidad para el progreso. Con esta ley, el hombre explica todas las aparentes anomalías de la vida humana; las diferencias de posición social; las muertes prematuras que, sin la reencarnación, tornarían inútiles al alma las existencias breves; la desigualdad de aptitudes intelectuales y morales, por la ancianidad del Espíritu que más o menos aprendió y progresó, trayendo al nacer, lo que adquirió en sus existencias anteriores. (2)

domingo, 15 de noviembre de 2015

APRENDIENDO A SALIR DEL CUERPO



        —Tus explicaciones me dejan intrigado pero siempre abren una puerta a la esperanza.

        —Forma parte de tu educación el reflexionar sobre todo lo expuesto, mas ahora que hemos superado la medianoche ha llegado el momento justo de cruzar fronteras y enfrentarte a nuevas experiencias.

        —¿Qué quieres decir, Salomón? —dijo con extrañeza nuestro amigo.

        —Como siempre, no debes preocuparte en absoluto, ya que no haría nada contigo que te pusiera en peligro.

        —Confío en lo que me propongas pues me has dado buena muestra de ello en nuestros encuentros.

        —Como sabes, tus padres están hoy fuera y no regresarán hasta mañana, por lo que no interferirán en nuestra labor. Tan solo debes abandonarte y confiar en mí. Ten fe, mucha fe y déjate llevar.

        —¿Qué quieres exactamente que haga?

        —Tan solo debes tumbarte en la cama, cubrirte con algo para no sentir frío o incomodidad y cerrar tus ojos. E insisto, no ofrezcas resistencia ya que suele ser el mayor obstáculo en este tipo de ejercicios, tan solo déjate llevar. Después, sigue mis instrucciones.

        Con una leve sonrisa que denotaba seguridad, Juan se levantó de su sillón y siguió las indicaciones del ángel. Tras taparse con una manta hasta sus hombros, cerró los ojos y recordó que lo mejor para tranquilizarse era respirar varias veces de forma profunda y pausada. A los pocos segundos, sintió la presencia de unas manos sobre su cabeza que emitían una especie de ligero calor. Notó también unas extrañas sensaciones que recorrían todo su físico, desde sus pies hasta su coronilla y viceversa. Poco a poco tuvo la impresión de que su cuerpo iba pesando más y más llegando incluso a sentir como este se apretaba contra el colchón. De pronto, aquella percepción cambió y la presión de su espalda y piernas sobre la cama varió para empezar a percibir una sensación de vacío, como si algo quisiera salir de su organismo. Se hallaba como “desencajado” pero cuando creía que iba a abandonar su cuerpo volvía de nuevo a él. Entonces le pareció escuchar la suave voz de Salomón susurrándole al oído algo así como “no te resistas”, “déjate llevar”, “deja fluir tu energía”, “relájate”...y a continuación, la misma voz le dijo “ahora, salta, salta, incorpórate, incorpórate ahora, ya”. Fue tremendo. Sintió como un gran hueco en su estómago y como si todo le diera vueltas. Notó que no había salido completamente de su organismo. Se había desprendido de él pero a medias. "Parece que algo no acaba de ir bien en todo este experimento" —pensaba nuestro personaje. Estaba como sentado sobre sí mismo aunque notaba su tronco mucho más ligero y su cabeza fuera del lecho, como suspendida en el aire. De nuevo, volvió a escuchar el mensaje de Salomón pero más firme “venga, ahora, no tengas dudas, incorpórate, salta”. Entonces Juan tomó la sólida decisión de seguir al pie de la letra las instrucciones de su tutor y se imaginó en su mente como dando un fuerte impulso para incorporarse de la cama. Se concentró totalmente y deseó con toda intensidad, con toda su voluntad, abandonar su cuerpo de una vez por todas. De pronto, sintió una sensación de mareo muy fuerte. Era como estar desubicado, como no encontrar orientación aun dentro de la habitación de su propia casa.

        —Ponte de pie, Juan. No temas. No vas a caerte. Nada malo va a pasarte. Mantente erguido por la fuerza de tu voluntad.

        Por primera vez en su actual vida, Juan se vio inmerso en un trance inolvidable e  imposible de arrinconar en su memoria. Instintivamente, miró hacia abajo y se contempló enderezado. Pudo ver sus pies sobre el suelo, sus piernas, observó sus manos girándolas y poniéndolas al revés como para cerciorarse de que eran realmente las suyas. Con sus manos palpó su cuerpo y le extrañó el tacto tan singular que advertía. Parecía la piel como algo más blanda, más transparente y sedosa y si apretaba mucho hasta llegaba a atravesarla aunque sin sentir ningún tipo de dolor. En efecto, era él, como silueta extraída del lecho donde descansaba tranquilamente su parte física. En esos momentos, una idea le vino al pensamiento. ¿Cómo era posible que estuviera razonando si su cerebro estaba a dos metros de distancia encajado en la cabeza? Nunca antes había experimentado con tal convicción toda la enseñanza mostrada por su mentor cuando le decía que era realmente el espíritu el que reflexionaba, el que guiaba al sujeto, aunque durante la vida material se valiera del cerebro para realizar dicha función. Pero claro, aquello no era una experiencia material, lo corpóreo se hallaba tendido al abrigo de una ligera manta y sin embargo... podía pensar, analizar, discurrir... Le vino al recuerdo aquel concepto del “doble etérico” tan frecuente en libros sobre viajes astrales y esoterismo pero rápidamente cayó en la cuenta, al recordar el adiestramiento de su ángel, que se trataba de su parte “periespiritual” la que ahora podía notar. Se había separado al fin de su cuerpo y seguía tan vivo como que cavilaba intensamente sobre tal cuestión. Se sentía muy ligero, como si su peso se hubiera reducido y tocándose otra vez, no halló el tacto habitual de la carne sino una sensación parecida a la de una energía en movimiento aunque sin poder precisar de qué se trataba ya que nunca antes había pasado por esta situación. Al levantar más sus ojos, su mirada tomó la dirección de su cama y allí pudo contemplar perfectamente la forma de su organismo, tan relajado, tan inmóvil salvo el leve movimiento que insuflaba la respiración en aquel pecho cubierto. Pretendió tocar los pies que asomaban por encima de la manta pero al intentar cogerlos se dio cuenta que los atravesaba, que no podía asirlos entre sus dedos. Sin pensarlo, dio un paso hacia atrás como intentando tomar distancia frente a aquella visión extraordinaria, advirtiéndose algo asustado, pero entonces y en medio de aquel desconcierto que no acababa de asimilar sintió una mano posarse sobre su hombro. Se giró y respiró profundamente al reconocer la figura de su espíritu protector.


...continuará...

lunes, 9 de noviembre de 2015

LA MENTIRA DE QUE LA TIERRA GIRA MAS RAPIDO

Las resonancias Schumann y el día de 16 horas

SEGÚN LOS AMANTES DE LAS EXPLICACIONES ALTERNATIVAS, "LA ELEVACIÓN DEL LATIDO O FRECUENCIA BASE DE LA TIERRA, LLAMADA RESONANCIA SCHUMANN ACORTO LA DURACIÓN DEL DÍA A 16 HORAS".

En internet uno se puede encontrar con todo tipo de teorías conspirativas e ideas descabelladas, pero una que hable sobre el acortamiento del día de 24 horas a tan sólo 16, parece superar nuestro umbral de asombro.

A usted ¿no le parece que el día ya no le alcanza para nada? ¿No se siente más ansioso y estresado? Antes, podíamos ir al trabajo, volver a casa, visitar a los amigos, ir un par de horas a ejercitar al gimnasio y hasta nos hacíamos  tiempo para mirar una película. Ahora, cuando uno se concentra en alguna tarea... se le hizo de noche. ¡El día parece durar menos! Existe un mito obligado en cualquier página new age que afirma que las "ondas Schumann" han elevado la frecuencia de vibración de nuestro planeta, acortando el día de 24 a tan sólo 16 horas. ¿Será así?



Qué son las Ondas Schumann


Las resonancias Schumann son un conjunto frecuencias del espectro electromagnético (ELF), aproximadamente equiespaciadas, cuyo primer armónico se ubica cerca de los 7Hz. Se trata de un fenómeno natural en el cual la superficie de la Tierra y la ionosfera actúan como cavidad resonante y la misma, al ser excitada por relámpagos, produce una onda electromagnética estacionaria cuyo modo fundamental se encuentra en 7,83Hz (la longitud de onda es igual a la circunferencia de la Tierra) y con sobretonos en múltiplos de 6,5Hz aproximadamente. Tienen particular importancia en la infraestructura eléctrica, dado que el noveno armónico cae en 59,9Hz, muy cercano a la frecuencia de red de algunos países. También resultan de interés en el estudio de ciertos fenómenos atmosféricos. Winfried Schumann predijo su existencia en 1952, luego confirmada experimentalmente por Schumann y König en 1954.


Ninguna relación con las ondas alfa


Las ondas α (alfa), también llamadas  ondas de Berger, son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 8 a 12 ciclos por segundo que surgen de la actividad eléctrica sincrónica y coherente de las células cerebrales de la zona del tálamo y son detectadas mediante electroencéfalogramas.  Algunos pseudoinvestigadores sostienen que debido a su proximidad con las ondas cerebrales, las resonancias Schumann podrían afectar algunas funciones biológicas.

Herbert König, profesor de física en la Universidad Técnica de Munich,  estudió  junto con Winfried Schumann las ondas que llevan su nombre. König, más inclinado a las creencias pseudocientíficas, intentó demostrar la relación de las ondas Schumann con aspectos biológicos y cómo podrían afectar a los seres vivos [también intentó demostrar la radiestesia mediante la existencia de campos de energía desconocidos en la publicación de Wünschelruten Report en 1989, lo que le valió muchas críticas].


La creencia popular en círculos esotéricos es que las ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y que podrían interferir en el estado de ánimo y la percepción.  Se suele citar como prueba de estas afirmaciones a las investigaciones del Dr. Rutger Wever, del Instituto Max Planck de Fisiología del Comportamiento, publicadas en el libro The circadian system of man: results of experiments under temporal isolation. El preferido de los autoproclamados "buscadores de la verdad" es el Experimento del Búnker. Wever y su grupo de investigación querían estudiar el ritmo circadiano en los seres humanos. En este experimento, colocaron a un grupo voluntarios en un búnker subterráneo, aislados de estímulos del exterior tales como las variaciones de luz y temperatura. Los estudios concluyeron que el ritmo circadiano de los humanos es de 24 horas y que está estrechamente vinculado con los intervalos de exposición a la luz. Algunos pseudocientíficos quisieron asociar los experimentos de Wever con las resonancias Schumann, afirmando que el investigador buscaba aislar a los voluntarios de la influencia de ondas Schumann para estudiar cúal era la intervención de las mismas en los seres vivos. Sin embargo, tamañas afirmaciones resultan infundadas, ya que en ninguna parte del experimento se  nombra a las ondas Schumann. 

La Wikipedia en español le dedica un resumido análisis al respecto:
En algunos sitios de internet y libros, realizan afirmaciones no científicas, asociando las ondas Schumann con las ondas alfa, y adjudicándoles un papel en los procesos biológicos. Entre los errores de estas publicaciones se encuentran los siguientes:
  • Adjudican a las ondas Schumann una frecuencia exacta e invariable de 7,8Hz, cuando ésta es aproximada y variable. Incluso, ni siquiera están presentes constantemente.
  • Adjudican a las ondas alpha una frecuencia exacta e invariable, también de 7,8Hz, cuando varían entre 8 y 12Hz. Ni siquiera son frecuentes en niños, lo que descartaría que sean imprescindibles.
  • Consideran que las ondas alfa son ondas sincronizadoras, cuando en realidad, se considera que son producto de la sincronización de las neuronas. Es decir, que esas publicaciones pseudocientíficas invierten causa con efecto.
  • No poseen citas ni referencias a artículos científicos con revisión por pares, ni a ensayos concluyentes.


En realidad el día dura más de 24 horas

Sí. Por más loco que suene, lo cierto es que lejos de acortarse el día en realidad se está prolongando, contradiciendo (una vez más)  las afirmaciones descabelladas de los amantes de las "explicaciones alternativas". 

Lo cierto es que la duración del día (o sea el período de rotación de la Tierra) se ha ido incrementando paulatinamente a lo largo de millones de años.  La Luna ralentiza la rotación de la Tierra a medida que se aleja de la misma.

En el momento en que la Luna se formó, la Tierra giraba mucho más rápido y la duración del día no llegaba a las 3 horas, mientras que la Luna orbitaba la Tierra mucho más cerca y daba la vuelta en unas 5 horas. Este incremento en el período de rotación de la Tierra y el incremento progresivo de la distancia entre la Tierra y la Luna se debe a la enorme disipación de energía debida a la fricción del flujo y reflujo de las mareas con los lechos oceánicos. En el diagrama del sistema Tierra-Luna se muestra cómo el abultamiento de marea es empujado hacia delante por la rotación de la Tierra. Este abultamiento ejerce un torque neto sobre la Luna, llevándola continuamente a una órbita mayor, mientras produce la desaceleración de la rotación de la Tierra. 


La velocidad de alejamiento de la Luna se midie mediante un rayo láser que se refleja en paneles reflectantes que fueron colocados allí por las misiones espaciales. Las mediciones dicen que en la actualidad  la Luna se está alejando unos 38 milímetros por año. 

Además, la rotación de la Tierra se está desacelerando a un ritmo lento, haciendo el día un poco más largo cada vez. Las mediciones arrojan que, cada cien años, la duración del día se incrementa en 2,3 milisegundos.

De esta manera, podemos estimar que hace 100 millones de años atrás, la duración del día era unos 2300 segundos más corta (38 minutos menos) de lo que es hoy y si nos vamos más lejos aún, hace 600 millones de años la duración del día se acorta a tan sólo 20 horas.  A la inversa, yendo hacia adelante en la línea del tiempo, vemos que la duración del día se debe incrementar gradualmente. Tal como habíamos dicho, a medida que transcurre el tiempo, la Luna se aleja de la Tierra y la rotación terrestre se hace más lenta alaragando la duración del día. A este proceso le puede tomar miles de millones de años en detenerse, cosa que ocurrirá, según los cálculos, cuando la duración del día terrestre iguale la duración del mes lunar. Así, llegará un momento en que el la Luna tardará en orbitar la Tierra unas 1100 horas y  a su vez, la Tierra rotará sobre su eje en ese mismo período de tiempo de 1100 horas. En ese entonces, la Tierra siempre le mostrará a la Luna la misma cara, tal como hoy lo hace la Luna. 

Percepción del tiempo transcurrido

En la percepción subjetiva del tiempo transcurrido o tiempo psicológico influyen factores como el ambiente, el aprendizaje, la experiencia, la personalidad, o la cultura. Según Paul Fraisse, en ciertas condiciones, el tiempo parece transcurrir más lento que en otras porque enfocamos la atención en el paso del tiempo y esto parece aumentar su duración. Pero, cuando la atención desvía del reloj hacia un evento determinado, o hacia alguna distracción como un espectáculo o  una celebración, la experiencia parece más corta.
Estudios del profesor Gal Zauberman revelan que la mente comprime los períodos que nos dejan pocos recuerdos. El tiempo parece pasar más lento una tarde sin actividad y acelerarse cuando el cerebro está ante una tarea demandante. Los estimulantes, tienden a hacer que las personas sientan que pasa más rápido, pero trabajos complejos parecen demandar más tiempo que el que ocupan en realidad. También lo opuesto podría ser cierto: si se recuerdan muy pocos acontecimientos, entonces la percepción del tiempo no dura y el cerebro comprime los intervalos pasados.

En un estudio publicado en la revista Psychological Science , el equipo de Zauberman puso a prueba la memoria de estudiantes universitarios con varios acontecimientos de interés público, como la designación del director de la Reserva Federal (33 meses antes del estudio) o la decisión de la cantante Britney Spears de afeitarse la cabeza (20 meses atrás). En general, los estudiantes subestimaron en 3 meses cuánto tiempo había pasado desde aquellos acontecimientos.

En otro experimento, se aisló a un voluntario francés en una cueva por dos meses. Michel Siffre pasó 60 días sin ver la luz del día, y al terminar el experimento estimó haber pasado sólo 20 días lejos de la civilización. Esto sugiere que, cuando se lo deja funcionar por sí solo, el cerebro tiende a comprimir el tiempo.




Conclusiones

Las ondas Schumann son un fenómeno real de la naturaleza, producido por la cavidad resonante que forman la superficie terrestre y la ionosfera. Su estudio tiene relevancia científica y técnica.

No existe evidencia alguna de que las resonancias Schumann afecten a las ondas alfa cerebrales ni algún otro proceso biológico. El ritmo circadiano no está influenciado por las ondas Schumann. 

Mostramos que, pese a la creencia popular, la duración objetiva del día (tomada como el período de revolución de la Tierra sobre su eje) se incrementa continuamente. Si bien se trata de un pequeñísimo incremento (milésimas de segundo cada siglo), a lo largo de millones de años de historia del planeta la duración del día acumuló varias horas.Tampoco existe evidencia de que las ondas Schumann intervengan de alguna manera en algún aspecto físico relacionado con la rotación de la Tierra ni en el período de revolución de la misma.

Es probable que todo este cuento del "día de 16 horas y las ondas Schumann" no sea más que una mala interpretación del experimento de Wever. Esto, sumado a la percepción subjetiva del tiempo y nuestra limitada capacidad de estimar intervalos largos con precisión, permiten que tales afirmaciones pseudocientíficas tengan una falsa confirmación entre quienes son propensos a creer los argumentos favorables (como que los días parecen durar menos) y desechar las pruebas que contradicen sus hipótesis (en verdad los días se hacen más largos).