domingo, 9 de septiembre de 2012

Fenomenos Espiritas en el Mundo Animal


PRESENTACION DE LA OBRA
Esta obra no pretende agotar el asunto de que trata.
Se levanta, apenas, una punta del velo en que se
oculta el monumental enigma de la vida animal.
Esperamos que, a partir de este trabajo, otros
estudiosos se dispongan a ampliar y profundizar el
conocimiento que hasta entonces se tiene de los
procesos evolutivos de nuestros hermanos inferiores.
La visión que prevalece en este opúsculo es
nítidamente espírita. Y no podía ser diferente: sin las
luces de la doctrina codificada por Allan Kardec, se
torna infructífera cualquier tentativa de elucidar los
complejos y ocultos mecanismos de la vida de los
animales.
Carlos Bernardo Loureiro
Salvador, Bahía, 1995.

EL DINAMOPSIQUISMO
GELEYANO
Los materialistas dialécticos erran en basar su sistema
en la discontinuidad biopsíquica, olvidándose de que
la discontinuidad morfológica no importa
necesariamente a la discontinuidad de la existencia.
En todo ser viviente hay un elemento substancial
psicodinámico, que trasciende la materia y a sus
limitaciones de espacio y de tiempo, como lo
demuestran las pesquisas espíritas y parapsicológicas:
hay un elemento substancial que permanece idéntico
a sí mismo, a pesar de sufrir modificaciones y de
estar sujeto a ley de evolución y perfectibilidad. La
Evolución, afirma Geley, no tiene el poder de mudar
la esencialidad de las cosas; supone, al contrario, una
causalidad esencial, sin la cual no se concibe ningún
desenvolvimiento progresivo.
De ese modo el movimiento y el tiempo no pueden
crear, por si solos, lo que no existe: sólo evoluciona el
que tiene existencia potencial.
No se pasa del no ser al ser, ni de la cantidad a la
cualidad, sino en virtud de una existencia y una

cualidad análogas anteriores, de una causalidad que
los comprende, desenvuelve y modifica. No se puede
concibir ninguna transformación, ninguna mudanza
morfológica fundamental, sin una causa esencial
persistente, sin continuidad biopsíquica, sin un
elemento organizador y director de la materia, que
lleve en sí mismo, potencialmente, las posibilidades
de sus futuras metamorfosis.
¿Cómo, indagó Gustav Geley, el reptil, antepasado
del ave, había podido adaptarse a un medio que no
era el suyo, ni podía serlo sino después de pasar de la
forma reptil a la forma pájaro? Tal mudanza no
podía efectuarse en función de la necesidad, porque el
reptil no tiene necesidad de volar ni por la casualidad,
porque la casualidad no lograría operar el milagro de
transformar un reptil en ave, ni mucho menos porque
la materia tuviese deseos de crear alas y usarlas. Ese
hecho reclama una causa esencial, un poder
psicodinámico que actue de acuerdo con un fin, con
una continuidad biopsíquica que condicione el
organismo, a fuerza de tentativas y errores, a nuestra
forma de vida.
El concepto de la evolución solamente por la
evolución de los factores, el testimonio del insecto,
esclarece Geley, opone sus transformaciones, sus
metamorfosis formidables y por así decirlo,

espontáneas dentro de una crisálida cerrada, sustraída
en gran parte a la acción de los factores externos.
El concepto de la evolución continua e
inenterrumpida por asimilación funcional, el
testimonio del insecto opone sus transformaciones
progresivas durante su vida carnal y opone sobre todo
en la crisálida, el increible fenómeno de la histolise
(construcción de los tejidos), reduciendo la mayor
parte de sus órganos a una papa amorfa, antes de las
transformaciones inminentes. El resultado de esos
hechos es que tales metamorfosis necesarias a la
morfología del insecto perfecto, exigen un principio
director, inalterable e inmanente, o sea, a la
continuidad biopsíquica.
Se llega a la revolucionaria conclusión de que la causa
esencial de la evolución no está por lo tanto, en la
influencia del medio exterior, ni en las reacciones de
la materia orgánica en la presencia de esa influencia,
ya sea que el medio actue como factor secundario o
con causa de la transformación, más en un
dinamismo psíquico biocéntrico, independiente,
superior y director de la materia orgánica, el principio
esencial de la vida entrevisto por Leibnitz, en la
mónada, configurado en la “idea generatriz” por
Claude Bernard: en última instancia, el principio
anímico, el Espíritu, que vuelve del inconsciente al
consciente.

La continuidad biopsíquica, afirma Jacob Holzmann
Neto (Espiritismo y Marxismo), no implica la
continuidad morfológica: las formas pasan y
desaparecen, más la vida psíquica permanece
esencialmente la misma; es la que se perfecciona y
evoluciona, dando el progreso y perfección relativos a
las formas que crea y desenvuelve, y cuando esas
formas llegan al máximo de su desenvolvimiento,
desaparecen o se funden en otras inferiores a la acción
psicodinámica del ser viviente, que las trabaja para la
realización de un fin específico o que trasciende el
límite de la especie. Las especies, tanto como los
individuos, pueden desaparecer y dejar en los fósiles
los vestigios d su existencia, más la vida psíquica que
las anima persiste en otras dimensiones, sin dejar de
ser la misma esencia.
Nada es discontinuo en la evolución, todo se
encadena y tiende a la unidad, en una renovación
teleológica (alcanzando las causas finales)
constantemente renovada por el poder psicodinámico
del Espíritu.

LA INTELIGENCIA DE LOS
ANIMALES
La cuestión de la inteligencia de los animales ha sido
uno de los mayores problemas de la Antropología
Filosófica.
Exhaustivos trabajos de investigación y de
observación vienen siendo realizados en el sentido de
lanzar luces sobre ese “enigma”. Lo que realmente
dificulta un abordaje en profundidad, es la
ambigüedad del propio significado del vocablo
inteligencia. Además, prevalece, entre algunos
psicólogos y psicobiologistas, un terminante rechazo
para admitir que el animal posee inteligencia. Ven,
apenas, en los animales,” el juego de un cierto
automatismo”.
Uno de los que apoyan esta tesis, el Dr. Edward L.
Thorndike (Animal Inteligence) proclama: “El animal
no piensa que uno es igual a otro, ni como tantas
veces se dice, cambia el uno por el otro. No piensa de
manera alguna, al respecto de eso; apenas lo
piensa….la idea del animal responde a una impresión
sensorial particular y perfectamente definida y
consciente, y de que una reacción similar a una
9
impresión sensorial, que varía desde el principio,
prueba una asociación por similaridad, es un mito”.
Esa tesis fue refutada a partir del momento en que se
constató que animales superiores son capaces de
resolver problemas difíciles.
A esa altura, despuntan las conclusiones de Wolfgang
Koehler (Zur Psychologie des Schimpansen),
afirmando que existe notable diferencia entre una
simple solución causal y una solución genuina, de
modo que una puede ser fácilmente distinguida de la
otra. Esto quiere decir que algunas reacciones de
animales superiores no son producto de la casualidad,
son dirigidas por la visión mental.
No fue sin razón que Ernest Cassirer escribe en An
Essay on Man: “Si por inteligencia entendemos la
adaptación al medio ambiente o a la modificación
adaptativa del medio, debemos, por cierto, atribuir a
los animales una inteligencia relativamente bien
desenvuelta.” El animal es capaz de toda suerte de
rodeos en sus reacciones. Puede aprender no sólo a
usar instrumentos más también a inventarlos para sus
propósitos. Por eso mismo, algunos psicobiologistas,
como R.M y A.W. Yerkes, de la Universidad de
Yale, no vacilaron en admitir la posibilidad de una”
imaginación creadora o constructiva de los
animales”. Se debe resaltar, con todo, que el animal
posee una inteligencia y una imaginación prácticas,

mientras el hombre, y sólo el hombre, desenvuelve
una inteligencia y una imaginación simbólicas.
Con su universalidad, su validez y su aplicabilidad
general, esclarece Cassirer, el principio del
simbolismo es la palabra mágica, el “ábrete sésamo”,
que da acceso específicamente humano, al mundo de
la cultura. Una vez que el hombre se halla en
posesión de esta llave mágica, ha asegurado su
progreso ulterior. Surge en seguida, otro importante
aspecto ligado a la cuestión de que se trata: la
independencia en que se encuentra el pensamiento
relacional con el pensamiento simbólico. Sin un
sistema complejo de símbolos, el pensamiento
relacional no podría siquiera surgir, cuando más
alcanzara su pleno desenvolvimiento. Entra en juego,
ahí, la percepción, bajo el patrocinio de la moderna
psicología de la Gestalt (véase las pesquisas del Dr.
Wolfgang Koehler), demostró que los más simples
procesos perceptivos implican elementos estructurales
fundamentales, principio aplicable tanto para el
mundo humano, como para el mundo animal. Hasta
en estadios relativamente inferiores de la vida animal
fue experimentalmente aprobada la presencia de esos
elementos estructurales.

EXPERIENCIAS DIMENSIONAN
LA INTELIGENCIA ANIMAL
Buytendijk transcribe, en libro L´Homme et
L´amimal, al respecto del comportamiento inteligente
de los animales, el siguiente fragmento de la obra
Wege zum Verstanddnis der Frire: un ratón subió a la
orilla de un vaso metálico de bordes bajos, en el cual
había agua y vio flotando allí un bloque de madera,
sobre el cual se hallaba un pedazo de carne. El bloque
estaba distante del centro, mientras el ratón se
encontraba en la parte opuesta, apartado del bloque.
El miró y en seguida saltó para el piso, corriendo de
un solo impulso hasta el lugar más próximo del
bloque. De ahí intento escalar al borde del vaso (más
no podía, del piso, avistar el bloque dentro del agua,
porque la orilla del recipiente estaba a veinte
centímetros de altura). Ante eso, irguiese sobre las
patas traseras, apoyando en la pared las delanteras.
Comprendiendo la imposibilidad de alcanzar el
borde, volvió de prisa al punto de partida (ahí la
pared parecía más accesible, en virtud de estar junto
al vaso una pequeña caja de madera). Por allí, el
ratón trepó de nuevo al borde del vaso y comenzó a
subir con gran dificultad, a fin de alcanzar el punto

más próximo del bloque de madera. Una vez ahí,
saltó sobre el bloque y se apoderó de la carne,
devorándola.
Notamos en su comportamiento sorprendentes
pormenores. Primero, el procuró alcanzar un punto
aparentemente más cerca de su objetivo. Segundo,
visó el blanco y conservó ese objetivo, aún cuando no
podía continuar viendo el objeto de su atención.
Tercero, manifestó un” golpe de vista” preciso, que lo
condujo exactamente a la pared correspondiente al
punto en que se encontraba el bloque de madera.
Cuarto, como tal proceso no diese resultado, intento
otro, volviendo a du camino inicial. Quinto, escogió
con exactitud, la “distancia más corta” para saltar
sobre el bloque de madera y apoderarse de la carne.
¿A qué se atribuyen sus reiteradas tentativas de buscar
el punto mejor para alcanzar el bloque de madera?
¿Apenas el instinto? Kardec, tratando de la
mediumnidad de los animales, elucida (El libro de los
Mediums):”incontestablemente, no se le puede negar
una cierta dosis de inteligencia, más preciso se torna
convenir que, en esta circunstancia, la perspicacia de
ellos ultrapasaría en mucho a la del hombre, pues
ninguno hay que pueda lisonjearse de hacer lo que
ellos hacen. Fuera necesario suponerles, para algunas
experiencias, un don de segunda vista superior a la de
los sonámbulos más lúcidos. Se sabe, en efecto, que la

lucidez es esencialmente variable y sujeta a frecuentes
intermitencias, mientras que en esos animales sería
permanente y funcionaría con una regularidad y
precisión que en ningún sonámbulo se ven. En una
palabra: ella nunca le faltaría”. En el mismo capítulo
el espíritu Erasto afirma que hay en los animales
aptitudes diversas; que ciertos sentimientos, ciertas
pasiones, idénticas a las pasiones y sentimientos
humanos, se desenvuelven en ellos; que son sensibles,
reconocen, vengativos y odian, conforme se proceda
bien o mal con ellos.
Realmente, los animales son vengativos y odiosos, de
acuerdo a como sean tratados: un elefante muy dócil
y trabajador obedecía fielmente a su guía, más cierto
día, cogió un coco durísimo y lo partió en la cabeza
del elefante, en vez de buscar una piedra o un tronco
de árbol. Pasado algún tiempo, después del trabajo
del día, conducía el elefante para el reposo a través
de una aldea. Al pasar delante de una barraca, donde
se vendía coco, el elefante se detuvo, escogió un coco
bien duro, lo tomo con la trompa y dio con el tan
rígidamente en la cabeza de su conductor que le
despedazó el cráneo! También los animales expresan
éxtasis pasionales semejantes a los de los seres
humanos.

SUICIDIO ENTRE LOS ANIMALES.
En una sección del jardín zoológico de Viena,
Austria, en una jaula muy espaciosa, había diversas
especies de monos y algunas zorras nuevas. Cierta
mona simpatizó con una zorra y jugaban siempre la
una con la otra; la mona confiaba en la zorra y esta
hacía alegremente las más extravagantes carreras para
divertir a su amiguita. Un día había que separar las
monas de las zorras con una reja divisoria de la jaula.
La mona desespero con la decisión y en pleno
desespero, se lanzó en el tanque del agua para poner
fin a su vida. El guarda intento retirarla, más fue
mordido. La solución fue abrir la reja, para evitar el
suicidio. La alegría de las dos amigas fue inmensa:
saltaron y se divirtieron el resto del día; más órdenes
son órdenes y en la tarde el guarda cumplió las
instrucciones que tenía, apartando nuevamente las
monas de las zorras. La mona demostró el mismo
desespero y en la mañana siguiente, fue encontrada
muerta en el tanque del agua de la jaula. Se suicidó.
La Revue Spirite de Febrero de 1867, editada por
Allan Kardec, relata un enigmático caso de suicidio
practicado por un perro, profundamente
traumatizado. Divulgó el periódico norteamericano

Morning Post, (Mayo de 1866) la extraña historia de
un perro que se había suicidado. El animal pertenecía
a un señor Home, de Frinsbury, en el condado de
Rochester, cerca de Nueva York. Parece que ciertas
circunstancias lo tenían como sospechoso de
hidrofobia y por consiguiente lo evitaban y lo
mantenían apartado de la casa tanto como fuera
posible. El demostraba mucho disgusto por ser así
tratado y durante algunos días, notaron que estaba de
humor sombrío y triste, más sin evidenciar cualquier
síntoma de rabia. El viernes, dejando su caseta donde
dormía, se dirigió a la residencia de un amigo íntimo
de su dueño, en Upnor, donde rechazaron acogerlo,
lo que le arrancó aullidos desgarradores.
Después de esperar algún tiempo delante de la casa,
sin que le dieran entrada, decide partir e ir para el
lado del río, descender la barranca con pasos
deliberados. Después, volteándose soltó un doloroso
aullido de adiós, entró en las aguas frías del rio,
sumergió la cabeza y al cabo de unos dos minutos,
reapareció en la superficie, muerto!
Ese chiflado gesto del perro revela que el animal, así
como el hombre, reacciona, pasionalmente, delante
de motivaciones que le hieren profundamente la
sensibilidad.
Actitudes semejantes al perro de Frinsbury, delante de
estímulos variables hacen parte de la historia

fantástica de suicidios practicados por animales.
Michel Eyquem de Montaigne, en su diario de viajes,
cita dos ejemplos sacados de la antigüedad:
Hyrcanus, el perro del rey Lysimachus, quedó
obstinado sobre la cama de su señor muerto, sin
querer beber ni comer, el día en que el cuerpo del
monarca fue cremado, en ceremonia palaciana, corrió
y se lanzó al fuego, muriendo con su querido dueño.
El perro de un tal Pyrrhus, procedió de la misma
manera, cuando vio el cuerpo de su dueño ardiendo
en inmensa hoguera, conforme rezaban las
tradiciones regionales. La muerte voluntaria de un
animal, elucida Kardec, prueba que él tiene
conciencia de su existencia e individualidad;
comprende lo que son la vida y la muerte, pues acoge
libremente entre una y otra. No es por lo tanto, una
máquina y no obedece exclusivamente a un instinto
ciego. El instinto, concluye el Codificador de la
Doctrina Espírita, impele a la búsqueda de los medios
de conservación y no de su propia destrucción.

EL RACIOCINIO MATEMATICO
DE LOS ANIMALES DE
ELBEFERD
En 1912, se publicaba, en los Annales des Sciencies
Psychiques, los resultados de las experiencias
realizadas en Elbeferld, Alemania, con los caballos
Nuhamed y Zarif. Esos inteligentes animales, informa
Gabriel Delanne, por medio de un alfabeto
convencional, podían ejecutar cálculos complicados,
hasta la extracción de las raíces cuadradas y cúbicas.
En medio de la incredulidad general, surgieron
algunos filósofos, que perseveraban ver, en tales
experimentos, un campo nuevo de observaciones para
la psicología animal. Se debe resaltar, sin embargo, el
estudio sobre la inteligencia animal viene desde el
siglo XIX, desarrollado por Wilhelm Von Osten, que
desde 1980 percibió en el caballo Kluge Hans (el
talentoso Hans), semental suizo, señales de una
inteligencia que resolvió cultivar.
Con perseverante espíritu de investigación, intentó
hacerse comprender por Hans, que tornó capaz de
resolver problemas, a leer e indicar correctamente los

días de la semana. Como no podía dejar de suceder,
las pesquisas de Von Osten suscitaron una serie de
violentas polémicas. Se nombra, hasta, una docta
comisión, compuesta de profesores de Psicología y de
Fisiología de la Universidad de Berlín destinada a
investigar la especial cuestión. El resultado de las
investigaciones demostró la inexistencia de trucos o
embustes. Oscar Pfungst, por ejemplo, del laboratorio
de psicología de Berlín, levantó una insustentable
suposición: el caballo era llevado a dar respuestas
exactas por la observación de movimientos
inconscientes de la cabeza o de los ojos del
experimentador. Acontece, sin embargo, que el
experimentador Von Osten, al ausentarse
deliberadamente del recinto de las experiencias, el
caballo ejecutaba, con absoluta precisión, las tareas
que se le presentaban. Las respuestas que daba eran
frutos de su psiquismo. Más las sospechas infundadas
de Pfungst fueron tomadas en serio por los eternos
negadores del alma, en cualquiera de sus estadios y
las investigaciones cesaron por completo, para
desespero de Wilhelm Von Osten.
El Dr. G. Grabow, miembro del Consejo Superior de
la Instrucción Pública de Alemania, relata lo que
sigue, ratificando la increíble capacidad de
racionamiento del caballo Hans, tan injustamente
rotulado de fraudulento: Yo, colocaba papel blanco
en cartas de jugar y ponía en cada una cifras para

pequeñas operaciones, por ejemplo: 2+3, 4+2, 12-5,
5x2, etc.
“Como habíamos convenido, Von Osten debía
colocarse en el lado izquierdo del patio, mientras yo
quedaba en el derecho. Enseguida, debía de
mandarme a Hans. Así ocurrió. Hans vino cerca de
mí y yo le dije: Hans, muéstrame un carta en la cual
hay un cálculo a ejecutar; vaya donde el señor que
está allá enfrente y le dices la respuesta correcta,
tendrás azúcar. ¿Quieres? Hans respondió
afirmativamente bajando la cabeza.
“Saqué, las cartas de mi bolso, mezclándolas de
manera a ignorar la carta de debajo y mostrándola a
Hans, le pregunté: ¿comprendiste? El respondió: sí,
con la cabeza. Entonces ve allí donde el señor de
enfrente y le da la respuesta. Hans llegó delante de
Von Osten, que preguntó: ¿Entonces, cuál es la
solución? Hans golpeó con el pie 5 veces. ¿Cuál es la
primera cifra? Respuesta: 2. ¿Cuál es la segunda?
Respuesta: 3.
“Fue entonces que miré la carta que estaba debajo del
paquete. En efecto, en esta carta había 2+3 que Hans
había leído, comprendido, calculado correctamente.
Todo eso sin que ninguno lo pudiese ayudar y sin
ayudarse el mismo por una sugestión inconsciente en
el caso imposible. “En cuanto a mí, ignoraba los

(3x4) + 36
3 4
números y Von Osten no podía haberlos conocido del
otro lado del patio”.
El caballo de Hans pasó a las manos de uno de los
discípulos de Von Osten, Herr Kal Krall (1), que
descubrió, al correr de sus pesquisas, que la agudeza
visual del caballo es extraordinaria, no siendo sujeto a
las ilusiones ópticas que en ensayaron provocar. Hans
comprendió la lengua alemana y se torno capaz de
expresar ideas por intermedio de un alfabeto
convencional, golpeando con el casco. (Véase
Annales des Sciences Psiqhiques, Janeiro de 1913).
Tras, la jubilación de Hans por vejez, surgirían los
caballos Muhamed y Zarif. Poco tiempo después de
las primeras instrucciones, Muhamed ejecutaba
pequeñas sumas y restas, al tiempo en que entendía el
francés o el alemán. No demoró mucho y el animal
extraía raíces cuadradas y cúbicas, según los ejemplos
transcritos por Gabriel Delanne en su obra “La
Reencarnación”: _________ __________
El fenómeno fue considerado el mayor
acontecimiento que jamás se produjo en la psicología
general. Entre los sabios que se manifestaron sobre los
episodios de Elderfeld, se destaca la figura del
naturalista Ernest Hoechel que escribió a Krall: “Sus
pesquisas cuidadosas y críticas muestran, de manera
36x 64

3 1874161
convincente, la existencia de la razón en el animal, lo
que, para mí, nunca fue motivo de duda”.
Seguirán a la opinión del célebre naturalista Ernest
Hoechel otras manifestaciones de apoyo al trabajo
que se desenvolvía con los extraordinarios
cuadrúpedos, a ejemplo de Eurico Ferrari, profesor de
neurología en la Universidad de Boloña y del Dr.
William Mackenzie, quien sometió a Muhamed al
siguiente problema: , la respuesta fue exacta:

Algunos investigadores, todavía no convencidos ante
tantas evidencias, construían una serie de expedientes
que, cada vez más, parecían dificultar las cuestiones
ofrecidas, a la solución, por los equinos. El Dr.
Hartkopf, por ejemplo, envió preguntas en sobres
lacrados, cuyas respuestas eran ignoradas por los
asistentes, Muhamed respondió con exactitud,
destruyendo, así, la hipótesis de la telepatía, hecho
que sería por sí sólo, convengamos notable. Otro
pesquisidor, conocidísimo, tuvo la oportunidad de
investigar la perspicaz inteligencia de los caballos de
Elberfeld: Maurice Maeterlinck, escritor belga,
premio nobel de Literatura de 1911. El autor de El
Pájaro Azul, donde pregona la sobrevivencia del
alma, cuenta que presentó a Mohamed y a Zarif
pequeños problemas, de los cuales ignoraba las
soluciones; las respuestas entre tanto fueron exactas.

Aquí está que Maurice Maeterlinck escribió en la
obra L´Hote Inconnu sobre la inteligencia de los
caballos de Elderfeld: Krall, hablando de su poni,
cuenta las dos anécdotas siguientes que, que
demuestran la espontaneidad de la inteligencia de
esos notables solípedos: “Cierta mañana, por ejemplo,
llegó a la caballeriza y me disponía a darle su lección
de Aritmética; apenas se halló delante del trampolín,
se puso a golpear con el pie. Dejó de hacerlo y quedé
estupefacto al ver una frase entera, una frase
absolutamente humana, salir letra a letra, del casco
del animal: Alberto golpeó a Haenschen,” me dijo él
en ese día. Otra vez escribí, por su dictado:
“Haenschen mordió a Kama”. Como el niño que
vuelve al padre, él experimentaba la necesidad de mí,
por la corriente de los pequeños incidentes de la
caballeriza, donde hacía la humilde e ingenua crónica
de una vida humilde sin aventuras.
1-Her Kal Krall en un libro sobre sus experiencias como los “caballos de Elberfeld”,
bajo el título Denkenke Tiere (Animales que piensan) de 1912, con 500 páginas. Esta
obra provoca un ataque igualmente extenso, en el volumen del Dr. Estefan Von
Maday: ¿Será que los animales piensan? Los cuadros, diagramas, análisis y exposición
de Von Maday lo llevaron a concluir sin jamás haber participado de las experiencias
con los inteligentes cuadrúpedos: “No, sin duda, no! Ridículo!

ROLF: EL PERRO QUE SOLO LE
FALTABA HABLAR.
La vida y la obra del perro Rolf vienen relatadas en la
conferencia realizada por Duchatel, miembro de la
“Societé Psychique de París” y en un trabajo del Dr.
William Mackenzie, publicado en los Annales des
Sciences Psychiques
Duchatel tomó conocimiento de las proezas de Rolf
leyendo un artículo sobre el perro, en el periódico
parisiense Le Martin. Resolvió, entonces, constatar la
veracidad o la negación del fenómeno.
Se dirigió, cierto día, a la casa de la señora Moeckel
(mujer de un abogado), en Mannheim. Rolf tenía tres
años; era un podengo escocés Ayrdale, de pelo rojo,
con cerca de 60 centímetros de altura. De inicio,
Duchatel sometió al cachorro al siguiente problema:
96 – 10 / 9
Todos los niños de primer grado serían capaces de
hacer ese cálculo. Más Rolf respondió
inmediatamente: 9. Preguntando si había resto, dio el
número 5. Solucionó, además estas cuestiones:
10+3 = 13 6 -2 = 4
25
El perro, intrigado con la presencia, “en su casa”, del
investigador, preguntó a la señora Moeckel, por
medio del alfabeto convencional: ¿Quién este señor?
Rolf tenía una deuda de gratitud para con la señora
Moeckel. Ella lo trató con ocasión de un grave
accidente que sufrió. Todo él lo hacía, entonces, para
serle agradable. Asistía, siempre a las lecciones que
ella daba a la hija. De ahí, aconteció lo que ninguno
podía esperar: Rolf demostró comprender las
lecciones de cálculo, sin que jamás le fuesen
enseñadas directamente. Aquí está el relato de la
señora Moeckel al respecto: “Cierta vez, al medio
día, estaba sentada cerca de los niños y completaba la
función ingrata de ayudarlos con las tareas. Nuestra
pequeña Frida, tan interesante y tan viva, más un
poco traviesa, resistió obstinadamente a la solución
del problema 2 x 2, cuando en un momento de mal
humor, le administre ligero correctivo. El perro
acostado bajo la mesa de las lecciones, nos miraba de
tal forma, que yo dije: Ven, Frida, él no enfrenta
como si supiese esto. Rolf, se aproximó, se sentó a mi
lado, me miró con los ojos bien abiertos y le pregunté:
¿Rolf qué deseas? ¿Saber cuántos son 2 x 2? “Sentí
gran asombro, él dio 4 golpes en mi brazo. Nuestra
hija mayor me propone luego que preguntase al perro
cuanto son 5+5. La respuesta fue dada prontamente
por 10 golpes, con la pata. En la misma tarde,
continuando las experiencias, vimos que el animal

resolvía, sin errores, los problemas simples de
adición, resta y multiplicación.”
Las prodigiosas demostraciones de Rolf llevaron a
Gabriel Delanne a declarar: Es innegable que estamos
ante las manifestaciones intelectuales del perro y lo
que es interesante, así como escogió el número
correspondiente a las letras del alfabeto, sabe
espontáneamente, batir con la pata el número de
golpes necesarios para resolver el problema 2 x 2. El
tuvo por lo tanto la iniciativa de ese modo de
respuesta, hecho que denota, de su parte, más
reflexión de lo que podría esperar de un animal que
nunca fue enseñado a servirse de la tipología (raps)
para expresarse, así como hicieron (y hacen ) los
espíritus.
La mentalidad de Rolf procedía siguiendo especiales
criterios asociativos. Fue así que aconteció cuando,
en una lectura, surgió la palabra “otoño”. Al ser
preguntado sobre lo que significaba, él en vez de
responder, como se esperaba, “estación”, declaró: “El
tiempo en que hay manzanas”. En el otoño, le daban
manzanas asadas para comer.
Consultado el Dr. Bérillon, autor de la obra Les
Mémores Topographiques et la Capacité Calculative
chez Animaux, aquí está lo que afirmó: “Los
animales, cuyo sistema nervioso presenta como el del
hombre tanta analogía de estructura y de morfología,

no son automáticos, desprovistos de conciencia, de
inteligencia y de raciocinio. Esfuerzos de
adiestramiento y educación, idénticos a los que se
aplican como mínimo en los niños, daría
seguramente, después de cierto tiempo, resultados
inesperados”.
En el trabajo del Dr. W. Maackenzie, ya referido, se
inserta pequeña y conmovedora escena: La señora
Moeckel, que se había separado de la hija por el
internado, lloraba; aquí está que Rolf, sin ser
convidado; aproximase y golpeó: “Madre, no llore,
esto hace mal a Lol”. (Lol es diminutivo de Rolf).
Rolf tenía una compañera, Jela, que sabía resolver
pequeñas cuestiones. Le presentaron los problemas
siguientes:
(16 – 4) / ( 7 – 1)
Respuesta: 2
(3 x 3) –5
Respuesta: 4
En cierta ocasión, la Sra. Moeckel interroga a Rolf:
“¿Cómo te entiendes con los perros?”. Esto es
“¿Cómo te haces comprender?” “¿Comprendiste mi
pregunta?” R: “Sí. (Mover la cola, ver también los
movimientos con la boca)”.

Cuando la ciencia oficial se disponga a investigar, sin
prejuicio, esos mecanismos extraordinarios de
comunicación entre los hombres y los ani males, será
revelado el misterio que envuelve el proceso de
evolución de la inteligencia a través de la serie
animal. Esa progresión, de los grados más bajos de la
escala zoológica, alcanzó las más sofisticadas
expresiones de la genialidad. A propósito de esa
enigmática progresión, aquí está lo que el Dr. Bruno
Adamo escribió en un artículo publicado en la revista
Estudios Psíquicos de Lisboa, Portugal: El alma va
evolucionando, desde los seres unicelulares, pasando
por innumerables reencarnaciones, suben en la escala
zoológica y tienden hacia el progreso infinito, según
la ley extensiva a los seres vivos.

PINKY, EL GATO QUE HABLABA
“En Cali, Colombia, un gato negro callejero se tornó
en la gran atracción de la ciudad de Cali. Recogido
enfermo en un día de lluvia por Dora Luz Betancur y
bautizado Pinky, el gato espantó a todos cuando pasó
a pedir leche, diciendo “mamá” y respondiendo “ya
voy” cuando es solicitado por su dueña. La capacidad
de hablar de Pinky rápidamente se esparció por el
vecindario y en pocos días, la ciudad entera quería ver
el gato que hablaba. Sin tener más un minuto de
sosiego, Dora Luz Betancur transfirió el animal para
una casa no identificada”.
Según los médicos de la ciudad de Cali, que
examinaron el felino, la única explicación de que
Pinky hablara era la de que tenía un defecto serio en
las cuerdas bucales. La noticia fue transcrita en la
Revista Internacional de Espiritismo, de Diciembre de
1980, con el siguiente y lúcido comentario: “… que
un defecto cambiase los sonidos naturales producidos
de acuerdo con la especie, puede entenderse. Más que
el defecto en las cuerdas bucales hiciese al gato
responder con coherencia las solicitaciones de la
dueña, no está absolutamente explicado. Si hay un

defecto inteligente, la causa dejará de ser física, lo que
parece obvio.

MANIFESTACI0NES
SUPRANORMALES EN LOS
ANIMALES.
Los fenómenos supranormales que tienen los
animales como protagonistas. Quedan circunscritos a
límites modestos de manifestaciones, más a pesar de
eso, son mucho más importantes de lo que se podría
suponer. Con los animales pueden acontecer
fenómenos telepáticos, de videncia, manifestaciones
premonitorias, materializaciones, etc.
La intrigante demostración de telepatía canina,
registrada por el romancista inglés Rider Haggard, en
1904 (un caso clásico en los anales de las pesquisas
sobre las facultades supranormales en los
irracionales), marca la época en que los fenómenos
metapsíquicos en los animales comenzaron a
preocupar a los investigadores (2). El romancista
cuenta que, cierta noche, despertó sobresaltado por
una terrible pesadilla. Se soñó que su perro Bob,
estaba a punto de ahogarse, luchando
desesperadamente con la muerte. En cierto momento,
el animal levantó la cabeza y el romancista, sin poder
explicar cómo, sintió que el perro estaba muriendo.

Pasados algunos días, el cuerpo del animal fue
encontrado muerto, en una laguna: fue atropellado
por un tren justamente en el puente sobre la misma,
cayendo en ella gravemente herido. Posteriormente se
supo que el vehículo atropellador paso, por aquel
puente una hora antes del sueño.
Los investigadores dedujeron que el perro se
comunico telepáticamente, con su dueño, durante su
agonía. Se cree, entonces, que el romancista fuese
objeto del pensamiento del animal en el momento de
la muerte.
No se puede atribuir (como ingenuamente se intentó)
a un impulso telepático nacido en la mente de una
persona que presenciase el hecho, porque ninguno
asistió al drama del animal, ni tuvo conocimiento de
él. No podría tratarse de una coincidencia fortuita.
Comentando el episodio el profesor Ernesto Bozzano,
de Turín, Italia, observaba que entre las causas que
podrían ser invocadas para explicar el sueño, la
acción telepática es la más probable. Además y como
acentúa el doctor Gabriel Delanne, la clarividencia
pura y simple por la telestesia exige una causa
externa, y la del pensamiento del animal, es la única
que se puede admitir (3).
En seguida el autor de Evolución Anímica nos ofrece,
a la reflexión, el caso que sigue (contado por dos
protagonistas), experimentado por dos personas al

mismo tiempo, lo que excluye la hipótesis de una
alucinación entre el alma animal y el alma humana:
“Megaterio, es el nombre de mi perro, que duerme en
el cuarto de mi hija. En la última noche
repentinamente desperté, al oírlo saltar en mi cuarto.
Conozco muy bien su característica de saltar. Mi
marido no tardo en despertar. Le pregunte: ¿Oyes?
Me respondió: Es Meg.
“Encendimos la luz, miramos por todas partes y no
vimos nada en el cuarto. La puerta, entretanto, estaba
bien cerrada. Me vino, entonces, la idea de que
alguna desgracia le había sucedido a Meg; tuve la
sensación de que el moría en aquel instante; miré el
reloj, para verificar la hora y supuse que debía
descender e ir inmediatamente a asegurarme de lo que
hubiera sucedido. Más aquello me parecía absurdo y
hacía tanto frío….
Quedé un instante indecisa y el sueño me emocionó.
Poco tiempo después alguien vino a tocar la puerta¸
era mi hija que exclamaba con gran ansiedad:
¡Mamá, Meg está muriendo¡
“Descendimos las escaleras de un salto y
encontramos a Meg, vuelto de lado, con las piernas
rígidas, como si estuviese muerto. Mi marido lo
levanto, sin llegar a comprender lo que pasaba. Se
verificó finalmente, que Meg había enrollado, no se
sabe cómo, la correa de su ropita en torno del cuello,

de manera que estaba casi estrangulado. Lo liberamos
inmediatamente y luego que el perro pudo respirar,
no tardo en reanimarse”.
El caso puede haber sido encuadrado, por los
investigadores de la peculiar fenomenología animal,
en el área de la telepatía; sin embargo nos permitimos
afirmar de que se trató de un proceso de proyección
del DUPLO provocando el barullo que fue oído por
la mujer y su marido. Resta saber, sin embargo,
cuales mecanismos fueron accionados para la
concentración del desesperado llamamiento de Meg.
Todo lleva a creer que alguien, probablemente la
niña, había suministrado las condiciones
imprescindibles a la consecución, material, del pedido
de socorro del animal.
(2) Ver journal of the Society for Physical Research, la revista luz y sombra,
Octubre de 1922 y la revista Psychique, Agosto de 1905.
(3) Telestesia: de tele + estecia. Es lo mismo que criptestesia. El término fue sitado
por Frederic W. Myers, ex residente de la sociedad para pesquisas de Londres y se
divide en: 1) telestesia anímica. 2) telestesia espirita. 3) Telestecia Personistica. 4)
telestesia Retro cognitiva. Aunque se considere la criptesia sinónimo de telestesia,
algunos autores, como el Dr. Charles Richet (premio nobel de medicina) y el Dr.
Theodor Flounoy (Profesor de psicología de la Universidad de Ginebra, Suiza)
atribuyen a la misma palabra especial y particular significado.

EL PERRO DE CHRISTIAN
ANDERSEN.
Se cuenta que el novelista dinamarqués Johann
Christian Andersen había recibido en custodia, el
perro de un amigo que se fue para Italia, por motivo
de salud. En los meses siguientes a la partida del
dueño, el humor del animal presentó altos y bajos,
que del inicio, se mostraban incomprensibles: a veces,
en verdad, el perro parecía triste y abatido; en otras,
normal o muy vivaz. Se pudo comprender el motivo
cuando fue posible determinar, con base en las
informaciones que llegaban de Italia, que las crisis de
abatimiento del perro coincidían regularmente con
los periodos más críticos atravesados por la salud del
dueño. Las noticias siguientes vinieron a confirmar de
lleno tal suposición. Todo eso puede ser llamado de
telepatía o visión a distancia, más, afirma León
Talamanti, no es la terminología lo que importa.
Importa saber que el “factor psi” funciona con mayor
potencia en los animales, tal vez en virtud de la
reducidísima incidencia del intelecto consciente en el
psiquismo de ellos, o que les es traído con bastante
frecuencia en alas de la fuerte emoción que un perro
puede sentir: ¡el amor!

Los aullidos de los perros, prediciendo la muerte
hacen parte de las tradiciones de todos los pueblos. Se
acredita que esos animales domésticos, prevén la
muerte de una persona familiar, anunciándola con
aullidos y gemidos característicos.
El pintor y músico Marcel Maugin, fallecido en 1915,
tenía un pero que, por más de una vez, presintiera la
muerte de una persona de la familia del pintor. Cierto
día comenzó a aullar desesperadamente y tanto el
dueño como la mujer, que ya conocían las facultades
del animal, quedaron alarmados. Al día siguiente, el
pintor, a pesar de estar en perfecta salud, fue atacado
por una embolia y murió súbitamente. El episodio,
entre tanto a otros semejantes, es uno de los más
probatorios, porque la repetición del fenómeno con el
mismo animal, excluye la hipótesis de la sola
coincidencia. El origen de ese fenómeno continúa
envuelto en el más denso misterio.
En uno de los mensajes ultra fónicos (mediúmnicos)
de Rodolfo Valentino (Rodolfo Guglielmi di
Valentino D´ Antagueila), uno de los mayores astros
de Hollywood, recibido y publicado por su mujer,
Natacha Rambova, se afirma que los perros pueden
sentir, muchas veces, la muerte de una persona de
quien gusten, por sentir las vibraciones especiales que
el organismo emite en la eminencia del Espíritu de los
vínculos biológicos.

Se llega a la conclusión que, en el inconsciente
animal, se encuentran facultades análogas a las
facultades supranormales propias de la inconsciencia
humana. Por eso, si lo admitimos (y los hechos lo
prueban) la existencia de facultades de carácter
espiritual independiente del cuerpo físico, tanto en el
animal como en el hombre, es racional admitir que el
alma del animal sobrevive a la falencia del cuerpo,
como a propósito bien lo expresa el Libro de los
Espíritus.
Raúl Montandon en su obra De la Bete á l´Homme
registra un caso de mediumnidad animal, de
naturaleza física, obtenida por Dr. Giovanni Batista
Ermacora (1869 – 1898), autor de la obra clásica I
Fatti Spiritici e de Ipotesi Affrettate, Padua, 1892.
En el transcurrir de una sesión espírita, el médium del
que se servía el Dr. Ermacora, estando en trance,
declaró que Macaca (la gatica de la casa del médium)
podría escribir con su pata, haciéndola deslizar sobre
el papel ennegrecido de hollín. Eso debería ocurrir en
la obscuridad, en el compartimento en que el animal
dormía. Aconsejó el Dr. Ermacora sin embargo hacer
las cosas de modo que no fuese posible después dudar
de la autenticidad del fenómeno. El mismo hizo una
caja con forma de una maleta común, dividida
interiormente en dos partes iguales, una encima de la
otra. Hizo pequeños corredores en la parte inferior,

con compartimentos en zig – zag. En un extremo de
la caja había una entrada, del tamaño suficiente para
permitir la entrada de la gata en la parte inferior,
siguiendo el zigzagueo de los correderos y alcanzar el
orificio en el otro extremo, hecho en la tabla que
dividía el piso inferior del superior. Por ese orificio, la
gata podía entonces introducirse en la parte de
encima.
Un día en que el Dr. Ermacora y el Sr. Auteliano
Faifofer se hallaban en compañía del médium, la Sra.
M, esta cayó en trance. El Dr. Ermacora se apresuró a
abrir la caja; sujetando una hoja con “chinches” a la
tabla del piso de encima, después de tenerlo
ennegrecido con hollín de un farol a querosene. Cerró
la caja con dos cerrojos ingleses bastante
complicados, que habían sido previamente adquiridos
en dos casas diferentes y pidió al Espíritu que se
manifestase por la boca del médium, que hiciese a
Macaca escribir la palabra Vittorio. Al siguiente día,
los dos experimentadores encontraron, como se podía
hacer con la pata de un gato, la palabra Vitt…Ella no
había podido escribir más, por causa del tamaño de la
hoja de papel, muy limitada para el objeto que había
hecho las veces de pluma de escribir.
Se veían sobre la tabla de la caja los trazos negros de
hollín, debido a las patas ennegrecidas de Macaca,
cundo se dirigía al orificio del extremo “A”, para

salir, después de realizada la operación. Al verificarse
el piso superior, fueron encontrados en el fondo de la
maleta vestigios de las patas de la gata, los cuales se
habían desvanecido un poco como es comprensible.
El Dr. Ermacora duró una quincena haciendo esas
experiencias y se disponía continuarlas cuando,
infelizmente, Macaca, cayó de un tejado y murió.
El caso ahora relatado, no obstante las disposiciones
en contra, revela la mediumnidad en el animal,
gracias al trabajo, sin preconcepto, del Dr. Giovanni
Batista.
Ermacora y el Dr. Frederic Yers, autor de la célebre
obra Human Personality, que examinó en minucia el
fenómeno. Este episodio, además de constar en el
libro Raúl Montandon, fue publicado en el periódico
Luz y Sombras de Milán, Italia, siendo reproducido
en Annales des Sciencies Psychiques, 1905.

BUTCHI: EL PERIQUITO DE
HAMBURGO.
En la obra Diez Palabras Claves en Parapsicología,
organizada por José María Piton, de la editorial
Verbo Divino, de Navarra, España, se registra el caso,
intrigante, del periquito que hablaba. El fenómeno
atrajo la atención de investigadores de renombre,
como, por ejemplo, el Dr. Konstantin Raudive.
La pareja Damarós vivía en Reinback, a veinte
minutos en tren, de Hamburgo (Alemania). Tenían
una hija que se llamaba Bárbara y un periquito al cual
le dieron el nombre de BUTCHI. El periquito era un
pájaro normal como cualquier otro de su especie:
cantaba y saltaba feliz en su pequeña jaula.
El 17 de Junio de 1971, Bárbara falleció
inesperadamente a los 14 años de edad. El golpe dejó
a la pareja Damarós inconsolable. Pasaron algunos
meses y la muerte de Bárbara se fue apartando de la
mente de sus padres y esa distancia contribuyó a
suavizar el dolor que sentían por la pérdida abrupta
de su única hija. Más un hecho vino a acabar con la
armonía propiciada por el tiempo: el periquito Butchi
comenzó a hablar!

Al principio con la voz de hombre el periquito dio
noticias de Bárbara, para enseguida, con la voz de la
niña, decir: “Soy Bárbara, estoy bien. Soy feliz aquí.
La Vó se va a caer y se quebrará la pierna. Mi
compañera de curso va a morir”, he aquí que el
periquito especificaba la fecha exacta y el nombre de
la niña. Las profecías se cumplieron rigurosamente.
El fenómeno era precedido de un gorjeo del
periquito, se interponía una voz de hombre a la voz
de Bárbara. A veces la comunicación se establecía en
ruso, francés e inglés, idiomas que los Damarós
desconocían. Un día por causalidad, la pareja sabe de
la estadía del Dr. Konstantin Raudive en Hamburgo,
especialista en voces paranormales y autor de varios
libros sobre ese tema. Las investigaciones del Dr.
Raudive demostraron que el fenómeno era autentico,
se demostró cualquier hipótesis de fraude. Se pudo
comprobar que el periquito, durante el fenómeno,
caía en trance, puesto que reaccionaba al arrimársele,
a los ojos, la llama de una vela. El periquito Butchi
falleció el 17 de agosto de 1974, después de haber
anunciado su propia muerte, no sin antes vaticinar el
traslado del investigador Konstantin Raudive hasta
sus queridos antepasados. El 12 de Septiembre, el Dr.
Konstantin moría en su casa de la Floresta Negra,
Alemania, cumpliéndose una vez más,
irremisiblemente, la profecía de Butchi.

La pareja Damarós compró otro periquito, a quien
llamaron Kokki, que comenzó a hablar…
No hay en la obra anterior, cualesquier explicación
sobre el fenómeno. De ahí surge una pregunta: ¿Los
animales pueden ser médiums?
Esta pregunta a propósito, abre el capítulo XXII de El
Libro de los Médiums. Kardec admite en el examen
de la cuestión, que la mayoría de las experiencias que
presenció (con pájaros predominantemente), se
asemejaban a la práctica de los prestidigitadores. Y
remata: “Más después, así mismo reducido, el caso
no es menos interesante, pues resta siempre admirar
el talento del instructor y también la inteligencia del
alumno (el animal), porque la dificultad a vencer es
mucho mayor si el pájaro pudiere reaccionar por sus
propias facultades”.
Y más adelante: “De cualquier manera, las
experiencias arriba citadas dejan intacta la cuestión
principal, pues a sí mismo la imitación del
sonambulismo no niega la existencia de la facultad, la
imitación de la mediumnidad en los pájaros nada
puede probar nada prueba contra su probable
existencia en esos o en otros animales. Se trata pues
de saber si los animales son aptos, como los hombres,
para servir de intermediarios a los espíritus para las
comunicaciones inteligentes”.

Después, Kardec transcribe el mensaje de un Espíritu
(Erasto), que asegura resolver la cuestión de la
mediumnidad de los animales. La disertación del
espíritu es larga. Deja entrever que no se puede y no
se debe pensar que los animales posean facultad
mediúmnica, aunque Kardec, en el capítulo en
epígrafe, afirma que “la imitación de la mediumnidad
en los pájaros nada prueba contra su posible
existencia en esos o en otros animales”.
De cualquier suerte, los hechos demuestran que los
Espíritus utilizan los animales para comunicarse con
los encarnados. ¿Cuáles son los mecanismos que son
accionados en el proceso? Nos parece un enigma y se
ofrece todavía en nuestro tiempo (y en el futuro) la
pesquisa sensata e idónea.
Joseph B. Rhine en su libro New World of the Mind
afirma que buen número de biólogos van
demostrando cierto interés en el trabajo de la
parapsicología. Ellos están dispuestos a tener en
cuenta la hipótesis psi (4), para explicar los problemas
desconcertantes del comportamiento animal. Los
naturalistas, entretanto, postulan la aceptación pura y
simple, de un sentido desconocido, un “sexto
sentido” o sentido de dirección que no hace parte de
las facultades sensoriales reconocidas en el animal.
Esta manera de ver, esclarece Rhine, en cuanto al
sentido desconocido, es muy común entre los que

estudian las migraciones de los pájaros. Otros, sin
embargo, proponen cierta manera extrasensorial de
percepción como necesaria para la explicación del
comportamiento observado.
Se citan entonces, las obras de N. J. Berril y Mc. Gill,
respectivamente. La Ola Viva y Viaje Maravilloso,
donde se aboga la posibilidad de factores telepáticos
en los viajes migratorios enigmáticos de especies
como pingüinos y focas.
A. C. Kardy, en su libro Zoología fuera del
Laboratorio. Admite la necesidad de ser tenida en
cuenta la telepatía como factor evolutivo, en cuanto al
profesor de Yale, en las obras Células y Alma dos
caminos para la Verdad, acepta la percepción
extrasensorial como algo que debe ser considerado
cuando se procura alcanzar las fuerzas desconocidas
que guían la actividad orgánica desde el
desenvolvimiento de la célula más simple hasta el
comportamiento humano más complejo.
G. V. Matthewus, de Cambridge, autor de la pesquisa
“Investigación Experimental de Navegación con
Palomas – correos”, concuerda que es necesario no
despreciar los factores parapsicológicos en el viaje de
las palomas – correos.
F, B, Summer, que escribió Parapsicología Humana y
Ciertas Acciones de los Peces. No descarta la

existencia de factores extrasensoriales en el
movimiento migratorio del Salmón.
Se especula, a partir de largas y laboriosas
averiguaciones, sobre la necesidad de determinar,
para la función psi una historia natural. En algún
punto del organismo, intervino Rhine, debe existir lo
que en cierto sentido puede llamarse “locus”, lugar
más identificado con psi que cualquier otro… Sería de
gran importancia saber si hay cualquier punto de
entrada localizable o si no es posible encontrar
alguno.
En la misma línea de raciocinio de “Historia natural”
de la PSI, se indaga si existe, en lo intimo del proceso,
una base hereditaria, por el simple hecho de la
conservación de la actitud PSI, de cierta manera y
grado, indicar la existencia de alguna base genética,
que lleva de una generación a otra.
(4) El descubrimiento científico de las funciones “psi” fue realizado por el profesor J.
B. Rhine y el equipo de pesquisas que dirigía en la Universidad de Duke, Carolina del
Norte (E.U.A). Inicialmente, Rhine se dedicó a la clarividencia y a la telepatía. En
1940, después de exhaustivas investigaciones de laboratorio, El proclamaba que la
clarividencia estaba firmemente probada. Más la telepatía continuaba en duda. La
tendencia general era la de considerar este fenómeno como simple aspecto de la
clarividencia. Fueron necesarias experiencias especiales de telepatía pura a fin de
comprobar científicamente su existencia. Se comprobó, entonces, que la telepatía no
significa apenas la transmisión de una señal, también transmite un estado psíquico. Y
así mismo que la mente consigue establecerla sintonía emotiva con otra u otras mentes.
Para mayor información, sugerimos se consulte la obra Parapsicología Hoy y Mañana
del profesor J. Herculano Pires, de la Edicel.

Esa tentativa de hipótesis biológica de la manera por
la cual las funciones PSI entren en el orden de los
seres vivos, observa Rhine, es apenas comienzo
conjetural. Servirá para llamar la atención a necesidad
de la teoría. Hay quien sospeche, sin embargo que las
funciones PSI sean un don humano recientemente
desarrollado. Se recuerda que la percepción extra
sensorial (PES) revelaba algunos aspectos de los
procesos más elevados del pensamiento. Esta premisa
se basaba en los efectos producidos por drogas en la
realización de experiencias PES. Se llego a la
conclusión que esas drogas no conseguían alcanzar
directamente el proceso de PES. Todos esos
experimentos frustrados llevaron a algunos
pesquisidores a admitir que la función PSI sea muy
primitiva en sus orígenes evolutivos.
¿De qué manera, verificar esa hipótesis?, Responden
los investigadores que es indispensable realizar una
recolección profunda del comportamiento animal no
explicado, justamente aquel que se presta a una
interpretación del imposible efecto PSI. Esa
recolección fue llevada a cabo, particularmente, por el
equipo de la universidad de Duque, se revelaron
grandes aéreas de recolección enteramente
inexplicables, ultrapasando en mucho el reino animal.
Ahí se pueden identificar, mediante prueba
experimental, hipótesis suficientemente explicables.

Entre los fenómenos todavía no explicados, se
destacan las migraciones a larga distancia y el viaje de
los palomos-correos. En cuanto a estos, hay una gran
colecta de datos del comportamiento animal
notoriamente enigmático. En la mayoría de las veces
el animal retornaba a casa después de perdido o
suelto en algún punto, bajo condiciones que no le
sería posible orientarse por algún indicio reconocible.
¿Cómo, entonces, explicar el fenómeno?
Rhine en el libro citado, relata el caso de un gato que
pertenecía a un sargento del ejército, residente en
Kokomo, Indiana (EUA). Cuando transfirieron al
sargento para Augusta, en Georgia, le mandaron el
gato por tren expreso de Indiana a Georgia. Era un
gato grande, amarillo, fácilmente identificable.
Cuando poco después de llegar a Georgia, el gato
dejó al sargento en Augusta , para emprender el viaje
de 700 millas de regreso a la hacienda en Kokomo
(cerca de tres semanas), la familia y los vecinos lo
reconocieron cuando se presentó para la rutina
habitual de venir en busca de la ración diaria de leche.
Saliendo en seguida a las aventuras de las caserías,
como siempre lo hiciera. Se debe suponer que el
animal encontró el camino a casa por medio de algún
proceso de orientación desconocido de la Biología
convencional. Un zoólogo sugirió que el animal tal
vez tuviese la facultad de determinar la longitud y la
latitud por medio del sol, hipótesis también admitida

por G.V.T. Matthewus, de Cambridge, para explicar
la vuelta de los palomos correos. Entretanto no hay
pruebas de que un animal determinase su posición
por el sol.
La verdad es que ya se dispone de opiniones
establecidas de que la percepción extrasensorial no se
limita al ser humano. A sí mismo la hipótesis que se
debe aceptar para justificar el fenómeno retro citado
es la PES. Las experiencias de vuelta de perros,
realizadas por Bastian Schmit (Interviewing animals),
de la Universidad de Munique dieron resultados
sorprendentes, que vienen a confirmar la existencia de
la percepción extrasensorial en el comportamiento
animal, bajo las más complejas situaciones.
El descubrimiento de las funciones PSI en animales
amplia los horizontes de la Parapsicología,
proyectándola en una dirección jamás considerada.
Infelizmente esta disciplina se encuentra en manos
tendenciosas, comprometida con las religiones que a
todo trance y contradictoriamente niegan la
inmortalidad del alma. El profesor Henrique
Rodrigues, en curso de Parapsicología y
Psicobiofísica, afirma que el fenómeno de la
percepción extrasensorial es también observado en las
plantas. Experimentos en ese sentido, observa, fueron
realizados por Cleve Blackster, en los Estados
Unidos, en la escuela Dexa, donde se estudia la

detección de mentiras a través de aparatos físicos,
utilizándose en la época un polígrafo. Este aparato
ligado a las personas por medio de electrodos, registra
varios parámetros fisiológicos como la temperatura
auxiliar, presión sanguínea, frecuencia de pulso, etc.
Su principio de funcionamiento es que el individuo
que está mintiendo necesita hacer un esfuerzo
considerable para mantenerse dentro de la historia
inventada, que se refleja en las alteraciones de los
parámetros fisiológicos. Para no caer en contradicción
el queda tenso, en cambio la persona que apenas
relata algo que realmente sí paso, queda relajada.
La alteración de los factores nombrados indicará la
existencia de tensión y a la eventual mentira del
paciente. Cierto día Cleve Blackster ligó el polígrafo a
la hoja de una planta un su laboratorio, a fin de
comprobar en cuanto tiempo el agua derramada del
vaso subiría por las raíces y por el tallo, alcanzando
las hojas. En el momento en que el agua llegase a las
hojas, alteraría su resistencia. Cuál sería su sorpresa al
constatar que bastaba aproximarse a la planta para
que la resistencia se alterara, como si la planta supiese
que iba recibir agua. (5).
“Ante eso, esclarece el profesor Henrique Rodrigues,
podemos decir lo siguiente: en las varias formas de
vida el fenómeno consciencia es independiente del
sensorial, independiente del cerebro”!!

“Los seres vivos, prosigue, también utilizan el cerebro
cuando lo poseen; independientemente de él y
procediendo a veces a su rebeldía, poseen otro tipo de
acceso a las percepciones de carácter especial”.
No fue sin razón que la Dra. Louise Rhine afirmo que
ya está claro que el espíritu humano es demasiado
grande para ser encerrado dentro de sus límites
sensoriales.
(5) Con el avance de las pesquisas, especialmente en los Estados Unidos y en el Canadá,
van surgiendo nuevos indicios, como pruebas obtenidas con gráficos, en el sentido de
establecer como un hecho la sensibilidad de las plantas a la vida humana en su rededor y
eso bajo formas jamás imaginadas o medidas. Actualmente ya se comienza a demostrar
que las plantas son capaces de sentir emociones, gustan de la música y tienen miedo de
los perros. Son conocidos los casos de plantas que parecen “desmayar” cuando su
bienestar sufre cualquier tipo de amenaza, revelan una afinidad especial con sus dueños,
marchitándose o tornándose exuberantes, de acuerdo con la mayor dosis de ansiedad o de
alegría en los seres humanos a quienes ellas se sienten más allegadas. El propio Cleve
Blackster (pionero de la moderna pesquisa sobre consciencia en el mundo vegetal) da a
esa facultad el nombre de percepción primaria, que viene a ser la percepción
extrasensorial todavía recitente no admitida en el ámbito de algunos centros científicos
ortodoxos, misoneístas.
Además de Blackster, se destaca el Dr. Manuel Vogel, quien fuera químico del IBM, creó
instrumentos que permitieron medir ciertas respuestas de las plantas y de ese modo,
identificar los lazos profundos que unen al hombre con la naturaleza.
Al final de cuentas y como afirmo León Denis: “el ser duerme en el mineral, sueña en el
vegetal, se agita en el animal y despierta en el hombre”…

PRESENTIMIENTO Y
PREMONICION EN LOS
ANIMALES.
Muchas veces observan los pesquisadores, se verifica
la contradicción entre la percepción extrasensorial y
los aparatos, generalmente es ella la que está con la
razón. Es un hecho notorio que en los países donde
hay terremotos, antes que los mismos sismógrafos
más sensibles presentaran alguna señal de temblor
inminente, las hormigas abandonaban los
hormigueros. ¿A través de qué sentido, indaga el
profesor Henrique Rodrigues, ellas saben de la
proximidad del terremoto? El cerebro de la hormiga
no puede percibir hechos que todavía no han
acontecido. ¿Entonces cuáles son las vías de
sensibilización?
Los episodios que se refieren a la posibilidad de
presentir catástrofes son infinitos. Ya, en el año 481
A.C., Tucídides hablaba de gansos y aves acuáticas
que abandonaban a Tracia Oriental, poco antes de un
terremoto. En Octubre de 1883, sin causa aparente,
las aves de Krakatoa, abandonaron la pequeña isla
para nunca más volver. Los perros intentaron quebrar

las cadenas, ladrando ininterrumpidamente.
Finalmente se verificó la tragedia: la isla fue casi
completamente destruida por la erupción de un
volcán.
Ante las pesquisas que se van realizando en los
recesos de las universidades más importantes del
mundo, las teorías del fisiologista ruso Pavlov van
sufriendo serias modificaciones.
Se comprende, entonces, que el comportamiento del
animal puede ser explicado y entendido no por las
acciones físicas y químicas ejercidas por el mundo
exterior, más sí por los fenómenos que pasan en su
mundo propio subjetivo, según la teoría de Jacob
Uexkull, ratificada por el Dr. George Kriszat, de
Estocolmo. Con la teoría del mundo propio subjetivo,
se lanzó profundo golpe en el mecanicismo y en el
vitalismo, haciendo que fuese reconocida, en el ser
vivo, la existencia de una autonomía relativa, que las
experiencias confirman.

EL CABALLO PIERRE
Los mineros de la galería No 8 de una mina de
Luttich (Alemania) gustan mucho de Pierre, un viejo
caballo que transporta carbón. Le dan azúcar y
dulces, procuran no sobrecargarlo y todos los años le
proporcionan tres semanas de descanso. Es posible
que Pierre no supiera la causa de tanta deferencia.
Más los mineros de la galería No 8 lo conocían muy
bien. El día 3 de Agosto de 1953, Pierre trabajaba en
la galería y como de costumbre, estaba calmado y
paciente. De repente, se asustó, se empinó, arrancó
las bridas y comenzó a correr locamente. Seis mineros
del grupo corrieron tras de él, no solo para agarrarlo,
más sobretodo porque su comportamiento extraño los
tenía espantados. Siguieron el caballo unos cincuenta
metros fuera de la galería. A esa altura, se oyó un
gran estruendo, la galería se derrumbo. El hecho se
repitió en Abril de 1955. Esta vez, doce mineros (los
doce se salvaron) corrieron tras el caballo, como
obedeciendo una orden. Todos los mineros
declararon que los viejos caballos de las galerías
presentían sin que ellos supieran la razón, los
accidentes……

Ahora, mudemos el ambiente: estamos en los Alpes
de Suiza, donde en el invierno es utilizado el trineo
rural o servicio de correo entre dos aldeas. El caballo
del cartero llamado Hans, es muy viejo y cuando la
dirección central de los correos pretende sustituirlo, el
cartero se opone vehemente: !sin el viejo Hans, yo
voy a morir! Seis veces, de hecho, el viejo Hans,
salvó la vida del cartero. Una vez presintió a pocos
metros de distancia una avalancha: paró. El cartero
que tenía prisa, no consiguió que continuase el
camino. El cartero con rabia lo golpeó. El animal,
entonces, se viró y corrió, locamente en dirección
opuesta. Pocos segundos pasaron y un enorme alud se
precipitó en el lugar donde antes el caballo parara.
EL CABALLO MAX
En una tarde tranquila de Agosto de 1958, el
hacendado estaba arando la tierra con el caballo
MAX. Imprevistamente, Max paró, mostró señales de
inquietud, rompió las riendas y comenzó a correr en
dirección de la casa, a dos kilómetros de distancia.
Recorrió aquellos dos kilómetros volando y llegó a
tiempo de salvar la esposa del hacendado que había
sido atacada por un toro cuando estaba ordeñando las
vacas. Saltó sobre el animal y mordiéndolo en el
cuello, consiguió que dejase la presa…..

LOS GATOS DE LONDRES PRESENTIAN
LOS BOMBARDEOS ALEMANES
La Sra. Woodhouse tenía una gata, Mary, madre de
cinco cachorros. Un día Mary entró apresurada en el
cuarto de la Sra. Woodhouse trayendo en la boca uno
de los pequeños y lo depositó en el regazo de la
dueña, la operación se repitió cuatro veces. Hecho
eso, Mary se dirigió a la puerta de la casa. Su dueña
la siguió instintivamente, cargando los gaticos y se
dirigió con ella al refugio antiaéreo. Poco después,
una bomba V – 2 alemana destruyó completamente la
casa de la Sra. Woodhouse.

EL SOMAMBULISMO ANIMAL
El perro del neuropsiquiatra Nandor Fodor, autor de
la magnífica Encyclopeadia of Science, no tenía nada
de especial, excluyéndose el hecho de que gustaba de
divertirse sobre las teclas del piano: le bastaba ver el
instrumento abierto para hacerlo sonar, a su modo,
alegrando a sí mismo a la hija del dueño de la casa.
Infelizmente a los ojos de Nandor Fodor, aquel
cachorro tenía también un grave defecto, el de ser
enemigo declarado de sus libros. Donde quiera que
encontrase algún libro, tirábase sobre el y lo
dilaceraba con uñas y dientes. Una verdadera
tragedia, para el notable pesquisidor húngaro. Eso lo
obligó a deshacerse del animal, dándole una familia
amiga.
El descubrimiento de un libro del brillante pesquisidor
psíquico y escritor Hereward Carrington estimuló la
imaginación de Fodor y dio una nueva y
recompensada dirección a sus intereses. El libro era
(Modern Psychic Phenomeno), publicado en 1919.
Fedor recuerda que encontró en una librería de la 5ª
Avenida, en New York. De ahí en adelante él
encontró su verdadera vocación: pesquisidor psíquico,
uno de los mejores, aunque un tanto desconocido de

la mayoría de los estudiosos de la fenomenología
espiritual.
Cierta noche, Nandor Fedor, despertó y oyó algo
raspando la puerta de su cuarto, como acostumbraba
hacer a veces, el perro exiliado, cuando dormía en el
corredor. Escuchó después patas caminando por la
casa y otros rumores inconfundibles. Debía ser él, sin
duda. Más ¿Cómo era posible? Cuando daba vueltas a
sus perplejidades, se escucharon notas desordenadas
del piano, iguales a las que el instrumento emitía bajo
las patas caninas. Mientras tanto el piano estaba
cerrado y en la casa no había otras personas, además
de Nandor Fodor, la esposa y la hija ya adormecida.
¿Cómo aclarar el misterio? El propio pesquisidor, en
artículo publicado en el órgano oficial de la Sociedad
Americana de Pesquisas Psíquicas, teje los siguientes
comentarios: “Era inevitable que yo asociase aquellas
notas musicales a las proezas análogas de mi
cachorro. Tal vez en aquel momento él estuviese
soñando con vivacidad sobre la morada en que
viviera feliz y que tenía perdida por su mala conducta.
Como quiera que sea, el hecho es que no podemos
explicar los fenómenos psíquicos ocurridos sin
acogernos a una hipótesis diferente de la telepatía.
Aquellos ruidos que oí y también las notas emitidas
por el piano, eran sin duda fenómenos objetivos y no
subjetivos. Se diría por tanto, que el perro se había
desdoblado durante el sueño y su cuerpo onírico

(periespíritu) había venido, en forma de fantasma a
visitarnos.” Concluye: “Como nunca sufrí de
alucinaciones y por otro lado, yo estaba sin duda bien
despierto y lúcido, creo que la hipótesis del
desdoblamiento sea la única capaz de explicar este
complejo hecho.”
“Es preciso reconocer, esclarece Leo Talamonti
(Universo Prohibido, Milán, Italia), en Nandor Fodor
el coraje que demostró por haber traído al público una
experiencia de ese género. No acreditamos que se
pueda acusar de liviandad a un estudioso que ligó de
varios modos el nombre a la evolución trabajosa y
lenta de los conocimientos paranormales.
El caso que relato, con precisión y simplicidad deja
patentado el desdoblamiento del duplo animal, a
pesar de que hagamos restricción al término cuerpo
onírico, en una flagrante asociación a los
ordenamientos psicoanalíticos de que el
neuropsiquiatra húngaro era adepto. Nos resta
observar la posibilidad de que también algunos
animales, en el curso del sueño, fuera del cuerpo, se
entreguen a cierto género de aventuras, hasta
entonces sólo juzgados posibles en los seres
humanos.”
Aquí está, por último, en otro caso excepcional: es la
extraña historia de un sueño que reúne dos perros,

Snooker y Napper. Ambos pertenecen a la raza
Airedale y vivían en casas vecinas.
Snooker y Napper estaban siempre envueltos en
lúdicas y despreocupadas aventuras. Desaparecían de
sus casas, preocupando a sus dueños. Cierta noche,
de la cama donde dormía, Snooker despierta a todos
con una explosión de latidos y gemidos dilacerantes.
Procuran consolarlo con caricias y palabras, más su
tristeza es más fuerte que todo. Al día siguiente se
sabe que Napper, el compañero de travesuras, fue
atropellado y muerto por un camión, en la carretera
municipal. ¿Cómo clasificar este fenómeno? Los
hechos revelan que existe algo además de la telepatía
y de la visión a distancia.
Según los dueños de Snooker, este siempre se portaba
con arrebatamiento y audacia. Más, a partir de
aquella noche, se tornó retraído, tímido y medroso. El
ruido de los motores lo dejaba aterrado. Al atravesar
la calle, se mostraba indeciso y temeroso. El animal
no conseguía liberarse del trauma que le causó la
muerte violenta del compañero. Es de pensar que
Snooker aunque cuando no podía acompañar,
personalmente a Napper en las travesuras, él las
participaba en espíritu. Se diría entonces que Snooker
estaba “presente” cuando el compañero fuera
atropellado. El choque lo hizo retornar,

abruptamente, al cuerpo, dejándolo profundamente
trastornado.
Ante los hechos expuestos, se llega a la conclusión de
que el animal es una monumental incógnita. ¿Qué es
el hombre? Indaga el filósofo; ¿Qué es el animal?
Indagamos nosotros a la Sra. Moeckel, en momento
dado de pesquisa con el perro Rolf. Le pregunta a
través de golpes: ¿Lo que eres tú? _Un fragmento del
alma original. ¿Y yo? _Tú eres también un fragmento.
No fue realmente sin razón que Titus Burkhardt
proclamó: “El animal no es otra cosa sino una forma
o modo del Espíritu Universal, a pesar de que el
hombre no lo reconozca como tal”

SESIONES DE MATERIALIZACION
DE ANIMALES
En la Encyclopeadia of Psychic Science, de autoría
del Dr. Nando Fodor vienen citados los nombres de
los más importantes médiums, cuyas facultades
especialísimas, posibilitaron materializaciones de
diversos representantes del reino animal. Entre estos
sensitivos, se destacan: Franck Kluski (pseudónimo),
notable poeta y Juan Guzick, hombres simples y de
cultura limitada, ambos nacidos en Polonia, país de
Europa Central.
Jan Guzik se ofrecía perfectamente, a la
materialización de perros y de algunos animales de
apariencia extraña que los pesquisidores no
conseguían clasificar. Franck Kluski, a su vez,
posibilitaba la materialización de aves de rapiña, de
pequeños animales salvajes hasta los de gran aporte.
Varios de eso animales fueron fotografiados durante
las sesiones realizadas en las décadas de 1920 a 1930

Los resultados de las pesquisas con Franck Kluski,
vienen relatados en la Revue Métapsychique. En el

fascículo de Julio/Agosto de 1921, el Dr. Gustave
Geley, que asistió a las sesiones, anunció la
publicación de las actas respecto del extraordinario
fenómeno de las materializaciones de animales, en los
términos que siguen: “las materializaciones de formas
animales no son raras con Kluski. En las actas de las
sesiones realizadas en la Sociedad de Estudios
Psíquicos de Varsovia. Hay registro de
materializaciones de una gran ave de rapiña,
aparecida en varias sesiones y fotografiad; después un
ser raro, una especie de intermediario entre el mono y
el hombre (pitecántropo). El es descrito como
teniendo la altura de un hombre y una cara simiesca,
más con una frente desarrollada y recta, cara y cuerpo
cubierto de pelos, brazos bien largos, manos gruesas y
largas. Se muestra siempre mudo, agarra la mano de
los asistentes y las lame como haría un cachorro. Ese
ser, que fuera llamado el “pitecántropo” (7) se
manifestó varias veces.
En la sesión del 20 de Noviembre de 1920, uno de los
asistentes sintió su gran cabeza peluda apoyarse
pesadamente en su hombro derecho. Esa cabeza era
hornada de cabellos duros y desagradables. Un olor a
“perro mojado” se desprendía de esa criatura.
Esa entidad siempre dócil, mostraba cierta
animosidad contra la gatica de la Sra. Kluski, de
nombre Frusia, que se acostaba en las rodillas de la

Sra. Grzelak. La materialización paró los pelos y las
orejas de la gatica, que comenzó a afligirse y a
maullar. Finalmente, muy espantada saltó a las
rodillas de la Grzelak y se fue a refugiar encima del
sofá entre las personas que ahí se hallaban y no se
movió más.
En lo concerniente a la materialización de la gran ave
de rapiña, el acta de la sesión realizada el día 7 de
Septiembre de 1920, informa: A las once horas y
veinte minutos, se vio un gran pájaro, bien
materializado y bien iluminado. La Revue Spirite
(Enero/Febrero de 1923) divulga la fotografía del ave
de que trata el ave antes citada y que fuera vista sobre
el hombro izquierda del médium, con sus grandes
alas abiertas y el mirar penetrante dirigido a los
experimentadores.
El profesor Ernesto Bozzano así mismo como el Dr.
Gustave Geley, ambos apóstoles de espiritismo
experimental, jamás alimentaron la esperanza de que
las pesquisas en torno de la materialización del alma
humana y del alma animal encontrasen la aceptación
plena de la comunidad científica europea y de más
allá del mar. Admite entonces, el ilustre maestro de
Turín: “Preveo la objeción que podrá hacérseme al
respecto: la de que los fenómenos de materialización
humana, tanto los fenómenos de materialización
animal, son explicables por la hipótesis ideoplástica es

suficiente para considerar ciertas modalidades
rudimentarias de materializaciones humanas y
animales, ella es verdaderamente la causa de esos
fenómenos, sería, al contrario, absurdo e insuficiente
extender esa explicación a la clase entera de los
fenómenos considerados. A ese respecto, nunca será
bastante repetir que Animismo y Espiritismo son dos
términos inseparables de un mismo problema y que
por consecuencia en las manifestaciones de todas las
especies, se halla forzosamente en el aspecto de
modelos de manifestaciones que son, en parte
anímicas y en parte espíritas. Y no podría ser de otro
modo y es un absurdo pretender lo contrario,
considerando que, en ambos casos, el espíritu que
opera es el mismo, con esta diferencia sin embargo,
en un caso, el se halla en condiciones de encarnado y
en el otro de desencarnado. (Ver ¿Gli Animali Hanno
Alma?)
En el libro Ghosts in Solid (Fantasmas Sólidos) el
pesquisidor y zoólogo Gambier Bolton describe una
enorme foca, también vista poa Lorde Wolseley,
relata que todos oyeron una voz aguda, la cual la
dueña de la casa (donde se realizaba la experiencia)
identificó como la de su papagayo, que antes de
morir, vivía en aquella sala. Las palabras por él
pronunciadas en la sesión eran las que aprendiera en
vida. En seguida un pequeño animal conocido
sólamente por una de las asistentes, la Sra. H…..,

apareció latiendo, corrió por la sala. Retornó unas
diez veces, quedándose cerca de diez minutos. Antes
de despedirse y no más volver, el perro, atendiendo al
llamado de la Sra. H…., subió a su regazo y allí se
acostó por algunos segundos. De repente se levantó
para irse, sin embargo una de sus patas quedó presa
en encaje del vestido. El animal luchó para liberarse
consiguiendo escapar sólamente tras rasgar el tejido.
Cuando los trabajos fuero acabados. Uno de los
pesquisidores examinó el rasgón y notó que algunos
pelos, presos en el encaje. La Sra. Los identificó como
iguales a los del animal y un naturalista examinó la
autenticidad de los mismos. Los pelos fueron
colocados sobre un papel de seda, envueltos puestos
en una caja lacrada. Después de algunos días,
comenzaron a disminuir de tamaño y por último
desaparecieron. En cuanto a la foca, afirma el Dr.
Gambier Bolton que, cierto día, recibió una petición
de un subastador para que fuera a ver una foca que
acababa de llegar. Estaba muy mal, sufriendo de una
herida causada por el arpón y la mudanza del
ambiente. Estaba acostada en una cesta,
completamente postrada. Viendo el lamentable
estado, el zoologísta resolvió llevarla para el
zoológico. Lo que fue hecho inmediatamente.
En aquella misma tarde el Dr. Bolton fue al zoológico
para ver como la foca la estaba pasando y descubrió
que ella había sido colocada en el tanque con otras

focas. El animal que pareció reconocerlo lo miró
detenidamente. Poco tiempo después la foca murió.
Diez días más tarde, el Dr. Bolton compareció a una
sesión, donde diversas personas de destaque científico
y social se reunían para observar las experiencias que
serían llevadas a efecto, bajo riguroso control. De
repente la médium, en trance gritó: “Saquen ese bicho
de aquí. Me está sofocando”. Y de la cabina donde
ella estaba, Salió una foca que se arrastró por la sala
hasta llegar cerca del Dr. Bolton, donde quedó por
algunos instantes para después desaparecer. El Dr.
Bolton la identificó (como siendo la que el visitara,
por dos veces en el zoológico). ¿Estaría la foca
agradeciendo, al pesquisidor, el gesto de solidaridad?
Siendo en sí mismo y lo fue sin duda, la evidencia de
que los animales poseen extraordinario sentido de
percepción, reconociendo por algunas silenciosas
actitudes, que despertara no solo piedad, también
amor.!

MANIFESTACIONES DEL ALMA
ANIMAL EN EL MOMENTO DE LA
MUERTE.
Afirma el profesor Ernesto Bozzano que los hombres
de ciencia, que profesan convicciones materialistas
sustentan que el alma de los animales, como la de los
hombres, siendo una simple función del órgano
cerebral, deja de existir cuando ese órgano cesa de
funcionar por fuerza de la muerte. Nada de
inconsecuente en esa teoría por la cual el destino de
los animales es igualado al de los hombres, sin
embargo, inconsecuencia existe, al contrario, entre los
creyentes en la existencia del alma humana que
suponen que el alma de los animales es muy
imperfectamente organizada para sobrevivir a la
falencia del cuerpo y que, por eso, ella se disuelve en
sus elementos constructivos, dispersándose
prácticamente en la nada, precisamente como lo
afirman los materialistas.
Los hechos ya relatados a continuación testimonian,
por sí solos, lo contrario, esto es, la proyección del
alma animal en la dimensión imponderable, tras la

muerte, donde ella preserva sus fundamentales
características.
En los Proceedings of the Society for Psychical
Research, SPR, de Londres, Inglaterra, se inserta el
siguiente caso, narrado por la Sra. Mary Bagot: “en
19….nos hallábamos en el Hotel des Alglais, en
Menton. Había dejado en mi casa, en Norfolk, un
perrito foxterrier amarillo y negro llamado Judy, mi
gran favorito y lo confiara a los cuidados de nuestro
jardinero. Cierto día, cuando me hallaba sentada a la
mesa del restaurante del hotel, a la hora del almuerzo,
percibí, de repente, que mi perrito atravesaba la sala y
sin reflexionar, grité: ¿“cómo es que usted está aquí,
Judy? No había, entretanto, ningún perro en el lugar.
En breve estaba en la casa de mi hija, que se hallaba
en la cama y le conté el hecho. Algunos días después,
recibí una carta en la cual me era narrado que Judy,
después de haber salido de mañana, con el jardinero
para hacer sus paseo habitual y no estando muy bien,
fuera alcanzado por un mal súbito, a la hora del
almuerzo y murió en media hora.”
La hija de la Sra. Bagot, Sra. Wodehouse, a pedido
del profesor Fredirec Myers, de la SPR, le envió el
diario del que tomara nota durante su estadía en
Menton.

El astrónomo francés Camille Flammarion llevó a la
publicación en los Annales des Science Psychiques,
de 1921, a él narrado por el Sr. G. Graeser, residente
en Lausane, Suiza, entusiasmado por la lectura del
libro L´inconnu et les Problémes Psychiques, del
extraordinario creador de Juvisy: “Un poco solitario,
amando el estudio y no el mundo, no tengo amigos,
más tuve uno sólo: un perro, que era más inteligente
que muchos hombres. Era mi guardián. Durante la
noche, cuando quedaba solo y contemplando el cielo,
el estaba fielmente acostado a mis pies, con su espeso
pelo (era un san Bernardo) me cubría las piernas, de
forma que me era difícil moverme, cuando precisaba
seguir la marcha de una estrella. Si estaba en mi
cuarto leyendo, él se quedaba sentado, mirándome y
yo diría que me estaba comprendiendo.
En Diciembre de 1910, precisamente en el día 14, mi
mamá llevó a mi Boby con ella. Debo advertir, ante
todo, que tenía la desagradable costumbre cuando
alguien se aproximaba, de mostrarse para él un tanto
agresivo; en segundo lugar, cuando yo cuestionaba
con mi papá, él tomaba parte de la disputa y se
colocaba seriamente a mi lado.
Por motivo de una queja muy grave, mis parientes
resolvieron mandarlo matar. Aconteció a las 19 horas
y treinta minutos. Estaba en mi cuarto y oí abrirse la
puerta (él la abría solo) y vi aparecer a Boby, con aire

de sufrimiento. Grité: ¡Ven, Boby!, sin levantar los
ojos, él no me obedeció. Repetí la orden y él vino, se
refregó en mis piernas y se acostó en el tapete. Quise
acariciarlo, más…. Él desapareció. Me precipite fuera
del cuarto y telefoneé a Lausane y supe que Boby, a
las 19 horas y 30 minutos fue eliminado en el
matadero local, por iniciativa de mi familia. No
contuve la fuerte emoción y me desmaye….
Tal es la historia de mi Boby. Es de notar que en el
mismo instante en que él era abatido, yo lo veía con
mis propios ojos. Y lo que aparta cualquier idea de
alucinación eran los hechos del animal abriendo la
puerta, con su cuerpo y sentir su pelo abundante y
suave rozar mis piernas….
Camille Flammarion solicitó a un profesor de la
Universidad de Lausane, su amigo, que investigara el
episodio narrado por el joven G. Graeser. El
resultado demostró la veracidad del relato,
destacándose el acontecimiento del fenómeno de
aparición del duplo animal, exactamente en el
momento en que violentamente (decapitado) fallecía.
El profesor Ernesto Bozzano, analizando el caso,
destaca el fenómeno físico de la puerta que fuera
abierta por el perro. Observa apropósito, que, varias
veces, episodios en los cuales el que percibe ve abrirse
una puerta y entrar un fantasma, casi siempre la
puerta es encontrada cerrada, tras el inusitado

acontecimiento. No se trata, entonces, de una
alucinación, más si de un típico fenómeno de
aparición estereológica (8), del espíritu de un animal,
lo que confiere extraordinaria ayuda al principio de la
sobrevivencia del ser, sea el racional o el irracional.
La Revue Scientifique et morale du Spiritisme (1920)
inserta el intrigante caso de la Sra. Camier, que ahora
sometemos a la reflexión del preciado lector: “Yo,
poseía una bellísima gata Angora, de largo pelo
blanco, manchado de gris y de ojos verdes rodeados
de negro. Era mansa y tierna y todo el mundo la
admiraba, más tenía un defecto: que todas las noches
intentaba huir para ir a pasear. El patio de la casa en
yo moraba estaba dividido en dos por un enrejado y
ella se escapaba saltando por encima de el. Cierta
noche llegué al patio a tiempo de agarrarla cuando se
preparaba para saltar la reja. La tenía apenas apretada
en mis brazos, cuando tuve la sorpresa de percibir
otra gata angora, en todo igual a la mía, que saltaba
por encima de la reja. En aquella ocasión nada sabía
de la Doctrina Espírita y miré al otro lado de la reja
para cerciorarme de ese hecho extraño, aunque
sabiendo que, en toda la manzana, no existía una gata
semejante a la mía, más del otro lado nada vi. Más
tarde, ya teniendo algún conocimiento del
Espiritismo, comprendí que mi gata estaba en aquel
momento, de tal modo poseída por la idea por la idea

de huir, que su duplo (periespíritu) se liberó con tal
fuerza que pudo aparecer substancial.
“Algún tiempo después ella enfermo y me vi en la
necesidad de confiarla a los cuidados de un
veterinario. En la noche en que ella murió, sentí,
positivamente, a mi gata agarrar, con sus uñas, mi
cobija y subir a la cama, como lo hacía
habitualmente, impresión tan real que extendí
instintivamente la mano para cerciorarme de que no
estaba engañada. En la mañana del día siguiente fui a
la casa del veterinario, donde supe que mi gata había
muerto durante la noche, siendo su último
pensamiento evidentemente para mí”.
El caso es notable, sin duda, aunque el ilustre autor
de La Crisis de la Muerte considere que la Sra.
Camier había visto no el periespíritu del animal, más
la “imagen – pensamiento” existe en la mente de la
gata, esto es, una objetivación de forma, según
preconizan los simpatizantes de la Teleplastia,
término propuesto por René Sudre, más rechazado,
por el Dr. B. G. Tsinoukas, por ser
“etimológicamente impropio”, inexacto y de ninguna
necesidad científica.
(8) Estereológica (del griego stéreo : sólido) aparición que adquiere las propiedades de la
materia resistente y tangible. Se dice por oposición a las apariciones vaporosas y bajas,
que son impalpables. Las apariciones estereológicas presentan temporalmente a la vista
y al tacto las propiedades de un cuerpo vivo. (Instrucciones Prácticas sobre las
Manifestaciones Espíritas, 1858, obra segunda de la Codificación Espírita).

A pesar de que se interprete el fenómeno como una
proyección mental, queda patente que los animales
así como los hombres, pueden crear formaspensamiento,
cutos mecanismos son una incógnita.
Por otro lado, sobresale el registro de la presencia del
alma animal en el cuarto de la Sra. Camier, en el
instante de su desencarnación en la clínica
veterinaria, comprobando una vez más, la
sobrevivencia, post morten, del ser, no obstante,
¡irracional!.
Casos semejantes a los que anteriormente sometemos
al análisis del apreciado lector pueden ser
encontrados, con las debidas justificaciones en la obra
Phantasmas of the living, en dos volúmenes, de
Edmund Gurmey (1847-1888), uno de los
fundadores, al lado de Frederick W. H. Myers y
Henry Sidqwick, de la Society for Psychical Research,
de Londres.

UN CASO EN LA BAHIA
Este caso aconteció en la ciudad de Salvador, Bahía,
en el año de 1993, siendo relatado por el Sr. Giuseppe
Aprile, hijo de italianos, radicados en la primera
capital de Brasil. Al episodio nada le falta respecto a
los que son referidos en las obras de los grandes
pesquisidores psíquicos del siglo XIX y de nuestro
siglo. He aquí el relato:
“En el día 24 de Julio de 1993, al despertar a las 4 de
la mañana, en el Hospital Santa Isabel, Enfermería
San Luis, cuarto 9, cama 9A, me recuperaba de una
cirugía en la columna, estaba sin que hacer cuando,
cuando a las 5 y 15 de la mañana, oí un golpe en la
ventana del cuarto. Pensé en un mango (el hospital
queda prácticamente en medio de varios y frondosos
árboles de mango). Instintivamente miré en dirección
del barullo y para mi sorpresa, en la reja de madera
que queda del lado de afuera de la ventana, estaba un
pájaro igualito al mío que se encontraba en mi casa,
en la transversal Gabriel Soares, No 117, Largo dos
de Julio, en la ciudad de Salvador Bahía. El pájaro
demoró allí unos cinco minutos, volando enseguida

en dirección a los mangos, desapareciendo en el aire
como el humo.
Me invadió una extraña e indefinible sensación de
tristeza… Me acordé de inmediato de mi pájaro…
“Pasé el resto de la mañana dominado por aquella
extraña sensación de tristeza. Cuando mi mujer me
vino a visitar en la tarde me dijo, pesarosa que el
pájaro estaba muerto. Lloré muchísimo, la pérdida
del querido animal. El falleció justamente en el
mismo instante en que apareció en la ventana del
hospital. Vino a visitarme, antes de partir para el más
allá, cumpliendo los designios superiores del proceso
de evolución al que todos los seres se hallan
vinculados”
Un hecho interesante aconteció: el cuerpo inanimado
del pájaro se conservó, intacto, por varios meses…

LA SOBREVIVENCIA DEL ALMA
ANIMAL
La Light, (Revue Scientifique et Morale du
Spiritisme), siempre una fuente notable de pesquisa,
inserta estas sensatas palabras de pesquisidor
psíquico: “En el que toca a la sobrevivencia del alma
animal, observé un hecho curioso. Yo estaba enfermo
y recibía la visita de un gato, que pertenecía a mi
propietaria. Todas las tardes, antes de obscurecer,
venía el animal a mi cuarto, daba una vuelta por él,
con aire solemne y se retiraba. Me dijeron un día, que
habían matado el gato, más el hecho me adormeció el
espíritu y todas las tardes, el garo aparecía como de
costumbre. Entretanto me acordaba de que el gato
estaba muerto. Como en esa época no sabía nada de
los hechos psíquicos y veía, sin embargo, el gato
distintamente; pensé que los sufrimientos me estaban
tornando loco, más al cabo de algún tiempo dejé de
recibir la visita del felino”
Estas apariciones tienen un carácter objetivo porque
muchas veces son vistas simultáneamente por varias

personas. De esto resulta que la sobrevivencia del
alma animal se apoya sobre bases admisibles.
La médium E. d´Esperanza, conocidísima de los
estudios de la fenomenología espiritual, cuenta, en la
revista Light, (Octubre de 1904) un caso de visión del
fantasma animal: “cierto día, cuando paseaba, con
sus perros, intentó penetrar, en un pequeño bosque,
por uno de sus flancos.
“Mis perros, dice ella, rechazaron obstinadamente
entrar en el bosque, se estiraban en el piso, colocaban
el hocico entre las piernas y quedaban sordos a las
persuasiones y amenazas. Si me encaminaba para
otra dirección, ellos me seguían luego alegremente,
más, si yo persistía en entrar en el bosque, me
abandonaban y se dirigían corriendo para la casa,
tomados de una especie de pánico.
Contando este hecho a una amiga, me dice ella que
los campesinos consideraban ese lugar como
encantado y que los animales domésticos temían
pasar por allí.
Un día mi amiga y yo fuimos a dar un paseo.
Llegamos al bosque, por el cual entramos del lado
oeste, caminando tranquilamente. Fui la primera en
voltearme y vi un novillo, de color rojo, oscuro….

Hice una exclamación de espanto y el animal se
escondió luego en el bosque, del otro lado de la
vereda. Cuando él penetraba en el bosque cerrado,
extraño destello rojizo se le desprendía de los ojos
grandes: se diría que lanzaban llamas. Era la hora de
la puesta del sol, que dirigía sus rayos en línea recta
horizontal.
Después de aquella época, pocos días pasaron sin que
yo estuviese atravesando el bosque, a pie o acaballo y
sólo a pocas semanas atrás, encontré el misterioso
becerro.
Era un día sofocante y me dirigí hacia el bosque, a fin
de encontrar allí un abrigo del sol y de los reverberos
deslumbrantes de la carretera. Estaba acompañada
por dos perros pastores y por un terrier. Al llegar al
límite del bosque, se agacharon, de repente,
rehusando continuar el camino, al mismo tiempo que
ejercían todo el arte canino de persuasión para que yo
me dirigiese a otro lugar. Viendo que o persistía en ir
al frente, acabaron por acompañarme, mas con visible
repugnancia, todavía, algunos instantes después,
parecían olvidar todo y yo continuaba, tranquila mi
camino, cogiendo moras. En un momento dado, los
vi devolverse corriendo para venirse a esconder,
trémulos, gimiendo a mis pies. No podía comprender
aquello, cuando de repente, oí atrás de mi un furioso
tropel que se aproximaba rápidamente, antes que

tuviese tiempo de retirarme vi llegar un rebaño de
gamos. Espantados, en carrera desenfrenada, hacían
poco caso de mí y de los perros, que estaban a punto
de lanzarme al suelo. Mire entorno espantada, a fin
de descubrir la causa de ese pánico y percibí un
novillo, rojo, oscuro, que desandando, se metía en la
maleza. Los gamos se retiraron rápidamente. El
resultado de nuestras investigaciones revelo que el
becerro de gas flamante no era un animal común,
terrestre, más un ser del mas allá…
Por último en la revista “Light” está impresa la
historia siguiente contada por el Dr. Charles L.
Tweedale: “mi tía L. murió en 1905 y su perro
predilecto, animalito ardiente y enérgico murió
algunos años antes. En agosto, la tía L. comenzó a
aparecer en mi casa a plena luz tanto de noche como
de día y fue vista por todos los moradores de la casa.
Muchas veces, esas apariciones eran acompañadas de
aullidos y latidos que nos espantaban mucho. En fin,
el misterio fue revelado por la aparición al lado de la
tía L. ...de su perro favorito se vio el animal dos veces
al mismo tiempo que la dueña. En cierto numero de
ocasiones el fue visto solo a pleno día, tanto por mi
mujer como por los criados y por mis hijos. Cierta
vez, lo vieron al mismo tiempo cuatro personas; era
un día claro y mi hijita la más joven quedo tan

convencía que lo buscaba bajo la cama, donde el
parecía haber desaparecido.
Algunos de los que vieron el fantasma, no habían
conocido el animal en vida, ni fotografía de él, ya que
no existía. Entretanto las descripciones, que hacían
coincidían, absolutamente y estaban de acuerdo como
había sido el animal”.
“La visión colectiva del perro y la audición de sus
latidos, comprobaban sin equivocaciones, la
sobrevivencia del alma animal.”
Gabriel Delanne, en Reencarnación, relata un caso
que él presentó en el congreso de Londres en 1958.
El autor del Espiritismo ante la Ciencia manifiesta su
duda en cuanto a saber si se trata de una
manifestación del animal póstumo o vivo. Más una
cosa es cierta: en unjo u otro caso, la materialización
es cierta.
“L.Dassier se refiere al testimonio de un agricultor
que, entrando en su casa, en hora avanzada de la
noche, vió un burro que paseaba en un campo de
avena. El burro dejó que se le aproximara y el
agricultor lo retiró del campo, sin resistencia. Llegó, a
sí mismo, hasta la puerta de la caballeriza, más
cuando se disponía abrirla, la bestia desapareció de
sus manos, como una sombra que se esfuma. Con

mucha atención miró en torno, más no vió nada.
Lleno de terror, entró precipitadamente en la casa y
despertó al hermano para revelarle la aventura.
Al día siguiente, fueron al campo para saber si tan
extraordinario ser había causado grandes estragos,
más encontraron el sembrado intacto. El animal
misterio pastó una avena imaginaria. La noche era
bastante clara para que el agricultor pudiese haber
visto, distintamente, los árboles y los arbustos, a
muchos metros de la carretera.”