viernes, 22 de abril de 2016

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS - El número de Oro, La Divina Proporción



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Todo, en el universo tiene un orden, precisión, armonía, inteligencia y una perfección tal, que supera inmensamente la comprensión humana. Con el avance de la tecnología, lo que antes era un enigma va descifrándose poco a poco ante los hombres de ciencia que la estudian, quienes se admiran cada vez que penetran algún enigma, porque surgen nuevos y mayores enigmas por descifrar ampliándose inmensamente el campo de estudio.
Para el hombre común, basta detenerse un instante ante cualquier manifestación de la naturaleza por pequeña o insignificante que esta pueda parecer, para darse cuenta la inmensa sabiduría que la naturaleza posee en si misma, y de la que un hombre de buen discernimiento jamás admitiría el absurdo de creer que tal organización surgió de la nada y que la nada creó algo y que este algo de manera fortuita se organizó formando la maravillosa e inteligente Obra Universal.
Sin embargo, el orgullo de ciertos hombres de ciencia se revela ante la posibilidad de rendirse a admitir una inteligencia superior a la suya, que sea la causa primera de toda creación universal, y tratando de sustentar su necedad por la ceguedad de su orgullo, caen en la pueril presunción de atribuir al azar la causa de todo lo que existe, sabiendo incluso que el azar no es un ser inteligente, y que una combinación fortuita para la formación integral del universo se opone enormemente al azar en base a la ley matemática de probabilidades.

LEY DE CAUSA Y EFECTO

En el capítulo primero, Ítem 4, del Libro de los Espíritus de Allan Kardec, bajo el título:
PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS” realiza a los Espíritus Superiores la siguiente pregunta:
“-¿Dónde puede encontrarse la prueba de la existencia de Dios?
Respondiendo a esta interrogante los Espíritus dicen:
– En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: no hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es obra del hombre, y vuestra razón os responderá.”.
Entre otras reflexiones del Libro de los Espíritus tenemos que,
“...para creer en Dios basta pasear la vista por las obras de la Creación. El Universo existe; luego tiene una causa...”;
“...dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto tiene una causa y sentar que la nada ha podido hacer algo...”.
“...Se puede admitir que un efecto inteligente proviene de una causa inteligente, de la misma forma como se juzga la potencia de la causa por la potencia del efecto...”.
“...La armonía que regula las actividades del Universo revela combinaciones y fines determinados y por lo mismo, un Poder Inteligente. Atribuir la formación primera al acaso sería un contrasentido, porque el acaso es ciego y no puede producir los efectos de la inteligencia. Un acaso inteligente no sería ya el acaso...”.
“...Por su obra se conoce al artífice; la inteligencia de Dios se revela en sus obras, como la de un pintor en el cuadro; .... se juzga de la potencia de una inteligencia por sus obras y no pudiendo ningún ser humano crear lo que la Naturaleza produce, la causa primera es una inteligencia superior a la Humanidad...”
“...Cualquiera que sean los prodigios hechos por la inteligencia humana, tiene su causa en esta misma inteligencia y cuanto más grande sea lo que ella haga, tanto mayor debe ser su causa primera... Esta inteligencia es la causa primera de todas las cosas, cualquiera que sea el nombre con el cual el hombre la designe...”

EL CÓDIGO DE FIBONACCI Y LA RAZÓN AUREA EN LA NATURALEZA.

Existe en la misma naturaleza una marca distintiva, un número o mejor aún, un código que identifica y prueba una creación inteligente. En el llamado código oserie de Fibonacci y que nos lleva consecuente al número de oro, el que hasta ahora es un misterio indescifrable para los sabios y matemáticos porque se encuentra en toda la Obra Universal.

LEONARDO DE PISA, FIBONACCI
Matemático italiano recordado por que fue quien trajo de la India y Arabia nuestro sistema numérico actual, en una sociedad que no usaba el cero, pero es mas recordado por que fue el primero que descubrió y estudió la conocida serie de Fibonacci, llamada así en su honor, esta es una sucesión donde cada número es el resultado de sumar los dos que lo preceden. Así, la primera y más básica serie de Fibonacci sería:
1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233...
Lo interesante de las series de Fibonacci es que prácticamente cualquiera (con la sola condición de que domine la aritmética básica) puede investigarlas, descubrirles nuevas propiedades y desarrollar teoremas propios, inéditos y curiosísimos sobre ellas.
Las aplicaciones de los números de Fibonacci son también, al parecer, infinitas: se utilizan en generación de números al azar, en la búsqueda de valores máximos y mínimos de funciones complejas de las que se ignora la derivada, en trabajos de clasificación de datos, en recuperación de información en computadoras, y mil etcéteras más.
Las series de Fibonacci o sus correspondencias aparecen en toda la naturaleza y tienen propiedades extrañísimas, quizás una de las más curiosas, es que el cociente de dos números consecutivos de la serie converge rápidamente hacia número de oro
Podemos hallar la razón áurea o los números de la serie de Fibonacci en toda la naturaleza desde el átomo, hasta los agujeros negros y galaxias.
¿UN NÚMERO ORO?
Al número de oro se lo conoce también como "razón dorada", "sección áurea", "razón áurea" y "divina proporción". Tiene un valor de (1+ raíz de5)/2, es decir, 1.61803..., y se nombra con la letra griega Phi.

El número áureo fascinó como la medida perfecta de belleza a griegos y renacentistas, quienes lo utilizaron en matemática, arte, arquitectura, música etc…
LA ESPIRAL LOGARITMICA
Si tomamos un rectángulo áureo ABCD y le sustraemos el cuadrado AEFD cuyo lado es el lado menor AD del rectángulo, resulta que el rectángulo EBCF es áureo. Si después a éste le quitamos el cuadrado EBGH, el rectángulo resultante HGCF también es áureo. Este proceso se puede reproducir indefinidamente, obteniéndose una sucesión de rectángulos áureos encajados que convergen hacia el vértice O de una espiral logarítmica.
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Esta curva ha cautivado, por su belleza y propiedades, la atención de matemáticos, artistas y naturalistas. Se le llama también espiral equiangular (el ángulo de corte del radio vector con la curva es constante) o espiral geométrica (el radio vector crece en progresión geométrica mientras el ángulo polar decrece en progresión aritmética). J. Bernoulli, fascinado por sus encantos, la llamó spira mirabilis, rogando que fuera grabada en su tumba.
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PHI EN LA NATURALEZA 
La espiral logarítmica vinculada a los rectángulos áureos gobierna el crecimiento armónico de muchas formas vegetales (flores y frutos) y animales (conchas de moluscos), aquellas en las que la forma se mantiene invariante. El ejemplo más visualmente representativo es la concha del nautilus.
Podemos encontrar el número áureo en los distintos seres que pueblan la naturaleza, entre ellos el hombre.
La sucesión de Fibonacci Y Las Partes Corporales De Humanos Y Animales
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Leonardo Da Vinci realizó este dibujo para ilustrar el libro De Divina Proportione del matemático Luca Pacioli editado en 1509. En dicho libro se describen cuales han de ser las proporciones de las construcciones artísticas. En particular, Pacioli propone un hombre perfecto en el que las relaciones entre las distintas partes de su cuerpo sean las del dibujo adjunto. Resulta que la relación entre la altura del hombre y la distancia desde el ombligo a la mano es el número áureo.
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En el cuerpo humano el número áureo aparece en muchas medidas: la relación entre las falanges de los dedos es el número áureo, la relación entre la longitud de la cabeza y su anchura es también este número.
La relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos.
La relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla.
La relación entre las divisiones vertebrales.
La relación entre las articulaciones de las manos y los pies
La longitud de la cabeza y su anchura.
La relación entre la boca, nariz, ojos, etc.. en la cara.
clip_image009La mano humana es, una serie de Fibonacci. 
La longitud del metacarpo es la suma de las dos falanges proximales; la longitud de la primera falange es la suma de las dos falanges distales, por ende guardan la proporción áurea.

Genealogía y Genética
También podremos observar los números de Fibonacci y el número áureo en la genética, en los códigos genéticos y los espirales cromo somáticos de los seres vivos.
Así también en los árboles genealógicos, por ejemplo en el estudio de poblaciones idealizadas de conejos, vacas y abejas. El número de descendientes en cada generación de una abeja macho o zángano nos conduce a la sucesión de Fibonacci, y por lo tanto, al número áureo.
clip_image010Según se sabe, una vez inseminada la abeja reina por un zángano (de otro enjambre), aquella se queda en su colmena y ya no sale más, dedicándose a la puesta de huevos que ella misma va fecundando o no, dando origen así a abejas obreras, o bien reinas, en el primer caso y machos o zánganos en el segundo. Si observamos el árbol genealógico (figura 1) de un zángano, podemos ver como el número de abejas en cada generación es uno de los términos de la sucesión de Fibonacci.
La construcción de los panales de abejas también tienen relación con las series de Fibonacci: si se observan las celdas hexagonales de una colmena y se coloca a una abeja en una cualquiera de ellas, y se le permite alimentar a la larva, suponiendo que continuará siempre por la celda contigua de la derecha, veremos que hay sólo una ruta posible para la siguiente celdilla; dos hacia la segunda, tres hasta la tercera, cinco hasta la cuarta, ocho rutas posibles hacia la quinta, etcétera.

BOTÁNICA
clip_image011"Los botánicos han demostrado que las plantas crecen a partir de un pequeño grupo de células situado en la punta de cada sección que crece: ramas, brotes, pétalos y otras. Las células crecen y se ordenan en espiral: cada una se "dirige" a una dirección manteniendo un cierto ángulo en relación al punto central, y ese ángulo de rotación corresponde al número áureo. Por tanto el número de brotación será un número del código Fibonacci, así, por ejemplo, el lirio tiene 3 pétalos, algunos ranúnculos 5 o bien 8, las margaritas y girasoles suelen contar con 13, 21, 34, 55 o bien 89.
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El número de espirales en numerosas flores y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión: los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y 144.
Las margaritas presentan las semillas en forma de 21 y 34 espirales. Y cualquier variedad de piña presenta siempre un número de espirales que coincide con dos términos de la sucesión de los conejos de Fibonacci, 8 y 13; o 5 y 8
La parte de la botánica que estudia la disposición de las hojas a lo largo de los tallos de las plantas se denomina Filotaxia. En la mayoría de los casos es tal que permite a las hojas una captación uniforme de la luz y aire, siguiendo, normalmente, una trayectoria ascendente y en forma de hélice. Parece que el mundo vegetal viene programado en sus códigos genéticos del crecimiento los términos de la sucesión de Fibonacci.
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En el ordenamiento de las hojas en una rama.
Si tomamos la hoja de un tallo y contamos el número de hojas consecutivas hasta encontrar otra hoja con la misma orientación, este número es, por regla general, un término de la sucesión de Fibonacci.
Además, si mientras contamos dichas hojas vamos girando el tallo (en el sentido contrario a las agujas del reloj, por ejemplo) el numero de vueltas que debemos dar a dicho tallo para llegar a la siguiente hoja con la misma orientación resulta ser también un término de la sucesión.
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En el número de espirales que forman los granos de frutos como las piñas de pino; Las "hojas" de una piña de pino tienen, por regla general, una característica de 5/8 o bien 8/13, presentando propiedades similares las hojas de las lechugas, los pétalos de las flores, las ramas de las palmeras, el ficus, etc., ejemplos que se pueden comprobar fácilmente.

 

LA SUCESIÓN DE FIBONACCI EN LA MÚSICA, EL ARTE Y LA ARQUITECTURA 

 

 

El Numero Áureo es considerado como la medida perfecta de belleza por excelencia por tanto ha sido considerado en las obras de grandes genios de la música el arte y la arquitectura así tenemos:

 La relación entre las partes, el techo y las columnas del Partenón, en Atenas (s. V a. C)..

Las Pirámides de Ejipto están contruidas en base a las razones del número áureo

En las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta Sinfonía de Beethoven, en obras de Schubert y Debussý.

En los violines la ubicación de las efes (los “oídos”, u orificios en la tapa) se relaciona con el número áureo.

 

El número áureo aparece en las relaciones entre altura y ancho de los objetos y personas que aparecen en las obras de Miguel Ángel, Durero y Da Vinci, entre otros.


En la Física, Química y Astronomía.

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La razón áurea y la serie Fibonacci, se puede constatar en los fulerenos de los átomos, así como en las grandes espirales que forman las galaxias.
También la física parece adorar las sucesiones de Fibonacci. Si se colocan dos láminas planas de vidrio en contacto y se hace que unos rayos luminosos las atraviesen, algunos (dependiendo del ángulo de incidencia) las atravesarán sin reflejarse, pero otros sufrirán una reflexión. El rayo que no sufre reflexión tiene sólo una trayectoria posible de salida; el que sufre una reflexión tiene dos rutas posibles; el que sufre dos reflexiones, tres trayectorias, el que experimenta tres reflexiones, cinco, y así sucesivamente. Tenemos aquí nuevamente una serie de Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, 8...

Estos ejemplos bastan para probar el diseño inteligente de la Creación, y que para que los que aún tengan dudas, prueben que un código puede hacerse solo o al azar y repetirse infinitamente en el Universo.
El número Áureo una prueba mas de la existencia de Dios por su Obra Universal, marca sublime de la Inteligencia Suprema,  por su belleza, y pródigo amor que nos legó a la humanidad que poco a poco lo descubre en su ciencia.

LA MEDIUMNIDAD

“La Mediumnidad es una facultad humana, natural… Nada hay de sobrenatural en los hechos mediúmnicos, por más que sus leyes escapen todavía a una plena comprensión y no hayan encontrado el lugar apropiado en el acervo de los conocimientos científicos”.
             
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Introducción: Médiums y Mediumnidades
Enormemente complejo y en gran parte desconocido, continúa siendo el mundo de la mediumnidad. Aún así que tenemos suficientes informaciones contrastadas por la experimentación para conformar una visión general del asunto e, incluso, para el establecimiento de un sistema o método aceptable para el encauce y educación de las facultades mediúmnicas, algo que el Espiritismo ha hecho. Sin embargo otros varios aspectos del fenómeno de la mediumnidad  permanecen sin ser resueltos o aclarados  plenamente, entre ellos la intimidad de los mecanismos de su funcionamiento o la naturaleza de las energías envueltas en estos fenómenos.
Igualmente, otra cuestión pendiente es la del desentrañamiento completo de los procesos por el cual una entidad espiritual puede llegar a comunicarse, expresarse y actuar a través del cuerpo de un médium. No obstante, informaciones orientadas a la explicación de los mismos, se pueden encontrar en los tratados elaborados por los grandes investigadores de la mediumnidad y también en las comunicaciones reveladas por variados instructores espirituales a través de distintos médiums por todo el mundo.
Nos proponemos en el presente trabajo ofrecer algunas de esas informaciones y respuestas, especialmente las que tras un riguroso análisis nos parecen más fiables, interesantes y completas. Estas informaciones aportan, pensamos, una buena dosis de luz para acercarse a tan escurridizo asunto con cierta profundidad y dosis de verosimilitud; a todo ello uniremos algunas reflexiones y comentarios personales. Pero no puede olvidarse que muchas de esas informaciones hay que colocarlas todavía en el plano de las hipótesis. ¿Razonables? Creemos que sí, pero siguen siendo hipótesis, al fin y al cabo, a la espera de su definitiva verificación.
door_moonCONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA MEDIUMNIDAD
Definición de médium
La palabra “médium” proviene del latín y significa “intermediario”. Médium es, pues, aquel ser que puede actuar como “intermediario” o “puente” entre el mundo espiritual y el mundo físico. Tal como Allan Kardec lo expresa, “médium es toda aquella persona que siente, en mayor o menor medida, la influencia de los espíritus” . Afirma también el inmortal francés, que en la actual etapa de la humanidad raro es el ser humano que no sea portador de algún tipo de cualidad en este sentido, por lo que en adelante hablaremos, para ser más precisos y usar las palabras con mayor propiedad, de médium cuando esa capacidad se presente en un ser humano “en forma ostensible, bien caracterizada, evidenciando sus manifestaciones con cierta frecuencia e intensidad”.
Tipos de Mediumnidad
La mediumnidad puede ser consciente, semiconsciente o inconsciente, ya el médium tenga noción completa, parcial o nula de lo que transmite. Por esa razón también se suele hablar de mediumnidad consciente, semimecánica y mecánica.
Según la manera de manifestarse, la mediumnidad se divide en dos grandes grupos: 1º) De efectos intelectuales, y 2º) De efectos físicos.
La mediumnidad de efectos intelectuales abarca todos aquellos fenómenos donde predominan los aspectos psicológicos inteligentes. Entre estas mediumnidades hay que colocar a la psicofónica o parlante (también llamada a veces de “incorporación”), la escribiente o psicográfica, la vidente, la auditiva y la intuitiva.
La mediumnidad de efectos físicos incluye los fenómenos que comportan manifestaciones materiales visibles o tangibles, en especial la formación de cuerpos, aparición de objetos, así como su modificación estructural o traslado de lugar. Para conseguir estos efectos los médiums exteriorizan una substancia -el ectoplasma- que se combina con otras energías espirituales y naturales, bajo el influjo de la voluntad de los espíritus. Sus principales tipos son la tiptológica; de aportes; de ectoplasmia; de voz directa; de escritura directa; de levitación y la curativa.
Naturaleza de la Mediumnidad
En el “Libro de los Médiums”, de Allan Kardec , los espíritus ofrecen una respuesta que nos proporciona una importante pista acerca de la naturaleza de la mediumnidad:
“La mediumnidad, propiamente dicha, es independiente de la inteligencia tanto como de las cualidades morales del individuo…”.
Más adelante, en la misma obra , se puede leer este clarificador diálogo entre Kardec y una entidad espiritual guía:
“P.- El desarrollo de la mediumnidad ¿se opera en razón del desenvolvimiento moral del médium?
R.- No. La facultad, propiamente dicha depende del organismo. Es independiente de lo moral. No pasa lo mismo con el empleo de ella, que podrá ser mejor o peor, con arreglo a las cualidades del médium”.
56121_evening-of-mediumship-and-mbs-fair-in-aid-of-the-ronald-mcdonald-houseLos grandes investigadores que han estudiado estos asuntos son coincidentes al afirmar que las personas que manifiestan mediumnidad tienen, a diferencia de las que no la manifiestan, una especial facilidad paradislocarseparar odescentralizar sus principios constitutivos. Mientras en las personas “normales”, los lazos entre el organismo físico y el cuerpo periespiritual -otras escuelas lo llaman “cuerpo astral” o también “doble etéreo”- son muy estrechos, en los médiums estos lazos son muy flexibles. Ya Allan Kardec dijo que el conocimiento del periespíritu da las claves para una multitud de fenómenos.
El autor e investigador brasileño M. B. Tamassia, resume la cuestión de esta manera :
“A nuestro modo de ver, la mediumnidad proviene del desenfocamiento del cuerpo periespiritual, en relación al cuerpo carnal”.
Sir Arthur Conan Doyle, cuando se refiere a las facultades del gran médium norteamericano Andrew Jackson Davis, apunta: 
“La razón de esto tal vez sea que el cuerpo etérico o espiritual, que posee los mismos órganos que el físico, esté parcial o totalmente desprendido y registra la impresión”.
Por su parte, Gustavo Geley señala:
“¿Qué es un médium? El médium es un ser cuyos elementos constitutivos, mentales, dinámicos, materiales, son susceptibles de descentralizarse momentáneamente”. 
psychokinesisPodríamos ampliar más la idea anteriormente expuesta, idea que por todos los indicios que vamos reuniendo parece aproximarse a la verdad, añadiendo que esa capacidad para desenfocarse o separarse el cuerpo periespiritual del cuerpo físico en los médiums puede ser parcial o total y, dentro de lo parcial, puede afectar a una zona u otra del cuerpo espiritual en cada médium, de ahí que cada cual manifieste unas facultades u otras. En esta dirección parece apuntar también la entidad espiritual André Luiz en la obra“Evolución en dos Mundos”, recibida por los médiums brasileños Chico Xavier y Waldo Vieira, cuando en relación a la aparición de las mediumnidades en la historia humana, habla de “la comunión menos estrecha entre las células del cuerpo físico y del cuerpo espiritual, en ciertas regiones del campo somático…”. .
En la obra de la hemos tomado la anterior cita, abundando en la misma idea de fondo que ya quedó reflejada, André Luiz añade poco después:
“Cuanto menos densos son los hilos de ligazón entre los implementos físicos y espirituales en los órganos de la visión, más amplias las posibilidades en la clarividencia, prevaleciendo las mismas normas para la clariaudiencia y para las otras modalidades, en el intercambio entre las dos esferas, inclusive en las peculiaridades de la materialización…”. 
Mediumnidad Natural y ¿Mediumnidad de Prueba?
La mediumnidad natural es aquella que se presenta en un individuo como el corolario necesario a un progreso espiritual integral del ser. Este tipo de mediumnidad se caracteriza porque se exterioriza como un sentido más que se añade a los naturales en el individuo, sin que ello le cause ningún tipo de inconveniente. La forma más frecuente de este desarrollo armónico es una especie de intuición superior.
Por otro lado, es muy habitual encontrarse con seres que presentan capacidades mediúmnicas, pero cuya manifestación no suele ser en ellos apacible ni armoniosa, sino que aparece con signos descontrolados, a veces como un verdadero síndrome el cual, mientras no es reconocido, hace pensar al que lo padece y a los que lo rodean en la existencia de una enfermedad. Y en cierto sentido no están muy descaminados, de hecho casi podría considerarse así, una enfermedad -si bien en el fondo no lo es- del alma. Este tipo de mediumnidad suele ser portador de problemas como un mecanismo de la Gran Ley Universal de Amor y Justicia, para inducir al ser que la manifiesta a una labor reequilibradora de sí mismo. En la medida en que ese reequilibrio se consigue mediante una educación y mejora integrales del ser, aquella mediumnidad descontrolada se centra, se regula y se manifiesta sin sobresaltos. Pero, claro está, esto sólo es así cuando esas facultades son usadas para ayudar a los seres que rodean al médium, mediante un servicio fraterno y no con finalidades egoístas. La mediumnidad no es una facultad que se preste a la explotación egoísta, si es que el ser que la posee quiere llevar una vida en armonía.
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En el punto 220 de “El Libro de los Médiums”, se encuentran las siguientes interesantes preguntas y las respuestas dadas por los espíritus a Kardec:
“P.- ¿Con qué objeto ha dotado la Providencia a ciertos individuos de mediumnidad, de una manera especial?
R.- Se trata de una misión que se les encomienda, y de la que se sienten dichosos. Esas personas son los intérpretes  entre los espíritus desencarnados y los hombres.
P.- Sin embargo, hay médiums que sólo emplean su facultad de mala gana…
R.- Son médiums imperfectos. No conocen el valor del don que se les ha otorgado.
P.- Si es una misión, ¿cómo se explica que no sea privilegio de las personas de bien, sino que esa facultad haya sido concedida
a individuos que no merecen la mayor estima y pueden abusar de ella?.
R.- Precisamente, se les da porque la necesitan para su propio mejoramiento, a fin de que se coloquen en situación de recibir buenas enseñanzas. Si no la aprovechan, sufrirán las consecuencias…”.
En la misma dirección argumentativa, se señala más adelante:
“P.- Se ha dicho siempre que la mediumnidad es un don de Dios, una gracia o favor divino. ¿Por qué, entonces, no es privilegio de las personas de bien, y vemos a personas indignas que están dotadas de ella en el más alto grado, y la usan mal?
R.- Las facultades constituyen favores por los que se debe agradecer a Dios, puesto que hay hombres que están privados de ellas. Con ese criterio, podríais preguntar también por qué Dios concede buena vista a los delincuentes, manos diestras a los que hacen trampas en el juego y elocuencia a quienes se sirven de ella con fines impropios. Pues bien, lo mismo ocurre con la mediumnidad. Si seres indignos la poseen, es porque necesitan de ella más que otros, para mejorarse…”.
Creemos que en los anteriores párrafos los espíritus reflejaron a Kardec lo que otros autores espíritas posteriores han definido más exactamente como“mediumnidad de prueba“, designando con tal denominación al despertar prematuro de determinados centros psíquicos que los mentores espirituales conceden y provocan en algunos seres que se van a reencarnar, para que actúen en la vida física como médiums y mediante una actividad de servicio a los demás con el ejercicio de su facultad, reestablezcan parte de los desequilibrios generados por antiguos errores cometidos en otras vidas y, en consecuencia, progresen espiritualmente.
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Veamos ahora lo que dicen los espiritus sobre este particular:
“En el Más Allá existen departamentos técnicos especializados que ayudan a los espíritus a apresurar determinados centros magnéticos y vitales de su periespíritu, despertándoles provisoriamente la sensibilidad psíquica para poder recepcionar los fenómenos del mundo oculto cuando están encarnados. Ese es el mandato mediúmnico o facultad transitoria a título de “préstamo” otorgado por el Banco Divino. Pero también es un arma de doble filo, que exige severa postura moral en el mundo, pues tanto coloca a sus portadores en contacto con espíritus benefactores, como los sitúa fácilmente en la faja vibratoria de las entidades sombrías del astral inferior”.
Previendo algunas lógicas preguntas que asaltarían la mente del lector ante el contenido de las anteriores informaciones, este instructor espiritual se apresura a sacarnos de dudas y acto seguido precisa:
“Aunque la facultad mediúmnica parezca un privilegio que contraría el concepto de la Justicia y Sabiduría de Dios, esa concesión prematura otorgada al espíritu en falta, implica una mayor responsabilidad en el trabajo laborioso y espiritual. Por lo tanto no es una gracia “fuera de tiempo” que exime a las almas de las preocupaciones y obstáculos futuros en su evolución espiritual; es un empréstito que le permite resarcirse de sus faltas cometidas en el pasado, compensando el tiempo perdido con un servicio extraordinario. Los Mentores Siderales, apiadados de los espíritus demasiado gravados en sus cargas kármicas para el futuro, les ofrecen la oportunidad de reajustarse a la brevedad, a fin de lograr su propia ventura.” 
DesarrolloLa Educación Mediúmnica
Por todo lo que venimos diciendo, se deduce fácilmente la importancia trascendental que tiene la educación de los médiums, para que armonicen, centren, mejoren y aprendan a usar sus facultades en el sentido de convertirlas en una fuente de consuelo y de información veraz, en forma de servicio fraternal, para la ayuda y evolución de la humanidad. El establecimiento de un orden científico-racional, a la vez que altamente moral, para la educación de los médiums, ha sido una de las grandes aportaciones a la humanidad del Espiritismo. Y no es que antes de su aparición no hubiese escuelas que trabajasen en esta dirección positiva, pues este conocimiento no es reciente, viene de muy antiguo, desde aquellas antiquísimas “escuelas de misterios”… No, lo verdaderamente novedoso que ha aportado al Espiritismo, es la limpieza que ha hecho de las connotaciones míticas, supersticiosas y creencias dogmáticas que han rodeado este tema, colocando el asunto en el seno de la Ciencia y, por tanto, haciéndolo accesible a todos los seres humanos, porque la Ciencia es un lenguaje universal.
La educación mediúmnica, para ser completa y verdaderamente útil, debe abordarse al unísono en las siguientes tres vertientes: moral, cultural y técnica.
Educación Moral: Se enseña el uso desprendido, sin interés material, de la mediumnidad. Si la mediumnidad se usa como un medio de explotación comercial, las entidades superiores se alejan de ese médium; y un médium que sea canal para manifestaciones inferiores es un médium que no interesa y más que luz al mundo lo que traería sería oscuridad. Por tanto la mejor garantía para la práctica mediúmnica es el desinterés. La mediumnidad debe siempre emplearse para el bien y, además, no debe ser usada como objeto de divertimento ni para banalidades.
El médium educado bajo la orientación espírita debe cultivar la pureza y altura de sentimientos y una conducta noble y altruista en todos los aspectos de su vida. Ese será el mejor camino para sintonizar con entidades de elevada evolución.
Educación Cultural: Es necesario que los médiums tengan completa conciencia de su realidad espiritual y material. La conciencia espiritual dentro del Espiritismo la obtienen estudiando en profundidad la doctrina de los espíritus, pero junto a ello es preciso que los médiums se ilustren y preparen en lo posible en todos los aspectos de la cultura, pues de esa manera proporcionan a las buenas entidades, materiales intelectuales más adecuados con que transmitir con mayor fidelidad sus enseñanzas, convirtiéndose en un instrumento perfeccionado, permeable y con mayores recursos. Es un error tremendo la creencia sustentada por algunos médiums de que para ser fiel transmisor de las instrucciones espirituales, el médium no debe estudiar para no “contaminarse”.
Educación Técnica: La educación técnica tiene que adquirirse estudiando en profundidad todo lo que los grandes investigadores de la mediumnidad han logrado verificar y demostrar con anterioridad, descubriendo métodos adecuados para el desenvolvimiento mediúmnico y desdeñando prácticas y sistemas irreales o sin fundamento. En esta educación, los dirigentes del Centro al que acude un médium tienen mucha responsabilidad para reconocer y encauzar adecuadamente la facultad.
Libro inspirado
FISIOLOGÍA OCULTA DEL SER HUMANO
Hablamos de fisiología o constitución oculta del ser humano, porque ella permanece velada para la mayoría de nosotros. Sin embargo ella se ha hecho evidente en la experimentación parapsíquica. Esa constitución contiene las claves de la llamada fenomenología psíquica, paranormal y mediúmnica.
El ser humano no se circunscribe a aquello que vemos reflejado en el espejo. El ser humano, como ser encarnado -es decir, con un organismo biológico, físico- está compuesto esencialmente de tres partes: 1) El espíritu, chispa divina, donde residen la inteligencia, el sentido moral y la voluntad, o lo que es lo mismo, el yo verdadero; 2) un cuerpo físico, especie de escafandra orgánica que utiliza el espíritu para manifestarse y actuar en el plano material, al que va unido el principio vital, y 3) un elemento intermediario entre el espíritu y el cuerpo que sirve de ligazón entre ambos y de transmisor tanto de las energías espirituales para el cuerpo, como de las impresiones materiales para el espíritu. Según los instructores espirituales este cuerpo sutil, llamado periespíritu en el Espiritismo y cuerpo astral o doble etéreo por otras escuelas espiritualistas, acompaña al espíritu tanto en su vida de encarnado como de desencarnado.
Hay escuelas espiritualistas que hablan de subdivisiones dentro de este cuerpo espiritual. Para el Espiritismo, según las informaciones recibidas, se va haciendo evidente que una parte de dicho cuerpo sutil es lo que se denomina la MENTE ESPIRITUAL, de la que el cerebro o mente material es sólo un reflejo o ventana para acceder al plano físico o de los encarnados.
04-Eusapia-PalladinoFACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONTACTO MEDIÚMNICO
En el intercambio mediúmnico el médium no es nunca completamente pasivo, ni siquiera en las capacidades llamadas mecánicas. Es lo mismo que si tenemos un circuito eléctrico. Su capacidad para actuar como tal de manera eficiente no depende sólo de la existencia de una fuente de energía, sino que estará condicionado y variará en rendimiento según la naturaleza del material del que están hechos los cables, de su sección y largura, de la calidad de su aislamiento, de la idoneidad de las conexiones, etc.
Dentro del conjunto de factores inherentes al médium que influyen en el intercambio mediúmnico, podemos señalar: a) El tipo de Mediumnidad; b) El Pensamiento; c) La Moralidad, y d) La Cultura del Médium.
Otro factor que influye de forma importante en el establecimiento del puente de comunicación entre el mundo de los desencarnados y el de los encarnados, es el ambiente psíquico y espiritual que existe en torno al médium.
DIFICULTADES EN EL INTERCAMBIO MEDIÚMNICO

“P.- “¿Qué verdad existe cuando se afirma que los espíritus elevados encuentran serias dificultades para tomar contacto con los médiums?
R.- En base a la vibración sutilísima de los espíritus superiores, distanciados del padrón  espiritual común de vuestra humanidad, se ven obligados a realizar grandes esfuerzos para que los encarnados logren percibirlos. A través de los médiums sublimados… esas entidades angélicas  se manifiestan a gusto, por encontrar fluidos sutiles y balsámicos para revestir a sus periespíritus en el contacto con la materia. En general extraen gran cantidad de fluidos de los médiums y sólo aprovechan una mínima parte, es decir, la menos animalizada y más susceptible a la ‘eterización’ angélica” (superior).
A continuación señala también:
“Aunque son seres sublimes…..no pueden prescindir de las energías groseras del plano carnal cuando desean sintonizarse con el periespíritu de los médiums”.
De ahí la necesidad que los médiums se cuiden tanto físicamente como que eleven su patrón moral.

“Los espíritus sabios y angélicos…., cuando se sirven de los médiums para comunicarse con los encarnados, se sumergen en medio de las energías primarias de la vida animal, afectándoles la fatiga producida por el magnetismo opresivo del medio, el que actúa en sus periespíritus oprimiéndoles sus delicadas composiciones fluídicas” Según los espíritus “realizan hercúleos esfuerzos” para bajar su tono vibratorio espiritual superior y así poder sintonizarse con los fluidos inferiores para hacerse perceptibles en el mundo material”.
Todo lo cual ratifica poco después, cuando añade:
“No podemos describir con los vocablos del lenguaje humano el estado fluídico incómodo, angustioso y opresivo que ataca a estos seres cuando se ajustan a los fluidos coercitivos del mundo físico…”. .
Entonces, si sufren tanto, ¿por qué lo hacen?, me pregunto yo y se preguntarán lógicamente ustedes. He aquí la contestación:
“Después de haber recorrido las etapas planetarias que los liberó definitivamente de la carne…, en sus memorias siderales no olvidan sus dolores atávicos, padecidos en la vida educativa  de la materia, causa que les permite apiadarse de sus hermanos encarnados que gimen a la retaguardia, y aprovechan todos los caminos posibles para ayudarles. Por eso -continua- no temen enfrentar la masa pegajosa producida por las pasiones y vicios de la humanidad, y ciertas veces renuncian a su paz y ventura en las moradas celestes, para renacer en la materia con el fin de suministrar directamente sus lecciones espirituales en el seno de la familia cosanguínea…”. 
Más adelante se plantea una pregunta cuya respuesta constituye una de las claves para la educación mediúmnica y, por tanto, para la buena marcha del proceso de la comunicación espíritu-médium:
“P.- Ante la gran dificultad que tienen los espíritus sublimes para comunicarse con nuestro medio material, ¿no sería posible y hasta aconsejable, que se higienizara anticipadamente el lugar donde pretende actuar? Esa providencia ¿no les favorecería su acción doctrinaria y ayuda espiritual?
R.- No tenemos la menor duda sobre lo que decís, pues para tener un mejor contacto mediúmnico con vosotros, los espíritus superiores requieren la cooperación de los técnicos siderales para la necesaria higienización fluídica o ‘ionización’ del ambiente donde deben manifestarse y ejercer su acción profiláctica sobre los médiums”.
mediumnidadEl instructor vuelve a referirse al gran esfuerzo que realizan las entidades superiores para “bajar” su vibración y acercarse a este plano. Por tal razón las tareas del intercambio mediúmnico requieren por parte de los asistentes a estos trabajos, mucha conciencia, adecuada mentalización previa, higiene integral del ser, respeto a las normas y horarios, etc. Sigue entonces este instructivo diálogo:
“P.- ¿Podéis indicarnos cuáles son los factores más adversos que esas entidades superiores deben neutralizar en el contacto sacrificial con los médiums?
R.- Los factores principales se deben a la deficiencia del material humano, siendo en este caso el médium encargado de recepcionar los pensamientos e interpretar las orientaciones angélicas y que están dedicadas para la comprensión del hombre encarnado. Muchas veces un programa elaborado cuidadosamente por esas entidades se sacrifica en su cumplimiento final, por causa del médium que vive adherido a las pasiones y vicios del mundo terreno, atrayendo a los espíritus infelices y vampirizadores que lo desvían fácilmente de su tarea benefactora.
La irresponsabilidad, la comodidad, los placeres efímeros y los intereses que invierten los valores pueden aniquilar a última hora un programa sideral que necesitó muchas horas y apreciadas energías de las almas excelsas…”. 
APROXIMACIÓN A LOS MECANISMOS DE LA COMUNICACIÓN MEDIÚMNICA
Los seres humanos somos equiparables a estaciones de radio, emisoras y receptoras a un tiempo. Hay energías en el ser humano que se proyectan más allá de su aparente límite corporal, influimos y somos influidos.
El problema del contacto mediúmnico, a semejanza del mundo de las ondas de radio, es un problema de sintonía, de identidad vibratoria, ya que “lo semejante atrae a lo semejante”. También es cuestión de permeabilidad y de una cierta pasividad o tranquila aceptación, sin oponer resistencia, por parte del médium.
Lo que ocurre en el campo mediúmnico tiene innegables analogías con el mundo de las energías electromagnéticas. Así, es posible hablar de campo mediúmnico, de inducción mediúmnica, de polaridades, de frecuencias, de diferencias de potencial, de carga, etc., etc. Quién tenga conocimientos de electricidad y magnetismo podrá entender con mayor facilidad lo que se produce en el proceso del intercambio mediúmnico entre el plano espiritual y el material.
psicografandoMECANISMOS DE ALGUNAS MODALIDADES MEDIÚMNICAS
Mediumnidad Intuitiva

“En la telepatía, un cerebro vivo envía ondas concéntricas que son captadas por otro cerebro receptor y pasivo, porque ambos se sintonizan en la misma faja vibratoria de transmisión mental. Sin embargo, la transmisión mediúmnica se efectúa por el ‘ajuste periespiritual’ entre el espíritu del médium y el desencarnado, donde el primero recibe directamente el mensaje que debe transferir hacia el mundo material.” 
A la pregunta de si durante una comunicación mediúmnica, el médium puede recibir telepáticamente el pensamiento del público y transmitirlo creyendo que es una comunicación proveniente de entidades desencarnadas, los espíritus contestan:
“La transmisión telepática puede ocurrir en cualquier lugar, para lo cual deben existir circunstancias favorables y dos cerebros apropiados para el fenómeno, donde uno transmite y otro recibe el pensamiento. Como el médium necesita entregarse a un estado de pasividad para recibir los pensamientos de los desencarnados, no es difícil que también capte algunos pensamientos de los encarnados que forman parte del ambiente de trabajo. Es el caso de la telepatía accidental, recibiendo ideas sueltas y sin concadenación, que interfieren en la comunicación mediúmnica, pero que no logran modificarla, pues no se producen por la voluntad deliberada de quienes las emiten”. 
Seguidamente afirma que hay “notables diferencias” entre la telepatía pura entre encarnados y el intercambio telepático inspirado por los espíritus desencarnados. Mientras el primero, precisa, “se subordina a los acontecimientos del mundo físico”, en el segundo “los médiums captan noticias inéditas del Más Allá, haciendo previsiones acertadas y muchas veces exponen asuntos que además de trascender sus conocimientos, ultrapasan el concepto habitual de los asistentes de las sesiones espíritas”. 
Por último,declaran que en las instituciones espíritas que realizan un trabajo más serio y se dan las condiciones para un buen intercambio mediúmnico“el fenómeno transcurre exceptuado de cualquier intervención telepática por parte de los encarnados y las entidades del Más Allá. Los médiums bien asistidos son protegidos y aislados por sus guías de cualquier influencia exterior, por tal motivo sus comunicaciones conservan la fidelidad del pensamiento enviado desde ‘este lado’. Así como la mediumnidad no anula el fenómeno de la telepatía, éste tampoco puede hacer lo mismo con la mediumnidad, pues además de ejercerse ambas de forma bastante diferente, suceden en planos diversos”. 
En el capítulo XXII de “El Libro de los Médiums”, apartado 236, se puede leer lo que sigue en relación con lo que, podríamos llamar, la particularidad esencial que caracteriza a un médium:
“(…) Lo que pertenece específicamente a los médiums y corresponde a la esencia misma de su individualidad, es una afinidad especial, y al propio tiempo una fuerza de expansión particular, que anula en ellos toda posibilidad de rechazo y establecen entre ellos y nosotros una suerte de corriente, una especie de fusión que facilita nuestras comunicaciones. Por lo demás, esa posibilidad de rechazo, propia de la materia, es la que se opone al desarrollo de la mediumnidad en la mayoría de aquellos que no son médiums”.
Tras ser interrogado sobre la manera como se produce la mediumnidad intuitiva, dijeron:
“La mediumnidad intuitiva, cuya manifestación no es palpable a la luz de los sentidos físicos, es más espiritual y menos fisiológica…. El espíritu desencarnado actúa directamente en el cerebro periespiritual del médium intuitivo, que más tarde transmite las ideas de su comunicante hacia el mundo material, valiéndose de su vocablo familiar para darle sus expresiones peculiares. De esa forma, el médium intuitivo tiene pleno conocimiento de lo que dice o escribe, siendo este tipo de mediumnidad el más generalizado entre los hombres”. 
767014_origMediumnidad Mecánica
En torno a los mecanismos envueltos en la mediumnidad mecánica, el mismo instructor espiritual explica:
“En la clasificación efectuada por Allan Kardec en El Libro de los Médiums, el médium mecánico es ‘aquel donde el espíritu desencarnado actúa directamente sobre los centros y nervios motores, sin necesidad de accionar el periespíritu’. Así facilita a la entidad para que actúe libremente y sin obstáculos anímicos, pues escriben, pintan y hasta componen música sin la interferencia del médium. En este caso el médium no tiene conocimiento directo del hecho que sucede consigo mismo y el espíritu comunicante actúa con fidelidad…”.
Más adelante, describe con mayor profundidad y precisión la índole de estos mecanismos y declara:
“El espíritu desencarnado se liga al médium mecánico por medio de los ganglios nerviosos a la altura del omóplato; allí dispone como si fuera de un segundo cerebro, accionando fácilmente los nervios motores de los brazos y manos del médium, pudiendo escribir directamente, tal como lo haría en la vida física”. 
Mediumnidad Semimecánica
Con referencia a la mediumnidad semimecánica, la misma entidad espiritual ofrece la siguiente explicación:
“El médium semimecánico participa de la mediumnidad mecánica como de la intuitiva, pues escribe recibiendo parte de los pensamientos de los espíritus por contacto periespiritual, al mismo tiempo que la otra parte es articulada por los comunicantes, en forma independiente de su voluntad. En el médium absolutamente mecánico, el movimiento de su mano es dirigido por el espíritu comunicante, y el pensamiento viene después de la escritura; en el caso del médium intuitivo, su escritura es voluntaria y espontánea, pues el pensamiento del desencarnado precede al acto de escribir. El médium semimecánico, que actúa entre esas dos facultades, escribe intuitiva y voluntariamente, como a veces lo hace a través de los impulsos directos de los desencarnados, cuyos pensamientos acompañan a la escritura.
El médium semimecánico tiene conocimiento parcial de lo que escribe, pues el mayor porcentaje del asunto transmitido del Más Allá le atraviesa el cerebro espiritual; mientras tanto ignora los trechos que son escritos mecánicamente por su brazo a través del plexo branquial, y sin fluirle por el cerebro físico”. 
Más adelante añade esta aclaración, de suma importancia, a lo anteriormente expuesto:
“El médium mecánico y el semimecánico no abandonan su cuerpo físico en el momento de la escritura de los mensajes de las entidades espirituales”. 
Mediumnidad de Incorporación
Por el contrario, cuando se refiere a la mediumnidad de incorporación:
“En el caso de la incorporación completa, el espíritu y el periespíritu del médium pueden apartarse a mucha distancia, dejando el cuerpo físico bajo la dirección de la entidad comunicante. El médium de incorporación completa, cuando abandona su cuerpo físico queda ligado únicamente por su cordón fluídico, espacio de tiempo ese en que el espíritu se manifiesta, como sucede con el dueño de casa, que deja su habitación para que temporalmente la habite su amigo o amistad. Aunque continúe ligado al cuerpo carnal por el lazo fluídico, en virtud de su desligamiento de los centros energéticos del doble etérico, le baja la temperatura y el trance mediúmnico pronúnciase hacia el estado de catalepsia”. 
No hemos de olvidar que el rol del médium no es nunca absolutamente pasivo. He aquí otras explicaciones referidas a esta última modalidad mediúmnica, sacadas también de la obra a la que hemos venido aludiendo:
“El periespíritu del médium, que es la matriz o molde original del cuerpo físico, prestado al espíritu desencarnado o manifestante, aunque se conserve a larga distancia, lo mismo influye, dejando traslucir en la comunicación sus características psíquicas acondicionadas del pretérito. El espíritu comunicante utiliza el cuerpo del médium, mas su temperamento, cultura o costumbres se podrán manifestar a través de las peculiaridades que ofrece, en cierta forma, por medio del comunicado”. 

“Los desencarnados se comunican por el cerebro periespiritual de los médiums intuitivos; en los sonámbulos les accionan directamente el cerebro físico y en el médium mecánico le mueven la mano en la psicografía inconsciente”
Mediumnidad de Voz Directa
En una obra escrita por el Rev. V. G. Duncan, titulada “Pruebas”, el guía de la médium británica Sra. Moore, ofrece la siguiente explicación acerca de los mecanismos de producción del fenómeno de las voces directas:
“Al ser preguntado cómo era posible que los espíritus hablaran, el guía de la Sra. Moore, contestó: ‘Solamente puedo explicárselo de este modo: Cuando ustedes han ido a ver al dentista para una extracción y han recibido una anestesia, él les ha puesto una extraña máscara sobre la cara, para que aspiren un gas que llegue hasta los pulmones. Yo tengo que usar un aparato semejante para poder hablar con ustedes.
Este aparato es compuesto con materia etérea, proporcionada en parte por el médium y los asistentes, y en parte por nosotros mismos. Es una especie de transformador y tiene un doble propósito: Ayuda a disminuir mis vibraciones y de este modo me permite hacer audible mi voz por ustedes y a proveerme de un sistema de órganos vocales pasajero'”. 
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A lo largo del tiempo, varios investigadores han recogido diversas evidencias de la formación de estas “cajas sonoras” que permiten a los espíritus provocar la “voz directa”. Sobre ello veamos lo que dice la señora Julliette Ewing, médium, fundadora y editora de la revista norteamericana “Psychic Observer”:
“Un espíritu no posee una laringe que pueda funcionar en el plano material, de modo es que tiene que tomarla a préstamo de los asistentes. En una ocasión, en Glasgow, Escocia, al operar con Helen Duncan, la bien conocida médium de fenómenos de materialización, su guía, “Alberto”, organizó una de estas “cajas sonoras”. La construyó con ectoplasma en el aire. Parecía una caja circundada de cuerdas, como en un “ring” y algo en forma de quijada. Cuando esta caja se movía de arriba a abajo, se escuchaba una voz…”. (29)
En el caso del célebre médium inglés Leslie Flint, los espíritus formaban a su lado una especie de pequeña nube ectoplásmica que ellos denominban laringe, en la que las entidades que querían comunicar un mensaje tenían que concentrarse intensamente hasta conseguir que sus pensamientos pudieran ser audibles para los asistentes a la experiencia y con la misma voz que tuviera en vida.
Lo mismo ha podido verificarse con otros médium famosos como Margery Crandon o Jack Webber, y ha habido incluso casos en que se ha constatado -hasta con pruebas fotográficas- la formación ectoplásmica temporal de una verdadera laringe humana.
narcisismo-fallo-cerebral--644x362CEREBRO Y MEDIUMNIDAD
En un sugerente artículo del Dr. Nubor Orlando Facure, neurocirujano y profesor universitario, jefe del departamento de Neurología de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Campinas (Brasil) , publicado en la revista venezolana “Evolución” , titulado “Bases Neurológicas de las Actividades Espirituales”, se plantea una interesante vía de estudio de los mecanismos relacionados con las actividades mediúmnicas, al establecer la posible relación de zonas cerebrales concretas con la manifestación de ciertas facultades.
El autor comienza preguntándose sobre cuáles serían las bases neurológicas para las actividades espirituales para, a continuación, reflexionar así:
“Reconociendo la actividad mental no como una acción integrada de funciones cerebrales, sino como una función espiritual por acción de un elemento extracerebral generador de energías que todavía escapa a las definiciones físicas, sería oportuno, a partir de los conocimientos neuropsicológicos, preguntarnos cómo actuaría el espíritu sobre el cerebro”.
Después de reconocer que el espíritu desencarnado debe de alguna manera manipular las funciones cerebrales de los médiums y preguntarse dónde y cómo podría actuar el espíritu comunicante para manifestarse, el Dr. Facure hace un detenido repaso de diferentes áreas cerebrales y sus funciones, en base a nuestros actuales conocimientos de neuropsicología, estableciendo paralelismos y probables relaciones lógicas entre cada área y la activación de determinadas facultades mediúmnicas. Va así describiendo la corteza cerebral, los ganglios de la base, el Tálamo, el sistema Límbico, el Hipocampo, la glándula Pineal, el hemisferio derecho, el tronco cerebral y los neurotransmisores.
Finalmente, el Dr. Nubor Orlando Facure alude a las visiones simplistas y muy probablemente erradas, con que se suele entender y explicar el proceso por el que una entidad espiritual puede comunicarse a través de un médium. Sobre esto dice lo que transcribimos a continuación:
“La estructura física de los médiums, tomada por los espíritus, sería utilizada como se utiliza un equipo de buceo o una máquina de escribir o el sistema computerizado de un robot.
Se sabe que estas interpretaciones tienen fallas y hoy en día los conocimientos de la neuropsicología identificando y evaluando innumerables funciones cerebrales, nos permiten comenzar a estudiar los posibles contactos que el espíritu desencarnado establece con el cerebro del médium.”
Reconoce honestamente el eminente médico brasileño, que las interpretaciones que presenta quizás “no pasen de ser ejercicios llenos de desaciertos. Pero –añade – en su esencia, nos parece que por los menos sirve para demostrar que existen vías de acceso posibles en el cerebro humano, que pueden ser utilizadas en compañía, bajo el comando de una segunda fuente energética creadora de impulsos mentales.”
Después de analizar los aspectos neurofisiológicos de algunas áreas cerebrales que permiten por sus funciones, correlacionarlas con las actividades espirituales, estas son las conclusiones a las que llega el Dr. Facure:
1.- La corteza cerebral es responsable por nuestra actividad motora consciente y por la codificación de los estímulos aferentes (sensitivos) que del medio interno y externo, alcanzan áreas específicas para las diversas formas de sensibilidad (tacto, dolor, temperatura, presión, visión, audición, gusto, olfato, gnosias, etc.).
Debe ser con la participación de la corteza cerebral que el médium desenvuelve la clarividencia, la clariaudiencia y la captación telepática a distancia.
2.- Ganglios de la base. Estas agrupaciones neuronales programan la actividad motora automática inconsciente.
Es posible que los espíritus comunicantes se valgan de ellos para la escritura automática inconsciente de la psicografía y para los automatismos complejos de la pintura y de la música mediúmnica.
3.- Tálamo. Es el núcleo centralizador y selector de las informaciones sensitivas. La aproximación de espíritus familiares debe ser reconocida por vía talámica.
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4.- Sistema Límbico. Es un complejo de giros y núcleos cerebrales íntimamente relacionados con nuestro comportamiento afectivo y emocional. Por su interacción con los instintos de sobrevivencia y de reproducción, generando actitudes primarias de defensa, escape, agresividad, miedo, voracidad e hipersexualidad, el sistema límbico debe ser el punto de estímulo para los procesos de obsesión y de psicosis espirituales.
5.- El hipocampo es el área cerebral más íntimamente ligada a la memoria. Deben estar registrados allí nuestros compromisos de varias encarnaciones, y por esta vía puede ser recapitulado ese pasado en las técnicas de regresión hipnótica.
El hipocampo debe contener códigos mnemónicos que nos permiten también lograr las recordaciones de la psicometría.
6.- La Pineal. Por su actividad neuroendocrina, interactúa en numerosas funciones cerebrales por vías químicas. Su acción modula el efecto de los neurotransmisores sinápticos. Esta acción química tiene efecto sedante, analgésico y relajante muscular sobre todo el organismo.
La participación química de la Pineal permite una actuación específica y dosis-dependiente en vías serotoninérgicas que deben representar en el sistema límbico las vías de las comunicaciones mediúmnicas.
7.- El hemisferio derecho está relacionado con el raciocinio analógico, con la prosodia, con la musicalidad, con las artes y con las habilidades manuales.
Comprendemos como fenómenos espirituales relacionados con el hemisferio derecho la intuición, la precognición y la pintura mediúmnica.
8.- Tronco cerebral. Destacamos aquí las multineuronas relacionadas con los sistemas activadores de la corteza cerebral y los núcleos inductores del sueño. Las interferencias en el sistema radicular del tronco cerebral podrían resultar en fenómenos de sonambulismo, de catalepsia y de pintura mediúmnica.
9.- Neurotransmisores. Son sustancias químicas liberadas al nivel de las sinapsis. Sus propiedades pueden relacionarse con innumerables expresiones del comportamiento humano. Es posible reconocer las aminas relacionadas con el amor y el odio, con la alegría y la tristeza, con el éxtasis y el dolor.
Por esta vía química nos parece posible que ocurran interferencias espirituales de las más diversas.”
CONCLUSIONES
Mucho nos queda por aprender sobre las leyes, energías y mecanismos relacionados con el intercambio mediúmnico. Por lo pronto interesa divulgar los métodos elaborados dentro del Espiritismo para educar y reconducir con fines evolutivos las facultades mediúmnicas, algo que se presenta como una gran necesidad y que posibilitaría la resolución de numerosos casos que la medicina actual es incapaz de diagnosticar y menos tratar, a la par que permitiría que más canales bien orientados y dispuestos se pusieran al servicio de sus hermanos encarnados, para ayudarles en el encuentro del sentido de sus vidas.
En otra línea de pensamiento, es preciso decir que el desentrañamiento definitivo de los mecanismos de la dinámica mediúmnica, no pueden ser ni revelados ni descubiertos en su totalidad a una humanidad todavía regida por principios egoístas, porque no hay duda de que habría quien pensase en usar tales conocimientos con fines poco claros, éticamente hablando, incluso con pretensiones de dominio, subyugación y preeminencia sobre otros.