viernes, 4 de enero de 2013

LA PRECOGNICIÓN


Casos de precognición, e instar al lector a documentarse sobre el asunto.

· Catulle Mendès

"He aquí que me he visto agonizante durante horas ... en plena noche. Estaba solo en un túnel, caído sobre la vía férrea, mientras que la sangre salía en abundancia. No podía levantarme, tenía la impresión de que me faltaba un pie. Pedía socorro ... nadie contestaba. Estaba agotado por esta hemorragia que no conseguía hacer parar. Me debatía con la muerte que sentía rodar cerca de mí. Al mismo tiempo oía una voz que me decía: ¡Es el fin, es el fin! Todo eso tenía un tono de realidad que tengo la sensación de haber vivido".

Esto contó Catulle, en respuesta al porqué de su melancólico estado en aquella noche a sus amigos. Pese a las exhortaciones que le hicieron de que se trataba de un simple sueño, que no tenía de qué alertarse; de poco sirvió, porque lo sentía como algo muy vívido, perdurándole en la memoria hasta el punto de que llegó a componer un libreto de ópera basándose en él. (Continúa en leer más)


10 años después de aquella noche.

El comisario Carette mediante los testimonios de sus amigos recomponía la escena:

"Después de haber cenado con unos amigos parisienses, Mendès tomó en la estación Saint-Lazare el último convoy hacia Germain-en-Zaye, donde vivía. Muy cansado, y bajo el efecto de un estupefaciente, subió al último vagón que estaba vacío por lo intempestivo de la hora. Se durmió.

Repentinamente, el convoy se paró en la entrada al primer túnel que atraviesa la colina Saint-Germain. Se despertó sobresaltado. Embotado de sueño por la droga ingerida, Mendès creyó haber llegado. Abrió la puerta, tropezó y se cayó bajo el vagón. En ese momento, el tren repentinamente reemprende la marcha y una rueda le secciona el pie. Gritó de dolor y perdió sangre en abundancia. Como en un sueño, pidió angustiosamente socorro y nadie respondió. Y como en un sueño, él agonizó solo en la noche glacial del febrero, en una oscuridad total, bajo ese túnel visitado por las ratas. Debió oír es el es fin.

En las primeras horas del día, un empleado de los ferrocarriles Oeste-Estado descubrió el cadáver de un hombre de unos 60 años elegantemente vestido. Se había desangrado. Su pie seccionado estaba a cierta distancia del cuerpo. Su rostro gravemente contusionado conservaba una trágica expresión de angustia."

Sus amigos a los cuales contó el sueño quedaron impresionados por el trágico final , él mismo que había soñado hasta en los más mínimos detalles.




· Johann Wolfgang von Goethe

Recogido en "Las conversaciones con Goethe en los últimos años de su vida" de Eckermann.

El escritor alemán acababa de despedirse de su amiga Friederike Brion, la hija del párroco protestante Sesenheim, de la que estaba enamorado y entonces ocurrió algo inusual:

"Ya montado a caballo le di la mano a Friederike. Ella tenía lágrimas en los ojos y yo me sentía muy mal. Me apresuré por el sendero hacia Drusenheim y de repente me asaltaron los más extraños presentimientos. Porque me via mí mismo- no con los ojos del cuerpo sino con los del espíritu- volviendo a caballo por el mismo camino y, por cierto, vestido con un traje como nunca había llevado: era de color ceniciento con algo de oro. En cuanto me recuperé de este sueño, había desaparecido la figura. Lo que es extraño es que al cabo de 8 años anduve el mismo camino, vestido con el mismo traje que había soñado y que llevaba casualmente para visitar a Friederike. Por lo demás, y cualquiera que sea el fondo de estas cosas, la maravillosa visión me proporcionó tranquilidad en aquellos momentos de serparación..."


He aquí que nos hallamos antes dos casos patentes de precognición. Son momentos en los cuales el espíritu se desprende parcialmente del organismo y es capaz de captar estas imágenes.

¿De dónde procede el poder de ciertas almas de leer el porvenir?- se pregunta León Denis en su obra En lo Invisible-. Cuestión oscura y profunda que causa vértigo como el abismo, y que nos confunde, porque instintivamente sentimos que es casi insoluble para nuestra débil ciencia.

Pero no hay que deducir erróneamente de esto que el futuro está escrito, ni mucho menos, de lo contrario no tendríamos libre albedrío, sino que seríamos esclavos del determinismo. Veamos a continuación dos cuestiones contestadas por los espíritus en la codificación, que a mi entender arrojan luz sobre el asunto:

522- El presentimiento, ¿es siempre una advertencia del Espíritus protector?

- El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un Espíritu que os quiere bien. Se halla también en la intuición de la elección que se ha hecho; es la voz del instinto. El Espíritu antes de encarnarse, tiene conocimiento de las principales fases de su existencia, es decir, de la clase de pruebas a que se compromete. Cuando tiene un carácter predominante, el Espíritu conserva una especie de impresión en su fuera interno, y esta impresión, que es la voz del instinto, acentuándose cuando se aproxima el momento, se convierte en presentimiento. (Libro de los Espíritus)

Aquí no responden ni se habla directamente de la precognición, pero se puede perfectamente extrapolar al tema. Un espíritu, por motivos que todavía no comprendemos del todo bien, es capaz en momentos dados de "ver" acontecimientos ya sea de su futuro, ya sea del futuro de otra persona. Antes de encarnar en el espacio, hemos tomado unas resoluciones, que cumpliremos en la Tierra, las cuales somos totalmente libres de rechazar, pero que luego habremos de aceptar las consecuencias de no llevar a cabo aquello a lo que nos comprometimos.

289. Preguntas sobre el porvenir
14. ¿En qué consiste que ciertas personas sean advertidas por presentimiento de la época de su muerte?

Muchas veces su propio Espíritu lo sabe en sus momentos de libertad y al despertar conserva la intuición. Estas personas, estando preparadas, no se asustan ni conmueven. No ven en esta separación del cuerpo y del alma sino un cambio de situación o, si queréis, para ser más vulgar, el abandono de un vestido grosero en cambio de otro de seda. El miedo de la muerte disminuirá a medida que se vayan arraigando las creencias espiritistas. (Libro de los médiums).

No fue el caso de Catulle Mendès, ni el de tantos otros, que más bien se horrorizaron ante la intuición de un final trágico en sus vidas. ¿Por qué?, la verdad que este tema despierta muchos más interrogantes que certezas, y considero que estamos todavía bastante lejos de hallar respuestas concretas a estos hechos, de momento sólo podemos especular.

Recomiendo al lector para que su raciocinio reflexione el punto espírita de este tema consulte:
- Kardec, A. "El génesis", cap. XVI Teoría de la Presciencia.
- Denis, L. "En lo invisible" Sueños premonitorios. Clarividencia. Presentimientos.

No he querido deducir vagas hipótesis personales, sino que he intentado plasmar el tema, lo más objetivamente posible, para que ustedes, caros lectores, saquen sus conclusiones pertinentes.

¡Todavía hay mucho por investigar, mucho por desentrañar, mucho por comprender! Espiritistas no hay que dormirse en los laureles, todo avanza, todo fluye y sigue su rumbo "avanti", planteándonos cada día nuevas situaciones, nuevos dilemas en los que profundizar. Ejercitemos el intelecto, filosofemos un poco, porque la mente es una máquina estupenda, que se atrofia si no razona, no esperemos que nos den todas las respuestas, muchas habrán de salir del fruto de nuestra reflexión personal. Y ello es de gran valía para la ampliación de miras hacia el mundo que nos rodea, y hacia nuestra propia realidad espiritual.

"Amaros e instruiros"


J. Gutiérrez Lucas 19 de agosto de 2006 

El caso del niño Isamail Altinkilic



Trátase de una criatura de una familia de 9 hijos, de un tendero de la ciudad turca de Adana. Tiene cuatro años y su nombre es Ismael Altinkilic, pero él dice que en verdad es Abid Suzulmus, un negociante muy rico.
         Ocurrió que seis años atrás, Abid Suzulmus, que era padre de cinco hijos, falleció víctima de un horrendo crimen.
         Veamos ahora, la serie de hechos extraordinarios que este suceso envuelve.
         Muchos de los que conocen a ambos, saben todos como fueron comprobados los hechos que se dieron, admitiendo que Ismael, ahora, es la reencarnación de Abid, el hombre que volvió a este mundo en un niño que nació después de su muerte.
         La extraña historia de Ismail surgió un día en que, los padres empezaron a llamarle por su nombre y él, apenas con un año y medio de edad, les respondió:
         -Yo soy Abid. Abid Suzulmus.
         El nombre era desconocido para los padres. Pero cumpliendo los dos años el niño les describió como habían sido asesinados. Tres hombres cayeron sobre él y mataron también a su mujer y dos de sus hijos.
         Al oír esto, un tío de Ismail replicó diciendo:


  -Ya estoy harto de toda esa tontería.
         Pero Ismail reaccionó como un adulto:
         -Tú acostumbrabas trabajar para mí y a veces bebíamos juntos. ¿Cómo te atreves a tratarme así?
         De pronto el tío se recuerda haber trabajado para un cierto Abid Suzulmus hacía bastantes años y siendo amigo, acostumbraba beber juntos. Comenzó a indagar acerca de él y supo que había sido asesinado seis años antes.
         Aterrados con este descubrimiento, los padres de Ismail acordaron en mandar a su hijo con un investigador a la casa donde había vivido ese hombre que fuera asesinado.
         Y la persona que investigaría el caso, cuenta:
         - Fuimos recibidos por una hija de Abid, llamada Gulseren. El niño la abrazó y le dice:
         -Hija mía, ¿Cómo que te va?
         Nos llevan al jardín, dónde nos es presentada un a mujer :
         -Esta es Hatice, mi primera mujer, dice Ismail.
         Pregunta, el investigador, porque se había divorciado de ella y casado con Shaide, a lo que el niño respondió:
         -Sahide era muy bonita y Hatice no podía tener hijos.
         Nos llevo hasta el establo y allí contó como había sido el asesinato:
         -El día 31 de enero de 1956 fui asesinado. Dos días antes, tres hombres vinieron a pedirme trabajo y los mandé a trabajar en el jardín. En ese día, uno de ellos me pidió ir al establo a ver un caballo que parecía enfermo. Me agredieron en la cabeza con dos golpes.
         Luego, en el cementerio. Ismail mostró donde estuvo enterrado.
         Todos los hechos eran verdaderos y pudieron ser comprobados. Hoy más que nunca, esta criatura vive obcecada por la idea de que es Abid, y es frecuente despertar de noche llamando a sus hijos.
         Sólo responde si es tratado como Abid, y solo se siente feliz cuando está con los hijos de Abid. Pero lo que es extraño es verlo tratándolos como si fuese su padre, vigilándolos y aconsejándolos.
         Recientemente fue sometido a un examen por el Dr. Refet, presidente de la Asociación Metafísica Turca, que lo hipnotizo para entrevistarlo.
         El Dr. Refet Kayserionoglu, dice:
         -No hay dudas de que es el niño es el verdadero y no está jugándonos una partida. Es imposible que una criatura de casi cuatro años se recuerde de tantas cosas pasadas. Todo cuanto me ha dicho, pude comprobarlo y ver que era cierto.
         Me dio, por ejemplo, nombres de amigos y Abid y me informó de la cantidad exacta que cierto mercader le debía. Mentalmente y psíquicamente las reacciones de este niño son las de un hombre adulto e inteligente.
         Es difícil para muchos e imposible de creer que este niño de cuatro años es la reencarnación de un hombre que podía ser su padre y no era conocido de sus propios padres. Sin embargo, es de señalar, que en Asia e India viven 480 millones de personas que creen en la reencarnación.
********** 
         Esta noticia del niño Ismail Altinkilic, aparece en el diario “La República”, de Lisboa, en su edición de fecha 22 de agosto de 1965, el cual no es reencarnacionista, sino un periódico de información y notas de actualidad. La noticia es reproducida en el mensuario “Mundo Espírita”, de Curitiba (Paraná – Brasil), edición nov/diciembre de 1965, fuente de donde se ha tomado la noticia.

LOS FLUIDOS ESPIRITUALES




En el libro “Iniciación al Espiritismo”, de Therezinha Oliveira, consta un estupendo texto acerca de cómo se da la acción del mundo espiritual sobre el nuestro, a través de los “fluidos”. He decidido entonces expandir y adaptar el texto al lenguaje del blog, utilizando también párrafos del cap. XIV del libro “El Génesis”, de Allan Kardec.

Un fluido es una sustancia que se deforma continuamente cuando es sometida a una tensión. Incluyen los líquidos, los gases, los plasmas y, de cierta manera, los sólidos plásticos. Los fluidos poseen la habilidad de adquirir la forma de sus recipientes. 
(Wikipedia)


El estudioso del Espiritismo ha de recordar que Kardec estableció los conceptos científicos del Espiritismo alrededor de 1857. En aquel tiempo se estaban descubriendo los fenómenos del magnetismo y otras fuerzas que actúan de manera invisible para nosotros, y se intuyó que el espacio vacío (al que denominamos aire) debía contener algún elemento que hiciese de puente entre el imán, por ejemplo, y el hierro. Surge ahí la Teoría del Fluido Cósmico Universal, que ya ha sido descartada por la ciencia y, más recientemente, readoptada con reservas. Por eso, procurad entender la palabra “Fluido” en el contexto de aquella época y teniendo en mente que la misma idea, aplicada a algo espiritual, es reconocidamente imprecisa, como explica el propio Kardec: “Los elementos fluídicos del mundo espiritual escapan a nuestros instrumentos de análisis y a la percepción de nuestros sentidos, hechos para percibir la materia tangible y no la materia etérea. Algunos hay, pertenecientes a un medio hasta tal punto diverso del nuestro, que de ellos sólo podemos hacernos una idea mediante comparaciones tan imperfectas como aquellas con las que un ciego de nacimiento procura hacerse una idea de la teoría de los colores.”

Pero es lo que tenemos, entonces, vamos allá:

Los espíritus viven en una atmósfera fluídica. De ella extraen lo que les es necesario y actúan sobre los fluidos de su ambiente (haciendo una comparación, en la Tierra estamos envueltos por la atmósfera y vivimos en medio de sustancias materiales, que usamos y sobre las que actuamos).

Actuando sobre los fluidos, los espíritus influyen sobre sí mismos y sobre otros espíritus, y también sobre el mundo fluídico y el mundo material.

CUALIDADES DE LOS FLUIDOS

Los fluidos en sí son neutros. El tipo de los pensamientos y sentimientos del espíritu es lo que les imprime determinadas características. Siendo así, del mismo modo que existe agua pura o impura para el consumo, la pureza o impureza de los sentimientos del emisor de los fluidos es lo que habrá de determinar la calidad buena o mala de los fluidos, a través de la vibración. Los malos pensamientos corrompen los fluidos espirituales, como los miasmas deletéreos corrompen el aire respirable. Recordando que “bueno” y “malo” dependen del uso dado al pensamiento. Un vaso de agua (fluido) con azúcar (pensamiento) puede ser bueno cuando usado para calmar a alguien, pero malo cuando dado a una persona diabética.

Los fluidos iguales se combinan; los fluidos contrarios se repelen; los débiles ceden ante los más fuertes; los buenos (de alta vibración) predominan sobre los malos (de baja vibración). Los fluidos se refuerzan en sus cualidades buenas o malas por la reiteración del impulso correspondiente, que reciben del espíritu.

¿CÓMO ACTÚAN? 

Con el pensamiento y la voluntad es como el espíritu actúa sobre los fluidos. Él los dirige, aglomera, da forma, color y propiedades. La acción de los espíritus sobre los fluidos puede incluso ser inconsciente, porque basta pensar y sentir algo para causar efectos sobre ellos. Pero también puede el espíritu actuar conscientemente sobre los fluidos, sabiendo lo que realiza y cómo se procesa el fenómeno.

Basta que el Espíritu piense en una cosa, para que ésta se produzca, como basta que modele una música, para que ésta repercuta en la “atmósfera espiritual”. Así es por ejemplo, como un Espíritu se hace visible a un encarnado que posea mediumnidad para ello, bajo la apariencia que tenía en la época en que estaba vivo, con todas las características (enfermedades, cicatrices, miembros amputados, etc.) aunque haya tenido otras encarnaciones posteriores. Eso no quiere decir que él ha permanecido cojo, o con cicatriz en el espíritu, sino que el espíritu, retrocediendo su pensamiento a la época en que tenía tales defectos, ha hecho que su periespíritu asumiese instantáneamente las apariencias, que dejan de existir tan pronto como dicho pensamiento cesa de actuar en aquel sentido. De la misma forma, el pensamiento crea fluídicamente los objetos que estaba habituado a usar. Un avaro aparecerá con oro, un militar traerá sus armas y su uniforme, un fumador su pipa, etc. Para el espíritu, que es – también él – fluídico, esos objetos son tan reales como lo eran, en el estado material, para el hombre vivo; pero, por ser creaciones del pensamiento, su existencia es tan fugaz como el propio pensamiento.

CUERPO FLUÍDICO

El periespíritu o cuerpo fluídico de los Espíritus, es uno de los más importantes productos del fluido cósmico; es una condensación de ese fluido en torno a un foco de inteligencia (el alma). También el cuerpo carnal tiene su origen en ese mismo fluido condensado y transformado en materia tangible. En el periespíritu, la transformación molecular se opera de manera diferente, por cuanto el fluido conserva su imponderabilidad y sus cualidades etéreas. Pero ambos son materia, aunque en dos estados diferentes.

Del medio en que se encuentra, el Espíritu extrae su periespíritu. Pongamos que en Júpiter exista una población de Espíritus. Ellos tendrán otra constitución “material” compuesta a partir de los elementos de aquel ambiente. Ahora bien, así como no podríamos existir en aquel mundo tan sólo con nuestro cuerpo carnal, tampoco los Espíritus de aquí no podrían en él penetrar con el periespíritu terrestre que los reviste.
Emigrando de la Tierra, el Espíritu deja en ella su envoltorio fluídico y toma otro apropiado al mundo donde va a habitar.

La naturaleza del cuerpo fluídico está siempre en relación al grado de adelanto moral del Espíritu. Los Espíritus inferiores no pueden cambiar de envoltorio a su antojo, por lo cual no pueden pasar, a voluntad, de un mundo para otro. Desgraciadamente hay muchos que, de tan “groseros”, poseen un periespíritu tan “pesado” que se sienten como si estuviesen todavía encarnados en la Tierra (y muchos juran estar vivos, como cierto personaje de la película “El sexto sentido”). Permanecen así en la superficie de la Tierra, tal como los encarnados, juzgándose entregados a sus ocupaciones terrenas. Los Espíritus superiores, al contrario, pueden venir a los mundos inferiores, e incluso encarnarse en ellos. Hacen como el noble que se desnuda temporalmente de sus ropajes para vestirse de plebeyo sin dejar por eso de ser noble.

EFECTOS EN EL PERIESPÍRITU Y EN EL CUERPO

El periespíritu absorbe con facilidad los fluidos externos porque tiene idéntica naturaleza (también es fluídico). Absorbidos, los fluidos actúan sobre el periespíritu, causando buenos o malos efectos, según sea su calidad.

En el caso de un espíritu encarnado (como nosotros), el periespíritu, que nos entrevera, reaccionará sobre el organismo físico, con el cual se encuentra en completo contacto molecular. Y entonces, si los fluidos son buenos, producirán en el cuerpo una impresión salutífera, agradable; si son fluidos malos, la impresión será penosa, de incomodidad. Si la actuación de fluidos malos es insistente, intensa y en gran cantidad, podrá determinar desórdenes físicos (ciertas molestias no tienen otra causa más que esa). Ello, claro está, donde exista conflicto entre pensamientos buenos y malos. Si, al contrario, la persona alimenta en su íntimo los pensamientos más crueles y de baja vibración, se sentirá bastante satisfecha con pensamientos semejantes, e incomodada con vibraciones armoniosas y elevadas. No obstante, como hemos visto, los pensamientos de baja vibración corrompen el fluido, afectando así al periespíritu y al cuerpo físico (en caso de que aún lo tenga). Es preciso, entonces, conseguir energía vital por otros medios, y el vampirismo es generalmente el método más usado.

El medio está siempre en relación con la naturaleza de los seres que tienen que vivir en él: los peces viven en el agua; los seres terrestres, en el aire. El fluido etéreo está para las necesidades del Espíritu como la atmósfera para los encarnados. Así, los Espíritus inferiores no pueden soportar el brillo y la impresión de los fluidos más etéreos. No morirían en medio de esos fluidos, porque el Espíritu no muere, pero una fuerza instintiva los mantiene alejados de allí, como la criatura terrena se aleja de un fuego muy ardiente o de una luz muy deslumbrante. Los Locales donde superabundan los malos Espíritus están, pues, impregnados de malos fluidos que el encarnado absorbe por los poros periespiríticos, tal como absorbe por los poros del cuerpo los miasmas pestilentes.

AURA

Con sus pensamientos y sentimientos habituales, el espíritu (encarnado o no) influye sobre los fluidos de su periespíritu y les da características propias. Está siempre emanando esos fluidos, que lo envuelven y acompañan en todos los movimientos. Es su aura, su “atmósfera individual”.

Nótese que el Espiritismo no hace mucha distinción entre cuerpos astrales. Es espíritu (alma) y periespíritu (y sus variaciones). La Teosofía es bastante más rica en identificar los tipos de cuerpos, cada vez más sutiles, y la separación didáctica del “yo”, el “YO” y “ellos”, de su esencia Divina (Mónada), aunque sea todo una sola cosa.

SINTONÍA

Por el modo de sentir y pensar, establecemos un ajuste de largo de onda vibratoria entre nosotros y los que piensan y sienten igual que nosotros; o sea, entramos en sintonía con ellos; producimos también cierto tipo de fluido y los espíritus que produzcan fluidos semejantes podrán entonces “combinar” sus fluidos con los nuestros, pues establecemos así una afinidad fluídica (mediúmnica).

Cuando ofrecemos sintonía y combinación de fluidos para el mal, decimos que estamos dando “brecha” a los espíritus inferiores. Vigilancia y oración evitan o corrigen la influencia negativa de otros sobre nosotros o de nosotros sobre otros.

Vigilad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu, en verdad, está preparado, pero la carne es débil. 
(Mateo 26:41)

Las moscas son atraídas por los focos de corrupción; destruidos esos focos, ellas desaparecerán. Los malos Espíritus, igualmente, van para donde el mal los atrae; eliminado el mal, ellos se alejarán. Los Espíritus realmente buenos, encarnados o desencarnados, nada tienen que temer de la influencia de los malos.

EL PASE

Es una transmisión voluntaria y deliberada de fluidos benéficos, de una persona para otra. Su efecto es

-Bueno, cuando el paciente está receptivo y asimila bien los fluidos transmitidos (de ahí la necesidad de una preparación previa de la mente, para estar apto a recibir bien el pase).

-Duradero, cuando el paciente mantiene (por su buena conducta, pensamiento y sentimiento) el estado mejor que alcanzó con el pase. Si la persona no modifica para mejor su modo de actuar, volverá a sufrir desgaste fluídico y desequilibrio espiritual.

No peques más, para que no te suceda algo peor (Juan 4:14)

Articulo del Portal de los espiritas.