jueves, 23 de julio de 2015

EL PASE ESPIRITA



 El pase es un recurso asistencial por parte de los Centros y Grupos Espiritas; incluso cuando el pase no se de en el Centro, el sigue siendo un recurso a utilizar en muchas circunstancias de necesidad. Sabiamente Allan Kardec nos dice: La facultad de curar por la imposición de las manos tiene evidentemente su principio en una potencia excepcional de expansión  fluidica; pero está aumentada por diversas causas, las cuales es menester poner en primera línea la pureza de sentimientos, el desinterés, la benevolencia, el deseo ardiente de aliviar, la oración fervorosa, y la confianza en Dios; en una palabra: todas las cualidades morales>> “El pase, como genero de auxilio, invariablemente  aplicable sin cualquier contradicción, es siempre en el tratamiento debido a los enfermos de toda clase.
 León Denis nos dice: el magnetismo viene a ser la medicina de los humildes y de los creyentes, de cuantos saben verdaderamente amar. El pase es una transfusión de energías psíquicas. Roque Jacinto nos dice: <>  en las perturbaciones espirituales transitorias que sufren las almas encarnadas; en las enfermedades de la mente; en el reequilibrio de si mismo, cuando el hombre está auto obsesionado; en las emociones del sistema nervioso; en la terapia de los complejos…

 El pase es un beneficio para muchas circunstancias de nuestra vida, incluso aunque no tengamos problemas físicos. Porque la mayoría de nuestras enfermedades están fundamentadas en desequilibrios del pasado, en desajustes del Espíritu; de hay  que el pase obra directamente  sobre el periespíritu. Deleure nos comenta: << Siendo la facultad de magnetizar, o de hacer el bien a nuestros semejantes por influencia de su voluntad  la más bella y la más preciosa  que Dios da al Hombre, se debe encarar  el ejercicio del magnetismo como un acto religioso, que exige el mayor reconocimiento y la intención más pura. En todos los tiempos hubo mediums, curadores o sanadores, y son actualmente, dentro de la Doctrina Espirita conocidos como pasistas o mediums pasistas.

 El Médium más completo y perfecto que ha pisado la Tierra es: Jesús de Nazaret. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas y predicando el evangelio, sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Son muchos los necesitados de auxilio espiritual, Jesús ya lo manifestó con sus palabras de: “La  mies es mucha, más los obreros son pocos” muchos son los que están sufriendo, y no aprovechan la oportunidad de servicio, pierden valiosas oportunidades de progreso intelecto moral. Otros en cambio desean trabajar pero no se encuentran preparados, André Luiz nos esclarece “Basta el sincero propósito de cooperación y la noción de la responsabilidad para que seamos iniciados con éxito, en cualquier trabajo nuevo”. Con esos dos requisitos – cooperación y responsabilidad – se desarrolla la preparación, que debe ser constante, para que podamos ir  perfeccionando el trabajo que realizamos.

El pase es una transfusión de energías que altera todo el campo celular… En la asistencia magnética la ayuda espiritual se opera mediante el ensamble armónico de la emisión y la recepción, ayudando a la criatura necesitada para que ella se ayude a si misma… Los movimientos que se hacen con las manos sobre el cuerpo del enfermo, con el pensamiento y la voluntad de curarlo. Son llamados pases.  El pensamiento influye de una forma decisiva en la donación de los principios sanativos. Sin la idea iluminada por la fe  y por la buena voluntad, el médium no conseguirá el enlace con los Espíritus amigos que actúan sobre estas bases.  Los espíritus amigos  esparcen energías  que pasan primeramente por la cabeza del médium, este es como una pila  humana  que esparce rayos de múltiple variedad, los cuales fluyen de sus manos  después de recorrer su cabeza, al contacto con los espíritus iluminados que se los suministran.

 El éxito de este trabajo exige experiencia, horario, seguridad y responsabilidad del servidor fiel (médium) para con los compromisos asumidos. La tristeza, la insatisfacción y la rebeldía favorecen las molestias del cuerpo. Reflejan desequilibrios de la mente, los cuales, a su vez, facilitan la instalación de procesos obsesivos. Las energías transmitidas por los pases actúan sobre la mente del paciente, que, una vez reanimada “vuelve a levantar las vidas microscópicas que la sirven  en el templo del cuerpo, edificando valiosas reconstrucciones”. Es la mente del paciente que, con el auxilio de las energías  psíquicas transmitidas por los pases, actuará para armonizarlo. Por ello, los pases ayudan al paciente a ayudarse a si mismo. En ese sentido, se puede afirmar que los pases constituyen “un equilibrante ideal de la mente un apoyo eficaz de todos los tratamiento”, uno de los más legítimos complementos de la terapéutica corriente”. André Luiz, en su libro “Evolución en dos Mundo” nos dice así: “El fluido cósmico es el plasma divino, aliento del Creador o fuerza nervosa del Todo –Sabio.

 En ese elemento primordial, vibran y viven constelaciones y soles, mundo y seres, como peces en el océano”. “El fluido cósmico universal es la materia elemental primitiva y sus modificaciones y transformaciones constituyen la gran variedad de los cuerpos de la Naturaleza. (La Génesis, Cáp. 14, ítem 2) Es de esencia electromagnética, y llena todos los espacios, no existiendo el vació en el universo. El pase es una transfusión de fluidos. Es un intercambio de periespíritu para periespíritu, es muy parecido a una transfusión de sangre, los pasistas no trabajan solos los Espíritus Esclarecidos y especialistas intervienen en los pases. Ya que  los mediums necesitan a los espíritus, debido a su necesidad evolutiva y el estado espiritual precario. Las autoridades  del mundo espiritual designan a entidades sabias  y benevolentes que orientan, indirectamente, al aprendiz, valiéndose de su buena voluntad enriqueciéndoles su propio potencial.

 El periespíritu sirve de unión entre el cuerpo y el alma; transmite a esta las impresiones de los sentidos y comunica al cuerpo las voluntades del Espíritu. En el momento de la muerte, se separa de la materia tangible, abandona el cuerpo y las descomposiciones de la tumba, y, siendo inseparable del alma, conserva la forma exterior de su personalidad. (Evolución en dos mundos) El periespíritu, es un organismo fluídico; en la forma preexistente y superviviente del ser humano, es uno de los productos más importantes del fluido cósmico. Es una condensación de ese fluido en torno de un foco de Inteligencia o Espíritu... En el se encuentran los centros de Fuerza o puntos energéticos, por donde fluyen las energías  del cuerpo físico para el Espíritu y del Espíritu para el cuerpo físico. Son siete los centros de fuerza, más importantes: Coronario, Frontal, Laringeo, Cardiaco, Esplénico, Gástrico y Genético. Estos tienen relación con los pases y pasistas. Los fluidos son un elemento neutro, que dependiendo de la voluntad y la manipulación de ellos, así estarán en condiciones de ser donados con cierta pureza o de unos componentes inferiores.

 Los fluidos pueden estar contaminados como la sangre, por pensamientos deletéreos, materialistas, deprimentes, acompañados de acciones poco dignas, en contraposición a lo que Jesús y muchos otros misioneros nos han enseñado. Los fluidos cuando son donados deben ser, siempre los más elevados y limpio posible: si damos pases, mucho más, ya que la responsabilidad es mayor. Por una parte nos comprometemos  a ser colaboradores del Plano Superior y por otra, nos comprometemos a dar mejor de nosotros mismos a nuestros semejantes, al prójimo que habló Jesús. Esos fluidos van dirigidos al periespíritu enfermo, posiblemente de muchos años y muchas existencias, para aliviarle, lo cual no es una labor fácil debemos reforzarnos moral y espiritualmente para esa tarea. Y en el Periespíritu están los Centros de Fuerza o Centros Vitales, según André Luiz, que se desbloquearan y reajustaran, poco a poco, con la terapia de los pases, para repercutir en nuestro cuerpo físico, que es el filtro del Espíritu. La reencarnación es la llave de muchos enigmas. ¿Quién  puede soportar el sufrimiento o resignarse a él, sino sabe por que sufre? Todos necesitamos del pase. Jesús dijo. “Los sanos no necesitan de médicos, y si los enfermos y enfermos podemos serlo todos, desde que reconozcamos y aceptemos vivir en un mundo de pruebas y expiaciones.

 El que todos necesitemos del pase, en mayor o menos grado, no implica ni quiere decir que nos obsesionemos con el, como aquel, que pensando en que se pondrá mejor rápidamente, se toma de una sola vez el jarabe que debe tomarse en pequeñas dosis. Eso es un contrasentido y a veces una actitud infantil. Hay curas que no se producen por tomar muchos pases. Ya que ciertas mejorías o curas no se darán en esta existencia por cuestiones  que podríamos llamar Karmicas o de aprendizaje a largo plazo. El pase hay que tomarlo con moderación y con fe; con una cierta predisposición positiva, que desbloquee  nuestro organismo y nuestra mente, de forma a recibir la dosis de beneficio que la ley de merecimiento, nos otorgue. No debemos abusar de aquellos que nos auxilian. No tomemos el lugar del verdadero necesitado, tan solo porque tus caprichos  y melindres personales estén heridos. Es de suma importancia saber cual es el objetivo del pase, para no llamarnos a equívocos o desvirtuar los fines de el. Jacob Melo dice “Si hacer es un obligación, saber es un deber; y hacer lo correcto, en el tiempo, en el momento y lugar cierto, es buscar la perfección.” El pase espirita busca el reequilibrio orgánico, psíquico periespiritual y espiritual del necesitado.

No debemos confundir el objetivo del pase con su alcance. Cuando alguien no se cura, con un determinado tratamiento fluidoterapico, erróneamente  es común deducir del hecho que este deja de tener su objetividad. Tal razonamiento equivaldría  a condenar la Medicina tomando como base los casos que no tuvieron solución posible, o de acudir a un médico por el hecho de que un paciente  no responde a ciertos medicamentos. El pase como los medicamentos, tienen sus objetivos definidos. No debemos olvidar la importancia de los tratamientos terrenos o de la medicina, cuando estamos tomando los pases, pues nos siguen siendo  necesarios. Pues lo médicos  de la tierra, en su mayoría hacen una labor  muy digna  y benéfica, en bien de los enfermos. Ambos son compatibles y los Espíritus aconsejan en muchas ocasiones, seguir la orientación de los médicos de la tierra, porque ellos los inspiran  multitud de veces, a esos médicos a prescribir el tratamiento correcto. El pasista no debe recibir retribución o ventaja financiera por los pases, pues no tiene derecho de vender el fluido saludable de los buenos Espíritus. “Restituid la salud a los enfermos, resucitad a los muertos, curad a los leprosos, expulsad a los demonios. Dad gratuitamente lo que habéis  recibido gratuitamente. Mateo. El desinterés moral comprende la ausencia de vanidad, de orgullo y de deslumbramiento ante los resultados de la tarea. La excesiva contemplación de los resultados puede perjudicar al trabajador, despertando la vanidad, haciendo olvidar al Señor.

 Todo bien  procede de El, que es la luz de nuestros corazones. Somos instrumentos en las tareas del amor. El siervo  fiel no es  aquel que se inquieta por los resultados, ni el que permanece extasiado en su contemplación, sino el que cumple justamente la voluntad divina del Señor y sigue adelante. Si pretendemos conservar las ventajas del pase que, en esencia es  acto sublime de fraternidad cristiana, hemos de purificar el sentimiento, el raciocinio, el corazón y el cerebro.      Hay tres clases de pases: Magnético, Espiritual y Mixto. Según Jacob Melo, el pase magnético básicamente  es el del propio pasista, es el que busca e atendimiento de problemas orgánicos, físicos y espirituales, incluyéndose, aquellos pases practicados por los espíritus directamente en desencarnados con el fin de recuperar deficiencias o limitaciones <> en aquellos.

 El pase espiritual es el que se  verifica  por la donación fluidica directa de los espíritus al paciente, sin la interferencia  del médium. En la práctica de los encarnados, la presencia del médium en ese caso, sirve apenas como “canal” de los fluidos espirituales. El pase espiritual es el destinado  a atendimientos de problemas de orden espiritual, principalmente  de procesos desobsesivos o decurrentes  de desvíos morales. Este pase es aplicado por los mediums en las reuniones de desobsesión, así como por los espíritus. El pase mixto es aquel donde el tratamiento tiene por fin no una más, sino todas las partes del ser, ósea: cuerpo, periespíritu y espíritu. Obviamente  los fluidos aquí <>  actúan no apenas a nivel periespiritual, alcanzaran además las propias células del cuerpo y alcanzaran igualmente  la intimidad del espíritu, aunque por vía periespiritual. También hay otras clases de pases como son el individual y el colectivo. El individual  es aquel que se hace de una en una persona, y el colectivo, es aquel en el cual  el médium pasista dirige el pase   a un grupo indeterminado de personas. Como podría ser el caso de un centro con muchísimas personas  y un solo médium pasista.

 Aunque no es recomendable que un solo pasista  atienda a un número grande de personas necesitadas.  El colectivo era practicado en tiempos pasados, y en centros Espiritas donde no hay mucha instrucción y conocimientos. Este pase no es perjudicial aunque es poco efectivo, ya que sirve más como  método psicológico que como pase, propiamente dicho. Podemos hablar también del pase de limpieza y el de restauración. El pase de limpieza  es aquel donde se retiran  los fluidos pesados, nocivos y deletéreos del paciente, para a continuación dispensar los pases de restauración, donde se renovaran las energías del paciente, así como el desbloqueo de los Centros Fuerza o Centros Vitales, para buscar la mayor eficacia del pase o fluidos emanados .  El pase de limpieza es muy efectivo cuando hay caso de obsesión, donde el obsesor emite  fluidos muy pesados e inferiores y el obsesado recibe esa descarga continuamente repercutiendo en su organismo periespiritual y físico.

 Todos podemos imponer  las manos y curar, si tenemos  amor a nuestros semejantes  y el deseo ardiente  de aliviarlos. No necesita una mediúmnidad ostensiva para ser pasista, es esencial el querer ayudar a nuestros semejantes.  Lo esencial es la instrucción y la moral del médium, sin esos requisitos, no será fructífera la labor a realizar. Todas las personas dignas y fervorosas, con el auxilio de la oración, pueden conquistar la simpatía de venerables magnetizadores del Plano Espiritual. Nunca estamos solos, incluso cuando damos nuestros propios recursos, los hermanos mayores nos acompañan  y cuidan de orientarnos, para que lo donado sea más efectivo y de  alguna forma nos enseñan  a direccional nuestros fluidos. Emmanuel nos dice: Ser médium es ser ayudante del Mundo Espiritual. Lo esencial para hacer una labor digna de socorro y caridad fraterna, es nuestro mejoramiento, necesitamos actitudes renovadas, la educación de nuestra mente, con el imprescindible auto conocimiento, la disciplina y el Amor, en el cual están basadas todas las buenas cualidades y virtudes. También es imprescindible la vigilancia al respecto de la donación de fluidos en el pase: la alimentación, sus hábitos y todo lo que tenga que ver en su campo de acción.

 Esto se le puede llamar higiene espiritual. Si un médium pasista  se propone ayudar en el Centro Espirita a sus semejantes, se hace necesaria una valoración de sus hábitos, costumbres y vicios psíquicos, si lo hubiera. Las condiciones morales del médium son un factor determinante a la hora de realizar correctamente el compromiso, en el terreno de los pases, con los Mentores y encarnados. En el ítem 227 del capitulo 20 el maestro de la Codificación, nos resalta: “Las cualidades que, de preferencia, atraen a los buenos Espíritus son: la bondad, la benevolencia, la simplicidad de corazón, el amor al prójimo, el desprendimiento de las cosas materiales. Los defectos que los apartan son: el orgullo, el egoísmo, la envidia, los celos, el odio, la codicia, la sensualidad y todas las pasiones que esclavizan al hombre a la materia. El pasista es quien da de si mismo y del Plano Superior, por eso debe ser consciente, en mayúscula, de la tarea que hace en el Centro Espirita. De su salud mental y física, ya que su salud es un bien inapreciable. Nunca debe suplantar al medico o aconsejar al paciente no acudir a la consulta medica, bajo el pretexto de que los pases son un remedio para todo, una panacea para todos los males, entre otras cosas, porque muchas veces los Espíritus se valen de ellos para orientarlos e inspirarles, a fin de suministrar al paciente  la mejor y más correcta ayuda.

 Los pases son compatibles con la medicina, muchos médicos son preparados  en el Mundo Espiritual para traer a la tierra unas mejores  condiciones de salud y vida material. No debemos forzar la práctica mediúmnica en personas débiles, pues la pérdida de fluidos puede serle dañosa. El pase puede ser dado a distancia, cuando el paciente está imposibilitado de ir al Centro y el pasista de ir a su encuentro. A través del pensamiento el pasista, auxiliado por los Espíritus, remite al paciente las energías que le daría con el presente. El pase se enriquece cuando el pasista conoce bien el mecanismo, es decir como debe ejecutar su función. El pasista no debe descuidar la acomodación del paciente, este debe estar cómodamente sentado o tumbado, con el fin de poder relajar sus nervios y músculos, facilitando, por su desprendimiento, el relacionamiento entre las personas ligadas al pase. Se debe aconsejar al paciente; que el día del pase, se alimente correctamente con exclusión de carnes, (es un requisito que no es indispensable, y si aconsejable por las posibles toxinas de la carne).

 Salsas picantes e ingestión de bebidas alcohólicas, así como mantener  el espíritu  lo más tranquilo posible, con las miras de obtener mejor recepción de las energías irradiadas. Lo más importante, es la voluntad y el amor que emane del pasista, pero también es importante, el estudio y la instrucción. Una vez con estos requisitos, el pasista que es consciente de la importancia de su labor, lo mejor es empezar poniendo las manos por encima de la cabeza del paciente. (Esto no es imprescindible) Los fluidos, partiendo de las manos, bañaran la Epífisis, recorriendo el periespíritu y vitalizando la sangre permitiendo que se reorganice el equilibrio perdido y proporcionando socorro al enfermo. Las  manos tienen una gran importancia en los fenómenos mediumnicos, y no solo en las curas. Las manos como verdaderos polos emisores de fluidos, sobresalen de las demás partes del cuerpo humano, y no podemos subestimar ni disminuir su importancia, revelando, con todo, el ascendente de la mente que es, definitivamente, la verdadera directriz de todo proceso fluídico.

El que sea manco o tenga alguna deficiencia en las manos, no está exento de dar los pases, porque la donación es cuestión de voluntad, por tanto algo psíquico. Día vendrá en que los pases no necesitaran de ser dados utilizando las manos como herramienta. Investigaciones espiritas y científicas, a lo largo de estos últimos años, ha demostrado ya, la importancia de la mente, no solo en los fenómenos mediumnicos, sino en lo que somos nosotros en si. Somos lo que pensamos. Son las manos las mejores herramientas para liberar los fluidos. El sentido de las manos en relación al pase sobre el cuerpo del paciente es de arriba para abajo. De la cabeza a los pies. En caso contrario, se provocará una cogestión fluidica, de consecuencias graves o desagradables. El pase dispersivo, es el que parte de la cabeza hasta los pies del enfermo. Se pude dar uno  o varios de estos pases. El objetivo es alcanzar, retirar los fluidos enfermos, desbloquear los centros de fuerza, suprimir los fluidos deletéreos etc. No ha de hacerse con movimientos bruscos, aunque rápidos. Sin sacudir las manos, ya que no estamos tirando nada. Nada se crea, nada muere, todo se transforma.

 Por eso mismo, los fluidos enfermos  o pesados, son retirados del paciente,  y transformados por los Espíritus, en fluidos benéficos. Los pases longitudinales, son hechos a lo largo del cuerpo del paciente de la cabeza a los pies y de arriba a bajo, con las manos abiertas y los brazos extendidos normalmente, sin ninguna contracción, y con la necesaria flexibilidad para ejecutar los movimientos. Han de durar treinta segundos y desde una distancia de 10 a 15 cm. Es necesario saber  si deseamos relajar  o activar al paciente, porque entonces hemos de tener en cuenta la distancia y la duración del pase. Cuanto más cerca aplicamos el pase, mayor actividad provocaremos al paciente, y a mayor distancia mayor relajamiento. Cuanto más tiempo duren los pases, estaremos cargando más al paciente de fluidos. Después de un pase longitudinal, si el pasista lo cree necesario, y esto se sabe por intuición o inspiración al pasista, asistido siempre por la espiritualidad, puede darse  un pase dispersivo para evitar con eso, acumulación de fluidos en el organismo periespiritual y por consiguiente en el organismo físico. Los niños pueden tomar pases, pero hay que tener en cuanta dos cosas: 1ª aplicar primero un pase dispersivo para retirar los fluidos pesados que el niño aya podido acumular del propio ambiente que lo rodea. 2º Aplicar los pases longitudinales de una forma suave, que no quiere decir que se den muy despacio, sino que duren poco tiempo, para no cargar al niño de fluidos, y por esta misma causa, terminar con otro pase dispersivo, para que el niño no quede con fluidos de más, que le pueden ocasionar algún trastorno o pesadez.

 Los niños absorben con mayor facilidad los fluidos, que los mayores, ya que ellos no ponen barreras mentales a esa absorción como les sucede a los adultos, cuando dudan, se distraen, tienen prejuicios contra el pase o su predisposición a la reforma es nula.  El pasista sentirá una sensación agradable al facilitar el pase al niño, por el cambio fluídico que se dará en el proceso del mismo pase. Debemos cuidar la salud física, mental y espiritual de nuestros niños, y en eso el pasista tiene una gran responsabilidad. Existen otras técnicas de pases: transversales, circulares, de soplos caliente y fríos e imposición de manos; más  no nos adentraremos en ellos, debido a que son técnicas más profundas, que requieren mucho estudio y preparación además de buscar una finalidad concreta. Cuando se haga el dispersivo y el longitudinal con las manos hacia abajo, para retirar los fluidos deletéreos, en el caso de los dispersivos, y en el longitudinal para donar los fluidos debemos tener en cuanta, no subir las manos, mas tarde,  abiertas, porque estaríamos provocando una congestión fluidica. Bajar las manos abiertas y subirlas cerradas. 

 En ningún caso el pasista ha de sentirse mal, fatigado, con cualquier dolor o cualquier causa de perturbación, al terminar los pases, si esto ocurre, seria señal de que algo no va bien en la aplicación de los pases que el da. Allan kardec nos enseño que… La diferencia entre el magnetizador, propiamente dicha, y el médium curador, es que el primero  magnetiza con su fluido personal y el segundo con el fluido de los Espíritus, al cual sirve de conductor… Es necesario recordar que, pase y mediúmnidad de cura, no es lo mismo. El médium pasista es, necesariamente, un médium sanador  y casi siempre no lo es. Así como el médium sanador, si puede ser pasista.  Mediúmnidad de Sanación es el don que ciertas personas poseen de curar con el simple tacto, con la mirada y aun con el ademán, sin el socorro de ningún medicamento. Es muy importante combatir las molestias del cuerpo; más nadie conseguirá eliminar efectos cuando las causas permanecen…Emmanuel. Hay dos tipos  de enfermedades: físicas y las espirituales y dentro de las espirituales, están las: cármicas, obsesivas y las derivadas de los desvíos  morales.

En las enfermedades físicas encontramos, los resfriados, dolores de estomago, jaquecas, hepatitis etc. Son avisos, en la mayoría de las ocasiones, de errores y excesos que estamos cometiendo con nuestro cuerpo; nos dan motivo para reflexionar de  nuestro proceder, cuando nos vemos obligados a permanecer inmóviles en una cama. Las enfermedades morales son más numerosas y para la  que los médicos actuales no encuentran cura, ya que son enfermedades grabadas en nuestro periespíritu. Son los múltiples sufrimientos del alma, cuando la conciencia acusa. Podríamos llamar cármicas a la: parálisis, asma, deficiencias físicas, etc. Son consecuencia de nuestros excesos y aberraciones del pasado. Cuando nos engolfamos  en el alcohol, tabaco, drogas, excesos sexuales etc.  Y los que acortaron su vida, mediante el suicidio: aunque no debemos olvidar que los vicios practicados en el pasado, pudieron  acortar nuestra vida, y eso se llama suicidio indirecto o suicidio lento. Dentro de las enfermedades particulares encontramos cuadros de carácter, obsesivo que son aquellas que vienen  hoy a nuestro estado consciente, a recordarnos el daño que infringimos a otros.

 Y las derivadas de desvíos morales, muy numerosos, son todas aquellas que son generadas por nuestros vicios y excesos. Es muy difícil asimilar  el sufrimiento en nosotros o en los seres queridos. “La enfermedad prolongada es tratamiento de belleza para el Espíritu. (Richard Simonety. Todo el que sufre no es por ser un espíritu deudor. Muchos espíritus elevados, se revisten de un cuerpo deforme o enfermo, para enseñarnos  a sufrir con paciencia y resignación, confiando en los Designios Divino. El médium sanador debe tener fe en las curas  que esté realizando así como también el paciente. La falta de fe es lo que muchas veces nos impide recobrar la salud, en el caso de que tengamos el merecimiento de obtenerla. La responsabilidad del médium sanador es mayor que la del pasista. Los mediums sanadores  son raros, porque esa facultad, elevada al más alto grado, requiere un conjunto de cualidades morales, raramente  encontradas en la Tierra; solo esos, pueden obtener, por la imposición  de las manos, esas curas instantáneas… Se reconoce al médium curador por los resultados que obtiene y no por la pretensión de serlo.

 La oración sincera y fervorosa hace el efecto de una magnetización o pase, lo que  facilita la labor, porque la oración está al alcance de todos; basta querer. El mejor sitio para hacerlo es el Centro Espirita, este debe ser un puesto de socorro, para encarnados y desencarnados un refugio de paz y de luz. Nunca en el debe entrar  la desarmonia, la critica, el desorden moral, la envidia, los celos, la maledicencia etc. esto seria vivir en las tinieblas de las bajas pasiones y sentimientos inferior. Muchos Centros y grupos  han desaparecido por esta causa. En el Centro Espirita se debe buscar siempre alcanzar el máximo objetivo: el conocimiento y la asistencia a los necesitados, y en la asistencia, entra la cuestión de los pases; siempre relacionada con el conocimiento y el estudio, este necesario para que los mediums puedan estar en sintonía con la tarea que realizan, la instrucción que precisan. La cantidad de fluidos vital no es igual en todos los seres orgánicos. Este se transmite de unos seres a otros, el que tiene más  puede darlo al que tiene menos. Y en cientos casos, reanimar una vida que se extingue. Todos podemos ser pasistas, como todos somos en mayor o menor grado mediums; pero no debemos olvidar que hay personas necesitadas de fluidos,  por tenerlos escasos o por enfermedad, por lo tanto esta persona  está necesitada de recibir, no de donar.

El Centro Espirita debe tener las condiciones para impartir los pases. Una habitación  o rincón, por pequeño que sea exclusivo para ese menester, no es conveniente, si no se tiene  centro, dar los pases en cualquier parte de una casa, porque los Guías del Centro, han de crear el ambiente, y  es mejor que ellos acudan al mismo sitio como si se tratara de un altar preparado para ese menester. Las consecuencias de que un médium ande de aquí para allá aplicando  pases son muy graves, porque el no puede  pretender estar armado de defensas para acautelarse de las influencias  que lo aguardan  en lugares  donde la palabra superior no es ventilada, donde las reglas de moral no son preservadas,  y donde el buen comportamiento no es mantenido. Nunca deben dar paso al pesimismo o a la desilusión, al no haber encontrado los resultados esperados. Dejemos esto a los que saben el por que no llegó la cura. Es innecesario utilizar vestuario especial, rituales o cualquier instrumento para dar los pases. En lo referente al agua fluidificada sabemos que en su constitución molecular es elemento que absorbe y conduce la bioenergia  que le es suministrada.

 Cuando es magnetizada e ingerida, produce efectos orgánicos compatibles con el fluido de que se hace portadora. Becerra de Meneses El agua puede ser fluidificada, de modo general, en beneficio de todos, puede serlo  en carácter particular para determinado enfermo, y en ese caso,  es conveniente que el uso sea personal y exclusivo. “El agua es de los cuerpos más  simples y receptivos de la tierra. Es como la base pura en que la medicación del Cielo puede ser impresa, a través de recursos sustanciales de asistencia al cuerpo y al alma, aunque en proceso invisible a los ojos mortales. Emmanuel El pasista es un trabajador más en la Viña del señor, que debe seguir el rumbo de la evolución, como sus semejantes y debe trabajar siempre. Orando y trabajando. Los pasistas deben recordar siempre: 1ª – Que no debe tocar al paciente. 2ª –  Que  puede dar pases a hombres y mujeres. 3ª – Que no es necesario sacudir las manos para liberarse de los fluidos nocivos. 4ª – Lo inútil de los resoplidos, jadeos y demás. 5ª – La inconveniencia  de hablar, con los pacientes en la sala de pases, o permitir que ellos hablen entre si. 6ª – La necesidad de mantener, permanentemente, la higiene corporal y psíquica. 7ª – No tener preferencias entre uno y otro paciente. 8ª – No tener la presunción de que se vale de si mismo, ignorando la gran ayuda que le viene de lo Alto. 9ª – Máxima sencillez y simplicidad a la hora de dar y recibir, ya que el propio pasista antes de dar, ya recibió el pase correspondiente, cuando se recogió por unos segundos en la sala de pase en oración, por lo que no necesita que ningún compañero le de fluidos. 10ª – Vigilar  su mente para saber que piensa y emite en los momentos del pase. 

   Una sencilla oración y la necesaria mentalización de lo que estamos haciendo y donando, será suficiente. De esa forma seremos dóciles instrumentos del Mundo espiritual. El que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía Espíritus buenos par que lo asistan. Es una ayuda que jamás se rehúsa cuando ha sido pedida con sinceridad. La mediúmnidad es una cosa santa  que debe practicarse santa y religiosamente. Si hay una clase de mediúmnidad que requiere esa condición y de un modo absoluto, es la mediúmnidad curativa. El médico da el fruto de sus estudios, que a hecho a costa de sus sacrificios a menudo penosos; el magnetizador da su propio fluido y muchas veces su salud; estos pueden poner precio a sus facultades; pero el médium que cura, solo transmite el fluido saludable de los buenos espíritus, y por lo tanto no tiene derecho a venderlo, Jesús y los Apóstoles, aunque pobres, no hacían pagar las curaciones que operaban. Evangelio Nada más vil y más miserable que negociar con los dolores del prójimo, fingiendo por dinero  a los amigos, a los seres que lloramos para siempre en este mundo, y haciendo de la muerte un objeto de falsificado  y de la más vergonzosa especulación…

 Existe en  cada ser un foco invisible cuyas radiaciones varían de amplitud y de intensidad según  sus disposiciones mentales. La voluntad puede comunicarles propiedades especiales; este es el secreto del poder curativo de los magnetizadores. La voluntad de curar, de aliviar, presta al fluido magnético propiedades curativas. El remedio de nuestros males está en nosotros. Un hombre bueno y sano puede influir en los seres débiles y achacosos, regenerarlos por el soplo, por la imposición de las manos y hasta por objetos impregnados de su energía. La mejor recomendación  es la abnegación y seriedad, en todo aquello que hagamos. Evoquemos en todos los momentos de apuro y dificultad a nuestros amigos Espirituales, como Miguel Vives, Amalia Domingo Soler, Becerra de Meneses entre muchos otros, son servidores del Bien, abnegados cooperadores de loa Alto y Mensajeros de la Luz, que tanto se necesita en los momentos de Tinieblas. No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los Cielos, sino aquel que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Muchos me  dirán  en aquel día: ¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre, y en nombre tuyo arrojamos a los demonios? Y entonces yo les diré: Nunca os conocí, apartaos de mi, obreros de la iniquidad. Aquel que escucha mis palabras y las pone  por obra, será como el santo varón prudente, que edifica su casa sobre la roca.