sábado, 29 de marzo de 2014

EL AGUA FLUIDIFICADA


EL AGUA FLUIDIFICADA
El uso del Agua Fluidificada, utilizada en conjunto con los tratamientos de Pases y Evangelización, han demostrado a través del tiempo su efectividad en el tratamiento de desordenes físicos y espirituales.
Según explica Emmanuel: “El agua es uno de los cuerpos más simples y receptivos de la Tierra. Es como una base pura en la cual la medicación del cielo puede ser impresa por medio de recursos sustanciales de asistencia al cuerpo y al alma, aunque el proceso no sea visible a los ojos mortales”.
El agua fluidificada es la fuerza energética más maravillosa que el Mundo Espiritual nos pudiera haber dado. En realidad, es simple agua corriente que es modificada por la acción del pensamiento y la oración.


            Los Espíritus Superiores usan el fluido universal divino (elemento de lo que está compuesto todo lo que existe) para magnetizar el agua, convirtiéndola en elemento armonizador de todos los cuerpos del hombre, físico, periespiritual y espiritual. Tiene propiedades nutritivas, calmantes, reguladoras, armonizadoras, revitalizantes, relajantes, etc. Cada uno de nosotros recibe lo que necesita del agua fluidificada.
            El Doctor Becerra de Meneses nos dice respecto al agua fluidificada:     “El agua, debido a su composición molecular, es un elemento que absorbe y condensa la bioenergía que le es suministrada. Cuando es magnetizada e ingerida, produce efectos orgánicos compatibles con el fluido que es portadora.”
            El Espíritu Emmanuel, a través de la psicografía de Chico Xavier nos dice: “Si deseas fortalecerte, encontrar la solución de tus necesidades físico-psíquico-emocionales, de los problemas de salud y equilibrio, coloca un recipiente de agua cristalina delante de tus oraciones, espera y confía. El rocío del Plano Divino magnetizará el líquido, con rayos de amor, en forma de bendiciones…”
            El agua tiene una composición particular que le permite ser influenciada por componentes agregados, como la oración y el pensamiento.
            El trabajo de investigación realizado por el doctor Masaru Emoto, revela la influencia que tienen las vibraciones del medio ambiente y nuestras emociones sobre las moléculas de agua. Durante ocho años, él y su equipo cristalizaron y fotografiaron moléculas de agua. Las muestras fueron extraídas de los ríos, lagos, lluvia, nieve y sometidas a las vibraciones de pensamientos, sentimientos, palabras, ideas y músicas. A través de estos estudios fue posible registrar en imágenes la reacción de las moléculas de agua a esos estímulos, tanto los positivos como los negativo.

 



         En el libro En los Dominios de la Mediumnidad, Capítulo XII, André Luiz nos relata: “Después de la reunión mediúmnica, hecha la oración de cierre, es colocada una jarra de agua sobre la mesa. Aulus, guía espiritual explica: “El Agua recibirá los recursos magnéticos de alto valor para lograr el equilibrio psicofísico de los presentes. Por intermedio del agua fluidificada un precioso fin terapéutico puede ser realizado. Hay lesiones y deficiencias en el cuerpo espiritual que se reproducen en el orgánico, los que solo la influencia magnética consigue aliviar cuando los interesados estén dispuestos a SU PROPIA CURA”.

            En el libro La Vida en el mundo Espiritual, Capítulos IX y X, André Luiz nos explica como los espíritus desencarnados elevados solo necesitan del alimento proveniente de la energía del agua y del aire. En sus palabras, la alimentación “fue reducida a la inhalación de principios vitales de la atmósfera, a través de la respiración y del agua, mezclada con elementos solares, eléctricos y magnéticos”.


            “Sabemos que el agua es uno de los más poderosos vehículos para los fluidos de cualquier naturaleza. Aquí (en la colonia), es usada como alimento y remedio… Algún día el hombre comprenderá el valor de este regalo del Señor. El agua como fluido creador, absorbe, en cada hogar, las características mentales de sus moradores. No solo arrastra los residuos del cuerpo físico, sino también las expresiones de nuestra vida mental”.