lunes, 3 de agosto de 2015

REENCARNACIONES EN MASA



Por Marina Silva


En enero de 2007 visité a Buenos Aires por primera vez. Asistía a un curso de español y me acuerdo que, en una de las clases, una compañera comentó que casi no se veían mujeres embarazadas en Buenos Aires. La profesora, muy atenta, nos explicó que la muchacha lo observó bien pues de hecho, en la capital del país la tasa de natalidad era cada día menor.

A partir de ese día, me fijaba por donde andaba y pude comprobar la veracidad de las informaciones. Durante los diez días en que estuve en Buenos Aires vi a un número ínfimo de embarazadas, siendo la mayoría de ellas pertenecientes a las camadas más pobres de la sociedad y en las provincias.

Hoy, pasado cinco años, ya viviendo en dicha ciudad desde hace cuatro, me encuentro con una situación totalmente diferente: Es increíble la cantidad de mujeres embarazadas y la cantidad de bebés que se ven en los más diversos niveles sociales, no solamente en la provincia, sino que también en capital. Incluso entre personas cercanas.

Me atreví a pensar que pasamos por un proceso de reencarnación masiva, pues el hecho me llama demasiado la atención, y la de las personas que también se pusieron a observarlo.

Pensamos que sería un lindo tema para la sección especial de nuestra revista.

Son escasas las fuentes de investigación sobre la relación entre la reencarnación y el crecimiento demográfico mundial, no obstante, si acudimos a los datos oficiales y a las informaciones esporádicas encontradas en la literatura espírita, podemos establecer una línea de razonamiento que nos llevará a algo que siempre estuvo delante de nuestras narices y que nos comprueba que se acelera el paso de la Tierra de su condición de planeta de prueba y expiación al de regeneración.

Comencemos por refutar un argumento que muchos usan para negar la reencarnación. Dicen que si ella fuera real no habría el fenómeno de la explosión demográfica. Un argumento un poco ingenuo si pensamos que Dios jamás descansa y nunca ha dejado de crear. Pero hay más: el Espíritu Emmanuel en el libro “Roteiro”, publicado en 1952 a través de la mediumnidad de Chico Xavier, nos informó que la población de desencarnados conscientes en la fecha era de 20 mil millones de Espíritus, cuando la de encarnados no llegaba a los 3 mil millones. Es decir, la cantidad de desencarnados (conscientes) vinculados a la Tierra era ocho veces mayor que la de los encarnados.

Añadamos a esos datos, un estudio sobre las etapas del crecimiento de la población presentado en la “Enciclopedia Temática de la Mujer” :(1)

“El crecimiento de la población mundial se puede dividir en tres fases. En la primera, desde la aparición del hombre en la tierra hasta 1650, el crecimiento fue muy lento; en la segunda, desde 1650 hasta 1959, la población aumentó de 545 millones a 2.500 millones. La tercera fase, que es la que se está viviendo actualmente, se caracteriza por un crecimiento exagerado de la población que alcanzará 7.000 millones en la primera década del siglo XXI.” (Destaques nuestros)
La población humana ha crecido el doble en solamente 50 años y según Univisión Noticia, alcanzamos la marca de 7 mil millones de habitantes en el mundo en el pasado mes de octubre. (2)

Aún por los números de la citada enciclopedia femenina (y por la matemática), “antes de 1650, la población mundial tardó 35.000 años, o sea, 1.400 generaciones en duplicarse”, y hoy eso es posible en tan sólo 36 años, lo que significa decir que para el año de 2100, seremos más o menos 10 ó 11 mil millones, aunque las mujeres modernas decidan tener cada día menos hijos.

Los números estimados están calculados observando la opción femenina, pero la realidad que se ve en los países nos hace creer que los números pueden ampliarse todavía más:

Mientras investigaba para escribir este artículo, leí muchos comentarios sobre la cantidad de embarazos, en algunos incluso se hablaba de epidemia de embarazos entre personas comunes y además entre famosos.(3)

Un periódico mexicano escribe que en Chile se registra un aumento considerable de embarazos, fenómeno al que nombran “baby boom”. (4)

Algunos países se preocupan por el aumento de embarazos entre adolescentes. En Ecuador, por ejemplo, “se han incrementado en un 74%” en la última década. (5)

Otros países evidencian la elevación de la tasa de nacimientos múltiples. En Galicia se han duplicado en los últimos años (6.1), en España aumentó en un 70% en los últimos diez años (6.2). En Brasil nacen más de 51 mil múltiples cada año (6.3).

Pero ¿quiénes son los Espíritus que reencarnan en masa y por qué tal fenómeno se está dando ahora?

En la Revista Espírita (7) de 1863 dice Kardec que el Espiritismo pasaría por algunos períodos de maduración: el de la “curiosidad”, el de la filosofía, el de las luchas, el religioso, el intermedio y, por último, el de la regeneración social. Podemos suponer que las cuatro primeras fases fueron afrontadas cuando el noble codificador aún estaba encarnado, incluso porque las vemos muy bien definidas. El período religioso hizo mayor ruido en Brasil, en la patria del Evangelio, pero pareciera ser que vivimos el ciclo intermedio.

La Doctrina en un principio, por sus postulados lógicos y bien fundamentados, atrajo a gran cantidad de intelectuales, muchos de los cuales asimilaron solamente su aspecto intelectual, sin dejarse tocar por su matiz consoladora. Más adelante, muchos consideraron meramente su carácter religioso y hoy, luego de pasar entre un extremo y otro, llegamos a un punto intermedio, al equilibrio y comenzamos, tímidamente, a encararla de manera integral, lo que fatalmente nos conducirá al período de regeneración.

El período de regeneración tiene que ver con el proceso de transformación colectiva de la Humanidad terrestre, del Planeta y vivir la fase intermedia hace que tengamos características de ambas fases, la inmediatamente inferior y la inmediatamente posterior.

Si pasamos por una etapa de transición, es natural que Dios, infinitamente justo y misericordioso, nos ofrezca a todos oportunidades de evolucionar, ya que sabemos que para que suceda una transformación del Planeta, debe haber el cambio individual y no todos estamos en el mismo nivel evolutivo.

El Espíritu Manoel Philomeno de Miranda, en el libro “En las Fronteras de la Locura”, lanzado en 1982, afirma:

“Estas son horas muy importantes de la transición moral de la Tierra y de sus habitantes. Las legiones que se detenían en esas fajas aún marcadas por la barbarie, portadoras de los instintos agresivos que afloran, son conducidas a la reencarnación en masa, obteniendo la oportunidad de seleccionar la libertad o el exilio. Al volver, encuentran cuerpos genéticamente sanos con excelentes posibilidades de las que pueden aprovecharse para la gran elección…” (8) 


El instructor espiritual nos explica porqué, pese a que el orbe evolucione, todavía hay tantos hermanos endurecidos y empecinados en el mal. Son aquellos que tienen la última oportunidad para aprender, mejorarse y seguir en la Tierra; o de lo contrario, irse a otro planeta cuyas características vibracionales se les asemejen y sean más adecuados a impulsar su progreso.

No obstante, también hay que considerar que si el Planeta evoluciona, no solamente Espíritus inferiores reencarnan. Hay muchos Espíritus elevados que descienden a la Tierra con la misión de impulsar el progreso colectivo.

En una entrevista publicada en 1998 en la “Revista de Espiritismo”, el médium y orador Divaldo Franco dice que los Espíritus le han dicho que habría muchas reencarnaciones colectivas de Espíritus nobles que actuarían en la ciencia, en la tecnología, en el pensamiento filosófico y en la religión, para promover el desarrollo de la consciencia espiritual para la nueva era. (9)

En otra oportunidad el citado representante espírita afirma que a partir de los 80 y sobre todo del año 2000, comenzarían a suceder reencarnaciones en masa y hasta el 2012 el Planeta estaría envuelto en luminosidad peculiar, que permitiría la venida de niños especiales. (10)

Por lo que podemos deducir, contrariamente a las previsiones pesimistas, la explosión demográfica no es un fenómeno sin control, que puede conducir la Humanidad a una escasez de alimentos, con muchos habitantes desprovistos de las necesidades básicas, lo que aumentaría la miseria y a su consecuencia, la violencia. Hay una dirección superior en el orden de los acontecimientos e incluso hay casos de estudiosos que son más optimistas respecto de tal crecimiento poblacional.

Hernán Zin, escritor, periodista y un estudioso que se dedica a recorrer el mundo y que ha colaborado con importantes representantes de la prensa mundial, dice en su blog “20 minutos.es” que el mundo vive “una extraordinaria transformación”, en la cual muchas personas prosperan socialmente en los países emergentes. “La pobreza desciende rápidamente en América Latina, 6 de los 10 países que más rápidamente crecen están en África” y en este mundo hay nuevas capitales que son “universo en sí” mismas, tal como São Paulo, Nueva Delhi o Ciudad del Cabo.

Respecto del supuesto crecimiento de la violencia, Zin analiza que:

“(…) mientras más bienestar exista, mientras mejor distribuido esté y mientras más gente disfrute de democracia, acceso a la información y oportunidades reales para hacerse escuchar, participar y prosperar, menores serán las posibilidades de guerras y conflictos armados.”
“Más allá de los matices, pocos pueden cuestionar que quien vive en libertad, es escuchado y tiene sus necesidades básicas cubiertas, menos proclive será a empuñar un arma. Y el mundo de los “Siete mil millones” se perfila como un lugar en el que habrá mucha más gente con algo que perder a manos de la violencia.” (11) 

El mundo recibe enorme cantidad de Espíritus que reencarnan, Espíritus de distintos niveles. Algunos vienen por su última oportunidad en el Globo, otros para servirnos de maestros y modelos, promoviendo el desarrollo de nuestras consciencias con ideas iluminadas, enseñándonos como mejor actuar a través del ejemplo.

Esa diversidad de Espíritus permite un intercambio continuo en que Espíritus inferiores, una vez encarnados, encuentran mayores posibilidades de éxitos y aquellos que ya propenden al bien, tienen oportunidades de poner en práctica las teorías cristianas asimiladas, por la paciencia con los hermanos aún en la retaguardia, por la asistencia amorosa hacia ellos…

Caminaremos en un proceso de solidaridad mutua constante y las familias y/o madres que ahora participan activamente de ese proceso de reencarnación en masa, tienen un rol muy importante, son colaboradoras directas de lo que podemos llamar de una gran transformación, pues serán responsables del surgimiento de la nueva generación, cuyas características nos fueron señaladas por Allan Kardec en “La Génesis”.

“La nueva generación marchará, pues, hacia la realización de todos los ideales humanitarios (...)”
“El Espiritismo no crea la renovación social, pues la madurez de la Humanidad hace de esa renovación una necesidad. Por su poder moralizador, por sus tendencias al progreso, por la amplitud de sus miras, por la generalidad de las cuestiones que abarca, el Espiritismo, más que ninguna otra doctrina, es apto para secundar al movimiento regenerador.” (12)
El embarazo es una bendición, una misión que Dios confía a la mujer para que se cumplan las Leyes Divinas. Por esa razón, la mujer debe sentirse afortunada y confiar en la Bondad del Padre Amoroso, aunque muchas veces las condiciones en las que se da dicho embarazo no sean las más deseables.

El hombre también tiene relevante rol en ese acontecimiento tan significativo y debe acompañar la embarazada y la criatura, asistirlas, aunque a veces tampoco las cosas se dan como las hubiera planificado.

La familia es una estructura esencial en la renovación de este Planeta y debe ser repensada y más valorizada, pues como podemos notar, reencarnan Espíritus necesitados de buenos ejemplos, de límites, de orientación y sobre todo de amor. Reencarnan hermanos misioneros que necesitan una familia madura para mejor desempeñar su misión de amor y renovación.

¡Qué Dios nos bendiga en nuestro paso regenerador y a todos los hermanos que llegan en forma colectiva!