miércoles, 11 de mayo de 2016

14 AÑOS DE TRABAJO INTENSO


El intenso trabajo de Kardec permitió que en menos de dos décadas la Doctrina de
los Espíritus esté codificada, anunciando una nueva era para la humanidad

Catorce años fue el período que dispuso Allan Kardec para adquirir el conocimiento de los fenómenos espíritas; observar, analizar, verificar y finalmente codificar las informaciones
que recibió de los Espíritus. Durante este poco tiempo, escribió millares de páginas, entre libros y ediciones de La Revista Espírita. Su enorme capacidad de trabajo incluía la presidencia de la Sociedad Parisiense y una intensa correspondencia con lectores y admiradores de diversos países.
El 1º de enero de 1867, registró la extensión de los desafíos que venció: fue blanco del odio de enemigos obstinados, de la injuria, de la calumnia, de la envidia y de los celos. Los periódicos eran campo fértil donde los adversarios del Espiritismo difundían infamias
y agresiones, muchas dirigidas a su persona directamente.
Recibía cartas ferinas, agresiones gratuitas.
Sus palabras fueron distorsionadas, sus libros quemados.
Fue traicionado por aquellos en quien depositó una gran confianza y paradójicamente recibió la ingratitud por el bien que propagó.
Inclusive la sociedad parisiense le rindió sinsabores: intrigas y celos mal disfrazados nacían entre aquellos que deberían ser sus compañeros de trabajo en la práctica del bien. Expuesto al ridículo, fue blanco de sospechas de los que creían que el Espiritismo lo volvía 
rico. «Nunca más conocí el reposo; más de una vez sucumbí bajo el exceso de trabajo, mi salud fue alterada y mi vida comprometida », narró. Pero – como diría más tarde – el
futuro estaba escrito con caracteres irrebatibles y, por esta razón, el Espiritismo se
convirtió en la obra de su vida. Jamás se dejó abatir.
El desestímulo no hacía parte de su carácter firme: «Perseguí mi tarea con el mismo ardor, sin preocuparme con la malevolencia de que era objeto».
Conoció con anticipación, por su espíritu protector, de las vicisitudes que le aguardaban y ni siquiera así desfalleció.

Libros quemados

Una de las más violentas reacciones contra la naciente Doctrina Espírita ocurrió a las 10:30 horas del día 9 de octubre de 1861, en la plaza de la ciudad de Barcelona, España. En el sitio donde eran ejecutados los criminales condenados a muerte y por orden del Obispo de la ciudad fueron quemados 300 libros sobre el Espiritismo. Entre ellos: El Libro de los
Espíritus, La Revista Espírita; El Libro de los Médiums; Qué es el Espiritismo; Fragmento de sonata, dictado por el Espíritu de Mozart; Carta de un Católico sobre el Espiritismo, por el Dr.Grand; La Historia de Jeanne d’Arc, dictada por ella misma a la Srta. Ermance Dufaux; y
La realidad de los Espíritus demostrada por la escritura directa, por el barón de Guldenstubbé.
Los principales periódicos de España informaron el hecho, lamentando el regreso del autoritarismo, pero en Francia, los periódicos liberales se limitaron a mencionar el hecho sin comentarios. El diario Siècle, que Kardec registró ser «tan ardiente en estigmatizar los abusos de poder y los menores actos de intolerancia del Clero», no publicó una sola
palabra de reprobación y algunos periódicos de menor importancia encontraron en el episodio motivo para burla. Kardec protestó contra la indiferencia:
«No callan la censura cuando se trata de una simple recusa de estampilla para la venta de un libro materialista; ahora, la Inquisición irguiendo sus hogueras con la antigua
solemnidad, a la puerta de Francia, tenía mucho más gravedad.
¿Por qué, pues, esta indiferencia? Porque se trataba de una doctrina cuyos progresos era vistos con terror por los incrédulos; reivindicar la justicia en su favor era consagrar su derecho a la protección de la autoridad, y aumentar su crédito.» Subrayó el Codificador que el auto de fe de Barcelona, por la repercusión que tuvo, contribuyó poderosamente para propagar las ideas espíritas. Kardec recibió, desde Barcelona, un dibujo representando la escena del auto de fe. Además, guardó en una urna de cristal las cenizas recogidas de la hoguera, entre las cuales se encontraban fragmentos legibles de hojas quemadas.

El Guía Espiritual

Si hubo dolores, también le llegaron suaves compensaciones.
La protección y la ayuda de los buenos Espíritus jamás le faltaron. El Espíritu de Verdad lo
asistía, solícito y bueno. Inclusive, orientaciones sobre su salud le fueron dadas. En diversas comunicaciones los Espíritus le pedían prudencia, discreción y dedicación, a fin de que su misión pudiese ser concluida.
«No hables jamás de tu misión, ese sería el medio de hacerla fracasar», le recomendó el Espíritu de Verdad. Obedeció a las recomendaciones: sus libros y la Revista Espírita fueron elaborados en el más riguroso silencio.
El Espíritu de Verdad demostró desear protegerlo, ocultando su propia identidad, cuando Kardec indagó, el 25 de marzo de 1856, en la casa del Sr. Baudin: «Mi Espíritu familiar, quien quiera que seáis, os agradezco por haber venido a visitarme; ¿Queréis decirme quién sois?» En respuesta, escuchó: «Para ti, yo me llamaré La Verdad» Exactos quince días
después, en el mismo local, este espíritu le brinda una emocionante prueba de afecto cuando Kardec indaga: «Dijisteis que serías para mi un guía, que me ayudarías y me protegerías; concibo esta protección y su objetivo en un cierto orden de cosas, pero ¿Te
gustaría decirme si esa protección se extiende también a las cosas materiales de la vida?». Y la tierna respuesta: «En este mundo, la vida material importa mucho; no ayudarte a vivir, sería no amarte» 
Tiempo después, Kardec señala que de hecho la protección de este Espíritu - del cual estaba lejos de deducir su superioridad - jamás le faltó.
En diversas ocasiones el Espíritu de Verdad registró su felicidad al ver el prodigioso crecimiento del Espiritismo. «¡Con cuántas dulces consolaciones mis tribulaciones fueron pagas! ¡Cuántas bendiciones!
¡Cuántos testimonios de real simpatía recibí por parte de los numerosos afligidos que la Doctrina consoló!
Ese resultado no me fue anunciado por el Espíritu de Verdad que, sin duda, deseó no mostrarme sino las dificultades del camino. ¡Cuánta sería mi ingratitud si me quejase!», apuntó.
Además, decía que cuando le llegaba una decepción o una contrariedad cualquiera, se elevaba con el pensamiento por sobre la Humanidad. «Me colocaba, por anticipación, en la región de los Espíritus y, desde este punto culminante, las miserias de la vida se deslizaban sobre mí sin afectarme. Hice de esto un hábito para que los gritos de los malos
jamás me perturbaran».

La era de la razón

El mundo había sido preparado para recibir el Consolador Prometido por Jesús. Después del
oscurantismo de la Edad Media, estaba por llegar la hora en que se instalaría el tiempo de la racionalidad.
El pensamiento occidental fue siendo trabajado a lo largo de los siglos por las contribuciones del arte, de la filosofía, de los avances científicos.
El sentido estético que depuraba desde el Renacimiento, se dilató por tres siglos de música sublime. El iluminismo había dejado marcas profundas. Se instaló el predominio de la lógica. Florecieron las diversas ramas de la ciencia. Los valores medievales caían al soplo renovador de una época en que los hombres debatían, buscaban explicaciones racionales y cuestionaban la religión tradicional. Al rayar el siglo XVIII, el siglo enciclopédico anunciaba que deberían desmoronarse la ignorancia, los abusos y las supersticiones para dar lugar a la secularización y a la libertad de expresión. Era absolutamente necesario que ocurriese
de esta forma. De lo contrario, las ideas espíritas serían aniquiladas en su nacimiento, victimadas por el fanatismo y por la censura.
Francia se convirtió en un centro cultural. París consolida la fama de capital del intelecto,
de la belleza y del arte. En el campo político, Juana de Arco ya había garantizado la unidad del territorio. Hacía poco más de un siglo el país se bañaba en sangre al cuestionar la estructura del poder.
Napoleón Bonaparte llegó al poder con la misión de restaurar el orden social. Y si el General se dejó envolver por la vanidad y el orgullo (lea el texto de la página 26) también es verdad que legó a Francia un código que garantiza la libertad individual, la igualdad frente a la ley y el derecho a la propiedad privada, entre otros avances.
Fue en este ambiente de refinamiento sociocultural que surgió el Espiritismo. A inicios de 1857, el texto manuscrito de El Libro de los Espíritus estaba concluido. El editor, E. Dentu, lo envió a la Imprimerie de Beau, en Saint-Germain-en-Laye, a 23 Km de París. El matrimonio Rivail absorbió todos los gastos de la impresión.

El Libro de los Espíritus

El 18 de abril de 1857 se publica la primera edición.
Contenía los principios de la Doctrina Espírita «acerca de la naturaleza, de la manifestación y relación de los Espíritus con los hombres; de las leyes morales; de la vida presente, de la vida futura y del porvenir de la humanidad, escrito y publicado por Allan Kardec conforme el orden y dictado de los Espíritus Superiores» Es en esta obra que Rivail adopta el pseudónimo de Allan Kardec, nombre que, según el Espíritu Zéfiro, el Codificador tuvo en una pasada existencia entre los druidas - sacerdotes del pueblo celta.
La primera edición de El Libro de los Espíritus contenía apenas 176 páginas, 24 capítulos y 501 preguntas, distribuidas en tres partes. Las 17 notas de Kardec ocupaban doce páginas al final del libro. No había conclusiones, apenas un epílogo, de menos de una página.
Kardec llegó a anunciar la publicación de un suplemento, conteniendo nuevas enseñanzas, pero desistió de la idea y elaboró una segunda edición «enteramente reformada y considerablemente aumentada», que fue publicada en marzo de 1860. Además de prácticamente duplicar el número de preguntas, hizo diversas modificaciones.
Una de ellas está en los Prolegómenos, que en esta vez traen un texto mayor y la mención
de nombres como Juan Evangelista, San Agustín, San Vicente de Paul, San Luis, El Espíritu
de Verdad, Sócrates, Platón, Fénelon, Franklin y Swedenborg.
La cepa de la viñera, dibujada por los Espíritus y colocada en lo alto de la página desde la primera edición, como emblema del trabajo del creador, es el único elemento gráfico de
toda la Codificación.

La Revue Spirite

Siete meses después del lanzamiento de El Libro de los Espíritus, el día 15 de noviembre de 1857, Kardec pone a consideración de los Espíritus su idea de hacer un periódico espírita. Tenía prisa y el recelo de que otros salieran al frente. A través de la mediumnidad de Ermance Dufaux transmitió diversos consejos. Entre ellos la recomendación: «Al inicio, debes cuidar de satisfacer la curiosidad, reunir lo serio a lo agradable: lo serio para atraer a los hombres de ciencia, lo agradable para deleitar al vulgo. Esta parte es esencial, sin embargo la otra es más importante.»
Exactamente 45 días después Kardec lanzaba la Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos. Durante los doce años siguientes, como previeron los espíritus, la Revista fue un enorme suceso. Dinámica, contenía el relato de las manifestaciones de los Espíritus,
apariciones y evocaciones, así como todas las noticias relativas al Espiritismo.
En todos sus números, Kardec dio pruebas de tino periodístico y elegante sentido del
humor. Sus respuestas a los detractores del Espiritismo eran memorables, los títulos
atrayentes y los asuntos incitadores.
Las comunicaciones espíritas de personalidades como Mozart, Homero, Fénelon, la explicación de las leyendas y creencias populares y la investigación de fenómenos
espíritas divulgados en los periódicos atrajeron subscriptores de diversos países.
Durante toda la vida física de Kardec la Revue Spirite jamás falló; funcionaba en su propia residencia y la editaba integralmente, además de cuidar de todolo relacionado hasta su publicación. Simultáneamente escribía libros, coordinaba la Sociedad de París, recibía centenas de visitantes, hacía viajes y entablaba correspondencia con personas del mundo entero.

La Sociedad Parisiense

La Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas se inició con reuniones en la residencia del matrimonio Rivail, en la Rue des Martyrs Nº 8. La principal médium era Ermance Dufaux. Con el número creciente de frecuentadores, fue necesario encontrar un local más amplio. La solución fue arrendar una sala, dividiéndose los gastos entre los miembros de la institución fundada legalmente el 1º de abril de 1858.
Fue en las reuniones semanales que sobrevino una buena parte de las actividades mediúmnicas y de estudio supervisadas por Kardec. Las reuniones no eran abiertas al público, aunque hubiesen «reuniones generales » en que visitantes, presentados por miembros de la Sociedad, podían ser admitidos.
Una de las más notables hazañas de Allan Kardec fue el número de libros, ensayos y ediciones de la Revista que escribió. En 1858 publicó: Instrucción Práctica sobre las
Manifestaciones Espíritas, conteniendo la exposición completa de las condiciones necesarias
para comunicarse con los Espíritus, y los medios de desarrollar la mediumnidad. Después
de salir al público El Libro de los Médiums, el 15 de enero de 1861, Kardec nunca más hizo imprimir la Instruction, que consideró superada por la nueva obra.
En 1859 lanzó el libro: ¿Qué es el Espiritismo? Una introducción al conocimiento del mundo invisible por las manifestaciones de los Espíritus, conteniendo el resumen de los principios
de la Doctrina Espírita y respuestas a las principales objeciones.
En el mes de marzo de 1860 sale la segunda edición de El Libro de los Espíritus. Encima del título aparece la frase: «Filosofía espiritualista» Esta nueva edición, que se convirtió en
la definitiva, tiene 1019 preguntas distribuidas en cuatro partes. Son acrecentadas las Conclusiones; no aparece el índice alfabético. La forma de exposición doble no aparece
en ninguna de las partes y las notas vienen de las respuestas de los Espíritus, siendo mucho más numerosas.

Nuevos libros

El Libro de los Médiums, guía de los médiums y de los evocadores, es la secuencia de El Libro de los Espíritus.
Contiene la enseñanza de los Espíritus sobre la teoría de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicarse con el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las dificultades y los obstáculos con que se puede deparar en la práctica
del Espiritismo.
En febrero de 1862 el Codificador publica: El Espiritismo en su más simple expresión, una exposición resumida de la enseñanza de los Espíritus y de sus manifestaciones.
El año siguiente lanza: Viaje Espírita en 1862, libro que contiene las observaciones sobre el
estado del Espiritismo; instrucciones sobre la formación de los grupos y de las sociedades, un modelo de reglamento para las instituciones espíritas y tres discursos proferidos por Kardec a los espíritas de Lyon y Bordeaux.
El libro Imitación del Evangelio según el Espiritismo es lanzado en abril de 1864. La palabra ‘imitación’ debe ser entendida en el sentido de ‘práctica’. El libro contiene la explicación de las máximas morales del Cristo, su concordancia con el Espiritismo y su aplicación a las diversas situaciones de la vida. La obra tuvo su título cambiado por El Evangelio según el Espiritismo por sugerencia de su editor, el Sr. Didier, entre otras personas. En 1866 es lanzado el libro, Kardec deja claro que modificó el título, pero que consideraba la obra
una nueva edición de la anterior. La tercera edición de El Evangelio, que fue la definitiva. Los Espíritus dijeron que este libro tendría una influencia considerable, porque explica
interrogantes de interés capital: «No solamente el mundo religioso encontrará en él las máximas que necesita, como las naciones, en su vida práctica, absorberán instrucciones excelentes».
El 1º de agosto de 1865, Allan Kardec lanza El Cielo y el Infierno, o la Justicia Divina según el Espiritismo. La obra contiene el examen comparado de las doctrinas sobre el paso de la
vida corporal a la vida espiritual, las penas y recompensas futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas.
También trae numerosos ejemplos sobre la situación del alma durante y después de la muerte.
En 1866 sufre una seria crisis de salud, consecuencia de la sobrecarga de trabajo y de preocupaciones.
Fue asistido por el Espíritu del Dr. Demeure, que le advirtió en cuanto al límite de sus fuerzas corporales; a insistencia pasó a solicitar la cooperación de un secretario, el Sr. A. Desliens, para contestar su correspondencia y en sus tareas materiales.
El último libro lanzado por Kardec salió al público el día 6 de enero de 1868: El Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo. Presintiendo su desencarnación próxima, el Codificador preparó las condiciones de proseguimiento de los estudios de la Sociedad de París para después de su muerte y estableció una comisión central para substituirle.

La desencarnación

El día 31 de marzo de 1869, Allan Kardec se prepara para desocupar el inmueble de la Passage Ste. Anne. Planificaba mudarse para la Villa Ségur.
Pero, al atender a un cajero de la librería, desencarna súbitamente. La causa más probable es la ruptura de un aneurisma de aorta.
Once años después de lanzado, El Libro de los Espíritus estaba en su 15ª edición, el Espiritismo estaba en el centro de los debates y la correspondencia era inmensa. La muerte sorprendió a Kardec en medio de esa actividad infatigable. Cuando desencarnó, trabajaba en una obra sobre las relaciones del magnetismo con el Espiritismo.
El cuerpo de Allan Kardec fue sepultado al mediodía del 2 de abril, en el cementerio de Montmartre. Se estima que más de mil personas acompañaron el cortejo. Delante de la tumba, el astrónomo Camille Flammarion, médium de la Sociedad Parisiense, pronunció su famoso discurso, en el cual denomina al Codificador de «el buen sentido encarnado
» y cierra, emocionado: «Hasta pronto mi querido Allan Kardec, hasta pronto».
En la primera reunión de la Sociedad Parisiense, después de la desencarnación de Kardec, los presentes lanzaron la idea de construir un monumento al profesor de Lyon. La idea recibió la adhesión de espíritas de diversas ciudades. Y así se mandó construir el dolmen en el cementerio Père-Lachaise, para donde fueron trasladados los restos mortales de Kardec el 29 de marzo de 1870. Dos días después de inaugurado el monumento, que no registraba aún la frase «Nacer, morir, renacer y progresar siempre, tal es la ley» grabada en 1870.
Esta frase no fue acuñada textualmente por Kardec, pero representa correctamente la filosofía espírita.
El 21 de enero de 1883 desencarna Madame Allan Kardec. Su cuerpo es sepultado
junto al de su esposo. Casi 21 años después de la desencarnación de Kardec, en enero de 1890, sus amigos lanzan el libro Obras Póstumas, una colección de ensayos y anotaciones
personales sobre asuntos diversos además de memorias de sus actividades y planes para el futuro.

Manuel Saavedra

El investigador

El investigador


Entre 1877 y 1880, se reunió, en Madrid, bajo la dirección del Vizconde de Torres-Solanot, el Grupo Espiritista Marietta, en el cual ocurrían impresionantes fenómenos mediúmnicos. Se destacaba, entre esos fenómenos, el aporte de flores, producido por intermedio de Isabel Madre, que, por ello, quedó conocida como la «médium de las flores».
Los fenómenos en el Grupo Espiritista Marietta llamaron mucho la atención del movimiento espirita y provocaron reacciones tanto de apoyo como de oposición y sospecha. Con su profundo conocimiento del Espiritismo, autoridad moral y valiosa experiencia en situaciones desafiantes del movimiento espirita, José María Fernández Colavida decidió investigar seriamente los fenómenos producidos en el Grupo Espiritista Marietta. Ante la dificultad en aceptar las invitaciones del Vizconde de Torres-Solanot para ir a Madrid y asistir personalmente a las sesiones del Grupo Espiritista Marietta, se le ocurrió a Fernández Colavida la idea de comprobar los fenómenos desde Barcelona, en el Grupo Espiritista La Paz, que dirigía. Mantuvo muy reservada su idea hasta que dos Espíritus, espontáneamente, mediante un médium vidente, le incentivaron a ponerla en práctica.
En agosto de 1878, empezaron las sesiones de comprobación en Barcelona. Fernández Colavida estableció un método seguro para la comprobación. El Grupo Espiritista Marietta y el Grupo Espiritista La Paz realizaban sesiones simultáneas. Terminadas las sesiones, cada uno de los grupos enviaba por correo al otro una copia de las actas con todos los pormenores. Las correspondencias se cruzaban en el camino y, al llegar a destino, se abrían en presencia de los participantes de las sesiones.
Ya el día 16 de agosto, una sonámbula pasó a dar informaciones, en el Grupo Espiritista La Paz, sobre lo que estaba ocurriendo, en aquel mismo instante, en el Grupo Espiritista Marietta. La comprobación realizada en Barcelona era precisa y comprendía no solamente la descripción de los fenómenos, sino también la indicación de las personas que, en el Grupo Espiritista Marietta, asistían a las sesiones.
El Grupo Espiritista Marietta y el Grupo Espiritista La Paz solían recibir idénticas comunicaciones mediúmnicas transmitidas simultáneamente. En una de las sesiones simultáneas de Madrid y Barcelona, el 6 de septiembre de 1878, el Espíritu Simón de Rojas dictó una comunicación en Madrid, por la médium Isabel. Esa misma comunicación mediúmnica, escrita con los mismos términos, fue recibida simultáneamente en Barcelona. Otra comunicación de ese tipo ocurrió, por ejemplo, el 20 de septiembre de 1878, cuando se transmitió, en el Grupo Espiritista Marietta, el mensaje que un Espíritu estaba dictando en el Grupo Espiritista La Paz.
El Vizconde de Torres-Solanot y Fernández Colavida también realizaron conjuntamente experimentos de telegrafía psíquica valiéndose de distintos médiums y sonámbulos. Miembros del Grupo Espiritista Marietta hacían preguntas que eran contestadas instantáneamente en el Grupo Espiritista La Paz, y viceversa. Fernández Colavida, desde Barcelona, y miembros del Grupo Espiritista Marietta, desde Madrid, establecían, de ese modo, un diálogo, como éste, de la sesión del 13 de septiembre de 1878, narrado por el Vizconde de Torres-Solanot y comprobado por el acta enviada por el Grupo Espiritista La Paz: Fernández da la enhorabuena por las felicitaciones que se reciben y por lo mucho y grande que hace el grupo Marietta.
Nosotros contestamos: –Gracias a Fernández por sus trabajos en bien de la doctrina y por este grupo. La médium le ruega a Fernández no descuide para la próxima Revista algo de comprobación. El médium Antón pide a Fernández el número de la Revista que publique las comprobaciones. Fernández saluda a su antiguo amigo y hermano Avellana y le encarga aconseje a C. abandone la senda que ha tomado. Además pide a Avellana carta por el correo, confirmando lo que ha visto. Avellana devuelve el saludo y dice nada espera de C., pero caerá porque ha de caer. Fernández felicita a Argüelles por su asistencia. Le pregunta a Antonio si se publica El Criterio u otro periódico.Antón dice que contestará por el correo […].
La esposa de Fernández Colavida, Ana Campos, era una buena sonámbula y admirable médium, no solamente debido a los fenómenos producidos por su intermedio, sino sobre todo debido a su ejemplo de fidelidad a las enseñanzas del Espiritismo. En el Grupo Espiritista La Paz, era una de las participantes más activas. Entre los fenómenos producidos por su intermedio, se encuentra registrado el de la bicorporeidad. En la noche del 1 de abril de 1879, durante la reunión, en Barcelona, del Grupo Espiritista La Paz, Ana recibió pases y entró en trance profundo. En un momento dado, dijo: «Estoy en el centro Marietta; todos me ven». La afirmación llamó la atención de los miembros del grupo de Barcelona porque, aunque Ana ya había aparecido otras veces en el Grupo Espiritista Marietta, en las ocasiones anteriores sólo había sido vista por los médiums videntes. De hecho, esa misma noche, a las once horas, la figura de Ana apareció por un instante, en el Grupo Espiritista Marietta. Como no todas las veinte y ocho personas presentes pudieron apreciar ese fenómeno de bicorporeidad, poco después aparecieron, ante todos los participantes, no solamente la fisonomía de Ana, que se destacaba por mostrarse especialmente iluminada, sino también todas las prendas que componían su traje.
La impresión causada por la aparición de Ana ante todos los presentes en el Grupo Espiritista Marietta fue tan intensa que algunas personas llegaron a pensar que ella había fallecido. El Espíritu Marietta necesitó comunicarse para aclarar el ocurrido, tranquilizando a todos15. En suma, el episodio de los fenómenos producidos en el Grupo Espiritista Marietta resalta el ejemplo de Fernández Colavida, que, en lugar de perder tiempo con polémicas, aprovechó la oportunidad para realizar una investigación seria a fin de producir un conocimiento útil para el Espiritismo y evitar una crisis en el movimiento espírita. En esa investigación, Fernández Colavida siguió fielmente las enseñanzas de la Doctrina Espírita y, por lo tanto, al estudiar esos fenómenos bajo el aspecto científico, enfatizó que la principal consecuencia de ellos –como de cualquier fenómeno espiritista– es la enseñanza moral:No tenemos necesidad de encarecer, porque salta a la vista, la importancia de estas experiencias y los estudios a que dan lugar, comprobando la realidad de un fenómeno con otro fenómeno, tan sorprendente como el primero; pero dentro de la ley que rige a las manifestaciones de orden psíquico, explicables sólo con el auxilio de la ciencia espiritista.
Esas manifestaciones, con caracteres físicos y caracteres inteligentes a la vez, son palmaria demostración de la solidaridad del mundo material y del mundo moral; son la sanción positiva de nuestra doctrina y evidencian que el fenómeno espiritista entraña siempre, como última y superior consecuencia, la enseñanza moral que tiende a nuestro mejoramiento, mediante el cual se realiza el verdadero progreso en los mundos. De hecho, el mayor fenómeno en la mediumnidad es el de la transformación moral, empezando por la del médium y de los demás miembros del grupo mediúmnico.

Por:Simoni Privato Goidanich

jueves, 28 de abril de 2016

Las vidas sucesivas y los mundos habitados



Algunos estudiosos, desde hace muchos siglos, guardan las verdaderas concepciones del Universo, el cual no se encuentra circunscrito en el minúsculo planeta terreno y es representado por el infinito de los mundos, dentro del infinito de Dios.
No obstante, las teorías del sistema geocéntrico, que encaraba la Tierra como el centro del grupo de planetas en que os encontráis, la idea de la multiplicidad de los soles venia, de hace mucho, animando el cerebro de los pensadores de la antigüedad.
A pesar del objetivo de vuestros telescopios, que descubren, en la inmensidad, “las tierras del cielo”, se cree erradamente que solo vuestro mundo ofrece condiciones de habitabilidad y solamente en él se verifica el florecimiento de la vida.
Infelizmente, son innúmeros los que dudan de esa realidad incontestable, aprisionados en escuelas filosóficas que pecan por su carácter obsoleto e incompatible con la evolución de la Humanidad, en general. Es que no reconocen que la Tierra minúscula es apenas un punto oscuro y opaco, en el concierto sideral, y nada de singular existe en ella que le otorgue, con exclusividad, el privilegio de la vida; en contraposición a los aciertos de los negadores, podéis notar, científicamente, que es incluso, en vuestro plano, el lugar del Universo donde la vida encuentra más dificultades para establecerse.
Espontaneidad imposible
Grande es la tortura de los seres racionales que, en el mundo terráqueo, buscan guarda para sus aspiraciones de progreso, dado que, de la cuna al túmulo, sus existencias representan una gran suma de esfuerzos combatiendo con la Naturaleza cambiante, con las más diversas condiciones climatológicas, arrasadores de la salud y causas de un combate acérrimo por parte del hombre, porque no le es posible vivir en afinidad perfecta con la naturaleza sometida a las más bruscas mutaciones, siendo obligado a crear su morada, organizar su vivienda, que representa, de hecho, su primera esclavitud, impidiéndole una existencia llena de armonía y espontaneidad.
Vuestro mundo os obliga a una vida artificial, ya que sois obligados a buscar, cotidianamente, el sustento del cuerpo que se gasta y consume en esa batalla sin tregua. En él, las más bellas facultades espirituales son frecuentemente sofocadas, en virtud de las más imperiosas necesidades de la materia.
Hay mundos incontables
Que se callen los que puedan descubrir la vida solo en vuestra oscura penitencia de náufragos morales. ¿Por qué razón la Voluntad Divina colocaría en la amplitud esas zonas remotas?
Divisar en esos mundos distantes solamente objetos de estudio de vuestra Astronomía es un error; ellos están, a veces, regulados por fuerzas más o menos idénticas a las que controlan vuestra vida. En su superficie se observan los fenómenos atmosféricos y otros, cuya explicación es inaccesible a vuestro entendimiento. ¿Por qué los formaría el Creador para el abandono del silencio y del desierto? ¿Podéis concebir ciudades bien construidas, abarrotadas de tesoros
Hay mundos incontables y muchos de ellos formados de fluidos vaporosos, inalcanzables, en la actualidad, por vuestros instrumentos de óptica.
y magnificencias, pudriéndose sin habitantes?
Mundo de exilio y escuela regeneradora
La tierra no representa sino un detalle oscuro en lo ilimitado de la Vida, región de la amargura, de sufrimientos y de exilio; constituyendo, pues, una región de sombras, barrida, muchas veces, por los cataclismos del infortunio y de la destrucción, debe representar, para todos cuantos la habitan, una bendecida escuela, donde se regenera el Espíritu culpado y donde él se prepara, solicitando un glorioso porvenir.
Significa un deber de todo hombre el trabajo propio, en el sentido de atenuar las malas condiciones de su medio ambiente, aplanando todas las dificultades de orden material y moral, ya que la evolución depende de todos los esfuerzos individuales en el conjunto de las colectividades.
Fuerzas ocultas, leyes desconocidas, esperan que el alma humana de ellas se utilice y, a medida que se extiende el progreso moral, los hombres más se beneficiaran en la fuente bendita del conocimiento.
El estímulo del conocimiento
Para la Humanidad terrestre la revelación de otras patrias en el firmamento, fragmentos de la Patria Universal, no debe constituir una razón para desanimo de cuantos se entregan a las labores provechosas del estudio.
Los desequilibrios que se verifican en el planeta terreno obedecen a una ley de justicia, encima de todas las cosas transitorias; y, más allá de eso, la primera obligación de todo hombre es colaborar, en todos los minutos de su pasajera existencia, en pro de la mejoría de su prójimo, consciente de que trabajar en beneficio de otro es engrandecerse.
El conocimiento de las condiciones perfectas de la vida en otros mundos, no debe traer abatimiento a los extremistas del ideal. Semejante verdad debe llenar el corazón humano de sagrados estímulos.
¡Saludad, pues, al concierto de la vida, del centro de vuestros combates salvadores! …
¡Sois extraordinarios, luces policromo, mundos maravillosos, existen embalados por las armonías que la perfección eleva a la Entidad Suprema! …
Más allá del Gran Can, de Ursa, de Hércules, otras constelaciones prueban la grandeza divina. Los firmamentos se suceden ininterrumpidamente en las amplitudes etéreas, pero la Humanidad, para Dios, es una sola y el lazo de su amor reúne a todos los seres.

domingo, 24 de abril de 2016

DESDOBLAMIENTO DEL SER HUMANO


La ciencia oficial de nuestros días niega absolutamente la existencia individual del alma. Todos los razonamientos espiritualistas han sido impotentes para demostrar que el principio pensante tiene existencia real. Tan sólo descuidando voluntariamente los hechos irrecusables es como los materialistas pueden llegar a la negación de la individualidad del alma. Si ésta es una función del cerebro (como dicen ellos), de ningún modo puede ser separada del organismo, del mismo modo que no se puede oír una voz sin aparato vocal destinado a producirla. Si se demostrara que el alma puede salir del cuerpo, entonces quedaría establecida su existencia independiente. Pues bien: el fenómeno de desdoblamiento es no solamente posible, sino relativamente frecuente.
Las apariciones de vivos son debidas a una ley biológica y han sido observadas desde todos los tiempos. La antigüedad y edad media ofrecen muchos ejemplos y Allan Kardec consagra un capítulo del Libro de los Médiums a estas manifestaciones. Viaje espiritual, proyección astral, desdoblamiento, estado ecsomático o experiencia extracorpórea, son algunos de los nombres que ha recibido esta singular vivencia en la que la conciencia se ausenta del cuerpo físico y es sentida como una entidad dotada de autonomía.
Conceptos de la antigüedad
Para comenzar, una certidumbre antropológica: la existencia de un doble sutil del cuerpo físico es una creencia arquetípica, que encontramos desde la antigüedad en los pueblos más diversos. Es el ka egipcio, el eidon griego, el nefesh cabalístico, el nafs de barzakh sufi, el thand taoísta, el lingasharra hindú, el bardo tibetano, el vardogr noruego, el fetch anglosajón, el talasch escocés, el Doppelgänger alemán… Para todos ellos forma parte de la anatomía sutil del hombre, compuesta por otro cuerpo habitualmente imperceptible y capaz de actuar en los distintos planos o niveles de existencia. Lo conciben como una réplica del cuerpo físico, pero compuesta de una materia más sutil, con una apariencia resplandeciente y luminosa. Habitualmente imperceptible a los sentidos físicos, es la sede de los deseos y las pasiones, del placer y del sufrimiento. Capaz de separarse de su envoltorio físico y de viajar a través del llamado plano astral, que incluye el mundo cotidiano pero también otras realidades no visibles.
Tras estudiar las creencias de 70 culturas no-occidentales, el profesor Dean Sheils, de la Universidad de Wisconsin, ha encontrado relatos similares a las experiencias extracorpóreas en el 95% de las mismas. En muchas de ellas se cree que los dobles de algunas personas se entregan en ocasiones a misteriosas tareas, especialmente durante el sueño. Basándose en las descripciones de numerosos testigos, el doctor Hereward Carrington, uno de los que mejor estudió este fenómeno en los años veinte, supuso que este doble astral estaba compuesto de millones de pequeños focos de energía psíquica encargados de vitalizar cada célula. Durante el sueño normal, cuando el cuerpo reposa y los sentidos están inactivos, se suceden imágenes, se desarrollan cuadros, se oyen voces, se entablan conversaciones con diversas personas. El ser fluídico cambia de sitio, viaja, se cierne sobre la naturaleza, asiste a multitud de escenas tan pronto incoherentes como claras y precisas, y todo esto se realiza sin el concurso de los sentidos materiales estando los ojos cerrados y sordos los oídos.
La base espírita Estudiando el Espiritismo aprendemos que los seres encarnados están formados por espíritu, periespíritu y cuerpo físico. El periespíritu está compuesto de una materia, muchísimo más sutil que la del cuerpo. Éste está unido al espíritu y al cuerpo, de un encarnado, célula a célula. Cuándo se produce la muerte del cuerpo físico, el ser continua vivo, con su periespíritu unido al espíritu con toda su individualidad, con su identidad y toda su historia. El capítulo VIII del Libro de los Espíritus también nos habla de la emancipación del alma.
Pregunta 401: “Durante el sueño ¿descansa el alma tanto como el cuerpo?

No. El Espíritu nunca está inactivo. En el transcurso del sueño, los vínculos que le unen al cuerpo se relajan, y no teniendo el cuerpo ya necesidad de él, el Espíritu recorre el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus.”
Lo anterior lo asocio con la “teoría del desdoblamiento del tiempo” del Doctor en Física , Jean –Pierre Garnier, que asegura que en sueños, podemos visualizar la solución a nuestros problemas, gracias a nuestro doble que viaja en el tiempo futuro buscando la solución a los mismos y de forma imperceptible cuando despertamos, nos dicta el camino correcto a seguir para superarlos. Según él, sería, en palabras sencillas, conectar con nuestro ser interior adormecido, que nos dicta qué hacer de forma correcta en nuestra vida diaria. La ciencia moderna El Dr. Garnier, considerado el padre de la Teoría del Desdoblamiento del Tiempo, afirma que “nosotros, como el tiempo, también nos desdoblamos”. En una entrevista concedida al periódico “La Vanguardia”, publicada el 09/11/2010, nos explica resumidamente su teoría. Nos dice que tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo. Lo aclara: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente. Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes.
Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible. Como en el cine; que sólo vemos 24 imágenes por segundo. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real. Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama híperincursión y está perfectamente demostrada.
Estamos desdoblados como partículas, comenta. Es sabido que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz. Si se puede viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un día entero. Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, y aplicando este concepto a su teoría, el Dr. Garnier cree que somos capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias. Estas informaciones las asimilaríamos en el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral. Es cuándo se daría el intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio que nos permitiría arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que haría que al día siguiente la memoria estuviere transformada.
El Dr. Garnier entiende que fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento. Nos da un ejemplo: Si pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla uno u otro. De manera que la conclusión es: “No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti”. El ve esta conclusión como una ley moral, tal como la entendemos los espiritistas. Pero es como mínimo curioso que, una teoría estrictamente materialista llegue a la misma enseñanza que nos trajo Jesús hace ya 2000 años. En su entrevista nos deja escapar un punto de contacto más entre su Teoría del Desdoblamiento y el Espiritismo. Él nos dice que es muy difícil controlar el pensamiento durante el día, pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto lo controlemos: esa sería la manera de conectar con nuestra parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas. La misma recomendación la encontramos en muchas obras espíritas y en el Evangelio Según el Espiritismo en el Capítulo XXVIII: orar antes de dormir.

viernes, 22 de abril de 2016

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS - El número de Oro, La Divina Proporción



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Todo, en el universo tiene un orden, precisión, armonía, inteligencia y una perfección tal, que supera inmensamente la comprensión humana. Con el avance de la tecnología, lo que antes era un enigma va descifrándose poco a poco ante los hombres de ciencia que la estudian, quienes se admiran cada vez que penetran algún enigma, porque surgen nuevos y mayores enigmas por descifrar ampliándose inmensamente el campo de estudio.
Para el hombre común, basta detenerse un instante ante cualquier manifestación de la naturaleza por pequeña o insignificante que esta pueda parecer, para darse cuenta la inmensa sabiduría que la naturaleza posee en si misma, y de la que un hombre de buen discernimiento jamás admitiría el absurdo de creer que tal organización surgió de la nada y que la nada creó algo y que este algo de manera fortuita se organizó formando la maravillosa e inteligente Obra Universal.
Sin embargo, el orgullo de ciertos hombres de ciencia se revela ante la posibilidad de rendirse a admitir una inteligencia superior a la suya, que sea la causa primera de toda creación universal, y tratando de sustentar su necedad por la ceguedad de su orgullo, caen en la pueril presunción de atribuir al azar la causa de todo lo que existe, sabiendo incluso que el azar no es un ser inteligente, y que una combinación fortuita para la formación integral del universo se opone enormemente al azar en base a la ley matemática de probabilidades.

LEY DE CAUSA Y EFECTO

En el capítulo primero, Ítem 4, del Libro de los Espíritus de Allan Kardec, bajo el título:
PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS” realiza a los Espíritus Superiores la siguiente pregunta:
“-¿Dónde puede encontrarse la prueba de la existencia de Dios?
Respondiendo a esta interrogante los Espíritus dicen:
– En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: no hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es obra del hombre, y vuestra razón os responderá.”.
Entre otras reflexiones del Libro de los Espíritus tenemos que,
“...para creer en Dios basta pasear la vista por las obras de la Creación. El Universo existe; luego tiene una causa...”;
“...dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto tiene una causa y sentar que la nada ha podido hacer algo...”.
“...Se puede admitir que un efecto inteligente proviene de una causa inteligente, de la misma forma como se juzga la potencia de la causa por la potencia del efecto...”.
“...La armonía que regula las actividades del Universo revela combinaciones y fines determinados y por lo mismo, un Poder Inteligente. Atribuir la formación primera al acaso sería un contrasentido, porque el acaso es ciego y no puede producir los efectos de la inteligencia. Un acaso inteligente no sería ya el acaso...”.
“...Por su obra se conoce al artífice; la inteligencia de Dios se revela en sus obras, como la de un pintor en el cuadro; .... se juzga de la potencia de una inteligencia por sus obras y no pudiendo ningún ser humano crear lo que la Naturaleza produce, la causa primera es una inteligencia superior a la Humanidad...”
“...Cualquiera que sean los prodigios hechos por la inteligencia humana, tiene su causa en esta misma inteligencia y cuanto más grande sea lo que ella haga, tanto mayor debe ser su causa primera... Esta inteligencia es la causa primera de todas las cosas, cualquiera que sea el nombre con el cual el hombre la designe...”

EL CÓDIGO DE FIBONACCI Y LA RAZÓN AUREA EN LA NATURALEZA.

Existe en la misma naturaleza una marca distintiva, un número o mejor aún, un código que identifica y prueba una creación inteligente. En el llamado código oserie de Fibonacci y que nos lleva consecuente al número de oro, el que hasta ahora es un misterio indescifrable para los sabios y matemáticos porque se encuentra en toda la Obra Universal.

LEONARDO DE PISA, FIBONACCI
Matemático italiano recordado por que fue quien trajo de la India y Arabia nuestro sistema numérico actual, en una sociedad que no usaba el cero, pero es mas recordado por que fue el primero que descubrió y estudió la conocida serie de Fibonacci, llamada así en su honor, esta es una sucesión donde cada número es el resultado de sumar los dos que lo preceden. Así, la primera y más básica serie de Fibonacci sería:
1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233...
Lo interesante de las series de Fibonacci es que prácticamente cualquiera (con la sola condición de que domine la aritmética básica) puede investigarlas, descubrirles nuevas propiedades y desarrollar teoremas propios, inéditos y curiosísimos sobre ellas.
Las aplicaciones de los números de Fibonacci son también, al parecer, infinitas: se utilizan en generación de números al azar, en la búsqueda de valores máximos y mínimos de funciones complejas de las que se ignora la derivada, en trabajos de clasificación de datos, en recuperación de información en computadoras, y mil etcéteras más.
Las series de Fibonacci o sus correspondencias aparecen en toda la naturaleza y tienen propiedades extrañísimas, quizás una de las más curiosas, es que el cociente de dos números consecutivos de la serie converge rápidamente hacia número de oro
Podemos hallar la razón áurea o los números de la serie de Fibonacci en toda la naturaleza desde el átomo, hasta los agujeros negros y galaxias.
¿UN NÚMERO ORO?
Al número de oro se lo conoce también como "razón dorada", "sección áurea", "razón áurea" y "divina proporción". Tiene un valor de (1+ raíz de5)/2, es decir, 1.61803..., y se nombra con la letra griega Phi.

El número áureo fascinó como la medida perfecta de belleza a griegos y renacentistas, quienes lo utilizaron en matemática, arte, arquitectura, música etc…
LA ESPIRAL LOGARITMICA
Si tomamos un rectángulo áureo ABCD y le sustraemos el cuadrado AEFD cuyo lado es el lado menor AD del rectángulo, resulta que el rectángulo EBCF es áureo. Si después a éste le quitamos el cuadrado EBGH, el rectángulo resultante HGCF también es áureo. Este proceso se puede reproducir indefinidamente, obteniéndose una sucesión de rectángulos áureos encajados que convergen hacia el vértice O de una espiral logarítmica.
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Esta curva ha cautivado, por su belleza y propiedades, la atención de matemáticos, artistas y naturalistas. Se le llama también espiral equiangular (el ángulo de corte del radio vector con la curva es constante) o espiral geométrica (el radio vector crece en progresión geométrica mientras el ángulo polar decrece en progresión aritmética). J. Bernoulli, fascinado por sus encantos, la llamó spira mirabilis, rogando que fuera grabada en su tumba.
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PHI EN LA NATURALEZA 
La espiral logarítmica vinculada a los rectángulos áureos gobierna el crecimiento armónico de muchas formas vegetales (flores y frutos) y animales (conchas de moluscos), aquellas en las que la forma se mantiene invariante. El ejemplo más visualmente representativo es la concha del nautilus.
Podemos encontrar el número áureo en los distintos seres que pueblan la naturaleza, entre ellos el hombre.
La sucesión de Fibonacci Y Las Partes Corporales De Humanos Y Animales
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Leonardo Da Vinci realizó este dibujo para ilustrar el libro De Divina Proportione del matemático Luca Pacioli editado en 1509. En dicho libro se describen cuales han de ser las proporciones de las construcciones artísticas. En particular, Pacioli propone un hombre perfecto en el que las relaciones entre las distintas partes de su cuerpo sean las del dibujo adjunto. Resulta que la relación entre la altura del hombre y la distancia desde el ombligo a la mano es el número áureo.
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En el cuerpo humano el número áureo aparece en muchas medidas: la relación entre las falanges de los dedos es el número áureo, la relación entre la longitud de la cabeza y su anchura es también este número.
La relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos.
La relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla.
La relación entre las divisiones vertebrales.
La relación entre las articulaciones de las manos y los pies
La longitud de la cabeza y su anchura.
La relación entre la boca, nariz, ojos, etc.. en la cara.
clip_image009La mano humana es, una serie de Fibonacci. 
La longitud del metacarpo es la suma de las dos falanges proximales; la longitud de la primera falange es la suma de las dos falanges distales, por ende guardan la proporción áurea.

Genealogía y Genética
También podremos observar los números de Fibonacci y el número áureo en la genética, en los códigos genéticos y los espirales cromo somáticos de los seres vivos.
Así también en los árboles genealógicos, por ejemplo en el estudio de poblaciones idealizadas de conejos, vacas y abejas. El número de descendientes en cada generación de una abeja macho o zángano nos conduce a la sucesión de Fibonacci, y por lo tanto, al número áureo.
clip_image010Según se sabe, una vez inseminada la abeja reina por un zángano (de otro enjambre), aquella se queda en su colmena y ya no sale más, dedicándose a la puesta de huevos que ella misma va fecundando o no, dando origen así a abejas obreras, o bien reinas, en el primer caso y machos o zánganos en el segundo. Si observamos el árbol genealógico (figura 1) de un zángano, podemos ver como el número de abejas en cada generación es uno de los términos de la sucesión de Fibonacci.
La construcción de los panales de abejas también tienen relación con las series de Fibonacci: si se observan las celdas hexagonales de una colmena y se coloca a una abeja en una cualquiera de ellas, y se le permite alimentar a la larva, suponiendo que continuará siempre por la celda contigua de la derecha, veremos que hay sólo una ruta posible para la siguiente celdilla; dos hacia la segunda, tres hasta la tercera, cinco hasta la cuarta, ocho rutas posibles hacia la quinta, etcétera.

BOTÁNICA
clip_image011"Los botánicos han demostrado que las plantas crecen a partir de un pequeño grupo de células situado en la punta de cada sección que crece: ramas, brotes, pétalos y otras. Las células crecen y se ordenan en espiral: cada una se "dirige" a una dirección manteniendo un cierto ángulo en relación al punto central, y ese ángulo de rotación corresponde al número áureo. Por tanto el número de brotación será un número del código Fibonacci, así, por ejemplo, el lirio tiene 3 pétalos, algunos ranúnculos 5 o bien 8, las margaritas y girasoles suelen contar con 13, 21, 34, 55 o bien 89.
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El número de espirales en numerosas flores y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión: los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y 144.
Las margaritas presentan las semillas en forma de 21 y 34 espirales. Y cualquier variedad de piña presenta siempre un número de espirales que coincide con dos términos de la sucesión de los conejos de Fibonacci, 8 y 13; o 5 y 8
La parte de la botánica que estudia la disposición de las hojas a lo largo de los tallos de las plantas se denomina Filotaxia. En la mayoría de los casos es tal que permite a las hojas una captación uniforme de la luz y aire, siguiendo, normalmente, una trayectoria ascendente y en forma de hélice. Parece que el mundo vegetal viene programado en sus códigos genéticos del crecimiento los términos de la sucesión de Fibonacci.
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En el ordenamiento de las hojas en una rama.
Si tomamos la hoja de un tallo y contamos el número de hojas consecutivas hasta encontrar otra hoja con la misma orientación, este número es, por regla general, un término de la sucesión de Fibonacci.
Además, si mientras contamos dichas hojas vamos girando el tallo (en el sentido contrario a las agujas del reloj, por ejemplo) el numero de vueltas que debemos dar a dicho tallo para llegar a la siguiente hoja con la misma orientación resulta ser también un término de la sucesión.
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En el número de espirales que forman los granos de frutos como las piñas de pino; Las "hojas" de una piña de pino tienen, por regla general, una característica de 5/8 o bien 8/13, presentando propiedades similares las hojas de las lechugas, los pétalos de las flores, las ramas de las palmeras, el ficus, etc., ejemplos que se pueden comprobar fácilmente.

 

LA SUCESIÓN DE FIBONACCI EN LA MÚSICA, EL ARTE Y LA ARQUITECTURA 

 

 

El Numero Áureo es considerado como la medida perfecta de belleza por excelencia por tanto ha sido considerado en las obras de grandes genios de la música el arte y la arquitectura así tenemos:

 La relación entre las partes, el techo y las columnas del Partenón, en Atenas (s. V a. C)..

Las Pirámides de Ejipto están contruidas en base a las razones del número áureo

En las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta Sinfonía de Beethoven, en obras de Schubert y Debussý.

En los violines la ubicación de las efes (los “oídos”, u orificios en la tapa) se relaciona con el número áureo.

 

El número áureo aparece en las relaciones entre altura y ancho de los objetos y personas que aparecen en las obras de Miguel Ángel, Durero y Da Vinci, entre otros.


En la Física, Química y Astronomía.

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La razón áurea y la serie Fibonacci, se puede constatar en los fulerenos de los átomos, así como en las grandes espirales que forman las galaxias.
También la física parece adorar las sucesiones de Fibonacci. Si se colocan dos láminas planas de vidrio en contacto y se hace que unos rayos luminosos las atraviesen, algunos (dependiendo del ángulo de incidencia) las atravesarán sin reflejarse, pero otros sufrirán una reflexión. El rayo que no sufre reflexión tiene sólo una trayectoria posible de salida; el que sufre una reflexión tiene dos rutas posibles; el que sufre dos reflexiones, tres trayectorias, el que experimenta tres reflexiones, cinco, y así sucesivamente. Tenemos aquí nuevamente una serie de Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, 8...

Estos ejemplos bastan para probar el diseño inteligente de la Creación, y que para que los que aún tengan dudas, prueben que un código puede hacerse solo o al azar y repetirse infinitamente en el Universo.
El número Áureo una prueba mas de la existencia de Dios por su Obra Universal, marca sublime de la Inteligencia Suprema,  por su belleza, y pródigo amor que nos legó a la humanidad que poco a poco lo descubre en su ciencia.