miércoles, 11 de mayo de 2016

El investigador

El investigador


Entre 1877 y 1880, se reunió, en Madrid, bajo la dirección del Vizconde de Torres-Solanot, el Grupo Espiritista Marietta, en el cual ocurrían impresionantes fenómenos mediúmnicos. Se destacaba, entre esos fenómenos, el aporte de flores, producido por intermedio de Isabel Madre, que, por ello, quedó conocida como la «médium de las flores».
Los fenómenos en el Grupo Espiritista Marietta llamaron mucho la atención del movimiento espirita y provocaron reacciones tanto de apoyo como de oposición y sospecha. Con su profundo conocimiento del Espiritismo, autoridad moral y valiosa experiencia en situaciones desafiantes del movimiento espirita, José María Fernández Colavida decidió investigar seriamente los fenómenos producidos en el Grupo Espiritista Marietta. Ante la dificultad en aceptar las invitaciones del Vizconde de Torres-Solanot para ir a Madrid y asistir personalmente a las sesiones del Grupo Espiritista Marietta, se le ocurrió a Fernández Colavida la idea de comprobar los fenómenos desde Barcelona, en el Grupo Espiritista La Paz, que dirigía. Mantuvo muy reservada su idea hasta que dos Espíritus, espontáneamente, mediante un médium vidente, le incentivaron a ponerla en práctica.
En agosto de 1878, empezaron las sesiones de comprobación en Barcelona. Fernández Colavida estableció un método seguro para la comprobación. El Grupo Espiritista Marietta y el Grupo Espiritista La Paz realizaban sesiones simultáneas. Terminadas las sesiones, cada uno de los grupos enviaba por correo al otro una copia de las actas con todos los pormenores. Las correspondencias se cruzaban en el camino y, al llegar a destino, se abrían en presencia de los participantes de las sesiones.
Ya el día 16 de agosto, una sonámbula pasó a dar informaciones, en el Grupo Espiritista La Paz, sobre lo que estaba ocurriendo, en aquel mismo instante, en el Grupo Espiritista Marietta. La comprobación realizada en Barcelona era precisa y comprendía no solamente la descripción de los fenómenos, sino también la indicación de las personas que, en el Grupo Espiritista Marietta, asistían a las sesiones.
El Grupo Espiritista Marietta y el Grupo Espiritista La Paz solían recibir idénticas comunicaciones mediúmnicas transmitidas simultáneamente. En una de las sesiones simultáneas de Madrid y Barcelona, el 6 de septiembre de 1878, el Espíritu Simón de Rojas dictó una comunicación en Madrid, por la médium Isabel. Esa misma comunicación mediúmnica, escrita con los mismos términos, fue recibida simultáneamente en Barcelona. Otra comunicación de ese tipo ocurrió, por ejemplo, el 20 de septiembre de 1878, cuando se transmitió, en el Grupo Espiritista Marietta, el mensaje que un Espíritu estaba dictando en el Grupo Espiritista La Paz.
El Vizconde de Torres-Solanot y Fernández Colavida también realizaron conjuntamente experimentos de telegrafía psíquica valiéndose de distintos médiums y sonámbulos. Miembros del Grupo Espiritista Marietta hacían preguntas que eran contestadas instantáneamente en el Grupo Espiritista La Paz, y viceversa. Fernández Colavida, desde Barcelona, y miembros del Grupo Espiritista Marietta, desde Madrid, establecían, de ese modo, un diálogo, como éste, de la sesión del 13 de septiembre de 1878, narrado por el Vizconde de Torres-Solanot y comprobado por el acta enviada por el Grupo Espiritista La Paz: Fernández da la enhorabuena por las felicitaciones que se reciben y por lo mucho y grande que hace el grupo Marietta.
Nosotros contestamos: –Gracias a Fernández por sus trabajos en bien de la doctrina y por este grupo. La médium le ruega a Fernández no descuide para la próxima Revista algo de comprobación. El médium Antón pide a Fernández el número de la Revista que publique las comprobaciones. Fernández saluda a su antiguo amigo y hermano Avellana y le encarga aconseje a C. abandone la senda que ha tomado. Además pide a Avellana carta por el correo, confirmando lo que ha visto. Avellana devuelve el saludo y dice nada espera de C., pero caerá porque ha de caer. Fernández felicita a Argüelles por su asistencia. Le pregunta a Antonio si se publica El Criterio u otro periódico.Antón dice que contestará por el correo […].
La esposa de Fernández Colavida, Ana Campos, era una buena sonámbula y admirable médium, no solamente debido a los fenómenos producidos por su intermedio, sino sobre todo debido a su ejemplo de fidelidad a las enseñanzas del Espiritismo. En el Grupo Espiritista La Paz, era una de las participantes más activas. Entre los fenómenos producidos por su intermedio, se encuentra registrado el de la bicorporeidad. En la noche del 1 de abril de 1879, durante la reunión, en Barcelona, del Grupo Espiritista La Paz, Ana recibió pases y entró en trance profundo. En un momento dado, dijo: «Estoy en el centro Marietta; todos me ven». La afirmación llamó la atención de los miembros del grupo de Barcelona porque, aunque Ana ya había aparecido otras veces en el Grupo Espiritista Marietta, en las ocasiones anteriores sólo había sido vista por los médiums videntes. De hecho, esa misma noche, a las once horas, la figura de Ana apareció por un instante, en el Grupo Espiritista Marietta. Como no todas las veinte y ocho personas presentes pudieron apreciar ese fenómeno de bicorporeidad, poco después aparecieron, ante todos los participantes, no solamente la fisonomía de Ana, que se destacaba por mostrarse especialmente iluminada, sino también todas las prendas que componían su traje.
La impresión causada por la aparición de Ana ante todos los presentes en el Grupo Espiritista Marietta fue tan intensa que algunas personas llegaron a pensar que ella había fallecido. El Espíritu Marietta necesitó comunicarse para aclarar el ocurrido, tranquilizando a todos15. En suma, el episodio de los fenómenos producidos en el Grupo Espiritista Marietta resalta el ejemplo de Fernández Colavida, que, en lugar de perder tiempo con polémicas, aprovechó la oportunidad para realizar una investigación seria a fin de producir un conocimiento útil para el Espiritismo y evitar una crisis en el movimiento espírita. En esa investigación, Fernández Colavida siguió fielmente las enseñanzas de la Doctrina Espírita y, por lo tanto, al estudiar esos fenómenos bajo el aspecto científico, enfatizó que la principal consecuencia de ellos –como de cualquier fenómeno espiritista– es la enseñanza moral:No tenemos necesidad de encarecer, porque salta a la vista, la importancia de estas experiencias y los estudios a que dan lugar, comprobando la realidad de un fenómeno con otro fenómeno, tan sorprendente como el primero; pero dentro de la ley que rige a las manifestaciones de orden psíquico, explicables sólo con el auxilio de la ciencia espiritista.
Esas manifestaciones, con caracteres físicos y caracteres inteligentes a la vez, son palmaria demostración de la solidaridad del mundo material y del mundo moral; son la sanción positiva de nuestra doctrina y evidencian que el fenómeno espiritista entraña siempre, como última y superior consecuencia, la enseñanza moral que tiende a nuestro mejoramiento, mediante el cual se realiza el verdadero progreso en los mundos. De hecho, el mayor fenómeno en la mediumnidad es el de la transformación moral, empezando por la del médium y de los demás miembros del grupo mediúmnico.

Por:Simoni Privato Goidanich