viernes, 22 de abril de 2016

LA MEDIUMNIDAD

“La Mediumnidad es una facultad humana, natural… Nada hay de sobrenatural en los hechos mediúmnicos, por más que sus leyes escapen todavía a una plena comprensión y no hayan encontrado el lugar apropiado en el acervo de los conocimientos científicos”.
             
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Introducción: Médiums y Mediumnidades
Enormemente complejo y en gran parte desconocido, continúa siendo el mundo de la mediumnidad. Aún así que tenemos suficientes informaciones contrastadas por la experimentación para conformar una visión general del asunto e, incluso, para el establecimiento de un sistema o método aceptable para el encauce y educación de las facultades mediúmnicas, algo que el Espiritismo ha hecho. Sin embargo otros varios aspectos del fenómeno de la mediumnidad  permanecen sin ser resueltos o aclarados  plenamente, entre ellos la intimidad de los mecanismos de su funcionamiento o la naturaleza de las energías envueltas en estos fenómenos.
Igualmente, otra cuestión pendiente es la del desentrañamiento completo de los procesos por el cual una entidad espiritual puede llegar a comunicarse, expresarse y actuar a través del cuerpo de un médium. No obstante, informaciones orientadas a la explicación de los mismos, se pueden encontrar en los tratados elaborados por los grandes investigadores de la mediumnidad y también en las comunicaciones reveladas por variados instructores espirituales a través de distintos médiums por todo el mundo.
Nos proponemos en el presente trabajo ofrecer algunas de esas informaciones y respuestas, especialmente las que tras un riguroso análisis nos parecen más fiables, interesantes y completas. Estas informaciones aportan, pensamos, una buena dosis de luz para acercarse a tan escurridizo asunto con cierta profundidad y dosis de verosimilitud; a todo ello uniremos algunas reflexiones y comentarios personales. Pero no puede olvidarse que muchas de esas informaciones hay que colocarlas todavía en el plano de las hipótesis. ¿Razonables? Creemos que sí, pero siguen siendo hipótesis, al fin y al cabo, a la espera de su definitiva verificación.
door_moonCONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA MEDIUMNIDAD
Definición de médium
La palabra “médium” proviene del latín y significa “intermediario”. Médium es, pues, aquel ser que puede actuar como “intermediario” o “puente” entre el mundo espiritual y el mundo físico. Tal como Allan Kardec lo expresa, “médium es toda aquella persona que siente, en mayor o menor medida, la influencia de los espíritus” . Afirma también el inmortal francés, que en la actual etapa de la humanidad raro es el ser humano que no sea portador de algún tipo de cualidad en este sentido, por lo que en adelante hablaremos, para ser más precisos y usar las palabras con mayor propiedad, de médium cuando esa capacidad se presente en un ser humano “en forma ostensible, bien caracterizada, evidenciando sus manifestaciones con cierta frecuencia e intensidad”.
Tipos de Mediumnidad
La mediumnidad puede ser consciente, semiconsciente o inconsciente, ya el médium tenga noción completa, parcial o nula de lo que transmite. Por esa razón también se suele hablar de mediumnidad consciente, semimecánica y mecánica.
Según la manera de manifestarse, la mediumnidad se divide en dos grandes grupos: 1º) De efectos intelectuales, y 2º) De efectos físicos.
La mediumnidad de efectos intelectuales abarca todos aquellos fenómenos donde predominan los aspectos psicológicos inteligentes. Entre estas mediumnidades hay que colocar a la psicofónica o parlante (también llamada a veces de “incorporación”), la escribiente o psicográfica, la vidente, la auditiva y la intuitiva.
La mediumnidad de efectos físicos incluye los fenómenos que comportan manifestaciones materiales visibles o tangibles, en especial la formación de cuerpos, aparición de objetos, así como su modificación estructural o traslado de lugar. Para conseguir estos efectos los médiums exteriorizan una substancia -el ectoplasma- que se combina con otras energías espirituales y naturales, bajo el influjo de la voluntad de los espíritus. Sus principales tipos son la tiptológica; de aportes; de ectoplasmia; de voz directa; de escritura directa; de levitación y la curativa.
Naturaleza de la Mediumnidad
En el “Libro de los Médiums”, de Allan Kardec , los espíritus ofrecen una respuesta que nos proporciona una importante pista acerca de la naturaleza de la mediumnidad:
“La mediumnidad, propiamente dicha, es independiente de la inteligencia tanto como de las cualidades morales del individuo…”.
Más adelante, en la misma obra , se puede leer este clarificador diálogo entre Kardec y una entidad espiritual guía:
“P.- El desarrollo de la mediumnidad ¿se opera en razón del desenvolvimiento moral del médium?
R.- No. La facultad, propiamente dicha depende del organismo. Es independiente de lo moral. No pasa lo mismo con el empleo de ella, que podrá ser mejor o peor, con arreglo a las cualidades del médium”.
56121_evening-of-mediumship-and-mbs-fair-in-aid-of-the-ronald-mcdonald-houseLos grandes investigadores que han estudiado estos asuntos son coincidentes al afirmar que las personas que manifiestan mediumnidad tienen, a diferencia de las que no la manifiestan, una especial facilidad paradislocarseparar odescentralizar sus principios constitutivos. Mientras en las personas “normales”, los lazos entre el organismo físico y el cuerpo periespiritual -otras escuelas lo llaman “cuerpo astral” o también “doble etéreo”- son muy estrechos, en los médiums estos lazos son muy flexibles. Ya Allan Kardec dijo que el conocimiento del periespíritu da las claves para una multitud de fenómenos.
El autor e investigador brasileño M. B. Tamassia, resume la cuestión de esta manera :
“A nuestro modo de ver, la mediumnidad proviene del desenfocamiento del cuerpo periespiritual, en relación al cuerpo carnal”.
Sir Arthur Conan Doyle, cuando se refiere a las facultades del gran médium norteamericano Andrew Jackson Davis, apunta: 
“La razón de esto tal vez sea que el cuerpo etérico o espiritual, que posee los mismos órganos que el físico, esté parcial o totalmente desprendido y registra la impresión”.
Por su parte, Gustavo Geley señala:
“¿Qué es un médium? El médium es un ser cuyos elementos constitutivos, mentales, dinámicos, materiales, son susceptibles de descentralizarse momentáneamente”. 
psychokinesisPodríamos ampliar más la idea anteriormente expuesta, idea que por todos los indicios que vamos reuniendo parece aproximarse a la verdad, añadiendo que esa capacidad para desenfocarse o separarse el cuerpo periespiritual del cuerpo físico en los médiums puede ser parcial o total y, dentro de lo parcial, puede afectar a una zona u otra del cuerpo espiritual en cada médium, de ahí que cada cual manifieste unas facultades u otras. En esta dirección parece apuntar también la entidad espiritual André Luiz en la obra“Evolución en dos Mundos”, recibida por los médiums brasileños Chico Xavier y Waldo Vieira, cuando en relación a la aparición de las mediumnidades en la historia humana, habla de “la comunión menos estrecha entre las células del cuerpo físico y del cuerpo espiritual, en ciertas regiones del campo somático…”. .
En la obra de la hemos tomado la anterior cita, abundando en la misma idea de fondo que ya quedó reflejada, André Luiz añade poco después:
“Cuanto menos densos son los hilos de ligazón entre los implementos físicos y espirituales en los órganos de la visión, más amplias las posibilidades en la clarividencia, prevaleciendo las mismas normas para la clariaudiencia y para las otras modalidades, en el intercambio entre las dos esferas, inclusive en las peculiaridades de la materialización…”. 
Mediumnidad Natural y ¿Mediumnidad de Prueba?
La mediumnidad natural es aquella que se presenta en un individuo como el corolario necesario a un progreso espiritual integral del ser. Este tipo de mediumnidad se caracteriza porque se exterioriza como un sentido más que se añade a los naturales en el individuo, sin que ello le cause ningún tipo de inconveniente. La forma más frecuente de este desarrollo armónico es una especie de intuición superior.
Por otro lado, es muy habitual encontrarse con seres que presentan capacidades mediúmnicas, pero cuya manifestación no suele ser en ellos apacible ni armoniosa, sino que aparece con signos descontrolados, a veces como un verdadero síndrome el cual, mientras no es reconocido, hace pensar al que lo padece y a los que lo rodean en la existencia de una enfermedad. Y en cierto sentido no están muy descaminados, de hecho casi podría considerarse así, una enfermedad -si bien en el fondo no lo es- del alma. Este tipo de mediumnidad suele ser portador de problemas como un mecanismo de la Gran Ley Universal de Amor y Justicia, para inducir al ser que la manifiesta a una labor reequilibradora de sí mismo. En la medida en que ese reequilibrio se consigue mediante una educación y mejora integrales del ser, aquella mediumnidad descontrolada se centra, se regula y se manifiesta sin sobresaltos. Pero, claro está, esto sólo es así cuando esas facultades son usadas para ayudar a los seres que rodean al médium, mediante un servicio fraterno y no con finalidades egoístas. La mediumnidad no es una facultad que se preste a la explotación egoísta, si es que el ser que la posee quiere llevar una vida en armonía.
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En el punto 220 de “El Libro de los Médiums”, se encuentran las siguientes interesantes preguntas y las respuestas dadas por los espíritus a Kardec:
“P.- ¿Con qué objeto ha dotado la Providencia a ciertos individuos de mediumnidad, de una manera especial?
R.- Se trata de una misión que se les encomienda, y de la que se sienten dichosos. Esas personas son los intérpretes  entre los espíritus desencarnados y los hombres.
P.- Sin embargo, hay médiums que sólo emplean su facultad de mala gana…
R.- Son médiums imperfectos. No conocen el valor del don que se les ha otorgado.
P.- Si es una misión, ¿cómo se explica que no sea privilegio de las personas de bien, sino que esa facultad haya sido concedida
a individuos que no merecen la mayor estima y pueden abusar de ella?.
R.- Precisamente, se les da porque la necesitan para su propio mejoramiento, a fin de que se coloquen en situación de recibir buenas enseñanzas. Si no la aprovechan, sufrirán las consecuencias…”.
En la misma dirección argumentativa, se señala más adelante:
“P.- Se ha dicho siempre que la mediumnidad es un don de Dios, una gracia o favor divino. ¿Por qué, entonces, no es privilegio de las personas de bien, y vemos a personas indignas que están dotadas de ella en el más alto grado, y la usan mal?
R.- Las facultades constituyen favores por los que se debe agradecer a Dios, puesto que hay hombres que están privados de ellas. Con ese criterio, podríais preguntar también por qué Dios concede buena vista a los delincuentes, manos diestras a los que hacen trampas en el juego y elocuencia a quienes se sirven de ella con fines impropios. Pues bien, lo mismo ocurre con la mediumnidad. Si seres indignos la poseen, es porque necesitan de ella más que otros, para mejorarse…”.
Creemos que en los anteriores párrafos los espíritus reflejaron a Kardec lo que otros autores espíritas posteriores han definido más exactamente como“mediumnidad de prueba“, designando con tal denominación al despertar prematuro de determinados centros psíquicos que los mentores espirituales conceden y provocan en algunos seres que se van a reencarnar, para que actúen en la vida física como médiums y mediante una actividad de servicio a los demás con el ejercicio de su facultad, reestablezcan parte de los desequilibrios generados por antiguos errores cometidos en otras vidas y, en consecuencia, progresen espiritualmente.
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Veamos ahora lo que dicen los espiritus sobre este particular:
“En el Más Allá existen departamentos técnicos especializados que ayudan a los espíritus a apresurar determinados centros magnéticos y vitales de su periespíritu, despertándoles provisoriamente la sensibilidad psíquica para poder recepcionar los fenómenos del mundo oculto cuando están encarnados. Ese es el mandato mediúmnico o facultad transitoria a título de “préstamo” otorgado por el Banco Divino. Pero también es un arma de doble filo, que exige severa postura moral en el mundo, pues tanto coloca a sus portadores en contacto con espíritus benefactores, como los sitúa fácilmente en la faja vibratoria de las entidades sombrías del astral inferior”.
Previendo algunas lógicas preguntas que asaltarían la mente del lector ante el contenido de las anteriores informaciones, este instructor espiritual se apresura a sacarnos de dudas y acto seguido precisa:
“Aunque la facultad mediúmnica parezca un privilegio que contraría el concepto de la Justicia y Sabiduría de Dios, esa concesión prematura otorgada al espíritu en falta, implica una mayor responsabilidad en el trabajo laborioso y espiritual. Por lo tanto no es una gracia “fuera de tiempo” que exime a las almas de las preocupaciones y obstáculos futuros en su evolución espiritual; es un empréstito que le permite resarcirse de sus faltas cometidas en el pasado, compensando el tiempo perdido con un servicio extraordinario. Los Mentores Siderales, apiadados de los espíritus demasiado gravados en sus cargas kármicas para el futuro, les ofrecen la oportunidad de reajustarse a la brevedad, a fin de lograr su propia ventura.” 
DesarrolloLa Educación Mediúmnica
Por todo lo que venimos diciendo, se deduce fácilmente la importancia trascendental que tiene la educación de los médiums, para que armonicen, centren, mejoren y aprendan a usar sus facultades en el sentido de convertirlas en una fuente de consuelo y de información veraz, en forma de servicio fraternal, para la ayuda y evolución de la humanidad. El establecimiento de un orden científico-racional, a la vez que altamente moral, para la educación de los médiums, ha sido una de las grandes aportaciones a la humanidad del Espiritismo. Y no es que antes de su aparición no hubiese escuelas que trabajasen en esta dirección positiva, pues este conocimiento no es reciente, viene de muy antiguo, desde aquellas antiquísimas “escuelas de misterios”… No, lo verdaderamente novedoso que ha aportado al Espiritismo, es la limpieza que ha hecho de las connotaciones míticas, supersticiosas y creencias dogmáticas que han rodeado este tema, colocando el asunto en el seno de la Ciencia y, por tanto, haciéndolo accesible a todos los seres humanos, porque la Ciencia es un lenguaje universal.
La educación mediúmnica, para ser completa y verdaderamente útil, debe abordarse al unísono en las siguientes tres vertientes: moral, cultural y técnica.
Educación Moral: Se enseña el uso desprendido, sin interés material, de la mediumnidad. Si la mediumnidad se usa como un medio de explotación comercial, las entidades superiores se alejan de ese médium; y un médium que sea canal para manifestaciones inferiores es un médium que no interesa y más que luz al mundo lo que traería sería oscuridad. Por tanto la mejor garantía para la práctica mediúmnica es el desinterés. La mediumnidad debe siempre emplearse para el bien y, además, no debe ser usada como objeto de divertimento ni para banalidades.
El médium educado bajo la orientación espírita debe cultivar la pureza y altura de sentimientos y una conducta noble y altruista en todos los aspectos de su vida. Ese será el mejor camino para sintonizar con entidades de elevada evolución.
Educación Cultural: Es necesario que los médiums tengan completa conciencia de su realidad espiritual y material. La conciencia espiritual dentro del Espiritismo la obtienen estudiando en profundidad la doctrina de los espíritus, pero junto a ello es preciso que los médiums se ilustren y preparen en lo posible en todos los aspectos de la cultura, pues de esa manera proporcionan a las buenas entidades, materiales intelectuales más adecuados con que transmitir con mayor fidelidad sus enseñanzas, convirtiéndose en un instrumento perfeccionado, permeable y con mayores recursos. Es un error tremendo la creencia sustentada por algunos médiums de que para ser fiel transmisor de las instrucciones espirituales, el médium no debe estudiar para no “contaminarse”.
Educación Técnica: La educación técnica tiene que adquirirse estudiando en profundidad todo lo que los grandes investigadores de la mediumnidad han logrado verificar y demostrar con anterioridad, descubriendo métodos adecuados para el desenvolvimiento mediúmnico y desdeñando prácticas y sistemas irreales o sin fundamento. En esta educación, los dirigentes del Centro al que acude un médium tienen mucha responsabilidad para reconocer y encauzar adecuadamente la facultad.
Libro inspirado
FISIOLOGÍA OCULTA DEL SER HUMANO
Hablamos de fisiología o constitución oculta del ser humano, porque ella permanece velada para la mayoría de nosotros. Sin embargo ella se ha hecho evidente en la experimentación parapsíquica. Esa constitución contiene las claves de la llamada fenomenología psíquica, paranormal y mediúmnica.
El ser humano no se circunscribe a aquello que vemos reflejado en el espejo. El ser humano, como ser encarnado -es decir, con un organismo biológico, físico- está compuesto esencialmente de tres partes: 1) El espíritu, chispa divina, donde residen la inteligencia, el sentido moral y la voluntad, o lo que es lo mismo, el yo verdadero; 2) un cuerpo físico, especie de escafandra orgánica que utiliza el espíritu para manifestarse y actuar en el plano material, al que va unido el principio vital, y 3) un elemento intermediario entre el espíritu y el cuerpo que sirve de ligazón entre ambos y de transmisor tanto de las energías espirituales para el cuerpo, como de las impresiones materiales para el espíritu. Según los instructores espirituales este cuerpo sutil, llamado periespíritu en el Espiritismo y cuerpo astral o doble etéreo por otras escuelas espiritualistas, acompaña al espíritu tanto en su vida de encarnado como de desencarnado.
Hay escuelas espiritualistas que hablan de subdivisiones dentro de este cuerpo espiritual. Para el Espiritismo, según las informaciones recibidas, se va haciendo evidente que una parte de dicho cuerpo sutil es lo que se denomina la MENTE ESPIRITUAL, de la que el cerebro o mente material es sólo un reflejo o ventana para acceder al plano físico o de los encarnados.
04-Eusapia-PalladinoFACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONTACTO MEDIÚMNICO
En el intercambio mediúmnico el médium no es nunca completamente pasivo, ni siquiera en las capacidades llamadas mecánicas. Es lo mismo que si tenemos un circuito eléctrico. Su capacidad para actuar como tal de manera eficiente no depende sólo de la existencia de una fuente de energía, sino que estará condicionado y variará en rendimiento según la naturaleza del material del que están hechos los cables, de su sección y largura, de la calidad de su aislamiento, de la idoneidad de las conexiones, etc.
Dentro del conjunto de factores inherentes al médium que influyen en el intercambio mediúmnico, podemos señalar: a) El tipo de Mediumnidad; b) El Pensamiento; c) La Moralidad, y d) La Cultura del Médium.
Otro factor que influye de forma importante en el establecimiento del puente de comunicación entre el mundo de los desencarnados y el de los encarnados, es el ambiente psíquico y espiritual que existe en torno al médium.
DIFICULTADES EN EL INTERCAMBIO MEDIÚMNICO

“P.- “¿Qué verdad existe cuando se afirma que los espíritus elevados encuentran serias dificultades para tomar contacto con los médiums?
R.- En base a la vibración sutilísima de los espíritus superiores, distanciados del padrón  espiritual común de vuestra humanidad, se ven obligados a realizar grandes esfuerzos para que los encarnados logren percibirlos. A través de los médiums sublimados… esas entidades angélicas  se manifiestan a gusto, por encontrar fluidos sutiles y balsámicos para revestir a sus periespíritus en el contacto con la materia. En general extraen gran cantidad de fluidos de los médiums y sólo aprovechan una mínima parte, es decir, la menos animalizada y más susceptible a la ‘eterización’ angélica” (superior).
A continuación señala también:
“Aunque son seres sublimes…..no pueden prescindir de las energías groseras del plano carnal cuando desean sintonizarse con el periespíritu de los médiums”.
De ahí la necesidad que los médiums se cuiden tanto físicamente como que eleven su patrón moral.

“Los espíritus sabios y angélicos…., cuando se sirven de los médiums para comunicarse con los encarnados, se sumergen en medio de las energías primarias de la vida animal, afectándoles la fatiga producida por el magnetismo opresivo del medio, el que actúa en sus periespíritus oprimiéndoles sus delicadas composiciones fluídicas” Según los espíritus “realizan hercúleos esfuerzos” para bajar su tono vibratorio espiritual superior y así poder sintonizarse con los fluidos inferiores para hacerse perceptibles en el mundo material”.
Todo lo cual ratifica poco después, cuando añade:
“No podemos describir con los vocablos del lenguaje humano el estado fluídico incómodo, angustioso y opresivo que ataca a estos seres cuando se ajustan a los fluidos coercitivos del mundo físico…”. .
Entonces, si sufren tanto, ¿por qué lo hacen?, me pregunto yo y se preguntarán lógicamente ustedes. He aquí la contestación:
“Después de haber recorrido las etapas planetarias que los liberó definitivamente de la carne…, en sus memorias siderales no olvidan sus dolores atávicos, padecidos en la vida educativa  de la materia, causa que les permite apiadarse de sus hermanos encarnados que gimen a la retaguardia, y aprovechan todos los caminos posibles para ayudarles. Por eso -continua- no temen enfrentar la masa pegajosa producida por las pasiones y vicios de la humanidad, y ciertas veces renuncian a su paz y ventura en las moradas celestes, para renacer en la materia con el fin de suministrar directamente sus lecciones espirituales en el seno de la familia cosanguínea…”. 
Más adelante se plantea una pregunta cuya respuesta constituye una de las claves para la educación mediúmnica y, por tanto, para la buena marcha del proceso de la comunicación espíritu-médium:
“P.- Ante la gran dificultad que tienen los espíritus sublimes para comunicarse con nuestro medio material, ¿no sería posible y hasta aconsejable, que se higienizara anticipadamente el lugar donde pretende actuar? Esa providencia ¿no les favorecería su acción doctrinaria y ayuda espiritual?
R.- No tenemos la menor duda sobre lo que decís, pues para tener un mejor contacto mediúmnico con vosotros, los espíritus superiores requieren la cooperación de los técnicos siderales para la necesaria higienización fluídica o ‘ionización’ del ambiente donde deben manifestarse y ejercer su acción profiláctica sobre los médiums”.
mediumnidadEl instructor vuelve a referirse al gran esfuerzo que realizan las entidades superiores para “bajar” su vibración y acercarse a este plano. Por tal razón las tareas del intercambio mediúmnico requieren por parte de los asistentes a estos trabajos, mucha conciencia, adecuada mentalización previa, higiene integral del ser, respeto a las normas y horarios, etc. Sigue entonces este instructivo diálogo:
“P.- ¿Podéis indicarnos cuáles son los factores más adversos que esas entidades superiores deben neutralizar en el contacto sacrificial con los médiums?
R.- Los factores principales se deben a la deficiencia del material humano, siendo en este caso el médium encargado de recepcionar los pensamientos e interpretar las orientaciones angélicas y que están dedicadas para la comprensión del hombre encarnado. Muchas veces un programa elaborado cuidadosamente por esas entidades se sacrifica en su cumplimiento final, por causa del médium que vive adherido a las pasiones y vicios del mundo terreno, atrayendo a los espíritus infelices y vampirizadores que lo desvían fácilmente de su tarea benefactora.
La irresponsabilidad, la comodidad, los placeres efímeros y los intereses que invierten los valores pueden aniquilar a última hora un programa sideral que necesitó muchas horas y apreciadas energías de las almas excelsas…”. 
APROXIMACIÓN A LOS MECANISMOS DE LA COMUNICACIÓN MEDIÚMNICA
Los seres humanos somos equiparables a estaciones de radio, emisoras y receptoras a un tiempo. Hay energías en el ser humano que se proyectan más allá de su aparente límite corporal, influimos y somos influidos.
El problema del contacto mediúmnico, a semejanza del mundo de las ondas de radio, es un problema de sintonía, de identidad vibratoria, ya que “lo semejante atrae a lo semejante”. También es cuestión de permeabilidad y de una cierta pasividad o tranquila aceptación, sin oponer resistencia, por parte del médium.
Lo que ocurre en el campo mediúmnico tiene innegables analogías con el mundo de las energías electromagnéticas. Así, es posible hablar de campo mediúmnico, de inducción mediúmnica, de polaridades, de frecuencias, de diferencias de potencial, de carga, etc., etc. Quién tenga conocimientos de electricidad y magnetismo podrá entender con mayor facilidad lo que se produce en el proceso del intercambio mediúmnico entre el plano espiritual y el material.
psicografandoMECANISMOS DE ALGUNAS MODALIDADES MEDIÚMNICAS
Mediumnidad Intuitiva

“En la telepatía, un cerebro vivo envía ondas concéntricas que son captadas por otro cerebro receptor y pasivo, porque ambos se sintonizan en la misma faja vibratoria de transmisión mental. Sin embargo, la transmisión mediúmnica se efectúa por el ‘ajuste periespiritual’ entre el espíritu del médium y el desencarnado, donde el primero recibe directamente el mensaje que debe transferir hacia el mundo material.” 
A la pregunta de si durante una comunicación mediúmnica, el médium puede recibir telepáticamente el pensamiento del público y transmitirlo creyendo que es una comunicación proveniente de entidades desencarnadas, los espíritus contestan:
“La transmisión telepática puede ocurrir en cualquier lugar, para lo cual deben existir circunstancias favorables y dos cerebros apropiados para el fenómeno, donde uno transmite y otro recibe el pensamiento. Como el médium necesita entregarse a un estado de pasividad para recibir los pensamientos de los desencarnados, no es difícil que también capte algunos pensamientos de los encarnados que forman parte del ambiente de trabajo. Es el caso de la telepatía accidental, recibiendo ideas sueltas y sin concadenación, que interfieren en la comunicación mediúmnica, pero que no logran modificarla, pues no se producen por la voluntad deliberada de quienes las emiten”. 
Seguidamente afirma que hay “notables diferencias” entre la telepatía pura entre encarnados y el intercambio telepático inspirado por los espíritus desencarnados. Mientras el primero, precisa, “se subordina a los acontecimientos del mundo físico”, en el segundo “los médiums captan noticias inéditas del Más Allá, haciendo previsiones acertadas y muchas veces exponen asuntos que además de trascender sus conocimientos, ultrapasan el concepto habitual de los asistentes de las sesiones espíritas”. 
Por último,declaran que en las instituciones espíritas que realizan un trabajo más serio y se dan las condiciones para un buen intercambio mediúmnico“el fenómeno transcurre exceptuado de cualquier intervención telepática por parte de los encarnados y las entidades del Más Allá. Los médiums bien asistidos son protegidos y aislados por sus guías de cualquier influencia exterior, por tal motivo sus comunicaciones conservan la fidelidad del pensamiento enviado desde ‘este lado’. Así como la mediumnidad no anula el fenómeno de la telepatía, éste tampoco puede hacer lo mismo con la mediumnidad, pues además de ejercerse ambas de forma bastante diferente, suceden en planos diversos”. 
En el capítulo XXII de “El Libro de los Médiums”, apartado 236, se puede leer lo que sigue en relación con lo que, podríamos llamar, la particularidad esencial que caracteriza a un médium:
“(…) Lo que pertenece específicamente a los médiums y corresponde a la esencia misma de su individualidad, es una afinidad especial, y al propio tiempo una fuerza de expansión particular, que anula en ellos toda posibilidad de rechazo y establecen entre ellos y nosotros una suerte de corriente, una especie de fusión que facilita nuestras comunicaciones. Por lo demás, esa posibilidad de rechazo, propia de la materia, es la que se opone al desarrollo de la mediumnidad en la mayoría de aquellos que no son médiums”.
Tras ser interrogado sobre la manera como se produce la mediumnidad intuitiva, dijeron:
“La mediumnidad intuitiva, cuya manifestación no es palpable a la luz de los sentidos físicos, es más espiritual y menos fisiológica…. El espíritu desencarnado actúa directamente en el cerebro periespiritual del médium intuitivo, que más tarde transmite las ideas de su comunicante hacia el mundo material, valiéndose de su vocablo familiar para darle sus expresiones peculiares. De esa forma, el médium intuitivo tiene pleno conocimiento de lo que dice o escribe, siendo este tipo de mediumnidad el más generalizado entre los hombres”. 
767014_origMediumnidad Mecánica
En torno a los mecanismos envueltos en la mediumnidad mecánica, el mismo instructor espiritual explica:
“En la clasificación efectuada por Allan Kardec en El Libro de los Médiums, el médium mecánico es ‘aquel donde el espíritu desencarnado actúa directamente sobre los centros y nervios motores, sin necesidad de accionar el periespíritu’. Así facilita a la entidad para que actúe libremente y sin obstáculos anímicos, pues escriben, pintan y hasta componen música sin la interferencia del médium. En este caso el médium no tiene conocimiento directo del hecho que sucede consigo mismo y el espíritu comunicante actúa con fidelidad…”.
Más adelante, describe con mayor profundidad y precisión la índole de estos mecanismos y declara:
“El espíritu desencarnado se liga al médium mecánico por medio de los ganglios nerviosos a la altura del omóplato; allí dispone como si fuera de un segundo cerebro, accionando fácilmente los nervios motores de los brazos y manos del médium, pudiendo escribir directamente, tal como lo haría en la vida física”. 
Mediumnidad Semimecánica
Con referencia a la mediumnidad semimecánica, la misma entidad espiritual ofrece la siguiente explicación:
“El médium semimecánico participa de la mediumnidad mecánica como de la intuitiva, pues escribe recibiendo parte de los pensamientos de los espíritus por contacto periespiritual, al mismo tiempo que la otra parte es articulada por los comunicantes, en forma independiente de su voluntad. En el médium absolutamente mecánico, el movimiento de su mano es dirigido por el espíritu comunicante, y el pensamiento viene después de la escritura; en el caso del médium intuitivo, su escritura es voluntaria y espontánea, pues el pensamiento del desencarnado precede al acto de escribir. El médium semimecánico, que actúa entre esas dos facultades, escribe intuitiva y voluntariamente, como a veces lo hace a través de los impulsos directos de los desencarnados, cuyos pensamientos acompañan a la escritura.
El médium semimecánico tiene conocimiento parcial de lo que escribe, pues el mayor porcentaje del asunto transmitido del Más Allá le atraviesa el cerebro espiritual; mientras tanto ignora los trechos que son escritos mecánicamente por su brazo a través del plexo branquial, y sin fluirle por el cerebro físico”. 
Más adelante añade esta aclaración, de suma importancia, a lo anteriormente expuesto:
“El médium mecánico y el semimecánico no abandonan su cuerpo físico en el momento de la escritura de los mensajes de las entidades espirituales”. 
Mediumnidad de Incorporación
Por el contrario, cuando se refiere a la mediumnidad de incorporación:
“En el caso de la incorporación completa, el espíritu y el periespíritu del médium pueden apartarse a mucha distancia, dejando el cuerpo físico bajo la dirección de la entidad comunicante. El médium de incorporación completa, cuando abandona su cuerpo físico queda ligado únicamente por su cordón fluídico, espacio de tiempo ese en que el espíritu se manifiesta, como sucede con el dueño de casa, que deja su habitación para que temporalmente la habite su amigo o amistad. Aunque continúe ligado al cuerpo carnal por el lazo fluídico, en virtud de su desligamiento de los centros energéticos del doble etérico, le baja la temperatura y el trance mediúmnico pronúnciase hacia el estado de catalepsia”. 
No hemos de olvidar que el rol del médium no es nunca absolutamente pasivo. He aquí otras explicaciones referidas a esta última modalidad mediúmnica, sacadas también de la obra a la que hemos venido aludiendo:
“El periespíritu del médium, que es la matriz o molde original del cuerpo físico, prestado al espíritu desencarnado o manifestante, aunque se conserve a larga distancia, lo mismo influye, dejando traslucir en la comunicación sus características psíquicas acondicionadas del pretérito. El espíritu comunicante utiliza el cuerpo del médium, mas su temperamento, cultura o costumbres se podrán manifestar a través de las peculiaridades que ofrece, en cierta forma, por medio del comunicado”. 

“Los desencarnados se comunican por el cerebro periespiritual de los médiums intuitivos; en los sonámbulos les accionan directamente el cerebro físico y en el médium mecánico le mueven la mano en la psicografía inconsciente”
Mediumnidad de Voz Directa
En una obra escrita por el Rev. V. G. Duncan, titulada “Pruebas”, el guía de la médium británica Sra. Moore, ofrece la siguiente explicación acerca de los mecanismos de producción del fenómeno de las voces directas:
“Al ser preguntado cómo era posible que los espíritus hablaran, el guía de la Sra. Moore, contestó: ‘Solamente puedo explicárselo de este modo: Cuando ustedes han ido a ver al dentista para una extracción y han recibido una anestesia, él les ha puesto una extraña máscara sobre la cara, para que aspiren un gas que llegue hasta los pulmones. Yo tengo que usar un aparato semejante para poder hablar con ustedes.
Este aparato es compuesto con materia etérea, proporcionada en parte por el médium y los asistentes, y en parte por nosotros mismos. Es una especie de transformador y tiene un doble propósito: Ayuda a disminuir mis vibraciones y de este modo me permite hacer audible mi voz por ustedes y a proveerme de un sistema de órganos vocales pasajero'”. 
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A lo largo del tiempo, varios investigadores han recogido diversas evidencias de la formación de estas “cajas sonoras” que permiten a los espíritus provocar la “voz directa”. Sobre ello veamos lo que dice la señora Julliette Ewing, médium, fundadora y editora de la revista norteamericana “Psychic Observer”:
“Un espíritu no posee una laringe que pueda funcionar en el plano material, de modo es que tiene que tomarla a préstamo de los asistentes. En una ocasión, en Glasgow, Escocia, al operar con Helen Duncan, la bien conocida médium de fenómenos de materialización, su guía, “Alberto”, organizó una de estas “cajas sonoras”. La construyó con ectoplasma en el aire. Parecía una caja circundada de cuerdas, como en un “ring” y algo en forma de quijada. Cuando esta caja se movía de arriba a abajo, se escuchaba una voz…”. (29)
En el caso del célebre médium inglés Leslie Flint, los espíritus formaban a su lado una especie de pequeña nube ectoplásmica que ellos denominban laringe, en la que las entidades que querían comunicar un mensaje tenían que concentrarse intensamente hasta conseguir que sus pensamientos pudieran ser audibles para los asistentes a la experiencia y con la misma voz que tuviera en vida.
Lo mismo ha podido verificarse con otros médium famosos como Margery Crandon o Jack Webber, y ha habido incluso casos en que se ha constatado -hasta con pruebas fotográficas- la formación ectoplásmica temporal de una verdadera laringe humana.
narcisismo-fallo-cerebral--644x362CEREBRO Y MEDIUMNIDAD
En un sugerente artículo del Dr. Nubor Orlando Facure, neurocirujano y profesor universitario, jefe del departamento de Neurología de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Campinas (Brasil) , publicado en la revista venezolana “Evolución” , titulado “Bases Neurológicas de las Actividades Espirituales”, se plantea una interesante vía de estudio de los mecanismos relacionados con las actividades mediúmnicas, al establecer la posible relación de zonas cerebrales concretas con la manifestación de ciertas facultades.
El autor comienza preguntándose sobre cuáles serían las bases neurológicas para las actividades espirituales para, a continuación, reflexionar así:
“Reconociendo la actividad mental no como una acción integrada de funciones cerebrales, sino como una función espiritual por acción de un elemento extracerebral generador de energías que todavía escapa a las definiciones físicas, sería oportuno, a partir de los conocimientos neuropsicológicos, preguntarnos cómo actuaría el espíritu sobre el cerebro”.
Después de reconocer que el espíritu desencarnado debe de alguna manera manipular las funciones cerebrales de los médiums y preguntarse dónde y cómo podría actuar el espíritu comunicante para manifestarse, el Dr. Facure hace un detenido repaso de diferentes áreas cerebrales y sus funciones, en base a nuestros actuales conocimientos de neuropsicología, estableciendo paralelismos y probables relaciones lógicas entre cada área y la activación de determinadas facultades mediúmnicas. Va así describiendo la corteza cerebral, los ganglios de la base, el Tálamo, el sistema Límbico, el Hipocampo, la glándula Pineal, el hemisferio derecho, el tronco cerebral y los neurotransmisores.
Finalmente, el Dr. Nubor Orlando Facure alude a las visiones simplistas y muy probablemente erradas, con que se suele entender y explicar el proceso por el que una entidad espiritual puede comunicarse a través de un médium. Sobre esto dice lo que transcribimos a continuación:
“La estructura física de los médiums, tomada por los espíritus, sería utilizada como se utiliza un equipo de buceo o una máquina de escribir o el sistema computerizado de un robot.
Se sabe que estas interpretaciones tienen fallas y hoy en día los conocimientos de la neuropsicología identificando y evaluando innumerables funciones cerebrales, nos permiten comenzar a estudiar los posibles contactos que el espíritu desencarnado establece con el cerebro del médium.”
Reconoce honestamente el eminente médico brasileño, que las interpretaciones que presenta quizás “no pasen de ser ejercicios llenos de desaciertos. Pero –añade – en su esencia, nos parece que por los menos sirve para demostrar que existen vías de acceso posibles en el cerebro humano, que pueden ser utilizadas en compañía, bajo el comando de una segunda fuente energética creadora de impulsos mentales.”
Después de analizar los aspectos neurofisiológicos de algunas áreas cerebrales que permiten por sus funciones, correlacionarlas con las actividades espirituales, estas son las conclusiones a las que llega el Dr. Facure:
1.- La corteza cerebral es responsable por nuestra actividad motora consciente y por la codificación de los estímulos aferentes (sensitivos) que del medio interno y externo, alcanzan áreas específicas para las diversas formas de sensibilidad (tacto, dolor, temperatura, presión, visión, audición, gusto, olfato, gnosias, etc.).
Debe ser con la participación de la corteza cerebral que el médium desenvuelve la clarividencia, la clariaudiencia y la captación telepática a distancia.
2.- Ganglios de la base. Estas agrupaciones neuronales programan la actividad motora automática inconsciente.
Es posible que los espíritus comunicantes se valgan de ellos para la escritura automática inconsciente de la psicografía y para los automatismos complejos de la pintura y de la música mediúmnica.
3.- Tálamo. Es el núcleo centralizador y selector de las informaciones sensitivas. La aproximación de espíritus familiares debe ser reconocida por vía talámica.
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4.- Sistema Límbico. Es un complejo de giros y núcleos cerebrales íntimamente relacionados con nuestro comportamiento afectivo y emocional. Por su interacción con los instintos de sobrevivencia y de reproducción, generando actitudes primarias de defensa, escape, agresividad, miedo, voracidad e hipersexualidad, el sistema límbico debe ser el punto de estímulo para los procesos de obsesión y de psicosis espirituales.
5.- El hipocampo es el área cerebral más íntimamente ligada a la memoria. Deben estar registrados allí nuestros compromisos de varias encarnaciones, y por esta vía puede ser recapitulado ese pasado en las técnicas de regresión hipnótica.
El hipocampo debe contener códigos mnemónicos que nos permiten también lograr las recordaciones de la psicometría.
6.- La Pineal. Por su actividad neuroendocrina, interactúa en numerosas funciones cerebrales por vías químicas. Su acción modula el efecto de los neurotransmisores sinápticos. Esta acción química tiene efecto sedante, analgésico y relajante muscular sobre todo el organismo.
La participación química de la Pineal permite una actuación específica y dosis-dependiente en vías serotoninérgicas que deben representar en el sistema límbico las vías de las comunicaciones mediúmnicas.
7.- El hemisferio derecho está relacionado con el raciocinio analógico, con la prosodia, con la musicalidad, con las artes y con las habilidades manuales.
Comprendemos como fenómenos espirituales relacionados con el hemisferio derecho la intuición, la precognición y la pintura mediúmnica.
8.- Tronco cerebral. Destacamos aquí las multineuronas relacionadas con los sistemas activadores de la corteza cerebral y los núcleos inductores del sueño. Las interferencias en el sistema radicular del tronco cerebral podrían resultar en fenómenos de sonambulismo, de catalepsia y de pintura mediúmnica.
9.- Neurotransmisores. Son sustancias químicas liberadas al nivel de las sinapsis. Sus propiedades pueden relacionarse con innumerables expresiones del comportamiento humano. Es posible reconocer las aminas relacionadas con el amor y el odio, con la alegría y la tristeza, con el éxtasis y el dolor.
Por esta vía química nos parece posible que ocurran interferencias espirituales de las más diversas.”
CONCLUSIONES
Mucho nos queda por aprender sobre las leyes, energías y mecanismos relacionados con el intercambio mediúmnico. Por lo pronto interesa divulgar los métodos elaborados dentro del Espiritismo para educar y reconducir con fines evolutivos las facultades mediúmnicas, algo que se presenta como una gran necesidad y que posibilitaría la resolución de numerosos casos que la medicina actual es incapaz de diagnosticar y menos tratar, a la par que permitiría que más canales bien orientados y dispuestos se pusieran al servicio de sus hermanos encarnados, para ayudarles en el encuentro del sentido de sus vidas.
En otra línea de pensamiento, es preciso decir que el desentrañamiento definitivo de los mecanismos de la dinámica mediúmnica, no pueden ser ni revelados ni descubiertos en su totalidad a una humanidad todavía regida por principios egoístas, porque no hay duda de que habría quien pensase en usar tales conocimientos con fines poco claros, éticamente hablando, incluso con pretensiones de dominio, subyugación y preeminencia sobre otros.


¿Qué es Dios?







Mucho se debate la existencia de Dios, pero para poder demostrar su existencia primero debemos saber que es Dios. ¿es un anciano de largas barbas sentado en un trono en el cielo? ¿es la suma de todos los objetos del universo, como afirman los panteístas? ¿es un ente abstracto que esta mas allá de la comprensión humana?

Pues bien... para el Espiritismo:

Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas.

Su existencia, queda demostrada por su propia definición. El Universo existe, entonces tiene un origen, una causa. A ese origen, o causa primera de todas las cosas es a lo que el Espiritismo llama Dios. Dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto procede de una causa y sentar que la nada ha podido hacer algo.

Pero asimismo, el Espiritismo afirma que esta causa primera es soberanamente inteligente, pues se juzga a la potencia de una inteligencia por sus obras, y como ningún ser humano puede crear lo que la naturaleza produce, la causa primera es una inteligencia superior a la humana. E incluso, aunque los humanos podamos crear grandes prodigios con nuestra inteligencia, nosotros mismos y nuestra inteligencia tienen un origen, una causa primera, que es esta Inteligencia Suprema; y mientras mas grandes sean nuestros logros, mayor debe ser la inteligencia que nos creo con la capacidad para realizarlos.

La mayoría de los creyentes conceptúan a Dios como un superhombre que, lejos de nosotros, está sentado sobre nuestras cabezas, presidiendo nuestros actos. Pero Él no es el Varuna de los Arios, el Elim de los Egipcios, el Tien de los Chinos, el Ahura Mazda de los Persas, el Brama o Buda de los Indios, el Jehová de los Hebreos, el Zeus de los Griegos, el Júpiter de los Latinos, ni aquel a quien los pintores de la Edad Media entronizaron en la cúspide de los cielos.

Nuestro Dios es un Dios todavía desconocido, como lo era para los Vedas y para los sabios del Areópago de Atenas . . . Un Dios que, no es ni material, ni espiritual, un dios que difícilmente podemos comprender en su naturaleza; aunque si podemos conocer, algunas de sus características o atributos:


Dios es eterno: porque si hubiese tenido principio, se daría a entender que algo habría existido antes que Él; o bien que habría salido de la nada, o habría sido creado por un ser anterior a Dios; y entonces no seria "la causa primera de de todas las cosas", no seria Dios.

Es inmutable: porque si estuviese sujeto a cambios; las leyes que rigen el universo no tendrían ninguna estabilidad.

Es inmaterial, es decir, que su naturaleza difiere de lo que llamamos materia, pues de otro modo no sería inmutable, porque estaría sujeto a transformaciones de la materia.

Por considerar a Dios absolutamente inmaterial es que el Espiritismo rechaza totalmente el Panteísmo, doctrina que lo considera como la resultante de todas las fuerzas y de todas las inteligencias y objetos del Universo reunidos.

Es único, porque si hubiese muchos dioses, habría diversidad de voluntades, y por consiguiente, no habría ni unidad de miras ni unidad de poder en el arreglo del Universo.

Es omnipotente porque es único. Si no tuviese el poder soberano, habría algo más poderoso que Él o tan poderoso como Él; no habría hecho todas las cosas y las que no hubiese hecho, serán obra de otro Dios.

No hace milagros. La mayoría de los ateos y religiosos creen comúnmente que si Dios existe este debe suspender, cambiar y restituir sus leyes a su antojo, hacer milagros y obrar por medio de lo sobrenatural. Dios no hace milagros, porque siendo sus leyes perfectas, no tiene necesidad de derogarlas. Si hay hechos que no com­prendemos, es porque nos faltan aún los conocimientos ne­cesarios

Es soberanamente justo y bueno. La sabiduría providencial de las leyes divinas se revela así en las más pequeñas, como en las más grandes cosas y esa sabiduría no nos permite dudar ni de su justicia ni de su bondad".

Dios no juzga ni castiga a los hombres, cada hombre es responsable de sus actos y sufre las consecuencias que estos generan.

Creemos que se debe adorar a Dios amando y practicando el bien, y para ello no hay necesidad de templos ni de sacerdotes, siendo el mejor altar el corazón del ser virtuoso, y su mejor culto una moralidad intachable.

Dios no exige que el hombre profese determinada religión, sino que sea humilde, y sobre todo que ame a su prójimo como a si mismo.


Es por el sentimiento más que por el razonamiento, el hombre puede comprender la existencia de Dios. Es por eso que el Espiritismo comparte la visión de Jesús de Nasareth cuando nos presento a Dios como un Padre.

Un Padre que ama sus hijos, lleno de mansedumbre y misericordia. Un Padre que perdona las faltas de sus hijos y da a cada uno según sus obras. El Padre de todas las criaturas, que extiende su protección a todos sus hijos.

Un Dios que le dice a sus hijos: la verdadera patria no es de este mundo.

Un Dios de misericordia que dice: Perdonen las ofensas si desean ser perdonados, hagan el bien en cambio del mal. No hagáis lo que no queréis que os hagan.

Un Dios grande que ve el menor pensamiento de sus hijos y que no da importancia a la forma en la que esos hijos lo honran.

No es un Dios para temer. Es un Dios para amar.


“Lo que la Ciencia destruyo para siempre fue la noción de un Dios antropomorfo, echo a imagen del hombre, y exterior al mundo físico. Sin embargo, esa noción fue substituida por otra mas elevada, la de Dios, inmanente, siempre presente en el seno de las cosas” 
Cammile Flammarion

Hay quien pregunta si existe Dios. Pues la Creación dice que ¡Sí!, y a cada escuela lo define a su manera. La Teología pinta un Dios pequeño al alcance de la idea del hombre, y el racionalismo, en cambio, dice que Dios es el alma de la Creación, que no se le puede definir, que solo la ciencia podrá comprender algo de la divina causa.
Amalia Domingo Soler

Dios es incomprensible y el hombre no tiene de él sino un testimonio vago, una idea aproximada.(...) la idea que nos formamos de él, según las cualidades humanas, es evidentemente insuficiente.
Goethe a Erckmann


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jueves, 4 de febrero de 2016

REENCARNAR NO ES FACIL

Espiritismo, enseñanza que llega a nuestras vidas para abrirnos la puerta al porvenir, para enseñarnos que los que nos abandonan sólo dejan de ser visibles a nuestros ojos físicos, pero no a los del espíritu, siempre sensible a las sugestiones de aquellos que nos quieren y que desde el espacio nos cuidan.

LA MUERTE NO EXISTE

Vivimos, pensamos, obramos, he aquí lo positivo: moriremos, esto no es menos cierto. Pero dejando la Tierra, ¿a dónde vamos? ¿Qué es de nosotros? ¿Estaremos mejor o peor? ¿Seremos o no seremos? Ser o no ser: tal es la alternativa, es para siempre o para nunca jamás, es todo o nada, viviremos eternamente o todo se habrá concluido para siempre. Todos sabemos que nacemos, - podemos crecer y envejecer – pero siempre nos morimos. Convivimos a diario con la idea de muerte en los medios de comunicación, en los fallecimientos de personas conocidas o de familiares. Sin embargo, tales sucesos siempre nos sorprenden como si no formaran parte de la naturaleza, como si ese no fuera el destino que nos espera a todos, y nos recusamos a hablar sobre el tema con la profundidad necesaria, en un intento hasta infantil de ignorarlo o alejarlo de nuestra realidad existencial.En este artículo, pretendemos reflexionar sobre las posibles razones que nos hacen actuar de esa manera y que nos llevan a temer a la muerte. 

EL SUICIDIO SE PUEDE PREVENIR


El viejo Testamento de la Biblia nos presenta dos cosas de suicidio legendarios. Esos suicidios ciertamente merecen un análisis más detallado, por parte de todos aquellos que sean estudiosos del Antiguo Testamento. Queremos evocarlos, en esta oportunidad, para que podamos sacar provecho de esas lecciones.
Uno de los casos terribles de suicidio presentado en el Antiguo Testamento Judaico, en la Biblia, es el suicidio del legendario Sansón. Después de ciego, después de traicionado por la esposa Dalila, el acaba por derrumbar las columnas del edificio bajo el cual estaba y desencarna por suicidio. Es el gran primer suicidio presentado en el Antiguo Testamento Bíblico. Luego después, encontramos el suicidio del rey Saúl, después de tener aquel contacto con la médium de Endor, conforme nos es narrado en uno de los libros de Reyes, en que el vio el viejo amigo Samuel, tubo de Samuel informaciones a través de esa sensitiva, de esa médium. Samuel le dice que, si el resuelve enfrentar a los filisteos que estaban con sus ejércitos acampados alrededor de Israel, dentro de poco tiempo, el y su familia estarían en el más allá. Y la primera cosa que hace el rey Saul, fue desatender la propuesta del amigo, con el cual él quería hablar, desacato el ejército filisteo y entro en guerra. Dentro de algún tiempo, Jonatán, Abinadad y Melquisua, sus hijos, habían sido muertos por los filisteos. El, acompañado por el soldado, en los campos destrozados, coge la lanza del soldado y destruye la propia vida física, cumpliendo aquello que Samuel le había dicho a través de la señora de Endor.
Tenemos esos dos suicidios y verificamos que cualquier suicidio es, por sí mismo, muy lamentable. Pero, cuando llegamos al Nuevo Testamento de la Biblia judaica, vamos a encontrar el gran suicidio de Judas Iscariote. Después de haber engañado profundamente, al cometer la traición contra el amigo, contra Jesús Cristo, vendiendo la información sobre El, por treinta monedas, Judas acaba por ahorcarse y eso establece una nueva tragedia en el cuerpo del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento Bíblico. De ese modo, comenzamos a pensar en lo que viene a ser propiamente el suicidio.
Sin hablar de las cuestiones culturales, como haraquiri, en Japón, como la muerte a lo bonzo en Vietnam, cuando se ponen combustible sobre el cuerpo, prendiendo fuego y mueren en la posición de loto, encontramos suicidio por desesperación. A las personas desesperadas, amotinadas en su intimidad, a las personas incrédulas de la vida, incrédulas de la sociedad, incrédulas de la humanidad, apelan para ese acto extremo, que es el más grave acto que alguien comete delante de las leyes cósmicas, delante de las leyes de la conciencia o si queremos, delante de las Leyes de Dios.
Por causa de eso, hay que evaluar la impropiedad del suicidio. Ese hecho que lleva a las personas a suponer que están huyendo de los problemas, que están huyendo de la vida, provocándoles una frustración sin tamaño. Porque la muerte del cuerpo físico nos puede retirar, y nos retira de hecho, del cuerpo físico, pero no nos retira de la esencia de la vida. Nosotros, seres espirituales, somos vivientes perpetuos. Una vez que llevamos en nosotros ese germen del Creador, esa genética del Creador, que es eterno, nosotros somos inmortales. Nuestra eternidad recibe el nombre de inmortalidad, porque nosotros tuvimos comienzo en el amor de Dios.
¿Por qué matarnos si sabemos que la muerte de hecho, la muerte esencial no existe? Matamos el cuerpo físico que es carnal, compuesto por células y, de allí a poco, ellas se deshacen en el quimismo del suelo en plena naturaleza. Jamás conseguiremos, con la práctica del suicidio, huir de la vida. La vida esencial es un patrimonio del alma, es un patrimonio del Espíritu, por eso dejaremos el cuerpo, pero el suicidio nunca nos retirara de la vida.
***
Una vez que nadie consigue evadirse de la vida, no hay menor sentido en matarse. Comprendemos el caos patológico, las personas enfermas mentales, enfermos psiquiátricos, las personas en desespero, queriendo huir de sí mismas, pero no tiene ningún sentido. Esa es una puerta falsa. Más, al final de cuentas, estamos hablando de ese suicidio en que la criatura toma un arma de fuego, un arma blanca, toma de una poción venenosa, o se lanza de algún terrado, que le proponga o que le permita o que le facilite el suicidio. Con todo, existen otras consideraciones sobre el suicidio que podemos hacer. Porque Freud, Sigmund Freud, al analizar la cuestión del suicidio establece algo muy interesante para el psicoanálisis: Toda criatura, dice él, que es capaz de suicidarse, es capaz de matar.
Las personas, en tesis, que se matan, en verdad ellas quieren matar a alguien. Delante de la imposibilidad, por cualquier razón, ellos se matan para así inculpar a alguien. Es muy común las personas al matarse, que dejen billetes, cartas, echan la culpa a un tercero, echan la culpa a la sociedad. De ese modo, comenzamos a percibir que, de hecho, el suicida en esos casos, desearía hacer daño a otras personas. En la imposibilidad, el se autodestruye y culpa a esas personas, como si desease dejar el peso de sus actos bajo la responsabilidad de terceros. Pero, todas las veces que pensamos en el suicidio, vemos que el suicidio es la quema de nuestra energía vital.
Siempre que actuamos de tal forma que quemamos nuestra energía vital de manera indebida, estamos cometiendo un acto suicida. Entonces, es suicida aquel que come demasiado, que no come para vivir, más que vive para comer. Es un acto de suicidio porque él está destrozando energías físicas, energías que deberían servirle de por vida. Son suicidas los fumadores, por más inocentes que sean. No importa que sea mi hijo, mi madre, mi padre o yo mismo. Si estoy ingiriendo substancias químicas, que van corroyendo mi vitalidad, mi fluido vital, soy un suicida potencial, suicida involuntario, si no lo sé, más suicida voluntario si lo sé pues aquello me provoca la muerte poco a poco.
Son suicidas los alcohólicos, por más inocente que sea la bebida, pero la continuidad nos lleva a quemar las energías vitales. Ninguno estará en el infierno o estará cometiendo un pecado por tomar un vaso de vino, por tomar una cerveza, no en tanto, el hábito, la continuidad, eso va haciendo que el organismo pierda su tonalidad, pierda tono vital, para dar cuenta de esa substancia indebida que la criatura ingiere varias veces durante mucho tiempo.
Es por causa de eso, que tenemos que pensar en la irritación: cuantas veces nos sumergimos en ese pantano de la irritación, de la cólera. También es una actitud suicida. Cada vez que nos irritamos, cada vez que entramos en ese círculo de la perturbación emocional, quemamos nuestro fluido vital, vamos destrozando poco a poco nuestra vitalidad y, obviamente, ese es un gesto suicida. Cuando comenzamos a maquinar la destrucción de los otros, maquinar alguna cosa que yo pueda comprometer a los otros, maquinar algo en que yo pueda perturbar a los otros, no estoy haciendo otra cosa sino que destruirme, porque lo que hace mal a la gente, dice Jesús Cristo, es lo que sale de la gente, es lo que sale de la boca del alma, porque somos responsables por eso. De esa manera, nada de pensar en el suicidio, nada de adoptar posturas suicidas.
Lo más importante es amar la vida, sea ella como fuere, sea ella cual fuere, más la vida. Agradezcamos a Dios por la honra de estar en la tierra. ¿Cometemos un error, vamos a ser sometidos a la execración pública? No hay problema. Vamos a llorar, vamos a sufrir, pero luego el sol brillara otra vez. ¿Estamos debiendo dinero, altas sumas? No hay problema, vamos a resolver esto. De aquí a poco yo trabajo, de aquí a poco yo consigo. Nada de matarnos. ¿Estamos enfrentando un problema de salud grave? Nada de matarnos, porque luego más, si la muerte natural no sobrevive, estaremos curados y, si ella sobrevive, estaremos curados en definitivo. Por esto, matarnos nunca, la muerte provocada por nosotros no nos llevara a otro lugar que no sea el conflicto de conciencia y la necesidad del retorno para el necesario rescate de la reeducación.