viernes, 22 de abril de 2016

¿Qué es Dios?







Mucho se debate la existencia de Dios, pero para poder demostrar su existencia primero debemos saber que es Dios. ¿es un anciano de largas barbas sentado en un trono en el cielo? ¿es la suma de todos los objetos del universo, como afirman los panteístas? ¿es un ente abstracto que esta mas allá de la comprensión humana?

Pues bien... para el Espiritismo:

Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas.

Su existencia, queda demostrada por su propia definición. El Universo existe, entonces tiene un origen, una causa. A ese origen, o causa primera de todas las cosas es a lo que el Espiritismo llama Dios. Dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto procede de una causa y sentar que la nada ha podido hacer algo.

Pero asimismo, el Espiritismo afirma que esta causa primera es soberanamente inteligente, pues se juzga a la potencia de una inteligencia por sus obras, y como ningún ser humano puede crear lo que la naturaleza produce, la causa primera es una inteligencia superior a la humana. E incluso, aunque los humanos podamos crear grandes prodigios con nuestra inteligencia, nosotros mismos y nuestra inteligencia tienen un origen, una causa primera, que es esta Inteligencia Suprema; y mientras mas grandes sean nuestros logros, mayor debe ser la inteligencia que nos creo con la capacidad para realizarlos.

La mayoría de los creyentes conceptúan a Dios como un superhombre que, lejos de nosotros, está sentado sobre nuestras cabezas, presidiendo nuestros actos. Pero Él no es el Varuna de los Arios, el Elim de los Egipcios, el Tien de los Chinos, el Ahura Mazda de los Persas, el Brama o Buda de los Indios, el Jehová de los Hebreos, el Zeus de los Griegos, el Júpiter de los Latinos, ni aquel a quien los pintores de la Edad Media entronizaron en la cúspide de los cielos.

Nuestro Dios es un Dios todavía desconocido, como lo era para los Vedas y para los sabios del Areópago de Atenas . . . Un Dios que, no es ni material, ni espiritual, un dios que difícilmente podemos comprender en su naturaleza; aunque si podemos conocer, algunas de sus características o atributos:


Dios es eterno: porque si hubiese tenido principio, se daría a entender que algo habría existido antes que Él; o bien que habría salido de la nada, o habría sido creado por un ser anterior a Dios; y entonces no seria "la causa primera de de todas las cosas", no seria Dios.

Es inmutable: porque si estuviese sujeto a cambios; las leyes que rigen el universo no tendrían ninguna estabilidad.

Es inmaterial, es decir, que su naturaleza difiere de lo que llamamos materia, pues de otro modo no sería inmutable, porque estaría sujeto a transformaciones de la materia.

Por considerar a Dios absolutamente inmaterial es que el Espiritismo rechaza totalmente el Panteísmo, doctrina que lo considera como la resultante de todas las fuerzas y de todas las inteligencias y objetos del Universo reunidos.

Es único, porque si hubiese muchos dioses, habría diversidad de voluntades, y por consiguiente, no habría ni unidad de miras ni unidad de poder en el arreglo del Universo.

Es omnipotente porque es único. Si no tuviese el poder soberano, habría algo más poderoso que Él o tan poderoso como Él; no habría hecho todas las cosas y las que no hubiese hecho, serán obra de otro Dios.

No hace milagros. La mayoría de los ateos y religiosos creen comúnmente que si Dios existe este debe suspender, cambiar y restituir sus leyes a su antojo, hacer milagros y obrar por medio de lo sobrenatural. Dios no hace milagros, porque siendo sus leyes perfectas, no tiene necesidad de derogarlas. Si hay hechos que no com­prendemos, es porque nos faltan aún los conocimientos ne­cesarios

Es soberanamente justo y bueno. La sabiduría providencial de las leyes divinas se revela así en las más pequeñas, como en las más grandes cosas y esa sabiduría no nos permite dudar ni de su justicia ni de su bondad".

Dios no juzga ni castiga a los hombres, cada hombre es responsable de sus actos y sufre las consecuencias que estos generan.

Creemos que se debe adorar a Dios amando y practicando el bien, y para ello no hay necesidad de templos ni de sacerdotes, siendo el mejor altar el corazón del ser virtuoso, y su mejor culto una moralidad intachable.

Dios no exige que el hombre profese determinada religión, sino que sea humilde, y sobre todo que ame a su prójimo como a si mismo.


Es por el sentimiento más que por el razonamiento, el hombre puede comprender la existencia de Dios. Es por eso que el Espiritismo comparte la visión de Jesús de Nasareth cuando nos presento a Dios como un Padre.

Un Padre que ama sus hijos, lleno de mansedumbre y misericordia. Un Padre que perdona las faltas de sus hijos y da a cada uno según sus obras. El Padre de todas las criaturas, que extiende su protección a todos sus hijos.

Un Dios que le dice a sus hijos: la verdadera patria no es de este mundo.

Un Dios de misericordia que dice: Perdonen las ofensas si desean ser perdonados, hagan el bien en cambio del mal. No hagáis lo que no queréis que os hagan.

Un Dios grande que ve el menor pensamiento de sus hijos y que no da importancia a la forma en la que esos hijos lo honran.

No es un Dios para temer. Es un Dios para amar.


“Lo que la Ciencia destruyo para siempre fue la noción de un Dios antropomorfo, echo a imagen del hombre, y exterior al mundo físico. Sin embargo, esa noción fue substituida por otra mas elevada, la de Dios, inmanente, siempre presente en el seno de las cosas” 
Cammile Flammarion

Hay quien pregunta si existe Dios. Pues la Creación dice que ¡Sí!, y a cada escuela lo define a su manera. La Teología pinta un Dios pequeño al alcance de la idea del hombre, y el racionalismo, en cambio, dice que Dios es el alma de la Creación, que no se le puede definir, que solo la ciencia podrá comprender algo de la divina causa.
Amalia Domingo Soler

Dios es incomprensible y el hombre no tiene de él sino un testimonio vago, una idea aproximada.(...) la idea que nos formamos de él, según las cualidades humanas, es evidentemente insuficiente.
Goethe a Erckmann


http://amanecerespirita.blogspot.com.es/



jueves, 4 de febrero de 2016

REENCARNAR NO ES FACIL

Espiritismo, enseñanza que llega a nuestras vidas para abrirnos la puerta al porvenir, para enseñarnos que los que nos abandonan sólo dejan de ser visibles a nuestros ojos físicos, pero no a los del espíritu, siempre sensible a las sugestiones de aquellos que nos quieren y que desde el espacio nos cuidan.

LA MUERTE NO EXISTE

Vivimos, pensamos, obramos, he aquí lo positivo: moriremos, esto no es menos cierto. Pero dejando la Tierra, ¿a dónde vamos? ¿Qué es de nosotros? ¿Estaremos mejor o peor? ¿Seremos o no seremos? Ser o no ser: tal es la alternativa, es para siempre o para nunca jamás, es todo o nada, viviremos eternamente o todo se habrá concluido para siempre. Todos sabemos que nacemos, - podemos crecer y envejecer – pero siempre nos morimos. Convivimos a diario con la idea de muerte en los medios de comunicación, en los fallecimientos de personas conocidas o de familiares. Sin embargo, tales sucesos siempre nos sorprenden como si no formaran parte de la naturaleza, como si ese no fuera el destino que nos espera a todos, y nos recusamos a hablar sobre el tema con la profundidad necesaria, en un intento hasta infantil de ignorarlo o alejarlo de nuestra realidad existencial.En este artículo, pretendemos reflexionar sobre las posibles razones que nos hacen actuar de esa manera y que nos llevan a temer a la muerte. 

EL SUICIDIO SE PUEDE PREVENIR


El viejo Testamento de la Biblia nos presenta dos cosas de suicidio legendarios. Esos suicidios ciertamente merecen un análisis más detallado, por parte de todos aquellos que sean estudiosos del Antiguo Testamento. Queremos evocarlos, en esta oportunidad, para que podamos sacar provecho de esas lecciones.
Uno de los casos terribles de suicidio presentado en el Antiguo Testamento Judaico, en la Biblia, es el suicidio del legendario Sansón. Después de ciego, después de traicionado por la esposa Dalila, el acaba por derrumbar las columnas del edificio bajo el cual estaba y desencarna por suicidio. Es el gran primer suicidio presentado en el Antiguo Testamento Bíblico. Luego después, encontramos el suicidio del rey Saúl, después de tener aquel contacto con la médium de Endor, conforme nos es narrado en uno de los libros de Reyes, en que el vio el viejo amigo Samuel, tubo de Samuel informaciones a través de esa sensitiva, de esa médium. Samuel le dice que, si el resuelve enfrentar a los filisteos que estaban con sus ejércitos acampados alrededor de Israel, dentro de poco tiempo, el y su familia estarían en el más allá. Y la primera cosa que hace el rey Saul, fue desatender la propuesta del amigo, con el cual él quería hablar, desacato el ejército filisteo y entro en guerra. Dentro de algún tiempo, Jonatán, Abinadad y Melquisua, sus hijos, habían sido muertos por los filisteos. El, acompañado por el soldado, en los campos destrozados, coge la lanza del soldado y destruye la propia vida física, cumpliendo aquello que Samuel le había dicho a través de la señora de Endor.
Tenemos esos dos suicidios y verificamos que cualquier suicidio es, por sí mismo, muy lamentable. Pero, cuando llegamos al Nuevo Testamento de la Biblia judaica, vamos a encontrar el gran suicidio de Judas Iscariote. Después de haber engañado profundamente, al cometer la traición contra el amigo, contra Jesús Cristo, vendiendo la información sobre El, por treinta monedas, Judas acaba por ahorcarse y eso establece una nueva tragedia en el cuerpo del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento Bíblico. De ese modo, comenzamos a pensar en lo que viene a ser propiamente el suicidio.
Sin hablar de las cuestiones culturales, como haraquiri, en Japón, como la muerte a lo bonzo en Vietnam, cuando se ponen combustible sobre el cuerpo, prendiendo fuego y mueren en la posición de loto, encontramos suicidio por desesperación. A las personas desesperadas, amotinadas en su intimidad, a las personas incrédulas de la vida, incrédulas de la sociedad, incrédulas de la humanidad, apelan para ese acto extremo, que es el más grave acto que alguien comete delante de las leyes cósmicas, delante de las leyes de la conciencia o si queremos, delante de las Leyes de Dios.
Por causa de eso, hay que evaluar la impropiedad del suicidio. Ese hecho que lleva a las personas a suponer que están huyendo de los problemas, que están huyendo de la vida, provocándoles una frustración sin tamaño. Porque la muerte del cuerpo físico nos puede retirar, y nos retira de hecho, del cuerpo físico, pero no nos retira de la esencia de la vida. Nosotros, seres espirituales, somos vivientes perpetuos. Una vez que llevamos en nosotros ese germen del Creador, esa genética del Creador, que es eterno, nosotros somos inmortales. Nuestra eternidad recibe el nombre de inmortalidad, porque nosotros tuvimos comienzo en el amor de Dios.
¿Por qué matarnos si sabemos que la muerte de hecho, la muerte esencial no existe? Matamos el cuerpo físico que es carnal, compuesto por células y, de allí a poco, ellas se deshacen en el quimismo del suelo en plena naturaleza. Jamás conseguiremos, con la práctica del suicidio, huir de la vida. La vida esencial es un patrimonio del alma, es un patrimonio del Espíritu, por eso dejaremos el cuerpo, pero el suicidio nunca nos retirara de la vida.
***
Una vez que nadie consigue evadirse de la vida, no hay menor sentido en matarse. Comprendemos el caos patológico, las personas enfermas mentales, enfermos psiquiátricos, las personas en desespero, queriendo huir de sí mismas, pero no tiene ningún sentido. Esa es una puerta falsa. Más, al final de cuentas, estamos hablando de ese suicidio en que la criatura toma un arma de fuego, un arma blanca, toma de una poción venenosa, o se lanza de algún terrado, que le proponga o que le permita o que le facilite el suicidio. Con todo, existen otras consideraciones sobre el suicidio que podemos hacer. Porque Freud, Sigmund Freud, al analizar la cuestión del suicidio establece algo muy interesante para el psicoanálisis: Toda criatura, dice él, que es capaz de suicidarse, es capaz de matar.
Las personas, en tesis, que se matan, en verdad ellas quieren matar a alguien. Delante de la imposibilidad, por cualquier razón, ellos se matan para así inculpar a alguien. Es muy común las personas al matarse, que dejen billetes, cartas, echan la culpa a un tercero, echan la culpa a la sociedad. De ese modo, comenzamos a percibir que, de hecho, el suicida en esos casos, desearía hacer daño a otras personas. En la imposibilidad, el se autodestruye y culpa a esas personas, como si desease dejar el peso de sus actos bajo la responsabilidad de terceros. Pero, todas las veces que pensamos en el suicidio, vemos que el suicidio es la quema de nuestra energía vital.
Siempre que actuamos de tal forma que quemamos nuestra energía vital de manera indebida, estamos cometiendo un acto suicida. Entonces, es suicida aquel que come demasiado, que no come para vivir, más que vive para comer. Es un acto de suicidio porque él está destrozando energías físicas, energías que deberían servirle de por vida. Son suicidas los fumadores, por más inocentes que sean. No importa que sea mi hijo, mi madre, mi padre o yo mismo. Si estoy ingiriendo substancias químicas, que van corroyendo mi vitalidad, mi fluido vital, soy un suicida potencial, suicida involuntario, si no lo sé, más suicida voluntario si lo sé pues aquello me provoca la muerte poco a poco.
Son suicidas los alcohólicos, por más inocente que sea la bebida, pero la continuidad nos lleva a quemar las energías vitales. Ninguno estará en el infierno o estará cometiendo un pecado por tomar un vaso de vino, por tomar una cerveza, no en tanto, el hábito, la continuidad, eso va haciendo que el organismo pierda su tonalidad, pierda tono vital, para dar cuenta de esa substancia indebida que la criatura ingiere varias veces durante mucho tiempo.
Es por causa de eso, que tenemos que pensar en la irritación: cuantas veces nos sumergimos en ese pantano de la irritación, de la cólera. También es una actitud suicida. Cada vez que nos irritamos, cada vez que entramos en ese círculo de la perturbación emocional, quemamos nuestro fluido vital, vamos destrozando poco a poco nuestra vitalidad y, obviamente, ese es un gesto suicida. Cuando comenzamos a maquinar la destrucción de los otros, maquinar alguna cosa que yo pueda comprometer a los otros, maquinar algo en que yo pueda perturbar a los otros, no estoy haciendo otra cosa sino que destruirme, porque lo que hace mal a la gente, dice Jesús Cristo, es lo que sale de la gente, es lo que sale de la boca del alma, porque somos responsables por eso. De esa manera, nada de pensar en el suicidio, nada de adoptar posturas suicidas.
Lo más importante es amar la vida, sea ella como fuere, sea ella cual fuere, más la vida. Agradezcamos a Dios por la honra de estar en la tierra. ¿Cometemos un error, vamos a ser sometidos a la execración pública? No hay problema. Vamos a llorar, vamos a sufrir, pero luego el sol brillara otra vez. ¿Estamos debiendo dinero, altas sumas? No hay problema, vamos a resolver esto. De aquí a poco yo trabajo, de aquí a poco yo consigo. Nada de matarnos. ¿Estamos enfrentando un problema de salud grave? Nada de matarnos, porque luego más, si la muerte natural no sobrevive, estaremos curados y, si ella sobrevive, estaremos curados en definitivo. Por esto, matarnos nunca, la muerte provocada por nosotros no nos llevara a otro lugar que no sea el conflicto de conciencia y la necesidad del retorno para el necesario rescate de la reeducación.

martes, 2 de febrero de 2016

¿ Qué es la Bilocación y el Desdoblamiento ?



La Bilocación es el fenómeno por el que una persona aparece visible en dos lugares diferentes , que pueden ser distantes, al mismo tiempo. Este fenómeno es debido a que el espíritu de una persona, de modo voluntario y consciente, o bien involuntario e inconsciente, es capaz de alejarse de su cuerpo carnal, que aparece durmiendo o totalmente abstraido en un lugar, mientras aparece simultáneamente en otro u otros lugares mas o menos distantes, con su “cuerpo astral” que a su vez puede encontrarse materializado , hasta el punto de presentar un aspecto de solidez, idéntico al del cuerpo físico. 

La presencia simultánea en mas de un lugar diferente, se explica porque el ser espiritual es como un foco de energía luminosa, que irradia a donde quiere plasmarse y hasta materializarse. En este raro fenómeno existe siempre un desprendimiento espiritual, pero la prueba de su veracidad estriba en el recuerdo vivido, aportado y comprobado de detalles y objetos reconocidos en el lugar ( o lugares) a donde “se desplazó”. 


Durante el desdoblamiento ( más vulgarmente conocido como “viaje astral”), a veces se puede producir una bilocación , o sea una materialización visible de su “doble etéreo” y la persona que lo experimenta después relata como sintió la salida de su cuerpo, y se percibió a sí mismo como algo fuera del mismo, pero al que se sentía atraído en algún modo ( a veces describen como un cordel luminoso y extraordinariamente elástico que actúa como lazo de unión durante esos momentos entre él y su cuerpo). 


El desdoblamiento también es conocido popularmente como “viaje astral”, por la descripción de lugares remotos, que a veces se encuentran diseminados por el cosmos, en donde a veces llegan estas visitas o desplazamientos, mientras que , a modo de diferenciación, en la bilocación en la que el espiritu desplazado se materializa, esta salida fuera del cuerpo es más limitada o cercana en cuanto a espacio físico, y en donde siempre aparece la persona ( o su “doble etéreo”) en un lugar donde puede ser observado en el momento de su aparición.


Ambos fenómenos que tienen tantos puntos en común, vienen a evidenciar que realmente existe algo dentro de nosotros, lo llamen espíritu o lo llamen mente, que es susceptible de manejarse a sí mismo con voluntad propia y  que  es capaz de actuar  por sí mismo independientemente fuera y lejos del cuerpo físico, constituyendo por tanto una fuerte evidencia de que la supervivencia y existencia del Ente o Ser que todos somos, no es solo una teoría o una creencia, sino una gran y trascendente realidad.

lunes, 1 de febrero de 2016

¿Qué nos espera cuando abandonemos este mundo?



Teniendo en cuenta las declaraciones de aquellos individuos que han estado en el «otro lado» y han regresado, y las informaciones recibidas por quienes mantienen alguna clase de contacto con el universo de los espíritus (médiums, transcomunicadores…), es posible conocer en qué consistirá nuestra existencia una vez que nos desprendamos de nuestro «receptáculo físico»… Pasen, lean y sorpréndanse.

Disponemos de infinidad de relatos de ECM, pero ¿qué sabemos sobre lo que sucede cuando no hay posibilidad de regresar a nuestro mundo? ¿Cómo es el Más Allá? ¿Qué actividades realizaremos en ese «otro lado»? ¿Nos reencarnaremos o viviremos eternamente en esa dimensión paralela? Las decenas de miles de  comunicaciones procedentes del Más Allá que han recibido infinidad de médiums desde el año 1857, cuando Allan Kardec inició el movimiento espiritista mundial, revelan que en primer lugar somos recibidos por parientes y amigos ya fallecidos y, en ciertos casos, trasladados a una especie de «casa de reposo» donde ciertas entidades se encargan de que nos aclimatemos a nuestro nuevo estado.

«Cuando llegan los fallecidos recientes, rodeados de algunos parientes y amigos, son conducidos hacia un centro de recepción. Allí son estudiados para ver si pueden viajar o más bien son enviados a la casa de reposo para un período de reajuste», relata el investigador Hans Holzder, según la narración de los numerosos médiums a los que pudo entrevistar. Otro estudioso, Harold Sherman, llegó a idéntica conclusión tras consultar a un buen puñado de espiritistas: «Alrededor de la Tierra existen unos lugares de reposo donde son llevados los fallecidos para recibir cuidados y atenciones antes de pasar a otras dimensiones o planos de existencia. La estancia en ellos dependerá de los ajustes que necesiten para poder experimentar la nueva vida».

Según diversos médiums y aquellos que han vivido una ECM, el «otro lado» sería igualmente físico, pero con una «densidad» menor que nuestra realidad tridimensional. Habría edificios, jardines, una exuberante naturaleza, bibliotecas, etc. Y, por supuesto, seguiríamos siendo quienes somos, con nuestro carácter, pensamientos y experiencias vitales.La materia existe en infinidad de densidades desde la materia mas grosera hasta la materia mas etérea, los objetos que nos rodean al estar constituido por la misma materia que nosotros, tienen la misma realidad física que cuando estamos encarnados aquí en la tierra, la tierra tan solo es una mala copia del plano espiritual,todo viene de arriba hacia abajo.  En su extraordinario libro Crónicas del Más Allá (Zenith, 2013), la periodista e investigadora paranormal Sol Blanco-Soler escribe: «Algunas comunicaciones hablan de la increíble belleza del plano astral. Dicen que todo el ambiente está como iluminado, que cada flor estalla en brillantes colores, los árboles no tienen las hojas marchitas y las fragancias son exquisitas. Todo está lleno de vida y armonía».

Un universo paralelo

Con el trascurrir del tiempo, iremos desprendiéndonos de nuestras necesidades más terrenales, y ese mundo físico se irá desvaneciendo paulatinamente para que podamos ascender otro escalón en nuestra evolución espiritual. En este sentido, uno de los más conocidos médiums de la actualidad, James Van Praagh, afirma: «El mundo astral está hecho con lo que deseamos y creemos necesitar, es un paso intermedio donde todas las necesidades emocionales básicas e inferiores se viven hasta agotarlas en su totalidad. Tarde o temprano, el espíritu se desilusiona de sus sueños y deseos terrenales, comienza a despertar a un aspecto más elevado de conciencia y, cuando su alma está lista, se desprende por completo de los antiguos patrones de pensamiento. El mundo astral es como una cámara compensadora: nos ayuda a liberarnos de nuestros anhelos emotivos terrenales».

Otro médium, Edward G. Randall, recibió el siguiente mensaje de uno de sus guías espirituales: «Nuestro mundo se compone de materia tan definida y real como el vuestro, pero ésta vibra a un nivel superior. Por consiguiente, vuestros sentidos sin desarrollar no tienen una gran conciencia de ello. Nosotros provenimos de vuestro plano y tenemos la experiencia de esta evolución; por ello, probablemente, resulta más fácil para nosotros volver atrás que para vosotros echar un vistazo hacia delante». Esta sorprendente comunicación va en la línea de la tesis defendida por la mayoría de los físicos cuánticos, según la cual estaríamos rodeados de otras dimensiones, pero no podríamos contemplarlas ni detectarlas con nuestro más modernos desarrollos tecnológicos, al menos de momento…

sábado, 30 de enero de 2016

XXII CEN Herencia Genética y Herencia Espiritual

XXII CEN Herencia Genética y Herencia Espiritual



Aparición después de la muerte, 18 de enero de 1884



“Cuando yo tenía aproximadamente 15 años, estaba de visita en casa del Dr. J.G., de Twyford, Hants. Trabé amistad con el primo de mi huésped, joven de 17 años. Nos hicimos inseparables: cenábamos juntos, montábamos juntos a caballo y compartíamos las mismas diversiones, como hermano y hermana. “Estaba muy delicado de salud; yo le cuidaba, velaba por él, de manera que jamás pasábamos una hora separados uno de otro. “Os doy estos detalles para mostraros que no había entre nosotros una huella de pasión: éramos el uno para el otro como dos jóvenes hermanos.
“Una noche vinieron en busca de M.G. para que visitara a su primo, que, de repente, había caído gravemente enfermo con una inflamación de los pulmones. Se me ocultó la gravedad de la enfermedad; no sabía, pues, el peligro en que estaba y no me inquieté en modo alguno; la noche en que murió, M. G. y su hermana se fueron a casa de su tía, dejándome sola en el salón. Había un fuego vivo en la chimenea y, como a muchos jóvenes, me gustaba estar junto al hogar leyendo a la luz de la llama. No sabiendo que mi amigo estaba enfermo de peligro no estaba intranquila; únicamente estaba pesarosa de que no pudiese venir a pasar la velada conmigo. Tan sola me sentía.
“Leía tranquilamente, cuando se abrió la puerta y Bertie (mi amigo) entró. Me levanté bruscamente para acercarle un sillón al fuego, pues parecía tener frío y no llevaba abrigo, a pesar de que nevaba. Me puse a reñirle porque había salido sin abrigarse bien. En vez de responderme, se llevó la mano al pecho y sacudió la cabeza, lo que interpreté como señal de que no tenía frío, que padecía del pecho y había perdido la voz, lo que le ocurría algunas veces. Le reproché aún su imprudencia. Todavía hablaba con él cuando entró el Dr. G. y me preguntó con quién conversaba. Le respondí: «Ved a este imprudente joven, con el mal tiempo que hace y con ese resfriado que no le permite hablar: préstele usted un abrigo y que se vaya a su casa.»
“Jamás olvidaré el horror y el estupor que se pintaron en el rostro del bueno del doctor, pues él sabía (lo que yo ignoraba) que el pobre joven había muerto hacía media hora y venía a darme la noticia. Su primera impresión fue la de que yo lo sabía y que ello me había trastornado el juicio. Yo no podía comprender por qué me hizo salir del salón, hablándome como si yo fuese una niña. Durante algunos momentos hablamos de cosas incoherentes y, después, me explicó que yo había sufrido una ilusión óptica. No me negó que hubiese visto a Bertie con mis propios ojos, pero me dio una explicación muy científica de aquella visión, temiendo espantarme o dejarme bajo una impresión aflictiva.
“Hasta ahora no he hablado a nadie de este suceso, primeramente porque es para mí un triste recuerdo, y también porque temía ser tenida por una imaginativa quimérica y no ser creída. Mi madre me dijo que había soñado yo leía un libro titulado M. Verdant Green. Ese libro no excita al sueño y yo recuerdo muy bien que reía de buena gana de algún absurdo del héroe en el momento en que la puerta se abrió.”
A algunas preguntas planteadas por los investigadores, Mme. Stelia responde: “Su casa debía estar aproximadamente a un cuarto de hora de distancia de la casa de M. G., y Bertie murió unos veinte minutos antes de que el doctor hubiese salido de la casa. Haría poco más o menos cinco minutos que la aparición estaba en el salón, cuando M. G. entró en él. Lo que siempre me ha parecido muy extraño es que yo oí abrir la puerta. En efecto, fue el pestillo de la puerta que giraba el que me hizo levantar los ojos del libro. La figura anduvo a través de la estancia hacia la chimenea y se sentó mientras yo encendía las bujías. Todo era tan natural, que apenas puedo admitir ahora que no fuera una realidad.”
Esta observación muestra a la joven en un estado habitual; reía leyendo un libro divertido y no estaba, en modo alguno, predispuesta a una alucinación. El espíritu de Bertie, que acaba apenas de abandonar su cuerpo, entra en la habitación haciendo girar el pestillo de la puerta. Este ruido es tan real, que hace levantar la cabeza a la joven. Si fuese una alucinación, ¿por quién se habría producido?
Hemos visto ya a la madre de Elena —fantasma viviente— abrir una puerta; asistimos ahora al mismo fenómeno, producido por Bertie en estado de espíritu. El alma del joven no es visible para el doctor —como no lo era el doble de Fréderic para el amigo de Goethe—, pero obra telepáticamente sobre Stella y objetivamente sobre la materia de la puerta.
“Comenzamos a darnos cuenta —dice M. F. H. Myers, uno de los autores de Phantasms— como nuestras pruebas de telepatía entre los vivos están íntimamente ligadas con la telepatía entre los vivientes y los muertos, pero se teme tratar de ello por temor a ser acusados de misticismo.”
La aparición es de tal modo semejante a Bertie cuando vivía, que la joven le habla, le riñe por haber salido sin abrigo; en una palabra, ella está persuadida de que el joven está allí, pues ha ido desde la puerta al sillón en el cual ha tomado asiento. Si el fenómeno hubiese precedido algunos minutos a la muerte de Bertie en lugar de producirse después, le haría entrar en la clase de los estudiados anteriormente; pero el cuerpo está aquí sin vida, es el alma la que se manifiesta y, no obstante, nada ha cambiado en su aspecto exterior por el cual afirma su presencia: la estatura, el modo de andar, todo recuerda al ser vivo.
Citemos un nuevo caso en el cual el espíritu que se manifiesta da a su periespíritu bastante tangibilidad para pronunciar algunas palabras, a pesar de que no figura ya entre los vivos.1 Les Hallucinations télépathiques.
Aparición del espíritu de un Indio Mme. Bishop, por nacimiento Bird, viajera y escritora bien conocida, nos envió este relato en marzo de 1884. Es casi idéntico a una versión de segunda mano que nos había sido comunicada en marzo de 1883.
Viajando por las Montañas Rocosas, Mme. Bird trabó conocimiento con un indio mestizo, M. Nugent, conocido con el nombre de «Montain Jim», sobre el cual adquirió una influencia considerable.
“El día en que me despedí de él, Montain Jim estaba muy conmovido y excitado. Habíamos tenido una larga conversación sobre la vida mortal y la inmortalidad, concluí la conversación con algunas palabras de la Biblia. Estaba muy impresionado y muy excitado y exclamó: «No la veré a usted tal vez más en esta vida, pero la veré cuando me muera». Le reconvine suavemente a causa de su violencia, pero repitió la misma frase, con mayor energía, agregando: «Y no olvidaré nunca las palabras que usted me ha dicho y juro que la volveré a ver cuando yo muera.» Después de estas palabras nos separamos.
“Durante algún tiempo tuve noticias suyas; supe que se había portado mal y había vuelto a sus hábitos salvajes y, más tarde, que estaba muy enfermo a causa de una herida que había recibido en una pendencia; después, en fin, que estaba mejor, pero que abrigaba proyectos de venganza. La última vez que recibí noticias suyas estaba yo en el hotel Interlaken, en Interlaken (Suiza), con Mlle. Clayson y los Ker. Una mañana, algún tiempo después de haberlas recibido (era septiembre de 1874), estando tendida en la cama, hacia las seis, ocupada en escribir una carta a mi hermana, cuando, al levantar la vista, vi a Montain Jim de pie delante de mí. Sus ojos estaban fijos en mí, y cuando le miré, me dijo en voz baja, pero muy claramente: «He venido, como había prometido». Después me hizo un signo con la mano y añadió: «Adiós.» Cuando Mlle. Bessie Ker vino a traerme el desayuno, tomamos nota de lo ocurrido, indicando la fecha y la hora. La noticia de la muerte de Montain Jim nos llegó un poco más tarde, y la fecha, teniendo en cuenta la longitud, coincidió con la de su aparición. En realidad, según los autores, la aparición siguió a la muerte ocho horas, o catorce, si fue el día siguiente del indicado por Mme. Bishop cuando se produjo.
Observamos siempre que la distancia no es un obstáculo al desplazamiento del espíritu, puesto que puede manifestar su presencia en Europa muy poco después de su muerte en América. Las mismas observaciones que se dan en el relato precedente en relación al aspecto exterior del espíritu se aplican aquí; creemos, no obstante, que esta materialización es más completa que en la narración anterior, puesto que dirige un adiós a la viajera, y esto nos lleva de nuevo a aquel caso en que el fantasma del vivo pronuncia también algunas palabras.
Esta observación establece que el espíritu tiene también un órgano para producir sonidos articulados y una fuerza para ponerlos en movimiento. Más adelante veremos que no sólo la laringe existe en el periespíritu, sino también todos los órganos del cuerpo material. Lo que nos importaba señalar, sobre todo, es la notable unidad que se observa en la forma de actuar de los fantasmas, ya provengan de un desdoblamiento o de la materialización temporal de un habitante del espacio. Refiramos un último caso en que el mismo espíritu se manifiesta a dos personas en un corto intervalo de tiempo.

martes, 19 de enero de 2016

DIVULGAR EL ESPIRITISMO


Es una realidad que la Doctrina Espírita aún no está suficientemente difundida en el mundo y en muchos países o ciudades es ignorada, tergiversada, mal interpretada, difamada o confundida con otras prácticas desviadas o absurdas que nada tienen que ver con el verdadero Espiritismo científico, filosófico y moral. Estamos en el propósito de  hacer una mayor y mejor divulgación de la misma, no para convencer o imponer, sino  para informar, orientar, esclarecer acerca de los fundamentos y enseñanzas de la doctrina. Ante la crisis moral, social y espiritual por la que pasa la humanidad, estamos seguros de que la Doctrina Espírita tiene mucho que ofrecer y aportar, ya que las enseñanzas contenidas en la obras de Allan Kardec  -el Codificador de la Doctrina Espírita- y en los libros que conforman la extensa literatura espírita se constituyen en una guía segura, amplia y profunda en la vida de todo ser humano que desee con sinceridad e imparcialidad adentrarse en los verdaderos caminos de la espiritualidad y de la realización integral.
Quienes ya conocemos la Doctrina Espírita e intentamos orientar nuestras vidas bajo la luz meridiana de sus principios y enseñanzas, debemos preguntarnos: Qué puedo hacer para contribuir a la divulgación o difusión del Espiritismo según mis conocimientos, posición, recursos, herramientas y capacidades? ¿Qué puedo hacer como persona o miembro de una institución?.
Aprovechemos este año 2016 que comienza y dispongámonos a movilizar todos los recursos personales e institucionales para realizar una verdadera campaña intensiva de divulgación de la Doctrina Espírita. Compartan con todos los amigos del Facebook y otras redes, pídanle a ellos que a su vez sigan compartiendo, aprovechemos los medios que dios pone a nuestro alcance, para que esta bendita doctrina consoladora llegue a todos los seres humanos.


lunes, 28 de diciembre de 2015

LOCURA Y OBSESION

La locura y la obsesión ¿ La Locura se puede confundir con la Obsesión Espiritual?.- Existen las enfermedades mentales debidas a desajustes orgánicos que desembocan en transtornos psíquicos perfectamente tratables y que pueden mejorar con la medicina psiquiátrica; tal es el caso de la esquizofrenia cuando esta es debida a un déficit anatómico del cortex prefrontal. Sin embargo también existen otras muchas enfermedades psíquicas en las que no existe ninguna anomalía orgánica y que no son otra cosa que casos mas o menos graves de obsesión espiritual. La obsesión supone una frontera peligrosa para la locura irreversible. Al principio el obsesor actúa de modo sutil, pero al paso del tiempo se puede agravar en razón a las tendencias negativas del sujeto obsesado. Resulta muy diáfana la línea divisoria que separa la salud del desequilibrio mental. Se pasa con facilidad de un lado al otro de la línea sin que haya un cambio significativo en el comportamiento del ser humano. Cuando los afectados por la fascinación espiritual se encuentran dominados por los obsesores, desconectan las ultimas defensas mentales y sus comportamientos sobrepasan los límites de la lógica, dando ocasión a que la turbación mental se vuelva mas compleja y se convierta en locura permanente. Excitaciones, preocupaciones, ansiedades o momentos de angustia por escasez de recursos financieros, impedimentos sociales, ausencia de un trabajo digno etc, son algunos de los muchos factores que pueden llevar a la persona a situarse al otro extremo negativo de la salud mental de modo temporal, pudiendo retornar después a su posición inicial de salud mental y normalidad psíquica.. Hay algunos factores que predisponen a la locura : Principalmente el Karma del espíritu, por el que incontables personas permanecen en plena frontera de la obsesión espiritual, que les impulsa a dar un paso al otro lado de la línea que les separaba de la locura, siendo este un camino largo y de difícil recuperación. Los viciados del sexo, los violentos, los que dependen de vicios de cualquier naturaleza, los pesimistas, los envidiosos, los amargados, los que siempre viven atenazados bajo el temor de la sospecha y la desconfianza, los celosos, los obsesados, son los que mas fácilmente atraviesan los límites de la salud mental. Los psicópatas espirituales, de naturaleza emocional, por las aptitudes e impulsos que proceden de vidas anteriores, de los que los afectados por ellas no se liberan normalmente por si mismos, son caldo de cultivo para las obsesiones causadas por espíritus tanto encarnados como desencarnados. Precisamente hay muchos casos de enfermos mentales que son consecuencia de sus deudas contraídas en vidas pasadas y desde que se involucran de nuevo en el proyecto humano desde antes de nacer, esto les lleva a venir a este mundo predispuestos a manifestar pronto las crisis que dan inicio a las psicosis, neurosis y otras formas de desequilibrio que pasa a sufrir en el corredor cruel y estrecho de la demencia. Los procesos obsesivos están incursos en personas dentro de los grupos familiares o sociales, que también sufren en otra medida esta situación porque en un pasado común debieron de ser complices de algún delito contra la Ley del Amor con la victima de ahora, y como necesidad evolutiva de rescate espiritual para todos ellos, vuelven a coincidir juntos en la Tierra por un parentesco común o a través de lazos de afectividad o de afinidad, formando grupos en donde son alcanzados por esos antiguos odios o venganzas. En muchos de estos casos, los familiares ignoran que existe un factor de predisposición que les ha reunido en la vida, no por casualidad, para un reajuste recíproco. Ellos sufren esta situación por necesidad evolutiva ante la responsabilidad de este sufrimiento del que participan, debiendo esforzarse en la ayuda para la desobsesión del sufridor, liberándose de paso ellos mismos. Sin embargo muchos locos – obsesados - son abandonados en Centros de Salud, siendo desatendidos por su familia que impiden con excusas su retorno al hogar, considerando que así se liberan de una pesada carga. Estos enfermos por una obsesión mejoran en muchos casos cuando salen del entorno hogareño, porque disminuyen los factores incidentes de todo el grupo familiar endeudado con los “cobradores desencarnados”, pero cuando regresan al entorno del hogar vuelven los desequilibrios debido a que su familia no se renovó moralmente, liberándose de viejos vicios que favorecen la presencia de las perturbaciones obsesivas. Por eso, la familia en cuyo seno uno de sus miembros es afectado por un proceso obsesivo, debe ser alertada de su responsabilidad para que la afronten debidamente y no carguen sobre el enfermo toda la responsabilidad de la situación. ¿Por qué suelen fracasar las terapias psiquiátricas convencionales en los tratamientos de muchos enfermos psíquicos?.- Precisamente porque voluntariamente se ignora la realidad existencial del espíritu humano como origen y causa de su “enfermedad” o desequilibrio psíquico, que por lo tanto es de carácter espiritual, y la Psiquiatría y la Psicología convencionales, pasan por alto el meollo de su origen que es precisamente la existencia y actuación del espíritu humano fuera e independiente de un cuerpo físico, con la posible influencia que puede ejercer sobre los demás espítirus encarnados de los humanos que poblamos este mundo. Así , se empeñan en ignorar conscientemente , la existencia de espíritus desencarnados que pueden ser origen y motor de tantos casos de perturbaciones mentales como abundan por toda la Humanidad y que se encasillan exclusivamente como enfermedades o desequilibrios mentales de origen orgánico o psicológico. Médicos y científicos tenidos como serios o académicos, esta posibilidad la menosprecian como “ridícula” y fuera de todo cauce académico. Sin embargo, en muchos países, existen Instituciones Espíritas en donde se ha logrado mediante el adoctrinamiento de Espíritus obsesores, siempre a través de la mediumnidad, multitud de curaciones de muchas de estas demencias, lo que demuestra una vez más la realidad de la existencia del Espíritu después de la muerte del Ser humano y la reencarnación del mismo, siendo este un indicativo de las extraordinarias posibilidades y alcances que con el conocimiento espírita y con el estudio de la Reencarnación , tiene delante de sí la Ciencia contemporánea. Parece ser que la Ciencia, confundiendo el estudio serio que demuestra la realidad existencial del espíritu humano, con los postulados religiosos y dogmáticos que se sostienen solo por la fe religiosa, rechaza sistemáticamente todo lo que parece tener relación con las religiones, cual es la existencia del alma humana procedente y subordinada del Alma Universal que las religiones denominan como “Dios” en sus diversas acepciones. Este rechazo y falta de reconocimiento a la parte espiritual del ser humano, supone toda una barrera para que el avance de las terapias psiquiátricas no se encuentre mas adelantado de lo que ya lo está en la actualidad. - Jose Luis -