ZONAS DEL MUNDO ESPIRITUAL
DEL UMBRAL Y LAS
COLONIAS ESPIRITUALES
Allan Kardec, al codificar en su tiempo la filosofía Espiritista,
sabia, y así lo afirmó, que no estaba diciendo la última palabra ni fijando
conceptos definitivos. Como toda enseñanza debe ser gradual, en su tiempo dio a
conocer cuánto entonces era conveniente y prudente ofrecer a las masas,
ansiosas de un conocimiento racional y satisfactorio sobre la razón de ser de
la vida humana.
Los seres del espacio, a través de distintas mediumnidades, han
venido descorriendo más y más el velo que nos oculta la vida en el Más Allá,
mediante una serie notabilísima de obras mediúmnicas, que han descorrido la
cortina, permitiendo ir conociendo como se desarrolla la vida de las almas en
las esferas espirituales que circundan el planeta Tierra.
En la obra “Espiritismo” escrita por Sir Arturo Conan Doyle, cuya
fama mundial hace innecesaria aquí su presentación, el se refiere a la notable
mediúmnidad del gran sabio sueco Manuel Swedenborg, que dice lo siguiente:
“Allí encontró que el otro mundo consistía en un número de esferas
diferentes con variados grados de luminosidad y felicidad, a cada una de las
cuales vamos después de la muerte, según las condiciones espirituales que
tenemos en vida. Allí somos juzgados de manera automática por una especie de
ley espiritual que determina el resultado último por el resultado total de
nuestra vida, de suerte que la absolución o el arrepentimiento en el lecho de
muerte son de poco provecho. Encontró en aquellas esferas que las escenas y las
condiciones de este mundo están reproducidas con fidelidad, así como el armazón
general de la sociedad. Halló casas en las cuales vivían familias, templos en
los cuales se adoraba, salones en los que la gente se reunía para fines sociales,
palacios en los cuales habitaban soberanos.”
No hubo detalle insignificante para su observación en las esferas
espirituales. Habla de la arquitectura, del trabajo de los artesanos, de las
flores y los frutos, de los bordados, de la literatura, de la ciencia, de las
escuelas, de los museos, de los colegios, de las librerías y de los deportes”.
Fueron muchas las informaciones que Dios mandó al mundo a través de Swedenborg
y también referida por espiritistas iluminados, como Davis que en su visión vio
una disposición del Universo que corresponde muy aproximadamente a la de
Swedenborg y a lo que más tarde dijeron los espíritus y fue aceptado por los
espiritistas. Vio una vida que se parecía a la de la Tierra, una vida que puede
llamarse semi-material, con placeres y objetivos adaptados a nuestras
naturalezas, que la muerte no modifica en modo alguno. Vio estudio para los
estudiosos, labor genial para los enérgicos, arte para los artistas, belleza
para los amantes de la Naturaleza, reposo para los cansados. Vio fases
graduales en la vida espiritual, a través de las cuales se asciende a lo
sublime y a lo celestial.
En el libro Historia del Espiritismo, Sir Arthur Conan Doyle hace
referencia al mensaje del espíritu Lester Coltman, y dice: Estimo perfectamente
explicable el interés de los seres de la tierra en averiguar la forma en que
están constituidos los hogares y los establecimientos en que se llevan a cabo
los trabajos en el plano espiritual, pero no es cosa fácil hacer una
descripción de ellos en términos terrenales, el visitaba un laboratorio, donde
encontraba facilidades tan completas como extraordinarias para llevar a cabo
los experimentos. El decía que tenía casa propia, verdaderamente deliciosa, con
una biblioteca donde había toda clase de libros de consulta; históricos,
científicos, de medicina y de todos los géneros de literatura. El decía que
para el, en el plano espiritual esos libros eran tan interesante como lo son
para los hombres en la tierra. Que tenía una sala de música con todos los instrumentos.
Cuadros de rara belleza y muebles de exquisito gusto. Que desde sus ventanas
admiraba un paisaje extraordinario bello que se extendía en suaves ondulaciones
y que cerca de su casa existe otra comunal donde vivían en feliz armonía varios
espíritus de los que trabajan en el laboratorio.
Es la tierra perfeccionada. Allí existe lo que se podría llamar la
cuarta dimensión, pero no se puede describir claramente. Para que nos podamos
hacer una idea más exacta del reino de las almas es como un campo infinito
poblado de estancias y moradas, en cada una de las cuales viven las
inteligencias desencarnadas realizando las obras a que les lleva la vehemencia
de sus afectos, sus convicciones y sus anhelos.
Los umbrales del Más allá albergan un recóndito secreto.
Solos a los iluminados y a los videntes les es dado hallar la
clave que ayude a proyectar una luz en medio de tan tremenda ignorancia.
Francisco Cándido Xavier es uno de ellos. Su palabra implica un mensaje
proyectado, a través de los años, con lucidez que no decae y que estimula a
recorrer, con la imaginación, ese sendero que, al fin, no es más que
Liberación.
Mientras nos hallamos en el cuerpo material, no hacemos una idea
exacta de lo que es, en realidad, la vida más allá de la muerte.
El cielo está en todas partes; por todas partes se encuentra lo
inconmensurable, lo insondable y lo infinito; en todas partes hay un hormigueo
de soles y de esferas, en medio de las cuales la Tierra es una unidad mezquina.
En el seno de los espacios, no hay más que moradas circunscritas a
las almas. Siendo libres y puras, estas recorren la inmensidad y van a donde
las llevan sus afinidades y sus simpatías. Los Espíritus inferiores, cargados
por la densidad de sus fluidos, permanecen como aferrados al mundo donde han vivido,
circulando por la atmósfera o mezclándose con los humanos.
Los goces y las percepciones del espíritu no resultan del ambiente
que ocupa, sino de su estado personal y de los progresos realizados. Cada uno
lleva en si su gloria o su miseria.
La condición de los Espíritus en la vida de ultratumba, su
elevación, su felicidad, todo depende de su facultad de sentir y de percibir,
que es proporcional a su grado de adelanto. Los Espíritus de orden inferior,
son como ciegos en medio de la Naturaleza llena de sol, como sordos en un
concierto, permanecen indiferentes e insensibles ante las maravillas del
infinito.
Estos Espíritus, envueltos en fluidos espesos, soportan las leyes
de la gravitación y son atraídos por la materia. Bajo la influencia de sus
apetitos groseros, las moléculas de sus cuerpos fluiditos se cierran a las
percepciones exteriores y les hacen esclavos de las mismas fuerzas que
gobiernan a la humanidad. Las almas se agrupan y se escalonan en el espacio
según el grado de pureza de su envoltura; la categoría del Espíritu está en
relación directa con su constitución fluidita, la cual es su propia obra, el
resultado de su pasado y de todos sus trabajos. Ella es la que determina su
situación: en ella es donde encuentra su recompensa o su castigo. Mientras que
un alma purificada recorre la vasta y radiante extensión, y mora a su voluntad
en los mundos y apenas ve limites de en su impulso, el Espíritu impuro no puede
alejarse de los mundos materiales.
Entre estos estados extremos, hay numerosos grados intermediarios
que permiten a los espíritus agruparse y constituir verdaderas sociedades
celestiales. La comunidad de ideas y de sentimientos, la identidad de sus
gustos, de opiniones y de aspiraciones atraen y unen a esas almas que forman
grandes familias.
La vida del Espíritu avanzado es esencialmente activa, aunque sin
fatigas. Las distancias no existen para el. Se transporta con la rapidez del
pensamiento. Su envoltura, es semejante a un vapor ligero, que ha adquirido la
sutilidad que es invisible para los Espíritus inferiores. Ve, oye, percibe, no
ya con los órganos materiales, que se interponen entre la Naturaleza y nosotros
e interceptan el paso a la mayor parte de las sensaciones, sino directamente,
sin intermediarios, con la total integridad de su Ser. El Espíritu elevado
nada, de cualquier modo, en el seno de un océano de sensaciones deliciosas.
Cuadros cambiantes se desarrollan ante su vista, armonías suaves lo arrullan y
le encantan. Y aunque sus impresiones son exquisitas, puede sustraerse a ellas
y recogerse a voluntad, envolviéndose en su velo fluidito y aislándose en el
seno de los espacios.
El Espíritu avanzado queda libre de todas las necesidades del
cuerpo. La alimentación y el sueño no tienen para él ninguna razón de ser. Al
abandonar la tierra, deja para siempre, los vanos cuidados, las alarmas, todas
las quimeras que emponzoñan la existencia terrenal. Los Espíritus inferiores
llevan consigo, más allá de la tumba, sus costumbres, sus necesidades, sus
preocupaciones materiales. No pudiendo elevarse por encima de la atmósfera
terrestre, vuelven a participar de la vida de los humanos, a intervenir en sus
luchas, en sus trabajos y en sus placeres. Sus pasiones y sus apetitos, siempre
vivos, les abruman, sobreexcitados por el continuo contacto con la humanidad y
la imposibilidad de satisfacerlos supone para ellos una causa de tortura.
Los espíritus no necesitan de la palabra para comprenderse. Su
pensamiento se refleja en el Espíritu como una imagen en el espejo, cambian sus
ideas sin esfuerzo y con una rapidez vertiginosa. El espíritu elevado puede
leer en el cerebro del hombre y discernir sus más secretos designios. Nada le
queda oculto. Escruta todos los misterios de la Naturaleza, y puede explorar a
voluntad las entrañas del planeta y el fondo de los océanos, así como
considerar en ellos los restos de las civilizaciones desaparecidas. Atraviesa
los cuerpos más densos y ve abrirse ante si dominios impenetrables para el
pensamiento de los hombres.
Entre el acto de perder el cuerpo físico y la iniciación de la
reencarnación tenemos el tiempo, y el contenido de ese tiempo reside en
nosotros mismos. La muerte nos reconduce a la intimidad del hogar interior.
Muchos de los liberados de la envoltura física, conservan tan
fuerte afinidad con los intereses terrenales, que la vista no se les modifica
de pronto, y prosiguen viviendo en la Tierra con las mismas expresiones con que
la dejaron.
Muchas personas se despiden del mundo carnal sin obstáculos y sin
desagradables incidentes, otras duermen larguísimos sueños y otras no perciben
nada por su inconsciencia infantil en que yacen sus impresiones.
Los recién libertos comúnmente necesitan del socorro espiritual de
los seres queridos, para desembarazarse sin demora de las ligaduras que aun les
unen al cuerpo físico. Con el auxilio de los que quedan, a través de la
oración, y del pensamiento fraterno, los que parten siguen libremente al
encuentro del porvenir.
Si resulta fácil dejar el vehículo físico, es muy difícil
abandonar la vieja morada del mundo. Los hilos morales son mucho más fuertes
que las ligaduras de la carne.
Si el hombre complicó el destino, asumiendo graves compromisos con
sus semejantes, a través de acciones criminales, se debatirá, llorara, y
reclamará en vano, porque las leyes que mantienen en conexión los astros del
Cielo y las células de la Tierra, determinan su encarcelamiento en sus propias
creaciones interiores.
Si el bien salva e ilumina, el mal pierde y oscurece. No es nada
fácil abandonar solo, sin mayor experiencia en la espiritualidad superior, el
domicilio de los hombres. Innumerables entidades inferiores cercan a los
desencarnados, intentando encadenarlos a las sensaciones del plano físico. Los
pensamientos desordenados de millones de personas encarnadas y desencarnadas
del ambiente humano, crean verdaderos campos de imantación a los cuales no se
sustrae fácilmente el alma.
En todas partes, en torno al hombre, existen mundo reales
registrando vida abundante e intensa; y si el lo ignora es porque se complace
en la ceguera. No investigó jamás las profundidades oceánicas, ni podrá
intentarlo todavía. No obstante debajo de las verdes aguas agitadas, no existe
un mundo completamente organizado, pero si un universo que asombraría por su
grandiosidad y por su ideal perfección. En el propio aire que respira, en el
suelo que pisa, el hombre encontraría núcleos de vida organizada, obedeciendo
al impulso inteligente y sabio de las leyes magnánimas fundamentadas en el
pensamiento Divino, que impulsa al progreso, en la conquista de lo más perfecto.
Le bastaría al hombre preverse de los aparatos necesarios, para averiguar la
veracidad de esas colectividades desconocidas que, por ser invisibles unas y
apenas sospechadas otras, no por eso dejan de ser concretas, armoniosas y
verdaderas.
Después de la muerte, antes que el espíritu pueda orientarse,
gravitando hacia el verdadero “hogar espiritual” que le corresponde, siempre
será necesario que permanezca en una “antecámara” en una región cuya densidad y
configuraciones aflictivas, en lo local, corresponderán a los estados
vibratorios y mentales del recién desencarnado. Se detendrá ahí, hasta que sea
naturalmente “des animalizado”, es decir, hasta que se deshaga de los fluidos y
de las fuerzas vitales de que se halla impregnados todos los cuerpos materiales.
Se comprende que la estancia en ese umbral del Más Allá, será temporal, aunque
generalmente penosa. Según haya sido el carácter, las acciones practicadas, el género
de vida y el género de muerte que haya tenido la entidad desencarnada, tal será
el tiempo y las penalidades que le esperan en el local descrito. Existen
algunos que apenas se demoran algunas horas, otros se quedaran por meses o años
consecutivos, regresando a la reencarnación sin alcanzar la Espiritualidad. Los
suicidas por ejemplo se quedan allí el tiempo que restaron a la vida.
El umbral está situado entre la Tierra y el Cielo, es una región
dolorosa de sombras, erguida y cultivada por la mente humana, en general
rebelde y ociosa, desvariada y enfermiza. El inmenso Umbral, está a la salida
del campo terrestre, vive repleto de hombres y mujeres que atravesaron la gran
frontera, en plena conexión con la experiencia carnal.
No debemos creer que los servicios de rescate y de expiación, que
la esfera carnal sea la única capaz de ofrecer la bendita oportunidad de
sufrimiento áspero redentor.
En regiones sombrías, fuera de ella, las cuales no podemos
ignorar, hay oportunidades de tratamiento expiatorio para los deudores más
infelices, que voluntariamente contrajeron peligrosos débitos para con la Ley.
El umbral es una localidad del llamado “astral inferior” donde se
establecen los espíritus de baja vibración espiritual, que precisan pagar por
infracciones cometidas contra las leyes de Dios. En general… suicidas,
homicidas, almas desajustadas y cometedoras de grandes delitos.
En esa región el espíritu, sufre incesantemente con la visión de
su suicidio o de su crimen. Algunas veces, por años, sin parar de revivir la
situación de su suicidio o de su crimen, siente la carne dilacerada por el proyectil,
ve la condición desesperada de sus hijos que por ventura tenga, y
constantemente es acusado de asesino, en una guerra psicológica fuera de
nuestra comprensión.
Sintiendo a veces mucha hambre y sed insoportables, a veces por
años seguidos. Siente frió y calor inenarrables. Y muy frecuentemente sienten
su propio cuerpo siendo consumido por los gusanos, lo ve deteriorándose y
siente todas las sensaciones provenientes de este estado de putrefacción. EL
umbral está repleto de desesperados, son criaturas que se rebelan y se demoran
en mezquinas edificaciones. Es zona de verdugos u de victimas, de explotadores
y explotados.
El umbral es un lugar de extremo dolor, De llorar y crujir de
dientes, y muchos espíritus ignorantes pasan allí largos años, ignorando la
condición algunos de desencarnados.
Casi todas estas almas, situadas en cavernas, absorben las
energías de los encarnados y les vampirizan la vida, como si fuesen lampreas
insaciables en el océano del oxigeno terrestre. Suspiran por el retorno al cuerpo
físico, ya que no perfeccionaron la mente para la ascensión, y persiguen las
emociones del campo carnal con el desvarió de los sedientos en un desierto
La estancia allí, es temporal, hasta que le sea permitida una
nueva encarnación para que pueda, bajo el yugo de la materia, rescatar mejor
sus deudas para con Dios o espiar para que pueda continuar caminando para
adelante en su evolución.
Después de cada desencarnación, la gran mayoría regresa
habitualmente a las zonas purgatoriales de las que procede…
Es por el pensamiento que los hombres encuentran en el Umbral los
compañeros afines a las tendencias que cada uno atrae. Toda alma es un imán
poderoso. Los misioneros del Umbral encuentran fluidos pesadísimos emitidos sin
cesar por millares de mentes desequilibradas, en la práctica del mal, o
terriblemente flageladas en los sufrimientos rectificadores.
Hay sitios en el umbral donde no hay organización perceptible u
ostensiva, todos gritan y nadie tiene razón. Pese a las sombras y a las
angustias allí no falta la protección divina. Cada espíritu permanece en el
solo el tiempo necesario. Es por eso que el señor permitió que se instalasen
muchas colonias espirituales como la de Nuestro Hogar, consagradas al trabajo y
al socorro espiritual.
Las Colonias Espirituales se esparcen sobre toda la superficie del
Planeta, construidas bajo los más variados motivos de sus fundadores. “Nuestro
Hogar” fue construido por Portugueses que desencarnaron en Brasil a partir de
1500 a de Cristo en una región espiritual habitada por indios brasileños
desencarnados que allí habían construido una pequeña aldea primitiva en los
moldes de las tribus brasileñas.
La Colonia Transitoria “Nuestro Hogar” como se puede ver en su
localización geográfica en la Tierra, posee actualmente más de un millón de
habitantes. Se tiene fotos, y dimensiones de cómo es esta Colonia, es muy
grande, y para tener una idea de su extensión podemos imaginar la ciudad donde
vivimos con un millón de habitantes.
Existe en “Nuestro Hogar” un vehículo de transporte conocido por
el nombre de Aerobús. Para tener una idea de la extensión de la colonia, desde
la Casa de Gobernación este Aerobús parando, de 3 en tres Km., a alta
velocidad, lleva 40 minutos hasta el Parque de las Aguas.
Las construcciones principales son la casa de Gobernación está en
el centro de una estrella de seis puntas, (seis Ministerios) siendo estos:
Ministerios de Regeneración, de Auxilio, de Comunicación y Esclarecimientos que
están ligadas las actividades de la esfera terrestre y los Ministerios de Unión
Divina y Elevación que están ligados a las Jerarquías Planetarias Superiores.
De una a otra parte del conjunto residencial que está fuera de ese
círculo es constituido por personas ligadas a los funcionarios de los
Ministerios y pueden ser transmitidos a otros de acuerdo con la voluntad de sus
propietarios. Esto es posible como incentivo a los recién llegados
desencarnados que se motivan a la transformación interior a fin de, con el
esfuerzo y aprendizaje a poder adquirir un espacio para sus familiares cuando
desencarne en la Tierra.
Más allá de esas residencias, protegiéndolas están grandes
murallas protectoras, citadas en casi todas las colonias espirituales en las
proximidades de la Tierra o dentro de sus vibraciones.
La gran plaza que está frente a la Gobernación está en condiciones
de recibir a un millón de personas. Esto nos hace comprender que el diseño no
refleja la dimensión y las proporciones de esa región espiritual.
Podemos imaginarnos estar sentados en un banco de esta plaza, donde
veremos que el suelo es semejante a la piedra de alabastro; y que, tras de
nosotros, están lindas fuentes multo coloridas cercadas de flores delicadas y
graciosas.
Observando las inmensas torres que se pierden en las nubes, se ve
el movimiento de silfos y sílfides – elementales del hogar – haciendo
movimientos coloridos y diseños como pequeñas formas transparentes. La
presencia de seres elementales en “Nuestro Hogar” es citado en varios pasajes
de los libros de Francisco Cándido Xavier.
Vamos intentar dar una idea general de algunos locales de esta
ciudad:
En las casas de los trabajadores de dentro de la estrella,
pertenecen provisoriamente los funcionarios próximos a aquel ministerio. Si
hubiese algún cambio de modalidad, el cambia también de residencia.
Los funcionarios más graduados por el tiempo de servicio,
dedicación, espiritualidad moran más próximos a la Plaza Central.
Ya en las casas de fuera del diseño de la estrella son residencias
de usos diversos, como hablamos y que pueden ser transferidos como son en la
Tierra los objetos de Herencia.
En el diseño aparecen apenas algunos cuadros, más, en la realidad
son muchos más cuadros que se pierden de vista y que se alargan hasta la
muralla.
Las residencias en “Nuestro Hogar” acaban asumiendo las
características y formas de acuerdo con el gusto de sus moradores. Cada morador
tiene sus propias flores, trepadoras, pérgolas, como afirman diversos libros
espiritas.
También existen parques arborizados donde existen otras grandes
construcciones que no fueron diseñadas o detallada en la plantilla que existe
de nuestro Hogar.
En Nuestro Hogar la producción de vestuario y alimentación
elementales pertenece a todos en común. Los que trabajan adquieren justos
derechos, cada habitante recibe provisiones de alimento y ropa en lo que se
refiere estrictamente necesario, pero los que se esfuerce en la abstención de
bonus hora, consiguen ciertas prerrogativas en la comunidad social. El Espíritu
que aun no trabaja, es recogido allí, pero los que cooperan pueden tener casa
propia. El ocioso vestirá sin duda, pero el operario esforzado vestirá lo mejor
que le parezca.
La verdadera ganancia del ser es de naturaleza espiritual y el
bonus hora, en Nuestro Hogar, se modifica en su valor substancial, según la
naturaleza de los servicios. En el Ministerio de Regeneración, está el Bonus
Hora de Regeneración; en el Ministerio de Esclarecimiento, el Bonus Hora de
Esclarecimiento y así respectivamente. Las adquisiciones fundamentales están
constituidas de experiencia, educación, enriquecimiento de bendiciones divinas
y extensión de posibilidades, siendo la asiduidad y dedicación los factores
predominantes.
Rodeando a toda la ciudad espiritual hay una gran muralla
protectora, donde son mantenidas grandes bacterias de proyección magnética para
la defensa contra los grupos de espíritus inferiores y seres de Jerarquías
contrarias al proyecto de salvación de la Tierra.
Por fuera de la muralla, están los campos de cultivo de vegetales
destinados para la alimentación pública.
En los parques públicos que hay entre las residencias, existen
otras edificaciones que sirven como recintos maravillosos para conferencias de
Ministros y visitantes.
Cada Ministerio posee lugares especiales. En el Ministerio de
Regeneración fueron utilizados los escenarios bíblicos. Así, los diversos
salones del Parque tienen bancos y mecedoras, esculturales en la forma del
suelo, forrados con césped y hojas suaves, dando una gran sensación de estar
junto al Tiberiades oyendo las palabras de Jesús.
Las flores de ese local, muestran diferentes colores cada mes.
Este recinto maravilloso para tener una idea de sus proporciones, acomoda
confortablemente a más de 30.000 personas.
Las fábricas también están fuera de la estrella principal y son
responsables por la fabricación de zumos, tejidos y artefactos en general. La
vida continua y las personas perciben que permanecer solo usufructuando las
condiciones de la ciudad espiritual no es una cosa agradable. Trabajar pasa a
ser un remedio y un placer.
El diseño del templo por arriba es uno de los templos de
iniciación del ministerio de la Unión Divina, construido en estilo egipcio. En
determinado horario, el Gobernador de la Ciudad se reúne en una gran Asamblea
para la oración del día, que es asistida por todos los moradores de la colonia,
por una especie de televisión más moderna.
En el Bosque de las Aguas existe un inmenso reservado de agua que
abastece a todas las actividades de la ciudad. El posee un flujo, como el de un
río, que pasa por la ciudad y se dirige rumbo al gran océano de sustancias
invisibles para la Tierra. En este Bosque se reúnen, también, los seres que
planean la reencarnación como compañeros de jornada.
Otras colonias también mencionadas por André Luíz y otros
instructores de la espiritualidad a los diversos Médiums, como Divaldo, Chico
Xavier, Abel Glaser podría ser la:
La Colonia Socorrista de Moradia, una de las más antiguas, está
dedicada a la atención de la población del Umbral.
La Colonia Campo de Paz, de la cual habla el Espíritu André Luíz en,
Los Mensajeros, está situada muy cerca de la Tierra.
La casa Transitoria de Fabiano, es de asistencia a los
desencarnados, citada en el libro, “Obreros de la Vida Eterna”.
La Colonia redención, citada en el libro “Más allá de la Muerte”,
descrita por Otilio Gonçalves, la Colonia de la Música, la Colonia de los
Escritores, Alpha I, la Colonia Gordemonio, habitada por Espíritus pervertidos
y malhechores y, citada en el libro “Apenas una Sombra de Mujer”, etc.
Otra colonia muy conocida y muy bien detallada es la de Alborada
Nueva posee más de 250 mil habitantes y está situada en la cuarta capa
alrededor de la tierra, por encima de la ciudad de Santos en el estado de San
Paulo.
Es una ciudad espiritual creada hace más tiempo que la mayoría de
las colonias que permanecen en las zonas umbralinas de ese planeta.
Fue planeada hace muchos siglos por aquellos que siendo Ingeniero
Constructores de Jesús, conocen la Tierra su pasado lejano y su futuro
distante.
Brasil aun no existía en la faz del globo y “Alborada Nueva” ya
estaba fijando sus alicientes a través de sus trabajadores de Cristo que sabían
del destino de Brasil, cara a la importancia de su localización en las camadas
vibratorias alrededor del Planeta.
Participaron en su crecimiento las personas conocidas por la
tierra con el nombre de D, Pedro II y Gandhi.
Para el viajante de caminos sombríos en las camadas densas del
mundo espiritual en torno a la Tierra, surgió una luz, como un pequeño punto,
que iría creciendo dentro de un panorama primitivo y oscuro, en un brillante
azul. Superponiéndose al azul, surge el blanco, que torna infinitamente mayor y
ya se parece a una nube.
El blanco y el azul provienen de la Ciudad Espiritual, y su
frondoso portón dorado traza una placa con el nombre de la ciudad sustentada
por esferas luminosas de metal dorado.
La casa principal de reuniones de los dirigentes de la colonia. Es
de forma circular. El campo vibratorio manifiesta la imagen de una inmensa
estrella de ocho puntas. Para aquellos que se encuentran perdidos en el mundo
espiritual la primera visión de la colonia es la de una inmensa Luz en la
oscuridad. Al aproximarse se ve como una inmensa nube y se ve que allí existe
una gran comunidad.
Ligado a la puerta principal hay un gran muro de 15 metros de
altura, macizo que emite una potente vibración magnética de protección. Sobre
este muro están torres de 10 metros de altura de forma cónica que es asistido
por espíritus guardianes. Ocho construcciones de la colonia poseen torres con
puntas de estrellas. Las torres de estas ocho construcciones están ligadas por
flujos magnéticos y forman el diseño de una estrella de ocho puntas. Verdes las
que parten de la Casa Central; Azules las que forman el cuadrado y blancas las
que forman la estrella.
Hay en ella dos puestos de socorro que sirven de intermediarios
entre el mundo espiritual y el plano material.
Los palacios más suntuosos de la Tierra no son nada comparados a
estas áreas
Todos los que hemos leído las obras de André Luíz, comprendemos
mejor el papel de los campos magnéticos y su importancia en una colonia de
trabajadores de Luz en una región de vibraciones espirituales inferiores del
mundo astral.
La División Administrativa consta:
Núcleos Generales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad Divina de Elevación.
La División Geográfica consta:
Edificio Central (Coordinadora General)
Núcleos Espirituales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad de Divina Elevación.
Casa de los Niños.
Casa de Reposo
Centro de Aprendizaje de la Luz Divina
Casa de la Sublime Justicia
Rincón de la Paz
Bosque de la Naturaleza Divina
Bosque de la Alimentación
Plaza central
Torres de Defensa e Higienización
Sectores Ambiéntales
Puestos de Socorro
Todos ellos desarrollan actividades funcionales, como se realizan
aquí en los ministerios de la Tierra, solo que aquí si existe la imperfección,
y el Hombre ejerce la mayoría de las veces mal esos ministerios. Allí siendo el
mundo Espiritual, y en una zona como es de cierta elevación todo es llevado a
cabo con una coordinación especializada, propia de la seriedad y rectitud de
sus moradores.
Alborada Nueva tiene un tren eléctrico, que parte rumbo al Umbral,
una región oscura y densa, como ya describimos y en el camino los Espíritus
Inferiores tiran pesados objetos en los carriles suspendidos. Dotados de un
campo magnético repulsor, el vehículo instantáneamente repele ese bloqueo, en
una verdadera operación “limpia –carriles”
La Heredad Central en el último piso se realiza las reuniones
mensuales. Las paredes están formadas de cristales y la Luz de la colonia pasa
por ellos. Una gran mesa y al fondo grandes estanterías con centenares de
libros. En esta sala, al fondo, hay estatuas con semblantes diversos donde
figuran D. Pedro II y Gandhi
Son 42 Consejeros, portando una vestimenta azul clara. La reunión
es abierta por uno de los secretarios. Citaremos algunos trechos de la Abertura
de una de esas reuniones Mensuales.
La actual coordinación de esta colonia está a cargo de Caibar
Schutel.
Su más importante sector es el de la Casa de Reposo y Hospital.
Comprende un trabajo muy amplio desenvuelto por Scheilla que coordina 14
equipos cuyos coordinadores forman el Consejo de la Casa de reposo.
Existe una gran integración de los trabajos de los seres
espirituales de este Hospital con decenas o centenas de organizaciones físicas
en la Tierra. En este grupo existen los grupos de rescate tanto en el mundo
espiritual como en el mundo material en los casos ya citados para los diversos
eventos cataclismaticos que ocurran.
En las Colonias Espirituales, existen las mismas leyes de gravedad
que controlan la Tierra, con sus días y sus noches, aunque las estaciones no
tengan los rigores que en nuestro globo, ya que son suprimidos por factores de
armonía existentes en las Colonias. Y esto ocurre, porque en la mayoría de las
Colonias que conocemos están circunscritas a la atmósfera de la Tierra.
La descripción de estas colonias espirituales como la de otros
locales espirituales llevaría demasiado tiempo y la finalidad de esa conferencia
es despertar su atención para esta realidad, como es la de la existencia de
Ciudades espirituales.
Cada ciudad que existe alrededor del planeta, por haber sido
creadas hace mucho tiempo, poseen un estilo antiguo: las paredes son claras y
clásicas y las preferencias recaen en los modelos griegos, romanos y egipcios
con extensas avenidas. Muchos pájaros y frutas, muchos lagos y planicies
coloridas.
Más, no todos los seres con algún esclarecimiento, al desencarnar
en la Tierra van a estas colonias. Muchos van a otros planetas.
ANTE LAS PUERTAS LIBRES
Una antigua leyenda egipcia nos narra la historia de un pececito
llamado Bermejo.
En el centro de un hermoso jardín, había un gran lago adornado de
ladrillos azul turquesa.
Alimentado, por un diminuto canal de piedra, escurría sus aguas
del otro lado, a través de una reja muy estrecha.
En ese reducto acogedor, vivía toda una comunidad de peces
repapilándose, rollizos y satisfechos. Eligieron a uno de los ciudadanos más
grandes para los encargos de rey, y vivían allí, plenamente despreocupados,
entre la gula y la pereza.
Entre ellos había un pececito, menospreciado de todos.
No conseguía pescar la más leve larva, ni refugiarse en los nichos
de barro. Los otros voraces y gordinflones, arrebataban para si todas las
formas y ocupaban, displicentes, todos los lugares consagrados al descanso.
El pececito Bermejo que nadaba y sufría. Era visto, en carreras
constantes, perseguido por la canícula atormentada por el hambre.
Sin encontrar estancia alguna, se puso a estudiar con mucho
interés. Hizo un inventario de todos los ladrillos que adornaban el borde del
pozo, registró todos los huecos existentes en el, y sabia, con precisión, donde
se reuniría la mayor masa de lodo por ocasión de los aguaceros.
Después de mucho tiempo de observación, descubrió la verja del
desagüe. Frente a la improvista oportunidad de aventura benéfica, reflexionó
consigo mismo:
¿No será mejor pesquisar la vida y conocer otros rumbos?
Optando por el cambio. En el traspasar de la verja perdió varias
escamas, al atravesar el pasaje estrechísimo.
Pronunciando votos renovadores, avanzó optimista, encantado con
los nuevos paisajes, ricos de flores y sol que lo enfrentaban, y, siguió,
embriagado de esperanzas…
En breve alcanzo el gran rió, e hizo innumerables conocimientos.
Encontró peces de muchas familias diferentes, hombres y animales,
embarcaciones y puentes, palacios y vehículos, cabañas y árboles.
Consiguió, de ese modo, alcanzar el océano, ebrio de novedad y
sediento de estudio. Fascinado por la pasión de observar, se aproximo a una
ballena más de lo que debía y fue engullido por ella.
En apuros, afligido oro a Dios de los peces que le ayudase, y su
oración fue escuchada, porque el valiente cetáceo comenzó a sollozar y vomito,
restituyéndolo a las corrientes marinas.
Plenamente transformado en sus concepciones del mundo, pasó, a
observar a las infinitas riquezas de la vida. Encontró plantas luminosas,
animales extraños, estrellas movibles, y diferentes flores en el seno de las
aguas. Sobre todo, descubrió la existencia de muchos pececitos estudiosos y
delgados, tanto como el, junto a los cuales se sentía maravillosamente feliz.
Ahora vivía sonriente y calmado, en el Palacio de Coral que el
mismo eligió, con centenares de amigos, el supo por sus estudios, que solo en
el mar las criaturas acuáticas disponían de más sólida garantía, ya que cuando
el estío se hiciese más arrasador, las aguas de otra altitud continuarían
corriendo hacia el océano.
El pececito pensó, pensó… y sintiendo inmensa compasión de
aquellos con los que había convivido en su infancia, deliberó consagrarse a la
obra del progreso y salvación de ellos.
¿No sería justo regresar y anunciarles la verdad? ¿No sería noble
ampararlos prestándoles, a tiempo, valiosas informaciones?
No lo dudo.
Fortalecido por la generosidad de hermanos benefactores que vivían
con el, en el Palacio de Coral, emprendió en largo viaje de vuelta.
Tomo el rió, del rió se dirigió a los regatos y d y de los regatos
se encaminó a los canalitos que lo condujeron al primitivo hogar.
Esbelto y satisfecho como siempre, por la vida de estudio y
servicio a la que se consagraba, varó en la reja y procuró, ansiosamente, a los
viejos compañeros.
Estimulado por la proeza del amor que efectuaba, supuso que su
regreso causaría sorpresa y entusiasmo general. Seguramente la colectividad
entera celebraría el hecho, pero, enseguida, verificó que nadie se movilizaba.
Todos los peces continuaban pesados y ociosos. Grito diciéndoles
que había vuelto, pero nadie le prestó atención ni se acordaban de el.
Ridiculizado, procuró al rey y le comunicó la reveladora aventura.
El rey, algo entorpecido por la manía de grandeza, reunió al
pueblo y permitió que el mensajero se explicase.
El benefactor despreciado, valiéndose de la ocasión, esclareció
con énfasis, que había otro mundo liquido, glorioso y sin fin. Aquel pozo era
una insignificancia que podía desaparecer, de un momento a otro. Que más allá
del desagüe aproximo, se desdoblaba otra vida, y otra experiencia. Allí fuera
corrían regatos ornados de flores, ríos caudalosos repletos de seres diferentes
y, por fin, el mar donde la vida aparece cada vez más rica y más sorprendente.
Poco a poco describió todas las maravillas que había descubierto. El les dijo
que deberían adelgazar, convenientemente, absteniéndose de devorar tanta larva
y tanto gusano, en las grutas obscuras y aprendiendo a trabajar y estudiar
tanto como fuese necesario para la venturosa jornada.
Tan pronto terminó, carcajadas estridentes le coronaron la prédica.
Lo tacharon de fantasioso. Ninguno creyó en el, y el soberano acompañándolo a
la reja del desagüe le manifestó con ironía ¿No ves que no cabe por aquí ni
siquiera una de mis aletas? ¡Gran tonto! No nos perturbes el bienestar… Nuestro
lago es el centro del Universo… ¡Nadie posee vida igual a la nuestra!
Expulsado a golpes de sarcasmo, el pececito realizó el viaje de
regreso, y se instaló definitivamente, en el palacio de Coral, aguardando el
tiempo.
Después de algunos años apareció pavorosa y devastadora sequía.
Las aguas descendieron de nivel. Y el pozo donde Vivian los peces, glotones, se
secó, compeliendo a la comunidad entera a perecer, atollada en el lodo.
El esfuerzo de André Luíz, buscando encender luz en las tinieblas,
es semejante a la misión del pececito Bermejo.
Encantado con los descubrimientos del camino infinito, nos habla
informa y esclarece…
Con todo hay muchos peces humanos que sonríen y pasan, entre la
mordacidad y la indiferencia, procurando rutas pasajeras o peleando larvas
temporales.
Esperan un paraíso gratuito con milagrosos deslumbramientos,
después de la muerte del cuerpo.
El Codificador del Espiritismo Allan Kardec conversó con espíritus
terrestres que estaban morando en otros planetas. Este tema es muy interesante
y abre las puertas del infinito a aquel que abre las puertas de su corazón.
El intercambio con lo invisible es un movimiento sagrado en
función restauradora del Cristianismo puro; por tanto, que nadie se descuide de
las necesidades propias en el lugar que ocupa por la voluntad del Señor.
André Luíz nos dice que la mayor sorpresa en la muerte carnal, es
la de colocarnos cara a cara con nuestra propia conciencia, donde edifiquemos
el cielo, nos estacionamos en el purgatorio y nos precipitamos en el abismo
infernal; y nos recuerda que la tierra es un taller sagrado y que nadie lo
menos preciará sin conocer el precio del terrible engaño al que se sometió su
propio corazón.
Guardemos la experiencia en el libro del alma. Ella dice muy alto
que no le basta al hombre apegarse a la existencia humana, sino que necesita
aprovecharla dignamente, que los pasos del cristiano en cualquier escuela
religiosa, deben dirigirse verdaderamente a Cristo, y que, en nuestro campo
doctrinario necesitamos en verdad del Espiritismo y del Espiritualismo, pero
más, mucho más, de Espiritualidad
Y para terminar ésta conferencia, permítanme repetir aquí lo dicho
por el espíritu de Lester Coltman (trascrito por Sir Arturo Conan Doyle), con
el ruego de que el lector lo medite profundamente:
"Por amor de Dios, sacude y despierta a ésas gentes que no
quieren creer. El mundo necesita saber lo que pasa aquí. SI YO EN LA TIERRA
HUBIESE SABIDO LO QUE AQUÍ ME ESPERABA, MI VIDA HABRÍA SIDO MUY DISTINTA".