viernes, 19 de octubre de 2012

MEDICINA Y ESPIRITISMO


MEDICINA Y ESPIRITISMO

Fabio Villarraga *

La Medicina como la ciencia que tiene por objeto la conservación y el restablecimiento de la salud, y el Espiritismo como ciencia también que trata del origen , naturaleza y destino de los espíritus, de su relación con el mundo físico y de todas las consecuencias morales que de estas relaciones se desprenden; tienen mucho que aportar para la comprensión integral del ser en sus aspectos físico, fluídico y espiritual, y la forma como cada uno de estos niveles interactúan en los procesos de salud y enfermedad.
Si la Medicina estudia la fisiología del cuerpo, el Espiritismo estudia la fisiología del alma, desentrañando de ella las causas profundas de muchas patologías que el ser humano experimenta.
Si la Medicina procura aliviar los dolores en el organismo a través de la aplicación de diversas técnicas farmacológicas o terapéuticas, el Espiritismo busca aliviar el dolor y el sufrimiento moral de las criaturas por medio de terapias dirigidas al espíritu.
Si la Medicina restablece la salud con el concurso de las cirugías sobre los órganos, aparatos y sistemas, también el Espiritismo procura la salud integral escindiendo de los tejidos del alma los núcleos patológicos que ella tenga.
Si la Medicina busca la curación de los pacientes de afuera hacia adentro, El Espiritismo comprende que el verdadero proceso curativo se establece de adentro hacia afuera.
Si la Medicina se ha desarrollado a tal punto de encontrar las causas inmediatas moleculares y genéticas de las enfermedades, también el Espiritismo contribuye a complementar con las causas espirituales y reencarnatorias que por Ley de causa y efecto los pacientes en su transcurrir evolutivo generan y experimentan.
Si la Medicina se perfila cada día más, sobre el campo preventivo de las patologías humanas, el Espiritismo ofrece la profilaxis más segura y eficaz para las mismas a través de la reforma íntima del ser en base a los parámetros de la Ley de Amor que Jesús nos ofreciera.
Si la Medicina lucha denodadamente en contra de la muerte y por el mantenimiento de la vida orgánica, el Espiritismo no ve en ella la antítesis de la vida, sino la continuidad de la misma, en la dimensión espiritual correspondiente que el paciente se haya hecho acreedor.
Si la Medicina estudia la interacción constante de los microbios y parásitos en los tejidos del organismo humano, el Espiritismo profundiza sobre la interacción constante del mundo espiritual sobre el físico, de los espíritus en los tejidos de la mente humana.
Si la Medicina propende porque los tratamientos indicados se realicen con la fe en lo prescrito, el Espiritismo complementa que ésta, aunada a la fe divina, se constituye en potente fuerza terapéutica para el paciente.
Si la Medicina ofrece todo un arsenal farmacológico para el control de numerosas dolencias en la especie humana, el Espiritismo ofrece el quimismo del amor, cuyos efectos fisiológicos no han sido completamente estudiados por la ciencia.
Si la Medicina ha progresado aceleradamente en el campo del diagnóstico a través de la ayuda que la tecnología le brinda en sus diferentes ramas, el Espiritismo busca que el médico-espírita desarrolle su capacidad intuitiva para ponerla al servicio de la comprensión íntima de sus pacientes.
Si la Medicina analiza todos los fenómenos en esta dimensión espacio-tiempo, el Espiritismo amplia estos horizontes para comprender la multidimensionalidad en la que vivimos.
El Espiritismo es ciencia enteramente dedicada para el bien, con sus bases fundamentada en el evangelio, en las leyes de la creación y en la comunicabilidad de los espíritus.
Reconoce el respeto a la vida desde el momento de la concepción, y condena cualquier modalidad de acción de interrumpirla.
Reconoce el principio de inmortalidad y de reencarnabilidad. El ser no es nuevo al nacer.
Reconoce el libre albedrío, y que los seres humanos están sujetos a las consecuencias de sus propias acciones, buenas o malas.
Estudia la continua interacción espíritu - materia.
Aclara que las enfermedades no constituyen maldiciones ni castigos; son el resultado de los compromisos asumidos por el propio espíritu. En el concepto cristiano, la enfermedad representaría un estado relacionado con la propia imperfección moral. Las desigualdades orgánicas vienen dadas como consecuencia de las desigualdades morales - espirituales.
Así como la física estudia las leyes que rigen el mundo y el universo, así como la medicina estudias las leyes de la fisiología que rigen el organismo, así mismo el Espiritismo estudia las leyes morales y espirituales que rigen la humanidad.


* Médico General de la Universidad Nacional de Colombia, con un postgrado en Gerencia en Servicios de Salud y un postgrado en Bioética. Trabaja desde hace 15 años en la Empresa Social del Estado Hospital San Rafael de Facatativa (cuidad cerca de Bogotá).