LA PRISION CORPORAL
El presente mensaje fue a raíz del despertar de un espíritu,
que en su última existencia, padeció deficiencia mental y física, en el
primer momento le era imposible hablar. Después de ayudarlo a
comprender su estado, y al recobrar la lucidez, nos dijo:
Gracias. Quizás me resulte difícil expresar lo que siento. He
animado un cuerpo muy deficiente por espacio de cuarenta y tres
años.
La causa es que me he sentido, mejor dicho, he tenido que
sentirme prisionero, porque había sido dueño de seres humanos, en
aquella época los tenía como esclavos bajo mis órdenes y no me
porté bien con ellos.
En modo alguno, el hombre, no obra bien cuando esclaviza a
otros hombres. Esta última existencia me ha sido muy útil, que según
mis guías, estaba programada desde hacia mucho tiempo en el mundo
espiritual. Era necesario que viviera en esta ocasión sin la capacidad
de valerme por mi mismo y lo que es más importante, sin poder dar ni
la más pequeña orden. Mi cerebro no era capaz de gobernar ni mis21
propias manos. Es en la humildad, me dicen mis guías, cuando un
espíritu puede crecer, con el orgullo siempre se degrada y
empequeñece.
No podéis tener una idea exacta del bien que me habéis hecho,
ya que todas mis limitaciones siguieron existiendo en el mundo
espiritual. Gracias a vuestra intervención, he despertado de una
interminable pesadilla.
Todas las noches cuando mi cuerpo descansaba, mi espíritu
se horrorizaba por tener que estar unido a ese cuerpo, por encontrarme
prisionero, inmóvil, sin la facultad de expresar lo que sentía, ni tan
siquiera poder pedir que me atendieran en cualquiera de mis
necesidades físicas.
El hombre tiene que ser libre, dueño de sus sentimientos y de
sus actos. ¡Pero el ser humano no tiene ningún derecho a encadenar
a sus hermanos!, ¡no lo tiene!
Gracias, muchas gracias.