Recordemos:
para cultivar nuestra tierra interior, debemos primero eliminar la
mala hierba, debemos enterrar profundamente el arado, removiendo
aquello que debe ser removido y eliminando lo que debe eliminarse.
Sólo así nuestra siembra dará buena cosecha. Y según nos afirman
las mismas enseñanzas cristianas, el vino nuevo, aquel que es
producto de la transmutación, no se echa en odres viejos (los viejos
esquemas en los que se apoya el ego).
El
trabajo que se presenta ante el aspirante es arduo y difícil. La
desintegración de nuestros defectos (odios, miedos, lascivia,
ignorancia, envidia, etc, etc) es un trabajo permanente que demanda
nuestra mejor voluntad y el mayor de los esfuerzos. Pero sólo a
través de este trabajo el ser humano se libera, y consigue la
auténtica felicidad y paz. Los demás caminos, aquellos que predican
el amor, la alegría, la paz, etc, sin pasar por el estudio y la
eliminación de nuestra esclavitud psicológica, aunque positivos en
un comienzo, están destinados al fracaso. La muerte psicológica es
la plataforma sobre la que se edifican estos valores.
En
tratándose de comprender fundamentalmente cualquier defecto de tipo
psicológico, debemos sincerarnos con nosotros mismos. Sin evasivas
de ninguna especie, sin justificaciones, y sin disculpas, debemos
reconocer nuestros propios errores. Es indispensable auto-explorarnos
para auto-conocernos profundamente, y partir de la base cero radical.
El
Fariseo Interior es óbice para la Comprensión. Presumir de virtuoso
es absurdo...
Auto-explorarse
íntimamente es ciertamente algo muy serio; el Ego es realmente un
libro de muchos tomos...
Cualquier
error es polifacético y tiene muchas raices en nuestro
subconsciente. El gimnasio psicológico es indispensable,
afortunadamente lo tenemos y éste es la misma vida. El sendero del
hogar doméstico con sus infinitos detalles, muchas veces dolorosos,
es el mejor salón del gimnasio. El trabajo fecundo y creador
mediante el cual nos ganamos el pan de cada día es otro salón de
maravillas.
Muchos
aspirantes a la vida superior anhelan con desesperación evadirse del
lugar donde trabajan, no circular más por las calles de su pueblo,
refugiándose en el bosque con el propósito de buscar la Liberación
Final. Esas pobres gentes son semejantes a los muchachos
irresponsables que huyen de la escuela, que no asisten a clases, que
buscan escapatorias...
Vivir
de instante en instante, en estado de aleta percepción, alerta
novedad, como el vigía en época de guerra, es urgente,
indispensable, si en realidad queremos disolver todos nuestros
defectos.
En
la interrelación humana, en la convivencia con nuestros semejantes,
existen infinitas posibilidades de auto-descubrimiento. Es
incuestionable y cualquiera lo sabe, que en la interrelación los
múltiples defectos que llevamos escondidos entre las ignotas
profundidades del subconsciente, afloran siempre naturalmente,
espontáneamente, y si estamos vigilantes entonces los vemos, los
descubrimos.
Empero,
es obvio que la auto-vigilancia debe siempre procesarse de momento en
momento. Defecto psicológico descubierto, debe ser íntegramente
comprendido en los distintos recovecos de la mente.
No
sería posible la comprensión de fondo sin la práctica de la
meditación. Cualquier defecto íntimo resulta multifacético y con
diversos enlaces y raíces que debemos estudiar juiciosamente.
Auto-revelación es posible cuando existe comprensión íntegra del
defecto que sinceramente queremos eliminar. Auto-determinaciones
nuevas surgen de la Conciencia cuando la comprensión es uni-total.
Análisis superlativo es útil si se combina con la meditación
profunda, entonces brota la llamara de la comprensión...
La
disolución de todos esos Agregados Psíquicos que constituyen el Ego
se precipita si sabemos aprovechar hasta el máximun las peores
adversidades. Los difíciles gimnasios psicológicos en el hogar o en
la calle o en el trabajo, nos ofrecen siempre las mejores
oportunidades.
Codiciar
virtudes resulta absurdo, mejor es producir cambios radicales. El
control de los defectos íntimos es superficial y está condenado al
fracaso. Cambios de fondo es lo fundamental y esto sólo es posible
comprendiendo íntegramente cada error. Eliminando los Agregados
Psíquicos que constituyen el Mí Mismo, el Sí Mismo, establecemos
en nuestra Conciencia cimientos adecuados para la acción recta.
Cambios superficiales de nada sirven, necesitamos con urgencia
inaplazable, cambios de fondo.Tenemos que tener esa inquietud de
trabajarnos internamente, el querer ser mejores personas,sentir
verdadero arrepentimiento por nuestros pensamientos y actos, dice un
proverbio por ahi, que hasta que el agua no hierva a cien grados no
cristaliza lo que tiene que cristalizar.
Comprensión
es lo primero, eliminación lo segundo y para eliminar tenemos que
orar mucho, pedir a nuestro padre que nos ayude en esta labor.