domingo, 23 de febrero de 2014

¿QUÉ ES Y QUÉ ESTUDIA EL ESPIRITISMO?



¿Qué es y qué estudia el espiritismo?

“Es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espí­ritus, y de sus relaciones con el mundo corporal”
(Allan Kardec)
El espiritismo es igualmente una doctrina de pensamiento y una filosofía de vida que se basa en todo lo concerniente al espíritu humano; desde su estancia en la Tierra formando parte de un cuerpo físico, como posteriormente, tras la muerte de este, en el más allá, explicando y estudiando las interrelaciones existentes entre ambos planos y los fenómenos a que estas dan lugar.
El espiritismo engloba dentro de sí mismo tres aspectos dife­renciados pero que se complementan entre sí: filosofía, ciencia y mo­ral.
Es filosofía pues se trata de una escuela de pensamiento enca­minada a dar explicación al origen, destino, evolución y aspectos del comportamiento humano; buscando la trascendencia de los hechos y su solución mediante razonamientos lógicos y sencillos, comprensi­bles para la gran mayoría de las personas.
Es ciencia porque promueve el estudio científico y exhaustivo de todos los fenómenos ( anímicos, psíquicos, espiríticos o mediúmni­cos) relacionados con el alma humana. Abarcando también la génesis, su estudio filosófico y las consecuencias ético-morales; siendo muchas de las veces corroborados como ciertos, dando carta de naturaleza a postulados y principios mantenidos por esta doctrina desde hace más de un siglo. Muchas de estas conclusiones vienen a ser confirmadas paralelamente al avance de la ciencia en campos como la psiquiatría, la neurología, la psicología, la genética, etc.
Es moral porque en ningún momento queda limitada la codifi­cación espírita a la simple elucidación filosófica, sino todo lo contrario; supone una auténtica filosofía de la vida, orientando al ser humano a llevar a la práctica aquello que estudia y comprueba; éste es el último fin y principal motor del espiritismo; llevar al hombre a una práctica encaminada hacia el perfeccionamiento íntimo, mediante unas reglas y normas basadas en el código moral más sublime y perfecto de la humanidad: el pensamiento de Jesús.
¿Para quién está dirigida la doctrina espírita?
Esta ciencia del espíritu conjuga perfectamente la simplicidad de sus postulados con la profundidad de los mismos. Sintetiza y expli­ca el sentido de la vida, certifica y prueba la inmortalidad del alma a través de la mediumnidad, nos aclara las desigualdades humanas, el porqué del dolor, cómo actúa la justicia divina, cuál es nuestro origen y destino, nuestra relación con la divinidad; y en general multitud de preguntas que nos realizamos los humanos.
Pero todo ello lo hace desde la sencillez; no se convierte en algo abstracto o difícil de entender únicamente apto para mentes ele­gidas; antes al contrario, está dirigida a todo aquel que quiera profun­dizar en las causas y el origen de la vida, sea cual sea su nivel social o cultural.
¿Cuáles son sus principales postulados?
                        Dios como causa primera e inteligencia suprema.
                        Inmortalidad del alma.
                        Comunicabilidad con los espíritus.
                        Pluralidad de Mundos Habitados.
                        La Reencarnación
                        El código ético-moral del evangelio de Jesús.
                         
¿Es el espiritismo una idea espiritual anquilosada?
En absoluto, es una filosofía reciente hasta cierto punto, ya que surge a mediados del siglo XIX, con apenas siglo y medio de exis­tencia. Pero ya ha demostrado dos cosas en este tiempo; la primera, haber superado el pesimismo filosófico del XIX (Schopenhauer, Niet­zsche, Comte, etc.) y al materialismo positivista del siglo XX (*) (cada vez más la ciencia progresa y confirma muchas de las premisas que el espiritismo avanzó en su momento).
Así pues, es una idea en permanente actualidad; baste detallar el pensamiento científico de su codificador, el científico y pedagogo Hippolyte León Denizart Rivail (Allan Kardec), que al respecto afirmó: “El espiritismo, marchando con el progreso, nunca se desbordará, por­que si nuevos descubrimientos le demuestran que está en el error sobre un punto, se modificará sobre ese punto; y, si una nueva verdad se re­velara, la aceptaría” O esta otra frase: “Prefiero rechazar noventa y nueve verdades antes que aceptar una sola mentira”
¿Qué relación tiene el espiritismo con la doctrina predicada por Jesús?
Total; es la base de su estructura ético-moral. El espiritismo propugna la vuelta a los postulados del cristianismo primitivo, en lo que al sentido profundo de las enseñanzas del maestro Jesús se refie­re; así pues los preceptos de ”ama al prójimo como a ti mismo”, “Per­dona a tus enemigos”, “Haz el bien sin mirar a quien”, los pone en pri­mer lugar junto a otros muchos. Pero además de su sentido necesario para la redención humana, el espiritismo hace algo más; les otorga la importancia que tienen no sólo como pauta de comportamiento sino como necesidad imperiosa del ser humano para conseguir el bienes­tar psico-físico y emocional que se precisa.
Para ello, detalla la importancia de los efectos que nuestra conducta suponen para nuestra felicidad futura y nuestra salud men­tal y emocional; aclarando mediante su investigación científica que Jesús, además del mayor referente moral de la humanidad, fue el más importante psicoterapeuta de la misma, al indicar cómo desde
nuestro interior podemos alcanzar el equilibrio y la armonía en fun­ción de nuestros patrones de conducta moral en el bien.
¿Qué transcendencia tiene el espiritismo?
Es muy importante, porque es la filosofía de vida del presente y del futuro; aclara lo que otras no hacen al probar la inmortalidad del alma humana, explica la coyuntura actual en la que se debate el pla­neta (bloque posterior sobre la transición planetaria); nos ayuda a en­tender nuestra posición en el universo, así como nuestra relación con humanidades de otros planetas (“En la casa de mi Padre hay muchas moradas”).
Responde de “tú a tú” a las preguntas que se le puedan plan­tear, dejando siempre en la mente de quién a él recurre, la libertad de pensamiento y de convencerse por el mismo; ya que no está dentro de la doctrina espírita hacer prosélitos para su causa, sino únicamente mostrar la realidad de la vida espiritual para que cada cual desde sus “creencias” pueda complementar sus conocimientos mediante una fe que pueda enfrentar cara a cara a la razón.
Así pues existen mahometanos, católicos, calvinistas, budis­tas, metodistas, luteranos, etc., que, sin renunciar a sus “creencias”, las complementan y amplían con las premisas que el espiritismo les presenta.
Al llegar directamente a lo íntimo de la persona, esta doctrina filosófica, científica y moral, satisface y aclara las cuestiones y proble­mas internos del alma humana; ofrece un camino de redención en la más pura ética del maestro Jesús, exento de ritos, dogmas y prejuicios religiosos; de aquí su trascendencia y su importancia como una filoso­fía de vida superior.
“No hay fe inquebrantable sino aquella que puede mirar a la razón cara a cara en todas las épocas de la humanidad”.
Allan Kardec
¿Es lo mismo espiritismo que mediumnismo? ¿Qué es la mediumnidad?
No. La mediumnidad ha existido desde siempre; mucho antes de que apareciera el espiritismo; y es una facultad del ser humano para poder comunicar con el plano espiritual, con los espíritus desencarnados. Las sibi­las, oráculos, profetas, sacerdotes y magos de la antigüedad eran personas con estas capacidades.
La mediumnidad, al ser una facultad de la psique; y que opera des­de el peri-espíritu es algo independiente de cualquier doctrina o filosofía. La mediumnidad es pues una facultad natural. Es el sexto sentido, como la definió Charles Richet, Premio Nobel de Medicina, en su obra “Tratado de Metapsíquica” . El mérito del espiritismo consiste en explicar su funcio­namiento; los perjuicios y beneficios de su buen o mal uso, el objeto de su existencia y para qué puede servir al hombre en su avance evolutivo.
Así pues podemos decir que sanadores, videntes, paranormales, etc., pueden ser médiums y ejercer su actividad mediúmnica sin tener co­nocimiento alguno de espiritismo. Es pues preciso aclarar que el espiritis­mo no tiene nada que ver con el mediumnismo; aunque el primero, es la única ciencia que detalla, desarrolla y explica los fenómenos mediúmnicos, su tipología, sus características y el por qué se producen, adelantando a su vez las normas y premisas responsables de un ejercicio de la mediumnidad coherente y altruista, además de beneficioso para el que la posee y para el prójimo.
¿Cuál es el objeto de las comunicaciones espíritas y de las facultades espirituales en general?
El más importante: probar la inmortalidad del alma. Demostrar la continuidad de la vida después de la muerte. La eternidad del espíritu crea­do por Dios a su imagen y semejanza. Además de ello, un ejercicio de las facultades mediúmnicas o espirituales al servicio del bien, de forma altruis­ta y desinteresada, permite, al que lo realiza, rescatar deudas del pasado y avanzar en su camino evolutivo.
Hay diferentes tipos de facultades mediúmnicas, pero por lo general aquel que la posee, ha pedido antes de encarnar una oportu
nidad para progresar espiritualmente más en menos tiempo, ya que se encuentra atrasado en el camino evolutivo; motivo por el cual se le concede la oportunidad de una facultad para que la ejerza correcta­mente en el bien dando testimonio de la inmortalidad, de humildad y de superación constante al servicio de los demás.
Cuando esto no se hace, el espíritu se endeuda todavía más; contrayendo nuevas responsabilidades ante la ley y perjudicando no­tablemente su adelanto evolutivo. Así pues, lejos de lo que muchos creen, una facultad medúmnica no es atributo de perfección o eleva­ción, no es un don de Dios, sino una importante oportunidad de pro­greso para el espíritu endeudado en el pasado.
Por supuesto existen excepciones; las de aquellos espíritus elevados que vienen a la tierra con grandes facultades mediúmnicas que se denominan como “mediumnidad natural”; cuyas capacidades se han desarrollado debido a la elevación moral y espiritual del espíri­tu que la ejerce. Son los grandes iniciados, los “famosos milagros” de los que hablan las religiones y que no tienen nada en contra de la ley natural; el espiritismo los explica con claridad y nitidez, al comprender las capacidades del alma humana y su desarrollo mediúmnico acorde perfectamente con las leyes del espíritu y la materia.
A continuación, abordaremos uno de los principios del espi­ritismo que esta doctrina aclara como ninguna otra, y que no puede estar de más permanente actualidad; nos referimos a la pluralidad de mundos habitados y la posible venida a la tierra de extraterrestres ac­tualmente, en un futuro o a lo largo de la historia de la humanidad.
(*)“Sostengo que el reduccionismo científico rebaja de manera in­creíble el misterio de lo humano con su prometedor materialismo, con la pretensión de poder explicar todo cuanto sucede en el mun­do espiritual por medio de patrones de actividad neuronal. Esta idea debe catalogarse como superstición. Debemos reconocer que somos criaturas espirituales, dotadas de almas que moran en el mundo espiritual, así como seres materiales cuyos cuerpos y cere­bros existen en un mundo material” .

Sir John C. Eccles (1903-1997) PREMIO NOBEL DE FISIOLOGIA